La reconfiguración mental

El principal objetivo de nuestro grupo de trabajo es la reconfiguración mental. Se trata de una función ejecutiva. Al cambiar de intención o de prioridades de procesamiento de la información, se produce un bloqueo, una interferencia o un costo en exactitud y velocidad de respuesta (como mejor os parezca denominarlo).

Este costo es una auténtica limitación cognitiva, pues ocurre en tareas de laboratorio (al pasar de tener que atender el color o la forma de un mismo estímulo, por ejemplo una letra X u O, que pueden aparecer en rojo o amarillo. La tarea del participante es indicar el color del estímulo (tarea 1) o indicar su forma (si es X u O: tarea 2). Este costo por cambio de tarea no desaparece ni con la manipulación de instrucciones (enfatizando la velocidad o la exactitud de respuesta en las instrucciones) ni con la práctica (Por ejemplo: tras diez sesiones se mantiene significativo). También aparece al pasar de una actividad a otra (de hacer una receta a jugar al ajedrez).

En términos neurológicos se corresponde con el cambio de activación de unos campos corticales a otros. En términos psicológicos refleja la interferencia proactiva (de lo que estaba haciendo hace un momento a lo que estoy haciendo ahora) o la inercia mental. Piense que pensar es cambiar la inercia mental. En términos subjetivos se corresponde con sensación de esfuerzo mental. En términos históricos se corresponde con lo que William James llamaba “sobretonos psíquicos” o pensamientos “con borde”.

En resumen, refleja “el río de la conciencia”. Esta mezcla o cóctel de ideas se observa con facilidad en el juego “un euro por tus pensamientos”. Bajo esta demanda las personas tardan en decir sobre lo que están pensando ahora, pues casi siempre es una mezcla de ideas, y deben convertir a una de ellas en dominante, esto es, resolver la interferencia ocasionada por las otras. Nosotros estudiamos la reconfiguración mental en situaciones del tipo: “Haz varias cosas a bocados” (un paso de la receta, ahora una jugada de ajedrez, ahora otro paso de la receta…), en estudios del tipo: “piensa en X pero no pienses en Y”, en situaciones reales como el cambio de intención de voto político, en normales y en pacientes (esquizofrénicos o pacientes con daño frontal), en casos únicos, como en personas sinestésicas donde los “sobretonos psíquicos” se manifiestan de modo extremo. Nos interesan todos estos resultados en relación al estudio de la conciencia y, en particular, nos importan en relación a la flexibilidad cognitiva que potencia la creatividad.

Diseño: Pensamientos Divergentes
Ilustraciones adicionales por Isabel Bustamante