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Al estar entre los objetivos de la Asociación de Amigos de los Iberos la difusión de la cultura de estos pueblos prerromanos en el Alto Guadalquivir, nos entusiasmó el proyecto- Planificación de un centro de documentación virtual sobre los Iberos- que proponía la Doctora Hortensia García Valenzuela, profesora de la Universidad de Granada. A dicho proyecto quedó adscrita una Beca de Colaboración del Dpto. de Biblioteconomía y Documentación de dicha  Universidad, que fue obtenida, en convocatoria pública, por la alumna, de último curso de carrera, Doña Blanca Jiménez Peinado.

Aunque la cultura y el arte que la Asociación pretende fomentar y difundir tiene mas de 2500 años, nos parece que un proyecto tan novedoso y eficaz es necesario apoyarlo, para que sirva de plataforma informativa del mundo ibero al público en general. Ese apoyo se ha tenido también de la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, cuya responsable Doña Francisca Company se implicó en el proyecto desde el principio.

BIBLIOTECA HÍBRIDA: DE LA BIBLIOTECA TRADICIONAL A LA VIRTUAL

Es obvio que la misión, clara y muy bien definida,  de las bibliotecas es conservar y preservar los valores culturales, para poder transmitirlos a las futuras generaciones. Por esto ya desde la antigüedad, la biblioteca ha desempeñado una función importante en la custodia del saber.

De entre todas las bibliotecas  conocidas en la Antigüedad, sin duda, la mejor y más célebre fue la de Alejandría, que era en su época el primer instituto de investigación en la historia del mundo, y donde los hombres reunieron por primera vez de modo serio y sistemático el conocimiento del mundo.

Pero, desde aquella hasta nuestros días, las bibliotecas han ido experimentando numerosos cambios y, en las últimas décadas, podríamos decir que incluso vertiginosos, que se deben, tanto al avance de la tecnología imperante,  influenciada también por la necesidad de información en el mundo actual, como por su acumulación, que es de tal magnitud que ninguna organización puede ya atesorarla físicamente.

Efectivamente, el avance de las tecnologías de la información,  en un primer momento, afectaron los procesos tradicionales, luego a los volúmenes impresos  –con la introducción de  formatos ópticos, digitales y electrónicos-, ya en la actualidad, nos conducen a un nuevo tipo de estructura, en la que el espacio físico no es importante y las colecciones se distribuyen en un espacio virtual de redes electrónicas con internet a la cabeza.

Las técnicas digitales han supuesto una completa revolución en la producción, transmisión y almacenamiento de información. Por tanto, se impone, pues, una nueva mentalidad sobre el concepto tradicional de las bibliotecas que fundamentaba su importancia en la riqueza y el número de sus fondos. Hoy las cosas son distintas y tienen que ir evolucionando  sus sistemas y procedimientos para abrirse a las experiencias que imponen las nuevas tecnologías. Así mientras se debilita la idea de posesión de la información por parte de las bibliotecas, se refuerzan los conceptos de intercambio y cooperación entre las mismas. Hasta compartir los propios fondos de una biblioteca virtual.

Como consecuencia,  muchas de las bibliotecas actuales son híbridas, y es común hallar bibliotecas con colecciones y servicios tradicionales, en las que existen algunas funciones automatizadas, además de emplear las tecnologías de información para la confección  de su colección en forma digital.

Pero el impacto de las nuevas tecnologías en las bibliotecas, va logrando paulatinamente una progresiva desmaterialización de sus fondos, sirviéndose  de las redes y sistemas de telecomunicación que desemboca, o mejor dicho terminará desembocando, en esa inmensa biblioteca virtual que en internet ha encontrado el canal adecuado, porque como fuente de conocimiento, internet puede compararse a una biblioteca sin libros, cuyos estantes se reparten por todo el mundo, con tal multiplicidad temática que ha sido llamada “nueva biblioteca de Alejandría”.

Con la contribución de las nuevas tecnologías de la información hemos pasado de todo está en los libros a todo está en la red. Por ello, hoy menos  que nunca, se puede prescindir de la figura del profesional de la biblioteconomía, comprometido en la gestión adecuada de tanta información como nos circunda, ya que es la biblioteca en donde se ofrece al usuario aquello que necesita, en el momento que lo necesita, y en el lugar que el mismo usuario elige. Además es el mismo profesional el que tiene que contribuir para que pasemos de esta biblioteca híbrida a la del siglo XXI, que ha de ser una biblioteca a distancia a la que los usuarios puedan acceder de forma remota, basada en el uso de las nuevas tecnologías, y en la que las paredes y las estanterías, poco a poco, vayan siendo sustituidas por las webs y las bases de datos y,  la comunicación sea por medio del correo electrónico y el chat.

Quizás el término biblioteca híbrida no sea el más adecuado, pero con él podemos realizar proyectos integrados con escenarios digitales y tradicionales, es decir, nos permite gestionar la transición de la biblioteca tradicional a la virtual.

PILAR PALAZÓN PALAZÓN

PRESIDENTA DE LA ASOCIACIÓN AMIGOS DE LOS IBEROS

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