Sara Crespo nació con síndrome de Usher, una enfermad genética poco común que conlleva pérdida auditiva y visual progresiva, aunque fue diagnosticada a los 26 años. Crespo, que tras su diagnóstico comenzó a colaborar con la Fundación Vicente Ferrer con la que trabajó durante cuatro años como cooperante con niños sordos en la India, recorre en la actualidad España con su proyecto Sordociega en ruta, con el que pretende dar visibilidad a las personas sordociegas. El proyecto consiste en recorrer España con su autocaravana, su perro guía Kalish, y la ayuda de un chófer, con una doble misión: ofrecer conferencias y talleres que permitan conocer la situación de las personas sordociegas y generar empatía y, también, contactar con otras personas sordociegas, poniendo en valor sus capacidades y aportaciones, motivándolas a valerse por sí mismas y tomar sus propias decisiones.
