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Cuaderno de Bitácora
Reflexiones sobre nuestro tiempo
Vivimos una época de cambios agitados. Un lánguido declinar se cierne sobre todo lo que conocemos y el advenir se torna inquietante. Pero el lenguaje nos salva de un naufragio. Nos concentra para irradiar, al tiempo que logra extraernos excéntricamente de nosotros mismos. Pensar el ocaso de nuestro mundo requiere este ocaso personal en favor de la palabra y de las luces de aurora que ella quisiera congregar.
 

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Premoderna ultraderecha postmoderna
04 / 02 / 2020


¿Es la nueva ultraderecha española un fenómeno meramente ideológico? De acuerdo con el significado de "ideología", se reduciría -si respondemos afirmativamente- al ideario de una clase social o de un tipo de praxis socio-económica. Pero a esta derecha pertenecen individuos de diferente posición material. Aunque no conocemos de modo claro sus claves, sí hay atisbos de la genealogía que la sustenta.

¿La ha generado el capitalismo? Se quedaría uno más tranquilo si la explicación fuese así de sencilla. Se tiende a buscar un común denominador de la época, es natural. Pero también hay que romperlo si es necesario. No, no es un producto meramente del capital. El capitalista necesita estar hermanado con la fluidez del proceso de producción. El capitalista actual es líquido. Esta derecha busca lo contrario: un kosmos objetivo, metafísico, trascendente, sustancial. Retrocede al mundo premoderno. Un kosmos es un orden absoluto, centrado, estático y distribuidor de "lugares naturales". Se nace vasallo en el feudalismo. Y se nace noble, y guerrero. Y príncipe. Se tiene un "lugar natural", tal y como, en la física aristotélica, premoderna, la piedra tiene el lugar natural del suelo, del abajo, y es violentada cuando se la eleva; o como el humo: asciende porque aspira a su lugar natural.

El capitalismo, ya lo explica Marx con detalle, arrasa con ese orden sustancialista, lo destruye. Elimina al santo, al poeta, al maestro, al vidente, al hombre de batalla, a todos, en favor del hombre productor. Este último devora a los demás. Ya no hay nada sagrado para el capitalismo, sino la fría ley del dinero. Pero la derecha actual pareciera que quiere remontarse a una vida premoderna y precapitalista. Quier restituir el kosmos en el que hay lugares naturales: la mujer aquí, el hombre allí, España en el centro (y con un destino histório por cumplir). El inmigrante allá, el paisano acá. En fin, reordena y clasifica, busca lugares naturales en un orden de sustancia eterna y trascendente.

No, no surge del capitalismo. El capitalismo no explica todas las cosas. ¿Y esos obreros, gente sencilla y humilde, con ideología de derecha radicalizada? Por lógica, tendrían que pensar de acuerdo con la clase a la que pertenecen. Y no es así. Hay que preguntarse qué hace esta ultraderecha rancia que está en estatuto naciente hoy en día. Por lo menos hay esto: es movimiento contra-moderno, tendente a recuperar el kosmos pre-moderno.

A su modo, la derecha está "más allá de la modernidad", quiere rebasarla, aunque sea mediante una vuelta o retroceso. La derecha es la verdadera esencia de lo pos-moderno. Si hay una postmodernidad, esa es la de la ultraderecha. Aunque se trata, en ese sutil devenir, de un "post" que quiere recobrar lo "pre". En política estamos asistiendo a algo que trasciende la lógica del capital y los encuadres de la ideología. Hay, para empezar, este desacuerdo respecto a lo moderno. La izquierda quiere mantener la modernidad ilustrada. La derecha está harta de modernidad. No busca fundamentalmente dinero (que también). No busca primeramente la fábrica y la lógica de la producción. Busca un cosmos metafísico. Está harta de nihilismo. Y la izquierda, que es nihilista en grado extremo -cuestión para otro momento- la empuja hacia esa pendiente.