ANÁLISIS DE HIDRIAS FOUNTAIN HOUSE ÁTICAS ARCAICAS Y SUS APORTACIONES AL CONOCIMIENTO DE LAS MUJERES ATENIENSES

ANALYSIS OF ARCHAIC ATTIC HYDRIAS FOUNTAIN HOUSE AND ITS CONTRIBUTION TO THE KNOWLEDGE OF ATHENS WOMEN

Marta LEÓN ORTIZ*

Resumen
Las escenas representadas en las hidrias áticas fountain house de época arcaica arrojan nuevas luces sobre el rol mujeres en la polis. Junto a ello, su análisis permite contrastar su época de esplendor o interpretar la iconografía de estas producciones en clave de agencia femenina. Se logrará mostrar así las luces y sombras de la cuestión y el silencio que rodea en gran variedad de temas a las fuentes clásicas. Supone un perfecto ejemplo de que la combinación de fuentes escritas con aquellas proporcionadas por el registro arqueológico enriquece mucho más el conocimiento sobre el pasado de cualquier sociedad.

Palabras clave
Época arcaica, Ática, Hidrias fountain house, Mujeres, Interpretaciones

Abstract
The scenes depicted in the Attic fountain house hydrias of the archaic era shed new light on the role of women in the polis. Along with this, its analysis allows contrasting its time of splendor or interpreting the iconography of these productions in terms of female agency. In this way, it will be possible to show the lights and shadows of the question and the silence that surrounds the classical sources in a great variety of subjects. It is a perfect example that the combination of written sources with those provided by the archaeological record enriches much more the knowledge about the past of any society.

Keywords
Archaic period, Attic, Fountain house hydrias, Women, Interpretations.

INTRODUCCIÓN

Las mujeres constituyen una parte indispensable en la articulación, configuración y desarrollo de las sociedades, desde aquellas más remotas hasta las actuales y sin duda futuras. Por ello, la impronta que estas dejaron en las mismas y en sus culturas es palpable. No obstante, la tradicional reproducción de narrativas excluyentes con la feminidad ha ido calando sobre los pilares educacionales hasta conformar una historia sin las mujeres, o con muy reducidas pinceladas lo que habrían sido. La solución a todo ello pasa en primer lugar por ser conscientes de las dinámicas a las que la sociedad se adscribe y que reproduce. Solo mediante la identificación y el conocimiento podrán deconstruirse los discursos establecidos y restituir la agencia de la mitad de la población de la humanidad.

Este estudio nace con el propósito de conocer más en profundidad una cuestión de la cultura material griega, tan relevante y difundida fuera de sus límites como es la cerámica, en concreto las hidrias fountain house de época Arcaica, pues sientan un precedente que se verá afectado en gran medida por el desarrollo histórico de periodos posteriores como es el Clasicismo o el Helenismo. Para ello estará basado en el registro arqueológico material para conocer dónde estaban las mujeres en este periodo, qué papel desarrollaban, qué limitaciones tendrían de ser este el caso y sobre todo, en qué ayudan estas producciones a completar el conocimiento sobre la antigüedad griega a través de las interpretaciones ofrecidas así como qué lagunas de las fuentes clásicas escritas pueden ayudar a completar, o cuanto menos cómo pueden complementar estas narrativas y ayudarnos a ser más críticos con lo que conocemos.

Fundamental será la articulación del espacio público, pues constituye un lugar esencial de todas las sociedades, en el que se desarrollan y desenvuelven las interacciones, vida cotidiana y cultura; dentro de este se abordarán la cuestión particular de las fuentes, pues al fin y al cabo constituyen un elemento arquitectónico sin que el que sería imposible la existencia de esta temática cerámica.

En estos siglos se comienzan a asentar precedentes, valores y discursos que se reproducirán constantemente en periodos posteriores, permite además observar cómo estos evolucionarán volviéndose más rígidos de lo que fueron en un primer momento, todo ello queda ampliamente reflejado en esta producción material y en su progresivo contraste.

Es decir, estudiar momentos tempranos de la Historia de la Antigua Grecia ofrece no solo la posibilidad de descubrir bases del patriarcado, sino las dicotomías imperantes entre discursos patentes en la literatura y la realidad mostrada por las fuentes arqueológicas; a su vez de ello se desprende la transmisión de valores, junto a la evolución de todo este aparato político y social que ha invisibilizando a las mujeres y su agencia desde tiempos inmediatamente posteriores.

METODOLOGÍA

Se desarrollará a través de dos modus operandi. De esta manera, un primer paso imprescindible lo compone una revisión bibliográfica que nos lleva varios puntos; primero, hacia una aproximación del estado sobre los estudios de Género e Historia de las Mujeres, qué se ha hecho en este campo y cuál ha sido su evolución. Tras ello, deberemos analizar los resultados de dichas investigaciones, desentrañando el rol, participación y vida femenina en el conjunto social. El estudio de bibliografía referente a la configuración de la polis arcaica de Atenas es fundamental para lograr comprender cómo se articula el espacio público del que son excluidas las mujeres, en teoría, sumado a dónde se ubican las fuentes construidas a las que acudirían y que quedan representadas iconográficamente. Llevar a cabo este procedimiento de forma rigurosa conllevará constatar y transgredir el presentismo por el que se han construido tradicionalmente las teorías histórico-arqueológicas.

En un primer lugar, se concibe el procesado de fragmentos de fuentes literarias clásicas cuya narrativa establece relaciones jerárquicas dependientes del sexo, así como pautas del comportamiento a tener, o cuanto menos, del esperado. Sumado a ello, dichas fuentes permitirán establecer posibles ubicaciones de fuentes y pozos en la polis, además de la información proporcionada por las excavaciones americanas llevadas a cabo en el ágora ateniense.

En segundo lugar, y con un mayor peso en la configuración de este estudio, será fundamental el análisis de un volumen variado de cerámica de fábrica ática adscrita al periodo arcaico, es decir, comprendida entre los siglos VIII-VI a.C., vinculadas a las fountain house. Tiene lógica el hecho de que estas representaciones se realicen sobre una determinada tipología de vaso cerámico, como serán las hidrias, ya que estas se utilizaban para el transporte de contenidos líquidos, como es el agua en sí misma. Precisamente este término, hidria, según la Real Academia Española, procede del latín hydrĭa, y este, a su vez del griego ὑδρία que vendía a significan “cántaro para el agua”. Es decir, su propia denominación alude a la función para el cual estaría concebido.

Para su procesado, se utilizarán diversas bases de datos compuestas por: Beazley Archive Pottery Database (BAPD), junto al Corpus Vasorum Antiquorum, vinculada ambas a la Universidad de Oxford (Reino Unido); Museo Británico de Londres (Reino Unido); Museo del Louvre de París (Francia) y, en último lugar, el Museo Arqueológico Nacional de Madrid (España). A través de la combinación de las mismas se podrá acceder a un gran corpus cerámico digitalizado, así como filtrar el mismo según el pintor, tema pictórico, técnica, cronología, procedencia, etc. permitiendo ello ajustar los resultados a nuestro interés de estudio. Por consiguiente, podrán analizarse las evoluciones iconográficas de este tema en esta cronología, independientemente del lugar donde actualmente permanezcan dichas piezas arqueológicas, pero también encontrar paralelos en cronologías inmediatamente posteriores.

Bajo esta metodología se pretende constatar si definitivamente, el discurso elaborado por autores clásicos griegos, contradice o al menos cuestiona lo evidenciado a través de este material arqueológico, o si por el contrario las lagunas en la documentación escrita responden al desinterés de sus creadores por según qué temas. Pese a ello, solo llegamos a conocer el rol femenino y cómo pudo transmitirse o no literariamente el mismo, podremos llegar a establecer una comparativa entre este, lo estipulado por las fuentes y lo representado iconográficamente y difundido a través de la cerámica.

FOUNTAIN HOUSE Y GÉNERO

Uno de los grandes pilares en cuanto a cultura material se refiere, por el que es reconocida y difundida la civilización griega, es sin duda la cerámica. Esta, junto con la escultura, contribuye a la difusión de valores, ideales, y estereotipos propios del mundo griego en origen, pero codiciados por otras sociedades que realizan sus propias imitaciones.

Este tipo de escenas son tremendamente prolíficas en la cerámica de figuras negras del periodo arcaico, si bien continúan siendo un tema recurrente en los primeros momentos de la cerámica de figuras rojas de época clásica, aunque con importantes y apreciables cambios.

La importancia de la cerámica reside en que «es especialmente valiosa para revelar actitudes sociales, las tradiciones iconográficas en temas de género están revelando formas de pensamiento convencionales» (SUTTON 1981: 5).

Evolución del tema

A pesar de que no se puede demostrar con total seguridad que estas escenas evoquen aspectos reales de la vida diaria, es muy interesante tratarlos con cautela desde esa perspectiva.

Así pues, se inicia el recorrido con producciones áticas halladas en territorio italiano como es el caso de la hidria 3792 (Fig. 1), de fábrica ateniense y procedente de Orvieto (Italia), interesante por ser la más antigua de entre las que se encuentran en las diferentes bases de datos manejadas. En ella, queda reflejado cómo un grupo de mujeres van y vienen de la fuente, portando cada una de ellas la hidria en la cabeza, en una escena que ilustraría el continuo flujo de aprovisionamiento de agua.

Fig. 1. Hidria ática de figuras negras. Pintor desconocido. Ca. 575/525 a.C. Florencia, Museo Arqueológico Etrusco, 3792. Fuente: BAPD, Universidad de Oxford.

Prueba del momento temprano en el que se encuentra esta reproducción temática es el estadio pictográfico de lo que estaría siendo en la esta escena la fuente de agua, todavía lejos del perfeccionamiento artístico que la caracterizará en décadas inmediatamente posteriores, queda así aquí plasmada mediante unos motivos vegetales representados en vertical. Ello podría representar una relación entre la naturaleza y el agua, elemento que posibilita la existencia y vida de toda esta. La disposición de las extremidades superiores muestra interacción entre unas y otras, ello puede ser ejemplo de reciprocidad en el transcurso de una conversación. Además de lo anterior, es interesante analizar la estética con la que se representa a estas; en primer lugar, en el caso de la vestimenta se observa cómo está ricamente adornada no solo en sus telas sino también en los patrones y accesorios que rematan los peinados. Con respecto a estos, también cabe señalar la longitud de los cabellos, pues son todos estos detalles iconográficos los que indican que las mujeres que se están representando distan de ser esclavas, sino ciudadanas atenienses.

Continuando en el análisis de más producciones, se observa cómo comienzan a variar la forma en la que se representa la fuente, ganando complejidad la composición arquitectónica pero también la escena en sí. De este modo, son interesantes destacar y abordar los siguientes paradigmas expuestos en las hidrias 28.47 y H12 (Fig. 2 y 3), en ambas, adscritas a la segunda mitad del siglo VI a.C., se observa cómo estas ganan en complejidad y movimiento. Así pues, las mujeres no aparecen representadas en la escena en un mismo plano, sino que este varía creando varias dimensiones; naturalizando la recogida de agua con un aumento del movimiento entre las féminas. Pese a todo lo anterior, el punto en el que se nota la evolución entre las producciones anteriores (Fig. 1 y 4) es en el elemento arquitectónico, la fuente se identificará con el alzado de un pequeño pórtico, sustentado sobre dos columnas de estilo dórico y donde la cabeza de un animal enmarca el surtidor de agua. Quedan además ornamentadas por motivos vegetales que parecen representar guirnaldas florales.

Fig. 2.. Hidria ática de figuras negras. Pintor desconocido, Ca. 550/500 a.C. Boston, Museo de Bellas Artes, 28.47. Fuente: BAPD, Universidad de Oxford.

Fig. 3. Hidria ática de figuras negras. Pintor desconocido. Ca. 550/500 a.C., Nápoles, Museo Arqueológico Nacional, H12. Fuente: Beazley, Universidad de Oxford.

Fig. 4. Hidria ática de figuras negras. Pintor desconocido, Ca. 550/500 a.C. Florencia, Museo Arqueológico Etrusco, 3793. Fuente: BAPD, Universidad de Oxford.

Para Bahl (2003), el tema de fountain house, o al menos su gran difusión ,está relacionado con el comienzo por parte de la población ateniense del uso de la fuente de Enneakroünos y fecha este momento en el 520 a.C. Así pues, el periodo histórico y cultural enmarcado en la tiranía supondría un auge de este tipo de representaciones en dicho soporte. No obstante, esta realidad comenzará a diluirse, virando hacia la desaparición de este tipo de temática, o cuanto menos a la alteración de la misma tal y como la conocíamos, pues aparecen en escena esclavas, simbolizando quiénes deben realizar estas tareas, pues atentarían contra el status de la mujer ciudadana; hombres que representan los peligros de que una mujer acuda a la fuente, encarnando la violencia y la exposición a poder ser violadas.

Derivado del análisis de las diferentes bases de datos manejadas y de los datos albergados en las mismas, podemos aventurarnos a sostener que en cuanto a estas se refiere se aprecia el inicio de un notable descenso de las hidrias de temática fountain house, palpable en época Clásica aunque más acusado en las producciones de la Grecia Helenística, cuando rastrear nuevas creaciones de dicha iconografía no aporta resultado significativo alguno.

En este marco, es interesante analizar los paralelos hallados, que si bien escasos, arrojan luz a la cuestión y ayudan a dilucidar lo ya expuesto. Llegamos así a la hidria F1910 (Fig. 5), adscrita a unos momentos de transición entre una etapa histórica y otra, que pueden estar ya comenzando a pautar lo que serán las futuras realidades. Este caso en particular alude a la casuística comentada previamente en segundo lugar; una mujer de cierto estatus y probablemente ciudadana, ataviada con joyas y lujosas ropas, acude a la fuente con su correspondiente hidria, donde es abordada por un varón que la sostiene. Esta escena puede estar haciendo alusión a la antesala del ejercicio de la violencia física, trasladando al soporte físico el ideario socio-cultural.

Fig. 5. Hidria ática de figuras negras. Pintor de Acheloos. Ca. 550/500 a.C. Berlín, Antikensammlung, F1910. Fuente: BAPD Corpus Vasorum, Universidad de Oxford.

Así pues y prosiguiendo con el análisis de otro de los paradigmas que ejemplifican el cambio iconográfico es la hidria CA2587 (Fig. 6). En ella son las esclavas quienes aparecen realizando esta labor frente a un anterior dominio de las mujeres ciudadanas. Deducir que dichas mujeres son esclavas puede hacerse a través distintas variables, en primer lugar, las esclavas suelen representarse con pelo corto y descuidado. En segundo lugar, los ropajes de las mismas son más pobres en cuanto a calidad o suntuosidad junto con la ausencia de joyería o diademas. En tercer lugar, son distinguidas por medio de los tatuajes o marcas grabados en su piel que remarcan su estatus de mujeres no áticas y no ciudadanas. Así pues, en este caso particular, el hecho de que sean mujeres de cabello corto con brazos y cuellos tatuados, supone la clasificación de las mismas como esclavas de origen tracio, teoría que coincide con la expuesta por Balh (2003).

Fig. 6. Hidria ática de figuras rojas. Pintor de Egisto. Ca. 465/460 a.C. París, Museo del Louvre, CA2587. Fuente: Museo del Louvre.

La aparición de esta clase social en las hidrias fountain house puede abordarse de desde dos puntos de vista, ambos de carácter socio-cultural, si bien en uno de los presentes entrará en juego el aspecto económico. Estos son:

El giro en las políticas sociales y transformaciones culturales derivadas de las mismas, donde tendrá calado la mejor de la posición económica. Es decir, los primeros tiempos de la Antigua Grecia, incluyendo el periodo Arcaico se caracterizan por la ausencia de esclavos entre la población de clase media o baja, lo cual se traduciría en una falta de individuos que pudieran llevar a cabo este tipo de trabajos. Ahora, se buscará apartar a las mujeres de la esfera pública y adscribir estos trabajos “peligrosos” a seres socialmente inferiores como son las esclavas. Tanto es así, que se difunde la idea de fuente como una construcción que entraña peligros, donde las mujeres no es solo que pudieran ser sino que eran ultrajadas, podían ser abusadas, etc. queda así reflejado de nuevo en Heródoto, quien sostiene que “los Pelasgos las maltrataban [a las mujeres atenienses que acudían por agua] con insolente desfachatez” (VI, 137, 3). Noticia de ello también se encuentran en otras obras clásicas como Lisístrata, la Ilíada, Asamblea o Electra.

El más que considerable aumento del número de esclavos en la Grecia Ática va parejo a la creación de producciones donde tengan representatividad los mismos en actividades que les serían connaturales, debiéndose ello a un deseo de verse reflejados en formas cerámica que comprarían.

En todo este contexto es necesario precisar que en el caso de esta hidria en concreto (CA 2587), la técnica con la que estaría decorada difiere de las analizadas anteriormente, pues no se responde a las figuras negras sino a las figuras rojas, un cambio que gradualmente irá imponiéndose. La presencia femenina irá desapareciendo paulatinamente de las composiciones, parejo a ello van dos factores más, en primer lugar la tendencia minimalista bajo la que se representará la fuente, cuando se pueda encontrar, y en segundo lugar, desciende el número de representadas y su dinamismo (Fig. 7).

Fig. 7. Hidria ática de figuras rojas. Pintor de Berlín. Ca. 500/490 a.C. Madrid, Museo Arqueológico Nacional, 11.117. Fuente: Museo Arqueológico Nacional.

Finalmente se ha podido comprobar que la segunda mitad del siglo VI a.C. se corresponde con una época de mayor producción de hidrias fountain house. No obstante, precisar con exactitud cuáles de estas pueden responder a una cronología del 520 a.C. en adelante es prácticamente imposible, debido a que las técnicas de datación utilizadas dan un margen de error de ± 50 años. Por tanto, podríamos concluir que la hipótesis planteada podría ser válida atendiendo a estos parámetros, quedando reflejada en la figura 8 a través del procesado de datos obtenidos y su cotejo.

Fig. 8. Porcentaje de hidrias fountain house según periodo cronológico. Fuente: Elaboración propia.

Interpretaciones

Las tendencias interpretativas a destacar pueden resumirse en tres, exponiéndose de forma detenida cada una de ellas.

Interpretación de festividad

El mundo griego es un mundo profundamente ligado a la ritualidad, construido y articulado en torno a ella, el peso que dicho aspecto debía de tener en el ciclo diario de la polis es más que evidente. Por tanto, hay quienes ven en la temática fountain house una clara alusión a momentos precisos que tenían lugar en el transcurso de la celebración de estos ritos.

En cuanto a festividades a las que pueda estar haciendo alusión la iconografía y las que más se han querido ver por parte de los investigadores son las Antesterias dentro de las cuales se enmarcan las Hidroforias; las Panatenaicas y las Tesmoforias. El interés de las mismas viene dado por la necesidad de acopio de agua, vital para el transcurso de la festividad pues debía ser mezclada con vino y constituía un elemento fundamental de este culto a Dioniso. El periodo cronológico de apogeo y consolidación de las Antesterias se enmarca en la tiranía de los Pisistrátidas, concretamente a partir de 530 a.C. aproximadamente, yendo asociado al mandato de Pisístrato una gran monumentalización de la ciudad, visible en la construcción de infraestructura destinada al aporte hídrico, como la ya tratada Fuente de los Nueve Caños. Asimismo, se asistirá en este tiempo a la construcción de la feminidad, donde las fuentes y la labor de las mujeres en las mismas tendrán un papel relevante.

En todo este marco, la celebración de las Antesterias actúa precisamente como un elemento catalizador para la feminidad, para Valdés Guía (2020), a través de las mismas se encauza una mayor integración de las mujeres visible sobre todo en el siglo VI a.C., periodo del arcaísmo y la tiranía.

Lo interesante en todo ello es el margen de actuación o libertad que otorga la realización de rituales a las féminas en un mundo gobernado, legislado y supervisado por hombres, constituyen un pequeño resquicio de poder y autonomía para ellas; pero además les conceden privacidad, pues son exclusivos para las mujeres, rodeados de un aura mistérica, cuyo conocimiento y participación le es negada a varones. En este campo interpretativo, suelen estar asociadas a hidrias en cuya escena aparecen representados Hermes y Dioniso, pues como ya se ha enunciado ambos se englobarían en la celebración dicho culto. Como ejemplo de esta posibilidad se encuentra la Hidria B332 (Fig. 9), donde son visibles dichas divinidades.

Fig. 9. Hidria ática de figuras negras. Pintor de Príamo. Ca. 550/500 a.C. Londres, Museo Británico, B332. Fuente: Museo Británico de Londres.

A continuación, merecen detenimiento las Hidroforias, festividad que constituye un culto a la muerte en cuya celebración las mujeres verterían agua para honrar a los difuntos; una actividad (la del vertido de agua) que encuentra su paralelo en el desarrollo habitual de los funerales helenos. Una de las hidrias que ha sido puesta como ejemplo para defender esta representatividad es la Hidria B 336 del Museo Británico de Londres (Fig. 10), donde Erika Dielh (1965) ha querido ver las posiciones de las articulaciones de estas mujeres junto a sus gestos como un baile encuadrado en el culto a la muerte.

Fig. 10. Hidria ática de figuras negras. Pintor de Antimenes. Ca. 530/510 a.C. Londres, Museo Británico, B336. Fuente: Museo Británico de Londres.

A todas las características y parámetros anteriores, se suma un elemento visible en este tipo de representaciones es el floral, una flor entre los dedos, hecho que según la teoría que expone Manfrini-Aragno (1992) puede ir en concordancia con la celebración de la Fiesta de las Antesterias pero que también relaciona a su vez con el matrimonio. Al hilo de esta premisa, otras investigadoras como es el caso de Mirón (2003) entienden que estas imágenes pueden ser interpretadas de dos modos: ligadas al ámbito funerario o a las Antesterias cuando las producciones siguen el tipo de figuras negras; o bien en un ámbito nupcial si estas son figuras rojas. Cabe añadir que los nombres de mujeres en la fuente aluden a índole sexual o su carácter dócil y dulce, un ejemplo de ello lo encontramos en la Hidria B339 de la BAPD, donde se aprecia “rondon kale”.

Otros ejemplos que hablan de religiosidad los encontramos en dos hidrias ubicadas en Berlín (Fig. 11) y Roma (Fig. 12) respectivamente. Destacan en este caso dos elementos que nos llevarían a señalar que dicha representación pudiera estar referida a un marco ritual o festivo, y estos son por un lado la presencia de guirnaldas y por otro lado, de ciervos, cuya iconografía se asocia simbólicamente con la diosa Artemisa. El lugar central lo ocupa una procesión extensa de mujeres cargadas con sus respectivas hidrias en su marcha. En cambio, la hidria romana concede un mayor protagonismo a la arquitectura, otorgándole un mayor espacio en el total de la escena, donde se observa un pórtico más amplio, esta vez sostenido sobre columnas dóricas y donde el surtidor varía tanto de posición como de forma con respecto al caso anterior, quedando ahora representado por una pantera. Nuevamente se pueden apreciar la representación de un ciervo así como de guirnaldas, junto a ello las mujeres parecen portar una especie de brazaletes en sus brazos derechos, hecho que quizás habla del poder de las mismas y su estatus social.

Fig. 11. Hidria ática de figuras negras. Grupo de Leagros. Ca. 550/500 a.C. Berlín, Antikensammlung, F1908. Fuente: BAPD, Universidad de Oxford.

Fig. 12. Hidria ática de figuras negras. Pintor de Nicoxéno. Ca. 550/500 a.C. Roma, Museo Nacional Etrusco de Villa Giulia, 47457. Fuente: BAPD, Universidad de Oxford.

En base a todo lo anterior tendría sentido plantear y sostener que esta producción pudiera estar haciendo alusión a instante concreto del desarrollo de dicha festividad, y su traslado al soporte cerámico fuese bajo la intención de difundir no solo la importancia de este ritual sino también para cohesionar a la comunidad femenina en torno a la religiosidad. Sin embargo, la pregunta que se deriva de ello es, si la creación de este tipo de temática cerámica cesa o cuanto menos se ve seriamente reducido al comienzo de la producción de figuras rojas, y la fiesta de las Antesterias tiene continuidad y progreso a lo largo de otras etapas de la Historia Ática tales como precisamente la Clásica o Helenística, si estas representaciones estuvieran relacionadas con el imaginario de dicho ritual, a la difusión del mismo y cohesión ¿Qué explicación y sentido podría tener su desaparición si tal festividad continua celebrándose?

Así pues, si la ritualidad era parte de la cotidianidad helena, puede incluirse en dicha categoría sin constituir una por sí misma, es decir, tendría lógica argumentar que si las Antesterias, o cualquier otra posible representación de festividad ritual, se incluyen en el ciclo de vida diario de la polis ática, estas escenas están reflejando precisamente eso, una parte de la vida cotidiana de las mujeres del momento, pues tiene una continuidad y reiteración cada X tiempo, pasando de generación en generación y por tanto formando parte del imaginario social y de los valores transmitidos. Dicho de otra forma, existe una corriente para la cual la temática fountain house está adscrita a la celebración de fiestas y rituales femeninos, conformando una categoría de análisis “estanca”; sin embargo, si estos acontecimientos los entendemos como celebrados recurrentemente y por ende, parte de la cotidianidad, no tiene sentido analizarlos por separado sino como parte de ella. Sin embargo, frente a esta postura, hay investigadores cuya consideración es diametralmente opuesta, tales como Bahl o Manfrini-Aragno, para quienes la cotidianidad no es la naturaleza ni una opción de estas representaciones, para estos, ritualidad y festividad no se traduce en ello.

Interpretación ritual-matrimonial

Por otro lado, es bien sabida la importancia del matrimonio en la sociedad griega. La boda constituía un despliegue ceremonial de seducción y en cierto modo erotismo que culmina con la estancia de la pareja en el Tálamo. De ello deriva otra corriente que entiende estas escenas como muestra de los rituales previos a las nupcias, donde se realiza el baño de la novia.

En la cultura griega el matrimonio se concibe en el caso femenino como la llave de paso de la infancia a la adultez, tal es así que «en Atenas, antes de la boda, la novia dedicaba sus juguetes y un rizo de cabello a la diosa Artemisa para señalar […] su nueva vida. […] era el comienzo de la domesticación final que la convertía en una mujer casada respetable» (PICAZO GURINA 2008: 57). Iconográficamente, se justifica esta interpretación a través de la forma concreta que presenta el surtidor de agua plasmado en la hidria en cuestión. Así pues, aquellos que presentan la cabeza de mulo se entiende que hacen alusión a las nupcias, pues durante estas, los novios irían en un carro tirado por mulos.

No obstante, a lo anterior se unen otras particularidades que estarían relacionadas nuevamente con toda la ritualidad que impregnaba este acto de unión. En este sentido, cabe señalar otros dos aspectos interrelacionados, por un lado se encuentran los surtidores con forma de jabalí, y por otro, la recogida de agua para el baño nupcial. En primer lugar, en lo que respecta a surtidores con la forma de este animal se traduce según Manfrini-Aragno (1992) como indicativo de que las mujeres que se encuentran en la fuente son cazadoras o atletas que se encuentran sin desposar; una especie de metáfora con el que será su próximo destino.

En segundo lugar, y con mayor peso para ligar la temática fountain house con la vertiente de las prácticas enmarcadas en el acontecer del matrimonio, los preparativos del “baño lustral” como lo denomina Picazo, pues son precisamente dichos rituales los que dan validez a la unión. Así, la finalidad de los baños nupciales sería propiciar la fertilidad de la pareja en su nueva etapa; por ende podríamos considerar que el agua constituye aquí una analogía con la vida en sí misma, como creadora.

En el marco de esta corriente interpretativa, resalta el postulado de Jenkins (1998) para quien los vasos utilizados para portar el agua destinada a la celebración del baño nupcial sería el loutrophoros, difiriendo así de la utilización de las hidrias para los mismos; postura en la que coincide a su vez Bahl (2003).

Tucídides señala en su obra Historia de la Guerra del Peloponeso que en Atenas, los novios realizaban este tipo de baño el mismo día de la boda, y el agua empleada procedía de la fuente Calírroe; ello corrobora la entidad que la misma tuvo que tener en la cultura helena. Sumado a ello, Sutton (1981) señala que ya en época Protoática hay escenas de mujeres volviendo o marchando hacia la fuente Calírroe, lo que apoyaría la teoría de que este tipo de actividades ejercidas por mujeres no esclavas estaba presente en el imaginario ático con anterioridad al arcaísmo.

Leyendo la obra de Bahl (2003) observamos cómo las producciones que portan escenas matrimoniales bajo la técnica de las figuras negras suelen darse con un mayor índice en dos formas concretas: las ánforas y las hidrias. Recipientes ambos destinados a albergar líquidos en su interior, vino en el primer caso, agua en el segundo; entendiéndose así que las representaciones de este tipo en ánforas harían mención al banquete y las encontradas sobre hidrias a los baños nupciales. No obstante, hasta las figuras rojas el panorama había estado dominado iconográficamente por la distancia entre los amantes.

Propagandismo tirano

En último lugar, cabe destacar la vertiente que entiende estas producciones como resultado de la propaganda política de los Pisistrátidas, pero enmarcada a su vez en el ciclo de la vida cotidiana de la época. Ello va ligado a una realidad y es que previo al periodo histórico que inicia en Atenas a raíz del ascenso y permanencia en el poder de dichos dirigentes, la representación de mujeres en este tipo de producciones y bajo esta temática era cuanto menos escasa, además de estar ligada al ámbito de la mitología donde es frecuente la aparición de Políxena y por ende con carácter ritual. Tras la implantación del nuevo sistema de gobierno tirano la iconografía da un giro donde cobra importancia y visibilidad la vida cotidiana.

En todo este sentido entra en juego el papel que los Pisistrátidas le otorgan al agua y qué impacto puede tener o tiene ello en todas las facetas de la mentalidad ateniense. De este modo, el propósito constructivo subyacente en la Fuente de los Nueve Caños, así como el resultado de dicho hecho responden al interés de dichos tiranos por encumbrar su gobierno, gestión, ganando el beneplácito de la sociedad al igual que popularidad. Por ello, hay investigadores que defienden que estas representaciones puedan responder precisamente a hacer propaganda de su ingeniería.

Una de las piezas empleadas para sostener este discurso se encuentra en el Museo Británico de Londres, y se trata concretamente de la Hidria B331 (Fig. 13). En ella se aprecia la marcha de unas mujeres, y la vuelta de otras, a la fuente; todas ellas portan la hidria en su cabeza excepto aquella que está llenando la misma bajo el surtidor con forma de mulo, y sobre un pedestal situado en el interior del pórtico de columna dórica. Además se aprecia la existencia de grafía sobre su superficie, pudiéndose apreciar en el margen superior derecho la frase “Hipokrates kalos” término con el que podría estarse haciendo alusión a Hipócrates, componente de dicha unidad familiar.

Fig. 13. Hidria ática de figuras negras. Pintor de Lisipides. Ca. 510 a.C. Londres, Museo Británico, B331. Fuente: Museo Británico de Londres.

El hecho de que un miembro de los Pisistrátidas aparezca directamente en una hidria fountain house se ha entendido como una manifestación de propaganda política: difunden las obras y mejoras acometidas en infraestructura como un regalo/beneficio para el pueblo que ha sido posible gracias a estos gobernantes. Es decir, encontrarían en estos bienes muebles un elemento de frecuente uso que colaboraría a difundir sus acciones no solo entre la sociedad ateniense, sino también en todo el ática, apropiarse en cierto modo del mismo responde a intereses políticos particulares.

Por tanto, el espacio se utiliza para construir poder; se dan políticas cuyo objetivo es construir identidad y cohesión. Con todo ello se lograría crear entre la población un sentimiento de pertenencia que no deja de ser mero discurso político interesado, pero a su vez, poderoso. En este aspecto, la monumentalización constituiría para los tiranos una herramienta de poder, otorga ingredientes para que el discurso sea asumido y se inserta en prácticas (ritos, ceremonias, patrones de comportamiento, etc.) que conllevarán que se naturalice, haciendo del paisaje y su composición dos mecanismos legitimadores plasmados sobre soporte cerámico.

Frente a todo lo anterior, y relacionado con directamente con ello, Mafrini Aragno (1992) habla de estas escenas más bien como evocación que como representación; en otros términos, la iconografía de esta temática no constituye una representación de la realidad en sí misma, sino que más bien actúa tan solo bajo la función de recordar algo que está en el imaginario socio-cultural. Sin embargo este planteamiento puede ser cuestionado por su propia razón de ser, es decir, si no podemos corroborar que atiendan a aspectos cotidianos de la vida ateniense cómo sí se puede sostener en cambio que no lo estén haciendo.

Por último, en toda esta variedad de interpretaciones hay quienes no adscriben estas producciones cerámicas a una sola de ellas, sino que entienden que en las mismas pueden estar participando múltiples elementos que conviven entre sí. En todo este marco, debemos entender, que tanto la ritualidad que compone cualquier festividad helena o el culto a la muerte, como el cosmos que rodea y legitima toda unión matrimonial, y así como la propaganda política forman parte de un todo superior como es la vida cotidiana, ámbito que engloba la celebración o realización de cada una de estas acciones. Es decir, no se entiende la vida en sí misma, la muerte o sus ritos sino es insertada en el devenir diario de una sociedad, siendo precisamente el marco cotidiano de una determinada época el que da sentido y justificación a la existencia de esta temática, que dejará de reproducirse más adelante debido a un cambio esencial en su contexto y por ende en su día a día.

CONCLUSIONES

El estudio de las representaciones femeninas y la posible agencia de estas ha llevado a establecer tres posibles interpretaciones en base a distintas hipótesis a raíz del análisis de la iconografía de estas hidrias y los contextos históricos a los que se encuentran ligadas. A su vez este hecho ha permitido observar el rol femenino en el espacio público dentro de la polis de Atenas y en la sociedad helena, advirtiendo así que las vidas de las mujeres en época Arcaica trascendían más allá del ámbito privado del hogar y la familia e incidían directamente en el espacio público. Este hecho debe interpretarse en base a dos premisas:

Las escenas plasmadas en este material arqueológico suponen una enorme fuente de información susceptible de ser contrastada y analizada junto a las fuentes literarias.

No deben entender como una representación fidedigna de la realidad cotidiana de esta sociedad, sino más bien a medio camino entre prácticas habituales e idealización, una construcción cultural; todo ello sin olvidar que la cerámica actúa como medio difusor de ideologías y valores sociales, donde Atenas y su urbanismo contribuyen a reproducir estos no solo de cara al autoconsumo sino también al exterior debido a las exportaciones realizadas de estos materiales.

Tras ello, se ha constatado que la segunda mitad del siglo VI a.C. registra el mayor número de hallazgos, un 80% sobre el total, como bien ha quedado reflejado en la figura 9. Este hecho supone, al menos en cuanto términos de materiales que han llegado a nuestros días, la coincidencia entre la fabricación de estos y el momento de gobierno de los Pisistrátidas, y más concretamente, el periodo en el que se habría edificado la Fuente de los Nueve Caños (520 a.C.). Por tanto, todo ello daría validez a la corriente interpretativa que concibe estas piezas como fruto del interés propagandístico de dichos dirigentes sobre sus obras públicas para con la ciudadanía ateniense.

En este sentido, la evolución del siglo VI a.C. al V a.C. y todas las transformaciones socio-culturales derivadas de dicho contexto histórico encontraron hueco en las producciones cerámicas reflejándose en las ellas, se observa de este modo cómo varía la representación femenina al hilo de la política y jerarquías sociales imperantes, siendo sustituidas las representaciones de mujeres en la fuente, y por tanto en la vía pública, por escenas donde la labor de las féminas sería tejer, estando por ende en un ámbito privado y doméstico. Estas realidades evocan ya el que será el trato otorgado a las mujeres y el comportamiento esperado por parte de estas, donde la mujer respetable (entiéndase por esto ciudadana) no puede exponerse, al menos teóricamente, a los peligros de la esfera pública a riesgo de perder o cuanto menos manchar su honor y estatus, además del de su familia (varones). Sin embargo, ¿es asumible que todo el panorama laboral público esté protagonizado ahora tan solo por mujeres esclavas?

Asimismo, también se han derivado problemáticas, como es la pérdida de información a raíz de la ausencia de fragmentos que en realidad constituyen gran parte del registro arqueológico, y podrían dar conocimiento de la magnitud que alcanzaron estas producciones. Aquí tendrían responsabilidad las excavaciones llevadas a cabo en gran parte del siglo XIX de profundo carácter anticuarista en las que el interés yacía en grandes piezas completas. En esta línea se encuentra el daño que las colecciones privadas derivadas de esta antigua práctica de este tipo de Arqueología han supuesto para el estudio de estos materiales, ya que componen otro número no cuantificable ni accesible de estos bienes muebles.

Relacionado con lo anterior, otra de las variables que ha condicionado los resultados obtenidos es la falta del lugar de procedencia o hallazgo de los vasos, debido precisamente a la descontextualización que han sufrido.

En conclusión, sumado a todo lo anterior se ha constatado que la memoria, es en realidad una construcción social, donde se correlacionan el tiempo y el espacio, para luego trasladarse a la sociedad como algo natural. En su base reside la justificación y legitimación del poder, estando constantemente refrendada a su vez por la religión, que ayuda a construir dichos espacios de memoria a través de la celebración de fiestas, prácticas rituales o discursos como los aquí tratados. Ello quiere decir que percibimos tanto la memoria como la materialidad creada como natural, cuando en realidad se trata de construcción cultural, que es atravesada a su vez por una gran estructura construida: el género. Es en ella, en la memoria, donde hay que buscar a las mujeres, pues no olvidemos que el imaginario ateniense, como sostenía Tucídides (7.77.7) “Los varones son la polis”.

En base a todo el análisis expuesto se puede concluir con varias premisas fundamentales derivadas del estudio de esta cuestión:

• La fuente constituía un espacio cívico de socialización, donde las mujeres encuentran los medios para interaccionar e intercambiar información.

• El papel del agua en la sociedad y cultura ática está muy extendido y es de carácter polifuncional, es decir, atiende a aspectos religiosos, cívicos, de aprovisionamiento diario y consumo.

• Pese a las tesis tradicionales que adscriben el hombre al espacio público y la mujer a la esfera privada, la fuente forma parte de los lugares de encuentro entre ambos.

• Dada la estética y ornamentación que portan estas mujeres representadas podemos señalar que en la época de auge de estas producciones se trata de ciudadanas.

• La falta de esclavos domésticos para población media/baja en contextos tempranos del Ática condicionó la presencia de mujeres realizando las tareas de acopio de agua.

• El cambio de modelo político y por consiguiente de su discurso, afecta directamente a la consideración que se tiene de la labor femenina en estos emplazamientos. En adelante se cargará de erotismo, peligro y violencia.

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* Universidad de Granada, leonortizmarta@gmail.com https://orcid.org/0000-0001-7668-7433