V Centenario
El 14 de julio de 2031 se cumplirán 500 años de la firma, por parte del papa Clemente VII, de la bula papal que constituyó formalmente la Universidad de Granada. Como una de las universidades con más antigüedad de Europa, la UGR es deudora con su pasado pero, sobre todo, con quienes han contribuido durante estos cinco siglos a convertirla en la institución que es hoy y que el mundo reconoce.
Historia de la UGR
La Universidad de Granada, una de las instituciones académicas más antiguas de Europa, tiene como fecha fundacional el 14 de julio de 1531. Es el día en el que el papa Clemente VII firma la bula papal que confirma su fundación. Esta firma tiene sus orígenes en la orden promovida por el emperador Carlos V el 7 de diciembre de 1526, durante una estancia del monarca en Granada en el marco de los acuerdos adoptados por la Congregación de la Capilla Real.
Los antecedentes históricos de la Universidad de Granada se remontan, no obstante, a La Madrasa Yusufiyya, fundada en 1349, una escuela de estudios universitarios con financiación propia erigida durante el gobierno del emir Yúsuf I. Esta Madrasa, no obstante, fue perdiendo actividad hasta desaparecer tras la disolución del emirato nazarí de Granada en 1492.
El primer acto de la Universidad de Granada, presidido por el arzobispo Gaspar de Ávalos, se celebró el 19 de mayo de 1532, a cuya fecha le siguió el nombramiento oficial del gobierno de la institución compuesto por el rector, el canciller, los ocho consiliarios y doce diputados. Hasta 1538, las actividades de la universidad itineraron entre la catedral y la Capilla Real, hasta concentrar su actividad en una nueva sede construida por Diego de Siloé en la Curia eclesiástica.
El 6 de mayo de 1542 fueron aprobadas las primeras Constituciones por el claustro con las cinco Facultades originarias: una Facultad menor, la de Artes, y las cuatro Facultades mayores de Teología, Leyes, Cánones y Medicina, en donde se impartían los grados existentes de bachiller, licenciado y doctor.
La Ilustración trajo novedosos cambios en la Universidad de Granada. Tras la expulsión de los jesuitas, el ente adquirió sus propios locales y trasladó su sede al colegio de San Pablo de la Compañía de Jesús en 1769. Allí aprobó su nuevo plan de estudios el 25 de noviembre de 1776, convirtiéndose en uno de los más avanzados de la época. La renovación del plan educativo supuso la incorporación de 33 cátedras con las enseñanzas de Latinidad, Lenguas orientales, estudios superiores de Matemáticas y las pertenecientes a las Facultades de Filosofía, Teología, Derecho y Medicina.
Con el comienzo del siglo XIX, la Universidad de Granada fue eco y pionera del cambio que se procesaba en las calles de una España que se iba modernizando poco a poco. La publicación de la Ley Moyano en 1857 confirió al Estado el control de la instrucción pública, que se hizo cargo así de las enseñanzas universitarias. Reflejo de su contexto, la Universidad de Granada vivió las movilizaciones de 1884 en favor de la libertad de cátedra.
El desarrollo económico de España propició un fuerte éxodo rural a las urbes, con lo cual las clases medias pudieron asistir a la Universidad de Granada lo que provocó un número relevante del estudiantado. La comunidad universitaria, comprometida con los valores democráticos, luchó por una educación moderna y libre desde las aulas. Con la llegada de la democracia, las universidades alcanzaron una autonomía en su organización interna que permitió a la comunidad universitaria, por ejemplo, elegir su propio rector o rectora por parte de la comunidad universitaria. Así, la expansión del Campus de Fuentenueva y el de Cartuja en los setenta, el aumento del número de alumnado y del claustro del profesorado y la consolidación de este nuevo modelo en los noventa dio el respaldo necesario a una universidad del siglo XXI. Los planes de internacionalización y la apuesta por la innovación e investigación en proyectos de amplias escalas geográficas la han puesto en el mapa mundial como una de las mejores universidades españolas.
La Universidad de Granada y el futuro
Celebrar el V Centenario no es solo mirar al pasado para recordar lo que hemos hecho hasta llegar aquí. Celebramos el V Centenario, sobre todo, mirando al futuro, anticipándonos a él, poniendo nuestra mirada en lo que ocurre pero, sobre todo, en esas señales que nos indican las necesidades de las generaciones futuras. La universidad debe esforzarse en encontrar respuestas que le permitan adaptarse a los cambios sociales. Es más, debe ser parte esencial de esa transformación que mejore a la sociedad haciéndola más igualitaria, más comprometida y, en definitiva, mejor formada. Esa es parte esencial de nuestra tarea y a ello dedicamos nuestro esfuerzo.
La universidad genera conocimiento y queremos que sea el conocimiento necesario para las generaciones que han de liderar el siglo XXI. Cuando falta una década para el V Centenario, la Universidad de Granada está definiendo un Plan Estratégico que debe situarla en una posición de liderazgo dentro de un horizonte temporal que se ha situado precisamente en el año 2031. La clave, sin embargo, no es la planificación en sí misma, sino el proceso de reflexión que nos permite entender mejor la institución y la sociedad que le rodea para, así, establecer objetivos, acciones y metas a alcanzar. Es el momento por tanto de repensar nuestra institución y de encontrar las vías de fortalecimiento de su conexión con la sociedad.
Partimos de una situación que nos obliga a ser optimistas, a juzgar por la posición de liderazgo en la que los rankings nos sitúan. El ranking de Shanghai publicado en 2020 sitúa a la UGR entre las 300 mejores universidades del mundo como institución. Por disciplinas, también ocupamos posiciones de liderazgo que nos hacen sentir orgullosos. De las 54 disciplinas analizadas por ese mismo ranking de Shanghai, la Universidad de Granada está situada entre las 500 mejores del mundo en 33. Y de ellas, en numerosas áreas estamos entre las 200 primeras.
En 2021, la Universidad de Granada está inmersa en numerosos proyectos de futuro de primer nivel como es el caso del futuro IFMIF DONES, un espacio de investigación llamado a tener un papel fundamental en un cambio radical de paradigma en lo que a producción y abastecimiento de energía se refiere. Por supuesto, nuestros investigadores se encuentran inmersos en las áreas de investigación más punteras del mundo y estamos orgullosos de las redes de trabajo construidas.
Destacan así mismo como proyectos especialmente relevantes por su conexión con la ciudadanía la recuperación de la Azucarera de San Isidro, llamada a convertirse en un gran espacio de innovación y desarrollo cultural ligado a la sostenibilidad, la ampliación del PTS o la activa participación de la Universidad de Granada en la candidatura de Granada a la capitalidad cultural en 2031.
La Universidad de Granada está fuertemente comprometida con el futuro de nuestra sociedad pero, siempre, bajo unos parámetros éticos, de igualdad, inclusión y sostenibilidad medioambiental.
Horizonte 2031
Hace ya casi 500 años que la Universidad de Granada abrió sus puertas al conocimiento. Sin duda, el conocimiento de aquel momento poco tiene que ver con el de ahora, pero el interés por forjar una universidad mejor a cada paso ha sido una constante en la UGR desde entonces. La institución quiere celebrar su historia y eso pasa por recordarla, por actualizarla y por darla a conocer al mundo pero, sobre todo, a los ciudadanos que más cercan viven de ella. La Universidad de Granada es una universidad ciudadana en tanto en cuanto es una institución al servicio de la ciudadanía y a ella se debe.
Horizonte 2031 es un proyecto diseñado para mostrar a la ciudadanía los pasos que vamos dando mientras llega ese V Centenario. Nos anticipamos justamente 10 años a la celebración en 2031 y comenzamos de este modo a trasladar a la sociedad qué es la Universidad de Granada, qué fue, cómo hemos llegado hasta aquí y hacia donde queremos ir. Este es el instrumento que hemos diseñado para dar cuenta, además, de todo lo que la UGR prepara para esa celebración.