Actividad cardiaca y  ECG
El trazo de la derecha muestra el conjunto de la actividad cardiaca en cada latido como consecuencia de la despolarización del nodo sinusal así como la correspondiente onda ECG registrada en la derivación II.
La actividad eléctrica cardiaca se origina en el nodo sinusal. El impulso es transmitido rápidamente a lo largo del atrio derecho hasta alcanzar el nodo aurículo-ventricular.  Esto genera la onda P.
El impulso viaja lentamente  a través del nodo AV, tras lo cual la próxima estructura en despolarizarse es el Haz de His seguida de las dos ramas de la red de Purkinje, hasta que por último lo hace el músculo ventricular.
El área del músculo ventricular que se despolariza en primer lugar, es el septum interventricular, que lo hace de izquierda a derecha. Esto genera la onda Q.
Seguidamente se despolariza la masa muscular de ambos ventrículos, haciéndolo desde la superficie endocárdica hacia la epicárdica.   Esto genera la onda R.
Una pequeña masa ventricular es despolarizada tardíamente. Esto genera la onda S.
Finalmente, la masa muscular se repolariza, lo que genera la onda T.

Para comprender la morfología de las ondas electrocardiográficas necesitamos recordar un hecho biofísico: si un frente de onda de despolarización viaja hacia el electrodo situado en la entrada + del amplificador ECG y viene del electrodo situado en el terminal -, se registrará una onda positiva. Si el frente de onda viaja desde el terminal +, hacia el terminal -, se generará una onda negativa.  Si el frente de onda viaja en una dirección perpendicular a la línea que une ambos electrodos, no habrá onda o en todo caso se generará una bifásica.

Por ello, podemos apreciar que el registro de voltaje a lo largo de un particular eje (el vector que une los electrodos - y +) a un tiempo dado se obtiene por la proyección del eje del vector resultante que representa la magnitud y dirección de la despolarización en ese momento dado.

De los principios apuntados anteriormente, podemos comprender como las ondas electrocardiográficas aparecen en cada momento. Por ejemplo, si la dirección de la despolarización atrial es exactamente paralela al eje de la derivación II (desde RA hacia LL), se producirá una onda positiva (onda P) para dicha derivación.

Si el músculo ventricular es más grueso en el ventrículo izquierdo que en el derecho, la despolarización resultante de la actividad de ambos ventrículos se dirigiría hacia la pierna izquierda: esto produciría una onda positiva (onda R) en la derivación II, si el vector de despolarización tiene la misma dirección que el eje de la derivación II. Como la despolarización septal se desplaza de izquierda a derecha, el vector de despolarización se dirige hacia el electrodo - de la derivación II (RA), y por ello, se produce una onda negativa (onda Q).