Espeleología    
 
Primeros pasos Miembros Cuevas Barranquismo Enlaces de espeleo
 

Principal

Science

Laguna de El Padul

Mis viajes

Espeleología

Enlaces

Barranquismo

 

Cañón de Río Verde

Cañón del Río Lentegí

Cañón de Río Verde

Al pie de la Sierra de la Almijara se halla un lugar de enorme belleza. Las aguas constantes de esta joven sierra han erosionado la roca caliza con tal fuerza que se ha formado uno de los paisajes con más encanto de la provincia de Granada: el Cañón de Río Verde. El desnivel que han de descender las aguas ha sido propicio para que se formen cascadas espectaculares flanqueadas por paredes verticales. Al pie de cada cascada hay pozas profundas donde se aprecia el típico reflejo verde esmeralda del agua cristalina cuando le da la luz del sol.

Este río es ideal para disfrutar en grande practicando descenso de barrancos, así que venimos a este lugar con bastante frecuencia.

La primera cascada se baja haciendo rápel. Muchos son los que se han iniciado con esta cascada. Sin embargo hay una alternativa para bajarla. En la foto de la derecha estoy demostrando que la cascada es saltable.

Existe un tramo bellísimo donde varios afluentes se precipitan hacia el cauce principal de varias formas. Los más espectaculares son las "colas de caballo", más conocidas como el "barranco de Funes".

Saltar esta cascada supone no poder darse la vuelta. Es donde el cañón del río se hace más vertical y una vez que estás en la poza, la única salida consiste en terminar el descenso.

Esta otra cascada es una de las más grandes. Tiene una gran poza muy profunda donde el verde esmeralda del agua brilla como con luz propia. Está flanqueada de paredes verticales con una vegetación exuberante allá donde hay un poquito de tierra.

Tan bonito es el color del agua que nunca te cansas de mirarla.

Este tobogán natural es de lo más divertido, pero si no llevas protección se te puede poner la espalda roja de arañazos. Además de éste se pueden bajar otros toboganes a lo largo del cañón.

En esta foto aparece la famosa "Y". Es una de las cascadas más grandes y cae sobre una hermosa poza circular. En este punto se abre el cañón, las paredes suavizan sus pendientes y el paisaje se hace más amplio. A partir de este lugar se puede regresar por una vereda al punto de partida o continuar con el descenso hasta el paraje de "la junta de los ríos".

No tengo imágenes de la segunda parte, pero he de decir que hay un paso muy interesante, donde hay que saltar por encima de una profunda raja de un metro de anchura. Toda una prueba de autocontrol.

Subir


Cañón del Río Lentegí

En un valle hermano de Río Verde se encuentra el impresionante cañón del Río Lentegí. Este río es aún más encajonado, con muchos más rápeles (más de 20). Tiene dos zonas bien diferenciadas, con y sin agua, a cual de las dos más bonita.

Ideal para aquellos que además de disfrutar de un paisaje espectacular, tengan ganas de rapelar mucho y de hacer bastante ejercicio.

Desde que se dejan los coches hasta donde comienzan los primeros rápeles hay entre uno y dos kilómetros de caminata. Pero merece la pena, porque nos espera una sucesión impresionante de siete rápeles casi consecutivos, como si de una escalera gigantesca se tratara.

Las paredes de hacen más verticales, el ambiente del interior del barranco se oscurece y comienza la diversión.

La proximidad entre los sucesivos rápeles permite que haya dos o tres instalados simultáneamente, dependiendo del número de personas del grupo. En la foto están instalados dos rápeles a la vez.

 

La profundidad de cada rápel de este primer tramo es de entre 7 y 10 metros.

     

En esta foto aparecen tres rápeles consecutivos. Es difícil verlo, pero los dos primeros son los que aparecen en las dos fotos precedentes.

 

 

Al final de este primer tramo, el cauce del río se abre y antes de terminar la parte seca hay otros dos rápeles consecutivos, que desde abajo se ven muy bonitos aunque en la foto no salgan enteros.

A continuación tenemos una caminata de algo más de un kilómetro hasta que llegamos a las fuentes y comienza la parte del río con agua. Es en esta parte donde se pierde la cuenta de los rápeles que se bajan porque tiene muchos. No tenemos muchas fotos de esta parte por la pereza de sacar la cámara del bote estanco.

El agua da un aspecto muy diferente al río y permite otras posibilidades como por ejemplo inventarse toboganes.

 

 

Uno de los puntos más impresionantes de este descenso es la cascada de los 25 metros. En la primera de las siguientes fotos está fotografiada desde arriba y la segunda desde abajo, pero lamentablemente en esta última sólo se ve la mitad de la cascada. Aunque no se aprecie en la foto, la toba que la propia cascada ha formado es espectacular y constituye un espigón calcáreo gigantesco despegado de la pared, como si fuera una enorme estalactita truncada de una cueva. Es la parte que cubre el agua en la segunda foto.

Después de la gran cascada hay muchas más de los más diversos tipos, pero entre todas tomamos una fotografía de esta en concreto, donde la roca, el agua y la vegetación armonizan en una imagen realmente bonita.

 

 

Después del descenso y ya secos, sólo resta regresar a la cabecera del barranco para recoger el coche que hemos tenido que dejar ahí y despedirnos del Río Lentegí.

Subir

 
 

 

 

Subir