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FUNDAMENTOS |
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En el almacén del laboratorio se conservan tubos termométricos vacíos de vidrio. La primera operación para la construcción de cada uno, después de su llenado y cierre al soplete, es la determinación del punto cero (0ºC). En el diagrama de fases del agua, las tres líneas de equilibrio P-T correspondientes a las transiciones s-l, s-v y l-v se cortan en un punto que es el punto triple del agua. La temperatura de fusión del hielo a la presión normal es de 0ºC; dada la poca influencia de la variación de presión sobre el punto de fusión, la determinación experimental del punto de partida de la escala Celsius se hace sin precaución alguna en cuanto al valor de la presión atmosférica en el momento de la experiencia. Se vierte hielo puro, reducido a fragmentos, sobre el vaso de latón de fondo agujereado. Según la técnica descrita inicialmente por Berthelot y recogida por B. Dorronsoro en Estudio de los Instrumentos y Aparatos de Física de Aplicación a la Farmacia, se debe procurar que el termómetro esté homogéneamente en contacto con el hielo hasta que la indicación se haga estable durante al menos cinco minutos. La determinación del punto 100ºC se realiza, según el texto indicado precedentemente, con el empleo del aparato de Regnault, que consta de una caldera de latón, M, superpuesta de una doble columna cilíndrica y hueca, A, B, por la que se hace circular el vapor de agua antes de su salida al exterior por el tubo D, y cuya columna lleva una abertura lateral, E, a la que se adapta un tubo U de vidrio m que contiene agua o mercurio con objeto de medir la diferencia de presiones entre el interior y el exterior. La temperatura de ebullición del agua corresponde entonces a la indicación T, que se calcula por la expresión modificada T = 100º - 0,037 (760 – H), que es una forma empírica de la ecuación de Clausius Clapeyron y en la que H significa el valor medido de la presión atmosférica.
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