Mié, 08/06/2022 - 12:55
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08/06/2022
Un estudio liderado por la Universidad de Granada (UGR) ha revelado que la estructura y composición arbórea de los bosques podrían tener un papel determinante en la transmisión de enfermedades como la malaria aviar. Su trabajo, publicado en la revista Parasitology, señala que la presencia de mosquitos capaces de transmitir estas enfermedades está fuertemente influenciada por el tipo de hábitat donde se encuentran sus hospedadores, las aves. Los Culicoides son uno de los mosquitos más pequeños del mundo. Con una longitud de pocos milímetros, las hembras de Culicoides, el único sexo que se alimenta de sangre, son capaces de transmitir numerosos parásitos sanguíneos a los animales de los que se alimentan, principalmente mamíferos y aves.