ANÁLISIS DE LA DISTRIBUCIÓN DE LOS ASENTAMIENTOS REGISTRADOS MEDIANTE ARQUEOLOGÍA DE CONTRATO EN LA PROVINCIA DE ORELLANA – ECUADOR

THE DISTRIBUTION O ARCHAEOLOGICAL SITES REPORTED BY “SAVING ARCHAEOLOGY” IN THE ORELLANA COUNTY (ECUADOR)  

María Soledad  SOLÓRZANO VENEGAS


Resumen
El término “arqueología de contrato” se utiliza en Ecuador para referirse a las prospecciones y excavaciones de urgencia. Este trabajo se enfoca a registrar y analizar la información arqueológica referida a la provincia de Orellana. En primer lugar se ha sistematizado la información recuperada bajo esta modalidad (la arqueología de contrato), digitalizando los datos y generando mapas temáticos. De esta forma se ha generado un sistema de registro arqueológico que se utilice en futuras investigaciones de Salvamento en la región Amazónica Ecuatoriana. Posteriormente se han utilizado las variables número de fragmentos de cultura material y altura en la que ha sido documentada la presencia de cultura material para llevar a cabo análisis estadísticos, utilizando el test chi-cuadrado, que permitan obtener las relaciones existentes entre ellas, además de relacionarlas con la situación del asentamiento en los distintos tipos de zonas fluviales.

Palabras claves  
Ecuador, Orellana, Napo, Coca, Arqueología de Contrato, Rescate o Salvamento, Análisis estadísticos

Abstract
“Saving archaeology” is used in Ecuador in reference to the urgency surface surveys and excavations. This work is focused to save and analyze the archaeological information referred to the county of Orellana (Ecuador). The archaeological information obtained by the “saving archaeology” has been systematized and stored using  a computerized database, and the geographic data was digitized by means of a CAD software to generate thematic maps. Therefore, it is obtained a archaeological registration system to use in future investigations in the Ecuadorian Amazon. Previous data have been used to carry out statistical analysis, using the chi-square test, to point out the relations between artefacts of material culture and the altitude of the archaeological site. Also, it is analyzed the relation of previous data and the location of the site with respect to the main waterway types.

Keywords
Ecuador, Orellana, Napo, Coca, saving archaeology, statistical analysis


INTRODUCCIÓN

Los objetos arqueológicos deben ser considerados como patrimonio tangible por ser el reflejo de la cultura material de los grupos humanos; siendo el resultado del uso y aprovechamiento del ecosistema circundante, de las formas de vida e interacción con el entorno,  constituyendo un legado histórico que debe ser utilizado como vector al construir y consolidar la identidad de un pueblo.
En algunos de los casos la preservación de áreas de interés arqueológico puede ir en contra del desarrollo, ya  que significaría evitar la construcción de obras de infraestructura en general, por lo que deben crearse estrategias que permitan al menos la conservación de información sobre formas de vida pretéritas, siendo el Estado es el ente encargado de generar mecanismos para su preservación.

La presente investigación se centra en la Provincia de Orellana circunscrita  a  la  Cuenca  Alta de los  afluentes del  Amazonas, cuya ecología es representativa del norte de la Amazonía ecuatoriana (Fig. 1).

Las investigaciones Etno- históricas y Etnográficas proponen la presencia de dos tipos de asentamientos en el área de la Amazonía Oriental que hoy comprende el Ecuador: ribereños estables e intraribereños con patrones de alta movilidad (Cipolleti, 1998).
 
Los trabajos realizados por Pedro Porras, en la década del setenta del siglo XX, indican la presencia de tres fases culturales en Orellana: Tiguanaco Yasuní y Suno vinculadas al periodo de Desarrollo Regional -500 ac -500 dc- además de la Cultura Napo, documentada por Meggers, a la que se le atribuye una temporalidad asociada al periodo de Integración -500 – 1450 dc-. Estas fases culturales han sido documentadas en diferentes puntos de lo que hoy comprende la provincia de Orellana. El contacto con otros grupos de la parte baja de la Amazonía se evidencia en el tipo de enterramiento y el material, lo que puede ser tomado como una muestra de intercambio, difusión y sincretismo cultural,  debido al comercio o  a la colonización foránea.

La Arqueología de Contrato, Rescate o Salvamento en Ecuador ha servido para desvelar la Historia de la Amazonía, como una forma particular de preservación de información de áreas sujetas a remoción de suelo. Esta modalidad de trabajo permite la recuperación no sólo de piezas, sino de información sobre los procesos sociales en un área que va a ser intervenida, sin frenar el desarrollo de un país. Además, es una forma de generar empleos temporales, activando la economía local y aprendiendo sobre la historia de la zona de intervención.

Si bien los trabajos de contrato o salvamento se circunscriben a zonas puntuales, se han podido establecer ciertos elementos de análisis a partir de los cuales, se podría plantear la posibilidad de análisis macro, facilitando conocer los criterios que guiaron la elección de un emplazamiento humano bajo las características específicas de un territorio y los usos del terreno.

Esta investigación tuvo como objetivo principal generar una base de datos que estableciera una sistematización de toda la información arqueológica existente, para realizar un análisis cuantitativo inicial, que permitirá la generación de mapas de distribución de yacimientos, la densidad de material presente en cada uno de ellos y las alturas en las cuales fueron documentados.

Se realizó una separación de los informes que reposan en el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural de acuerdo a la metodología aplicada para su elaboración, dividiéndolos en cuatro categorías: diagnóstico, prospección, rescate y monitoreo 1 (Fig 2).

De los 154 informes revisados se desprende la existencia de un total de 715 puntos localizados, de los que 370 no presentan evidencia de material cultural, mientras que 344 tienen indicios de tránsito o actividad antrópica vinculada a áreas de actividad arqueológica 2.  (Fig.  3)
 Si bien es cierto que el 52 % de la muestra no presenta evidencia de actividad arqueológica, el restante 48 % es un indicador de la alta sensibilidad cultural. Para una primera aproximación, se ha considerado dividir en tres macrozonas: cursos de ríos principales, cursos de ríos secundarios e interfluvios (Fig. 4).

Dos elementos casi constantes en los informes revisados fueron la presencia de material, principalmente cerámico y las alturas de los puntos documentados (las alturas de los puntos con evidencia de material cultural se tomaron a partir de la digitalización de los mapas en la cartografía original –Cortesía de Walsh Enviromental realizado por el Ing. David Sánchez). Se realizaron asociaciones que permitieron los análisis estadísticos, basándonos en una nueva subdivisión: Riveras de ríos navegables, áreas cercanas a los ríos navegables, riveras de ríos secundarios –tributarios-, cercanías de ríos tributarios y zonas de interfluvio.


RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN.
TIPOS DE ASENTAMIENTOS EN LA PROVINCIA DE ORELLANA

Netherly (1997) plantea la presencia de  cinco modelos predictivos para el uso suelo amazónico, que se ven reflejados en el registro arqueológico:

1. Áreas ecológicamente marginales que soportan sociedades complejas de gran destreza en el manejo del ambiente.

2. Los recursos presentes en las zonas de varzéa sostuvieron poblaciones grandes y eventualmente complejas

3. Ciertas áreas en las zonas interfluviales que carecerían de recursos para sostener grupos grandes y donde por lo tanto los yacimientos también serían escasos y pequeños.

4. Otras áreas en zonas interfluviales que indicarían poblaciones grandes y dispersas.

5. Grupos humanos con contactos a larga distancia entre los pueblos de la Amazonía y los pueblos andinos.


Dentro de estos cuatro últimos patrones de predictibilidad debe ser entendida y estudiada la Amazonía Ecuatoriana.

Aguilera (2003) ha propuesto incorporar otra categoría que es el uso y aprovechamiento de los ‘bancos’; nosotros planteamos que los bancos deben ser tomados como una variación o modelo de aprovechamiento del suelo en áreas cercanas a los ríos y las zonas interfluviales, que estarían asociados a suelos altamente inundables, conformando islas estables que permitirían no solo los asentamientos humanos, sino que también serían una fuente de aprovisionamiento de alimentos y una forma estratégica al momento de cuidar su territorio, debido a que conforman barreras naturales para grupos que no conocen con exactitud la topografía del terreno.

La presencia de algunas lagunas como Chamanal en el cantón Joya de los Sachas, cerca al río Coca, Tarcoa en la Parroquia Buena Esperanza, Yuturi, además de Jatuncocha y Garzacocha en la zona del Yasuní,  serían fuentes de aprovisionamiento puntual para la parte del piedemonte amazónico. Hay evidencia de material cultural junto a estos ecosistemas, como los yacimientos documentados por Solórzano (2003) Carrera (2003), por lo que propondríamos la existencia de un nuevo tipo de asentamiento al que lo denominamos “lagunar”, ya que además de las rutas de acceso por los ríos, las lagunas pueden servir como fuente de aprovisionamiento de ciertas especies. Los asentamientos lagunares no necesariamente van a estar ubicados en el pie de la laguna, sino en el perímetro mediato de la misma, buscando un suelo estable.

Análisis Estadístico de la Información

En base a la situación respecto a los cursos de agua, se ha realizado una división de los asentamientos en cinco grupos (Fig. 5):

La mayor cantidad de yacimientos con restos arqueológicos han sido documentados en las zonas de interfluvios seguidos por los yacimientos localizados en los ríos secundarios y sus zonas cercanas, por último están los yacimientos de los ríos secundarios y las cercanías a éstos.

Los 344 puntos con evidencia de material cultural también han sido sujetos a una separación, teniendo en cuenta el tipo y cantidad de material cultural se han estblecido10 categorías (Fig. 6):

El 39 % de la muestra es cuantificable para realizar análisis estadísticos asociados con cantidades de material cultural, y el 59 % restante son productos de informes que no cuentan con una cuantificación cerámica o corresponden a áreas donde se ha realizado actividades como rescate y/o monitoreo. Se han considerado los datos de prospección por cuanto la metodología utilizada arroja resultados que permiten ser correlacionados numéricamente; en el rescate y el monitoreo, por el tipo de intervención, los fragmentos cerámicos pueden dar la pauta de cantidades que disparen estadísticamente la muestra, por lo que no se los ha tomado en cuenta. A falta de otros indicadores de ocupación, se utiliza la cerámica como punto de partida para la sistematización de la información.

Vinculación alturas – localización
 
Para el análisis por alturas de yacimientos con evidencia de material cultural, se han considerado todos los elementos de la muestra recolectada, dividiendo los datos en 3 categorías que permitan conseguir significación estadística: 200 -250 m.s.n.m, 251 – 300 m.s.n.m, y mayores de 300 m.s.n.m. Estos rangos han sido determinados en función de las alturas mínimas y máximas. La relación entre las alturas de los yacimientos y la situación respecto a los ríos se ha analizado mediante el test de Chi-cuadrado  (Tabla  1).

El test  indica diferencias estadísticamente significativas entre las alturas de los yacimientos y la localización respecto a las zonas fluviales (_2=312.177 y p<0.001). Es muy posible que los grupos humanos que vivían cerca a los ríos principales por situaciones ombroclimáticas, que pueden asociarse a inundaciones periódicas hayan preferido las zonas medianamente elevadas; sin embargo, los que se localizaban en las zonas directas de estas cuencas hidrográficas o bien no se han visto afectados por cambios de cursos, inundaciones, o simplemente se mantuvieran en estos puntos por la importancia de la comunicación y el comercio que implica estar ubicados dentro de esta zona.

Para el caso de los yacimientos documentados junto a los ríos secundarios se mantiene el patrón de predominancia de ocupación entre los 251 – 300 m.s.n.m., seguido de las ocupaciones bajas, con pocos puntos localizados sobre los 300 m.s.n.m.. En este caso se puede observar un comportamiento similar al existente para el emplazamiento de yacimientos en la cercanía de los ríos principales, aunque hay un ligero incremento en los asentamientos sobre los 300 m.s.n.m., posiblemente debido a que se localizan cerca de las zonas de interfluvio.

En las zonas de interfluvio, existe una variación abrupta en el patrón de emplazamiento de los yacimientos: todos se localizan sobre los 300 m.s.n.m., situación que tendría una directa vinculación con la búsqueda de lugares altos que no sean totalmente anegadizos, para emplazar ya sea yacimientos de habitación intensiva, estacionales o campamentos para aprovisionamiento. Para la zona Este las alturas que sobrepasan los 400 m.s.n.m., están vinculadas con el área de influencia de Parque Nacional Sumaco

Vinculación cerámica - localización

Para un análisis estadístico más conciso, se establecieron tres categorías respecto a la cantidad de fragmentos, y se agruparon los extremos de las categorías analizables, lo que da como resultado intervalos menores a 10 fragmentos, de 11 a 50 fragmentos y mayores de 50 fragmentos,  para  poder  aplicar  el  test  de  Chi -  cuadrado.

La relación entre la cantidad de cerámica y la situación respecto a los ríos se ha analizado mediante el test de Chi-cuadrado, que ha proporcionado los siguientes resultados (Tabla 2):

El análisis indica que existen diferencias estadísticamente significativas entre las cantidades de fragmentos de cerámica que se encuentran en los yacimientos y la localización respecto a las zonas fluviales (_2=15.078 y p<0.05).

Para las zonas de los ríos principales los yacimientos de interés arqueológico poseen principalmente baja cantidad de material cultural - 79 %- , seguidos muy de lejos de los yacimientos con presencia media de material cultural -14%-, los cuales apenas duplican a los puntos donde se han documentado en prospección mas de 50 fragmentos cerámicos -7%-.

En las zonas de las cercanías de los ríos principales se puede observar una cierta estabilidad en lo que se refiere a frecuencias de material, siendo los más populares los puntos en que se encuentran en rangos bajos la cerámica -44%-, seguidos de los de rango medio -30%- y por último se encuentran los de mas de 50 fragmentos -36%-.

Entre los yacimientos localizados en los ríos secundarios son más numerosos los que poseen baja cantidad de fragmentos s -61 %-, siendo similares numéricamente hablado las cantidades arrojadas en los puntos con presencia media de material cultural -22 %-  y los que poseen más de 50 fragmentos -17%-, a pesar de que porcentualmente existan grandes diferencias, situación relacionada con la cantidad de puntos en este rango.

En la cercanía a los ríos secundarios hay una variación en el patrón existente en los otros tres rangos, ya que son mayoritarios los puntos documentados con fragmentos entre 11 – 50 elementos cerámicos -49 %-, seguidos de los yacimientos con baja cantidad de material cultural -37%-, para por último encontrarse los puntos con baja cantidad de material cultural – 16%-.

Las zonas de interfluvio recuperan el patrón de predominancia de puntos de baja presencia de material cultural -57%-, seguidos de los puntos con la presencia de media de material cultural -35%- y por último los que tienen más de 50 fragmentos -8%-, la distancia numérica entre ambos es mínima, lo que significaría que el interfluvio ha albergado poblaciones pequeñas y grandes, haciéndose uso de este territorio de diversas formas, lo que se sustentaría en los microclimas que posee y la variedad de recursos de flora y fauna que pueden considerarse exóticos, pero que sin embargo debieron ser utilizados por los antiguos habitantes de la zona, como se lo hace hasta el día de hoy.

Vinculación cerámica con alturas

La relación entre las alturas de los yacimientos y la cerámica encontrada en ellos se ha analizado mediante el test de Chi-cuadrado, que ha proporcionado los siguientes resultados (Tabla 3):

El análisis muestra que existen diferencias estadísticamente significativas entre las cantidades de fragmentos de cerámica que se encuentran en los yacimientos y la localización respecto a las zonas fluviales (_2=12.746 y p=0.013).

Los asentamientos con baja presencia de material cultural, estarían vinculados principalmente a zonas a los 251 – 300 m.s.n.m. -69 %-, seguidos de los que se ubican entre los 200-250 m.s.n.m. -23%–, estando muy por debajo numéricamente los que se encuentran sobre los 300 m.s.n.m. -8%-.

En el rango densidad media de material cultural, no se reporta ningún punto entre los 200 – 250 m.s.n.m., manteniéndose mayoritariamente los puntos con evidencias de ocupación entre los 251 – 300 m.s.n.m. -76%-, disminuyendo la frecuencia drásticamente sobre los 300 m.s.n.m. -28%-.

En el rango de más de 50 fragmentos, se mantiene el patrón establecido de mayor cantidad entre 251-300 m.s.n.m. – 60%-, siguen numéricamente los puntos localizados entre 200-250 m.s.n.m. -23%-, para por último encontrarse los ubicados sobre los 300 m.s.n.m. -17%-.

A partir de estos resultados se podría decir que las actividades entre 200 -250 m.s.n.m. se vincularían a cambios drásticos en la ocupación del territorio, lo que puede ser un indicio de áreas de actividades perentorias posiblemente de aprovisionamiento (mayoritarias) vinculadas a áreas a zonas estables interconectadas entre sí. En el resto aunque porcentualmente hay diferencias a nivel numérico y de rangos se puede decir que guardan armonía entre si.

Correlación de variables

El análisis de las variables cuantitativas de que se dispone: alturas y cantidad de cerámica muestra que estas variables no están correlacionadas entre sí, pues el coeficiente de determinación para un ajuste lineal es R2=0.046 (coeficiente de correlación de Pearson r=0.214), lo que indica que no existe correlación lineal estadísticamente significativa entre la altura donde está situado el yacimiento y la cantidad de cerámica encontrada.

El gráfico muestra que tampoco existe una relación no lineal entre estas variables. Sin embargo  se  aprecia la existencia de asociación entre los datos si se categorizan las variables numéricas (Fig. 7).

PROPUESTA METODOLÓGICA PARA EL ANALISIS ESPACIAL
DE LOS ASENTAMIENTOS EN LA AMAZONÍA ECUATORIANA

Del análisis de los informes entregados al Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, resultado de investigaciones asociadas a arqueología de contrato, salvamento o rescate, se ha visto la necesidad de que el punto de partida para las sucesivas investigaciones al interior de la zona, lleven una metodología general de análisis.

Para la Amazonía ecuatoriana se propone considerar los siguiente sistemas.

Sistema 1: Características geográficas (análisis macro y semimicro del espacio):

1.1 Topografía: regular, irregular, continua.

1.2 Hidrología, fuentes de agua, tipo de fuentes de agua, cursos hídricos para comunicación, cursos hídricos para adquisición de alimento.

1.3 Uso de suelo y geología, tipo de vegetación, cultivos existentes, sistemas vulcanológicos, etc


Sistema 2: reconstrucción climática (análisis macro, semimicro y micro) Ombroclima y Termoclima:

2.1 Análisis Botánicos, columnas polínicas, análisis antracológicos, carpológicos, flora moderna

2.2 Análisis fáunicos, mastozologicos, ornitológicos, herptetológicos, entolomológicos.


Sistema 3: Dispersión y distribución de yacimientos (patrones de asentamiento, análisis macro):

3.1 Tipos de asentamientos

3.2 Perímetro interno

3.3 Distancia entre unos y otros

3.4 Criterios de ubicación

3.5 Vinculación temporal entre yacimientos dentro de un territorio

3.6 Tipo de actividad

3.7 Jerarquización de yacimientos


Sistema 4 Dispersión y distribución del material (análisis micro y semimicro):

4.1 Tipo de material encontrado

4.2 Distribución del material

4.3 Actividad que se lleva a cabo (unidad domestica, talleres de transformación de materia prima, área de intercambio o comercialización, área de producción, entre las más importantes)

4.4 Actividad secundaria (de haberla)


Además de los sistemas interconectados, es necesario considerar dos factores externos que modifican y alteran la matriz al momento de analizar la información para el caso que nos ocupa:

• Variaciones ambientales.

• Contactos con otros grupos.


Cada uno de estos sistemas son codependientes, ya que pueden sufrir modificaciones por la interacción de los unos con los otros, o surgir ciertos trastornos en tanto exista ciertas alteraciones que signifiquen una reorganización a nivel macro.

En la arqueología de contrato, todos los elementos contemplables para el análisis de la información posiblemente no se encuentren presentes, pueden ser el punto de partida para análisis de un territorio considerando los resultados recuperados una prospección aleatoria extensiva dentro de un amplio territorio, en donde las dimensiones del muestreo variarán generando cierta información que debe ser mediada por los siguientes criterios:

• Áreas puntuales de intervención, ya sea prospección o rescate.

• Áreas donde deben existir ciertas condiciones ambientales específicas, como estabilidad de suelo y fuentes de agua cercanas, que podrían ser dos factores recurrentes desde épocas pretéritas que pudieron ser tenidos en cuenta al momento de emplazamientos ya sean temporales o permanentes.

• Uso de suelo contemporáneo


Se propone un modelo de registro arqueológico, que permita con los datos que se cuenta hasta el momento y con los que se puedan obtener en adelante ampliar temas como interconexión grupal, repoblamiento de la o las zonas, dinámicas sociales y patrones de predictibilidad. (Tabla 4).


CONCLUSIONES

Para realizar un análisis territorial en la zona amazónica ecuatoriana es de suma importancia desvincularse de preconcepciones de otros biomas, y plantear que los elementos ecológicos con los que se cuenta pueden y deben ser tomados como agentes que transformaran la lectura de este territorio:

• Vegetación tupida, en la cual la altura, más que vinculada a un manejo defensivo de recursos, es utilizada para conseguir zonas estables para los emplazamientos.

• Tipos de suelo. El suelo altamente arcilloso, que asociado a la biomasa y al clima posee recursos bióticos que permiten la supervivencia de los grupos de forma estacional, ya sea porque se desplazan por amplios subterritorios, o porque encontraremos poblaciones estables en aquellos puntos donde el suelo permita el establecimiento de asentamientos permanentes.

• Ausencia  de estructuras  monumentales por el uso de recursos perecederos para construcciones de diferente tipo.

• La Amazonía Ecuatoriana constituye un punto de transición entre la zona andina y la cuenca propiamente dicha del Amazonas, por lo que puede ser el punto de confluencia de varios grupos humanos.


Sobre la base de los resultados  obtenidos  se zoonificó en 6 partes a la provincia de Orellana:

• En el extremo Sureste (incluye Parque Nacional Sumaco) se pueden observar mayoritariamente asentamientos de altura, los cuales estarían vinculados entre sí por la cercanía que presentan considerando el paso desde la zona andina. Si bien estos asentamientos no se encuentran en el área de influencia directa de los ríos secundarios, sería el patrón de colinas que dominaría en la zona. La dispersión que se puede observar a nivel regional, da la pauta de posibles formas de reocupación, además de ser grupos que potencialmente mantuvieron contacto con la zona andina.

• Extremo Noreste: en el área del Río Payamino se puede observar un patrón de asentamiento fluvial e interfluvial, haciendo remembranza de los datos aportados por Jiménez de la Espada, y tomando los Estudios de María Susana Cippolleti, para Sucumbíos. Es muy posible que en esta zona hayan coexistido asentamientos ribereños interconectados entre sí junto con grupos que dominaban los interfluvios, los primeros con un manejo importante de la navegación fluvial, llegando hasta la unión de los ríos Napo y Coca, con posibles niveles de sedentarización que les permitiría una estabilidad temporal. Si bien no se puede decir a ciencia cierta que eran completamente sedentarios, están localizados en una zona de cierta estabilidad geológica, en áreas que se encuentran sobre los 400 m.s.n.m.,  por lo que el sedentarismo puede ser una opción muy viable. Los grupos asentados entre los dos ríos secundarios, se ubican principalmente en  las partes bajas, posiblemente hayan tenido una presencia un poco más itinerante.

• Zona de las Juntas del río Napo y el río Coca. Punto de confluencia de varios grupos los cuales, al igual que los del Extremo Suroeste, debieron guardar contacto con grupos andinos. En tanto su curso fluvial permite este hecho, las ocupaciones en el interior del punto de confluencia de estas dos cuencas son muy variables, existiendo yacimientos con evidencia ocupacional localizados entre 242 y 300 m.s.n.m., situación que posiblemente esté asociada a grupos itinerantes y estables relacionados con el comercio. Asociado a esta zona se encuentran asentamientos lagunares hacia el noroeste del cruce fluvial (PIII -A 4-01).

• Rivera del Napo. Como quedó establecido en su momento por Betty Meggers, los asentamientos podrían albergar grandes poblaciones, con la presencia de pequeñas unidades domésticas dependientes del asentamiento principal, sobre la base de los datos recabados, y considerando tanto el dato etnohistórico como el arqueológico, para un periodo tardío, en donde incluso se puede hablar de verdaderos caicazgos en la zona. Los puntos de interés arqueológico en esta zona se encuentran más bien en zonas bajas entre 200 y 240 m.s.n.m., situación asociada a pequeñas zonas de pernoctación tipo tambos, en los cuales los viajeros podían pasar para aprovisionamiento. Además, también se asocia a la existencia de poblaciones estables que soportarían su forma de vida, no solo en la producción local si no también en comercio con otros grupos, por lo que las crecidas del río Napo no formaban un impedimento para su localización.

• Zona central de interfluvios. En este punto es de suma importancia referirse al trabajo de Patricia Netherly (1997), información que, aunque se encuentra incompleta, deja propuesto que estos yacimientos corresponden a poblados interconectados entre sí y que presentan grandes pero dispersas poblaciones. Haciendo una analogía etnográfica contemporánea, considerando la presencia de grupos como los Huahoraní dentro de la zona, se debe resaltar que las formas de asentamientos corresponderían a grupos itinerantes, grupos que se mantenían dentro de este territorio de forma un tanto estable durante lapsos determinados para posteriormente proceder a un abandono. Hasta cierto punto, se podría considerar este hecho realizando una lectura moderna, como una forma de manejo ecológico de la zona, evitando la total desaparición de recursos bióticos en el momento de decrecimiento de especies en las zonas. Se debe indicar, además, que si bien estos grupos contemporáneos viven en familias ampliadas, también hay que considerar que las unidades domésticas se encuentran dispersas. Los asentamientos en esta zona se localizan, preferentemente, a 280 m.s.n.m. de altura, situación vinculada con las características anegadizas del tipo de suelo que posee la zona.

• En la zona oeste, hacía el área de influencia directa del río Tiputini, son escasos los puntos con presencia de material cultural, aunque también se debe considerar que los estudios son puntuales y bastante aislados. Sin embargo, en el interfluvio que abarca el Tiputini y el Yasuní, al norte de éste, se puede determinar la existencia de varios puntos con evidencia de ocupación humana, considerando la cercanía y el flujo fluvial. Es posible que los asentamientos humanos hayan tenido un comportamiento similar a los de los interfluvios centrales, en las zonas más alejadas de los ríos; sin embargo, en la parte más cercana, considerando que las alturas fluctúan entre los 200 y 215 m.s.n.m. se podría hacer uso de los bancos como formas estables, en donde el cauce fluvial que llegaría hasta las lagunas pudo haber originado la presencia de asentamientos de tipo lagunar en esta zona, albergando tanto a poblaciones permanentes como a grupos itinerantes. Estos grupos estarían estacionalmente en este punto, y también podrían ser grupos que incursionaban para obtener recursos de flora y fauna suntuarios (por la cercanía a la laguna, posiblemente la fuente de acceso pudo ser por el río Napo), lo que debe ser sujeto a verificación a partir de la prospección o una muestra en las zona Oeste y Suroreste.


Al contarse con pocos datos, e incluso los necesariamente básicos tampoco estar presentes en todos los informes, los análisis estadísticos son muy básicos; sin embargo permiten obtener información relevante y determinar algunas tendencias en torno a la distribución espacial y los modelos de habitat en la zona.

En general, se debe indicar, que a partir de los Estudios de Impacto Ambiental, vinculados principalmente a la industria hidrocarburífera, no sólo se ha evitado la perdida de material cultural, sino que, aunque de forma un tanto coartada, por análisis reducidos a zonas puntuales, se ha dado el primer paso para conocer un poco más sobre quienes pudieron ser los antiguos moradores de lo que constituye la Amazonía Norte Ecuatoriana, en donde se localiza la Provincia de Orellana, pero los resultados obtenidos no son suficientes para reconstruir al completo la prehistoria de la zona.

Para finalizar, es importante tener en cuenta en el momento de analizar este territorio que es de suma importancia considerar las variaciones climáticas ocurridas durante los últimos 7.000 años, lo que puede influir ampliamente en los resultados de las prospecciones dentro de la zona, en tanto en las áreas que hoy en día se consideran como pantanos pudieron en un momento pudieron estar secas. Consecuentemente, no pueden ni deben ser dejadas de lado el momento de realizar prospecciones siendo una alternativa el monitoreo obligado en este tipo de terrenos, pues posiblemente estas zonas debieron ser abandonadas el momento de los cambios medioambientales ocurridos.


AGRADECIMIENTOS

Este trabajo no pudo haberse plasmado si la dirección, apoyo y guía del Dr. José Antonio Esquivel, quien fue el eje central de esta investigación. Es importante resaltar la colaboración del personal técnico de Walsh Enviromental, Ing. David Sánchez quien colaboró con los mapas iniciales a partir de los cuales se plasmo el documento y el Ing. Peter Ayarza quien nos dio las facilidades para llevar adelante la inserción de los datos preliminares en Arc View.



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