LUCERNAS EN AUGUSTA EMERITA: LOS MATERIALES DEL FOSO DEL SOLAR DE LA AMPLIACIÓN DEL MUSEO NACIONAL DE ARTE ROMANO

LAMPS IN AUGUSTA EMERITA: THE MATERIALS OF THE MOAT OF THE SITE OF THE EXPANSION OF THE NATIONAL MUSEUM OF ROMAN ART

Alejandro GONZÁLEZ BLAS*

Resumen

En este trabajo presentamos una parte el estudio de las lucernas cerámicas provenientes del solar de la ampliación del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. En este sentido, nos centramos en los materiales cerámicos que fueron documentados durante el proceso de excavación de los niveles de relleno del foso de la ciudad con el objetivo de fechar el inicio y final de este proceso.

Abstract

In this work, we expose a parto f the study of the ceramics lamp wich came from the site of the extensión of the National Museum of Roman Arte of Mérida. In this sense, we focus on the ceramic materials that were documented during the excavation process of the filling leves of the city moat with the objetctive of dating the beginning and the end of this process.

Palabras Clave

Lucernas romanas, Augusta Emerita, ampliación del MNAR, foso.

Keyword

Roman lamps, Augusta Emerita, extensión of the MNAR, moat.

INTRODUCCIÓN

Enmarcada en un proyecto de ampliación del Museo Nacional de Arte Romano se realizó la excavación del solar nº 27 de la calle del Museo tras el derrumbe de los edificios que todavía se conservaban.

En verano de 2016 se comenzó con el proceso de excavación de dicho solar, donde se documentó parte del acueducto de San Lázaro, uno de los que nutría de agua potable a la ciudad; parte del foso que defendía el acceso a la muralla y una zona de necrópolis con dos niveles de ocupación, uno Altoimperial y otro Bajoimperial.

En este trabajo nos centraremos en el foso de la ciudad, cuyos niveles de relleno nos han brindado un conjunto de ciento nueve individuos de lucernas romanas. El gran objetivo de este trabajo será poder fechar el momento en el que el foso de la ciudad comienza a perder su principal funcionalidad, la defensiva, para ir siendo colmatado paulatinamente por diferentes vertidos.

Para ello, debemos tener en cuenta que las lucernas son uno de los documentos históricos que pueden aportar más información en las excavaciones arqueológicas. Además, el elevado número de investigaciones y de estudios previos sobre lucernas romanas, como los de J. Deneauve (1969) o S. Loeschcke (1919), han permitido el establecimiento de tipologías con una cronología bastante exacta, por lo que esta clase cerámica se convierte en un elemento de importancia para fechar estratos.

EL SOLAR DE LA AMPLIACIÓN DEL MNAR

A lo largo de los meses de mayo y octubre de 2016 se llevó a cabo una intervención arqueológica en el solar de la calle José Álvarez Sáenz de Buruaga, esquina con la calle Museo (Fig.1).

Fig. 1. Vista aérea de la ciudad, en naranja el recinto amurallado y en azul el solar de la excavación.

Esta excavación se enmarca en el proceso de ampliación del Museo Nacional de Arte Romano, puesto que sobre él se edificará la ampliación de este, y que fue adquirido a inicios del siglo XXI por el Ministerio para dicho objetivo (SABIO y MURCIANO 2017: 4).

Esta actividad culminaría con el trabajo iniciado en 2006, tras el derrumbe del bloque de edificios existentes el año anterior, con la realización de una serie de sondeos en el solar para comprobar la presencia de materiales arqueológicos (SABIO y MURCIANO 2017: 4).

Nos situamos frente a un solar localizado en la zona de extramuros, aunque muy cercano a los límites de la ciudad. Su importancia reside en su proximidad a dos de las construcciones más emblemáticas de la ciudad: el teatro y el anfiteatro, lo que implicaría la relación de este lugar con los grandes movimientos de masas que acudían a los espectáculos llevados a cabo en ambos edificios.

Durante el proceso de excavación se documentaron tres grandes fases de ocupación (SABIO y MURCIANO 2017: 4).

El primer momento de ocupación estaría relacionado con el foso de la ciudad (Sabio y Murciano 2017: 4), al cual reservamos un apartado más adelante, por lo que no nos centramos en él en este punto.

Con la amortización el foso, se consuma el cambio de función del solar, convirtiéndose en una zona de necrópolis, documentándose dos edificios, uno de planta rectangular y otro en forma de “U” con dos alas laterales, los cuales se fechan en el siglo I d.C., teniendo lugar su colapso al poco tiempo de su construcción, estableciéndose como causa principal la inestabilidad del terreno. A pesar del colapso de los edificios, el lugar se seguiría utilizando como zona de enterramiento, aunque estos presentarían un carácter más humilde (SABIO y MURCIANO 2017: 5).

Esta función seguirá siendo la principal durante el siglo III d.C., momento en el que aumenta el número de enterramientos, destacando el aumento de inhumaciones infantiles y la existencia de puticuli, enterramientos de un elevado número de esclavos carentes de cualquier tipo de ritual (SABIO y MURCIANO 2017: 5).

El foso de la ciudad

Una de las principales construcciones de época augustea de la ciudad, fue la muralla de la misma, la cual estaría acompañada y defendida por un foso, cuya existencia o no ha sido objeto de debate por la historiografía (ALBA et al. 2014:1732).

En una intervención en el colegio Giner de los Ríos, se documentó, parcialmente, el foso de la ciudad. Se trata de una estructura con forma de “V”, excavada directamente sobre la roca, con una profundidad de dos metros y veinte centímetros y un ancho de tres metros y setenta y cinco centímetros (ALBA et al. 2014:1732).

También se pudo comprobar durante la campaña de excavación que se trata de una construcción de época augustea debido a que se encuentra seccionado por el acueducto de Cornalvo, construido en el siglo I d.C., la presencia de materiales tempranos en el relleno del mismo y la localización de tumbas romano tardías sobre el mismo (ALBA et al. 2014:1732 – 1733).

Retornando a la excavación del solar de la ampliación del MNAR, nos encontramos con que se documenta la totalidad del foso de la ciudad, asociado al primer momento de ocupación del solar (SABIO y MURCIANO 2019:91).

El sector documentado en este solar, presenta unas dimensiones superiores a las mencionadas con anterioridad, puesto que ronda los doce metros de ancho y los tres metros de profundidad. La posible causa del mayor tamaño del foso en este sector de la ciudad, sería que este terreno sería el menos abrupto, por lo que se trataría de la zona con más posibilidades de ser atacada (SABIO y MURCIANO 2019:93).

En relación con el foso, los materiales que presentamos a continuación provienen de los niveles de colmatación del mismo. Será asociado a este momento de ocupación cuando se documenten las unidades estratigráficas más fértiles en cuanto a materiales arqueológicos se refiere, fechándose, como luego veremos, gran parte de las lucernas en los momentos en los que este foso fue usado como zona de vertedero y rellenado.

El relleno de esta estructura está compuesto por una serie de vertidos correspondientes por las unidades estratigráficas 500, 549, 550, 551, 553, 554 y 556.

LAS LUCERNAS DEL FOSO

En las unidades estratigráficas mencionadas en el apartado anterior, se documentaron una elevada cantidad de restos de lucernas cerámicas, muy útiles a la hora de fechar los estratos y poder tener una imagen general de los momentos en los que el foso se rellenó.

En este sentido, a lo largo de este trabajo, utilizaremos la tipología establecida por Dressel (1899), desarrollada gracias a sus excavaciones en la ciudad de Roma.

En total, se trata de un conjunto de ciento nueve fragmentos, en los cuales nos centraremos en las páginas siguientes. En ellas, los materiales aparecerán diferenciados entre las diferentes unidades, haciendo un recorrido por estas de la UE más antigua a la más reciente, siguiendo un criterio estratigráfico.

UE 551

Se trata de la primera unidad de vertido que comienza a colmatar el foso de la ciudad. Estamos ante una unidad arcillosa de tonalidad rojiza.

En su interior, únicamente se documentó un fragmento de una lucerna de volutas (Fig.2). Se trata de un perfil completo, compuesto por una base plana, una margo, plana y un disco, en el que aparece representado una sirena.

Fig. 2. Materiales de la UE 551.

El hecho de contar únicamente con este individuo hace, que, siguiendo la cronología del mismo, este estrato se pueda fechar entre el 20 a.C. y el siglo II (Celis, 2005: 425). Si recurrimos al resto de los materiales, este estrato se fecharía en la primera mitad del siglo I d.C., fechando de esta manera el inicio del proceso de amortización del foso.

UE 556

Se trata de un estrato limoso de coloración negruzca debido a la elevada cantidad de carbones en su interior. Será tras su retirada el momento en el que la contraescarpa del foso pudo ser observada (SABIO y MURCIANO 2019:91).

En cuanto a las lucernas documentadas en su interior, nos encontramos con dos fragmentos (Fig. 3), los cuales únicamente se han podido asociar a la familia de las lucernas de volutas. En el primero de ellos, se observa una parte de la margo, así como el arranque del rostrum, no conservándose el pico. En el segundo de los individuos, únicamente se conserva parte de la margo.

Fig. 3. Materiales de la UE 556.

El hecho de que los materiales no se hayan podido clasificar tipológicamente, nos deja únicamente con la cronología dada por el resto de los materiales y por la propia estratigrafía. Siguiendo estos elementos, el es-trato ha sido fechado en la primera mitad del siglo I d.C.

UE 554

Estrato formado por tierra de tonalidad gris verdusca, muy mezclada con tosca picada, presentando una elevada pendiente hacia el este.

En esta unidad, únicamente se ha documentado un fragmento de una lucerna (Fig. 4) perteneciente a la familia de las lucernas de volutas. Se trata de un arranque de rostrum, en el que se observa parte de la margo y de una voluta en la zona del canal.

Fig. 4. Materiales de la UE 554.

Debido a que solo se ha documentado este fragmento, y no se ha podido clasificar tipológicamente, nos centraremos en la cronología dada tanto por el resto de los materiales y por la estratigrafía, elementos que fechan esta unidad en la primera mitad del siglo I d.C.

UE 555

Se trata de un estrato arenoso, que presenta una serie de tonalidades verdosas. En su interior, además se documentaron una gran cantidad de partículas de bronce, lo que sumado a la aparición de restos de crisoles de bronce permiten deducir la presencia de una oficina de bronce en los primeros momentos de Augusta Emerita (SABIO et al. 2018).

En esta unidad, se han documentado ocho individuos (Fig. 5), dos de los cuales no han podido ser clasificados. Del resto, tres únicamente han podido ser asociados a la familia de las lucernas de volutas, siendo estos fragmentos de la margo de cada una de las piezas, observándose en una de ellas parte de la voluta de la cara exterior.

Fig. 5. Materiales de la UE 555.

En cuanto a los materiales que, si se han podido clasificar tipológicamente, nos encontramos con un individuo de Dressel 9B, uno de Dressel 11 y un último de Dressel 12 – 13. En relación al fragmento de Dressel 9B, se trata de una pieza del lado izquierdo conservándose el extremo del rostrum y la voluta exterior de la misma que, presenta un barniz anaranjado en la cara exterior. En relación con el individuo clasificado como Dressel 11, se trata de un fragmento de la valva superior de una lucerna, donde se pueden observar en el canal restos de las volutas y en el disco una decoración zoomorfa. Por último, el fragmento de Dressel 12 – 13 forma parte del lado derecho de un ansa plástica, elemento diferenciador, de forma de creciente lunar y presenta un engobe oscuro en la cara exterior de la pieza.

En cuanto a las cronologías de estas piezas, la Dressel 9B es fechada por Lamboglia durante el reinado de Claudio, mientras que Loeschcke lo hará entre los reinados de Tiberio y Claudio. La Dressel 11, será fechada por Lamboglia entre los gobiernos de Claudio y Vespasiano, mientras que Loeschcke la datará únicamente en época Post-Augustal. En relación a la Dressel 12 – 13, esta será fechada por Lamboglia entre los reinados de Tiberio y Vespasiano, mientras que Loeschcke la fechará en época de Augusto (LAMBOGLIA y BELTRÁN 1952: 87 - 89; LOESCHCKE 1919).

Con estas cronologías de los materiales documentados, esta unidad se puede fechar en época Julio Claudia. Si a esta le unimos la fecha dada por el resto de los materiales y la estratigrafía, nos encontramos con que esta unidad se puede fechar a mediados del siglo I d.C.

UE 553

Estrato arenoso con abundante presencia de grava natural que desciende de oeste a este, pareciendo adoptar una forma más horizontal hacia el centro de la excavación.

En esta unidad se han documentado cuatro fragmentos de lucernas (Fig. 6), todos de ellos pertenecientes a la familia de las lucernas de volutas. Dos de ellos, solo se han podido clasificar como lucerna de volutas, pues en uno de los casos solo se conserva la valva inferior de la pieza y en el segundo únicamente un fragmento de la margo.

Fig. 6. Materiales de la UE 553.

Los otros individuos si han podido ser clasificados tipológicamente, tratándose ambos de dos individuos de Dressel 9B. El primero de ellos, forma parte del lado izquierdo de la pieza, conservándose parte del rostrum y de la margo, presentando una tonalidad anaranjada. El segundo, se trata del lado derecho de una lucerna, conservando las mismas partes que la pieza anterior, y presentando un posible barniz de coloración negruzca.

Tal y como hemos mencionado, Lamboglia fecha esta tipología en época de Claudio, mientras que Loeschcke data su tipología, durante los reinados de Tiberio y Claudio (Lamboglia y Beltrán 1952: 87 - 89; Loeschcke 1919). Estos elementos permiten datar el estrato hacia la primera mitad del siglo I d.C., coincidiendo con el resto de los materiales documentado en esta unidad.

UE 550

Unidad de tonalidades verdosas con elevada cantidad de fragmentos de ladrillos y cal, presentando una superficie horizontal por todo el mismo.

En esta unidad, únicamente se ha documentado un individuo (Fig. 7), el cual no ha podido ser clasificado. Se trata de un fragmento de margo con forma cóncava que presenta una moldura en su parte central y una porción del disco que presenta una proyección descendente.

Fig. 7. Materiales de la UE 550.

Este elemento hace que únicamente tengamos la cronología aportada por la totalidad de los materiales y por la estratigrafía, elementos que fechan este estrato hacia la mitad del siglo I d.C.

UE 549

Situada bajo la UE 500, se trata de una de las últimas unidades de relleno del foso augusteo. Se trata de una unidad limoso de tonalidades verdosas y que presenta menor cantidad de materiales que la unidad anterior.

En cuanto a las lucernas documentadas, nos encontramos con un total de doce fragmentos (Fig. 8), de los cuales únicamente seis han podido ser clasificados tipológicamente.

De estos seis individuos, cuatro solo han podido ser clasificados como lucernas de volutas, siendo estos tres fragmentos de margo en los que se observa una voluta en su cara exterior y un fragmento de rostrum, donde de igual manera se puede observar parte de una voluta.

Los dos individuos restantes han podido ser clasificados como Dressel 9B. En el primero de los casos, estamos ante un fragmento de rostrum triangular, mientras que, en el segundo de ellos, se conserva parte del rostrum, así como de la margo. En ambos, se puede apreciar que la separación entre las dos volutas es la misma que la separación entre los dos extremos del rostrum triangular (CELIS 2005: 425), siendo esto el elemento característico de esta tipología de piezas.

En cuanto a la cronología de esta tipología de lucernas, Lamboglia establece la cronología de estas lucernas, considerando que tanto el inicio como el final de su producción se fechará en época de Claudio, mientras que Loeschcke datará su tipología, la Loeschcke IB, durante los reinados de Tiberio y Claudio (LAMBOGLIA y BELTRÁN 1952: 87 - 89; LOESCHCKE 1919).

Fig. 8. Materiales de la UE 549.

En relación a la propia unidad, nos encontramos que, siguiendo la cronología dada anteriormente, esta unidad se fecharía entre los reinados de Tiberio y Claudio. Si a esto le sumamos el resto de los materiales dados, nos encontramos con que se amplía la cronología dada, estableciendo el final de este vertido hacia el reinado de Nerón.

UE 500

Se trata de una de las unidades con mayor cantidad de materiales de toda la excavación. En su interior se han documentado un total de ochenta fragmentos, los cuales serán sujeto de publicación próximamente, por lo que no entraremos en demasía sobre ellos.

Estamos ante una de las últimas unidades de vertido, extendiéndose también por gran parte del solar. Presenta una tonalidad verdosa y abundantes pintas de carbón.

Como hemos dicho, se han documentado ochenta fragmentos, destacando la presencia de lucernas Dressel 9 y Dressel 9B, Dressel 11, Dressel 12 – 13 o Deneauve V, en su variante G y E (Fig. 9).

Fig. 9. Selección de materiales de la UE 500.

En cuanto a la cronología de este estrato, se fecharía aproximadamente en la segunda mitad del siglo I d.C., por lo que nos encontramos que el foso estaría totalmente colmatado en estos momentos.

CONCLUSIONES

Las conclusiones extraídas de este trabajo, se pueden aglutinar en dos grandes apartados, el primero de ellos relacionado con el propio foso de la ciudad y su contexto, mientras que el segundo de ellos estaría centrado en los materiales en este trabajo presentados.

Contexto arqueológico

Como hemos mencionado en las líneas anteriores, nos situamos en el relleno del foso de la ciudad, construido en época augustea.

Las cronologías dadas por los diferentes materiales nos han mostrado como esta estructura comenzó a amortizarse antes del reinado del propio Tiberio, puesto que la unidad que cubre al primer vertido (UE 549) se fecha entre los reinados de Tiberio y de Nerón.

En relación a este inicio de colmatación del foso, nos encontramos con que, al tratarse de una estructura desarrollada en época augustea y al momento de fundación de la propia ciudad, la vida útil del foso de la ciudad no superaría prácticamente los cincuenta años.

En cuanto a la fecha de colmatación total, no hay que prolongarse mucho en el tiempo, puesto que la UE 500, aquella que culmina con este proceso se fecha entre la segunda mitad del siglo I d.C. y finales del mismo. De esta forma, nos encontramos con una cierta rapidez en la amortización del foso, puesto que en menos de un siglo la zona pasó de ser el foso de la ciudad a un posible basurero de la misma.

Las lucernas

Como hemos dicho, en este punto, nos centraremos en los materiales presentados en este trabajo.

En el seno de los diferentes vertidos que colmataron el foso de la ciudad, nos encontramos con un total de ciento nueve individuos de lucernas cerámicas romanas. En este sentido, treinta y tres de ellos no pudieron ser clasificados, cuarenta y ocho de los mismos, solo pudieron ser asociados a la familia de lucernas de volutas y seis a la familia de las de disco.

En total, se han podido clasificar tipológicamente diecinueve individuos, destacando las tipologías Dressel 9, Dressel 11, Dressel 12 – 13, Deneauve VE y la Deneauve VG.

En relación a éstas, nos encontramos con que estas tipologías son las más comunes en niveles altoimperiales, más concretamente del siglo I d.C., permitiendo fechar la colmatación del foso.

Aunque en este trabajo no hemos hablado de los motivos decorativos, es conveniente mencionar que en estos materiales están presentes algunas de las grandes categorías decorativas que tanto D.M. Bailey (1980 – 1988) como J. Casas i Genover y V. Soler (2006) han establecidos en sus catálogos. Es por ello que se puede decir que siguen con los patrones establecidos, en cuanto a decoraciones sobre lucernas, se refiere. Este elemento también se ha observado con la búsqueda y establecimiento de paralelos, los cuales se han documentado por todo el Imperio.

Si nos centramos en las procedencias, estos elementos nos muestran el establecimiento de grandes rutas comerciales. Esto se debe a que además del gran contingente de piezas de procedencia local, nos encontramos con piezas tanto de procedencia itálica como bética.

Para buscar la causa de este elemento debemos recordar que, desde su fundación, Augusta Emerita, se convirtió en la capital de la provincia de la Lusitania, por lo que sería una ciudad con un importante mercado que atraería mercaderes desde diferentes puntos, no solo de la península Ibérica, sino que también de diferentes zonas del Imperio.

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* Becario iniciación a la investigación. Departamento de Prehistoria y Arqueología UGR. alegonzablas@correo.ugr.es