PRESENTACIÓN

 

 

 

"ReDCE núm. 38. Julio-Diciembre de 2022" 

 

Integración europea y descentralización territorial después de la pandemia (I).

 

El número 38 de la ReDCE se publica en una situación que sigue siendo muy inestable a nivel europeo y global. La guerra de Ucrania nos ofrece cada día imágenes terribles sin que parezca que se pueda alcanzar una solución pacífica en el año que entra. La incidencia que el conflicto bélico está teniendo sobre la economía de los países europeos sigue siendo muy fuerte y, también aquí, no vemos un horizonte claro de ajuste que permita normalizar la economía. Esta es una guerra que sintetiza, en el plano inhumano del padecimiento y la masacre de la población ucraniana, muchas tensiones geopolíticas que han aflorado o que permanecen latentes, pero son cada vez más perceptibles.

La división en bloques a nivel mundial no es tan acusada como lo fue en la guerra fría, pero evidencia que el efecto pacificador de la globalización, con su orientación hacia la producción, el tráfico económico y el desarrollo, han pasado a un segundo plano. No es un efecto de la guerra sino de la tensión entre los dos grandes países que focalizan las transformaciones globales, Estados Unidos y China. El crecimiento económico de China -que ya desde 2014 es la primera potencia mundial (midiendo su PIB en paridad de poder adquisitivo)- y sus avances en el terreno tecnológico, han generado una creciente inquietud en Estados Unidos, que sigue siendo la primera potencia militar y tecnológica, pero ve distanciarse cada vez más a China en el ámbito económico.

Esa inquietud no pudo encontrar peor momento para manifestarse, en el período catastrófico de la Administración Trump, en el que Estados Unidos desapareció prácticamente del escenario internacional salvo para defender frente al mundo a las compañías tecnológicas que habían impulsado el ascenso al poder de Donald Trump. Las medidas adoptadas por Trump provocaron una escalada de la tensión con China, profundizando la tendencia a modular la globalización en función de intereses geoestratégicos que superan el perfil económico en que se había inspirado siempre su desarrollo. La orientación progresiva de China hacia el mercado interno y el temor en todos los países por las posibles afectaciones de las cadenas de suministro y su incidencia en las economías internas está comenzando a cambiar el rostro de la globalización que hemos conocido hasta ahora.

Lo que no consiguió la crisis sanitaria, a pesar de que algunos vieron ya en el horizonte el fin de la globalización, lo está consiguiendo la tensión entre las dos grandes potencias económicas mundiales. La globalización no se está deteniendo, pero sí se está modulando. El alcance que tendrá esa modulación dependerá en gran medida de la política y no, como hasta ahora, de la economía. La guerra de Ucrania, más allá de su inhumanidad y su condición de retroceso civilizatorio, forma parte de esa política. Frente a ella Europa tiene poco que decir, porque su única esperanza es seguir avanzando en integración política y consolidar, lo antes posible, un modelo federal en el que se integren, al menos, los países europeos que comparten una percepción común de los valores y principios constitucionales que deben guiar la construcción europea.

Las noticias del mundo no son todas malas, también hemos podido ver en estos meses la derrota del populismo bolsonarista en Brasil, en favor de Lula da Silva. La victoria de Lula no responde a una orientación ideológica uniforme sino a la necesidad de preservar la democracia y de garantizar el orden constitucional. Desde esa perspectiva, debe ser valorada también como una victoria del constitucionalismo en un país que no ha renunciado a su vocación constitucional. La fortaleza de las instituciones constitucionales en Brasil se ha manifestado en todo el proceso electoral y en la garantía del cumplimiento de su resultado desde la misma noche electoral. La modélica ordenación de las elecciones, cuyo resultado se conoció apenas unas horas después de cerrarse los colegios, contrasta con las deficiencias de la regulación electoral en Estados Unidos, pese a ser este país una democracia acreditada a través de los siglos.

Tampoco podemos desconocer, en el otro lado de la balanza, que en Italia ha vencido el populismo y que tenemos ahora un factor de riesgo que se extiende también al proceso de integración europea. Sin embargo, Italia ha demostrado siempre tener los anticuerpos necesarios para hacer frente a este tipo de situaciones. La constitución italiana sigue siendo el referente esencial de la vida política y la vocación europea de Italia no está en cuestión. Es preciso mantener la atención, sin embargo, porque el populismo tiene una capacidad de adaptación a las circunstancias que hace muy difícil la lucha contra sus tentativas de involución política.

En ese sentido, para comprender la peculiar naturaleza del populismo podemos partir de una afirmación que hiciera Norberto Bobbio en un discurso pronunciado con motivo del treinta aniversario de la República Italiana, el 2 de junio de 1976 (“Ora e sempre antifascisti”, 1976, publicado parcialmente en La Repubblica, el 1 de junio de 2021). Decía Bobbio que una de las grandes virtudes de la democracia consiste en su capacidad para corregir los errores del sistema sin cambiar el sistema. Esa capacidad de autorregulación del sistema de la democracia la diferencia de la dictadura, porque una dictadura no puede ser corregida, sólo puede ser eliminada.

Partiendo de esa diferenciación de Bobbio, podríamos decir que lo que hace el populismo es situarse en una zona fronteriza entre la democracia y la dictadura, para poder utilizar las ventajas que para sus fines tienen ambos regímenes. De ese modo, utiliza el régimen democrático vaciándolo de contenido para perpetuarse en el poder, pero no llega a configurar una dictadura que pueda generar una oposición frontal para derrocarla. De ahí el peligro que tienen los movimientos populistas, porque no se presentan como movimientos antisistema, sino que actúan desde dentro del sistema democrático intentando anular las garantías constitucionales y los mecanismos de control del poder.

Recordar a Bobbio es apelar también a la inmensa cultura jurídica y constitucional de Italia, en la que se pueden encontrar todos los referentes necesarios para defender la democracia. También a nivel europeo, donde la situación del Estado de Derecho dista mucho de ser satisfactoria y estamos asistiendo a un condicionamiento permanente del parámetro de medida de las instituciones europeas en función de la posición de los regímenes iliberales en relación con la guerra de Ucrania. No cabe duda de que la unidad de acción es fundamental para ayudar al pueblo ucraniano, pero no al precio de comprometer los valores y principios “constitucionales” (resalto esa vertiente específica, tan ausente en los documentos europeos de esa naturaleza) de Europa.

El título de este número 38, “Integración europea y descentralización territorial después de la pandemia” trae causa del Seminario que celebramos en Granada el 29 de abril de 2022, con el mismo título, coordinado por Antonio Pérez Miras y Eloísa Pérez Conchillo. El seminario sirvió de marco a la Presentación del libro Costituzione, Diritti, Europa. Giornate in onore di Silvio Gambino, a cura di Guerino D'Ignazio, Giovanni Moschella, Editoriale Scientifica, Napoli, 2019. En este número de la revista se recogen tres de las ponencias. La de Silvio Gambino, “La lucha contra la pandemia en Italia: entre el Estado y las Regiones en el contexto europeo”, la de Anna Margherita Russo, “¿Hay espacio para el federo-regionalismo en tiempos de emergencia? Cooperación, conflictividad y resiliencia en el marco jurídico europeo” y la de Ugo Adamo, “¿A quién le corresponde la competencia en el ámbito de la emergencia sanitaria? Alguna observación crítica sobre los motivos invocados en apoyo de la decisión de la Corte Constitucional”. En el número 39 de la ReDCE se publicarán las ponencias de Guerino D’Ignazio, Giovanni Moschella y Eleonora Ceccherini.

En la Sección de artículos se publican los textos de María José Roca Fernández, sobre una temática de especial interés y actualidad y con un enfoque que compartimos plenamente: “Tomando en serio la identidad constitucional en el espacio convencional europeo”. También el de Greta Massa Gallerano sobre “Referéndum y medios sociales en el caso del Brexit” un texto que aborda una temática muy necesitada de reflexión por lo que supone de afectación de la democracia pluralista, como muy bien señala la autora. Por último, el de László Detre y Endre Orbán sobre “The main dimensions of constitutional interpretation of judicial indepedence in Hungary” que nos acerca a una mirada desde dentro de esta temática tan crucial para el Estado de Derecho en Hungría.

En el mes de agosto pasado falleció Eliseo Aja. Es muy difícil expresar en pocas líneas lo que la figura de este gran constitucionalista ha supuesto para la doctrina española, especialmente en lo que se refiere a la construcción del Estado autonómico, en la que él ha sido siempre un referente obligado. Hemos querido rendirle homenaje en este número de la revista y para ello le hemos pedido a una de sus discípulas, Laura Díez Bueso, el texto que publicamos en su memoria en la Sección de Perfiles: “En recuerdo de Eliseo Aja”.

La Sección de textos clásicos se viste de gala con el trabajo de Peter Häberle “La sociedad abierta de los intérpretes constitucionales” que publicamos gracias a la generosidad de su traductor, también discípulo de Peter Häberle, Xabier Arzoz Santisteban. Este es un texto fundamental para comprender la naturaleza de la democracia pluralista, de la constitución normativa y de la interpretación constitucional, entre otras muchas cosas. Su impacto ha sido enorme en el mundo del constitucionalismo y todavía no se han extraído todos los frutos de la reflexión tan productiva que contiene.

En la Sección de Jurisprudencia se recoge el comentario de Luis Fernando Martínez Quevedo sobre “La vacunación obligatoria y forzosa a la luz del caso Vavřička y otros c. República Checa”. Una temática delicada, dada la tensión que refleja entre derechos, principios y valores constitucionales y en la que coincidimos con su autor en que, si bien lo deseable es convencer a la ciudadanía de la necesidad de vacunación, el ordenamiento cuenta con los instrumentos necesarios, en el marco de la doctrina del TEDH, para preservar la salud y la vida de las personas en situaciones de pandemia como la que hemos vivido. En la Sección de Legislación, María Luisa Balaguer incorpora referencias que tienen que ver con la sociedad digital, a la que la Unión Europea está prestando una atención creciente, en coherencia con las posibilidades que ofrece la integración supranacional, como se indica en el texto, para el control de las grandes compañías tecnológicas.

En el Foro publicamos un trabajo de José Antonio Montilla Martos sobre “Parlamentarismo en España: algunas revisiones necesarias”. Pocas personas serían más adecuadas para el tratamiento de esta temática, como evidencian la orientación del texto y la aportación de soluciones a algunos de los importantes problemas que afectan actualmente al parlamentarismo. Además del conocimiento teórico previo sobre esta materia, no cabe duda de que el período en el que el Profesor Montilla fue Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes le ha permitido valorar directamente las transformaciones que el parlamentarismo debería afrontar teniendo en cuenta, de manera especial, los desarrollos de la sociedad digital.

En las noticias de libros publicamos cuatro recensiones. La primera de Juan Francisco Sánchez Barrilao sobre La constitución del algoritmo, de Francisco Balaguer Callejón, Fundación Manuel Giménez Abad, 2022, 208 páginas. La segunda de Enrique Guillén López, sobre Droit constitutionnel de l’Espagne, de Francisco Balaguer Callejón. Préface de Jordane Arlettaz y Fabrice Picod, Bruylant, 2022, 226 páginas. También, la de Enrique Guillén López acerca de los Comentarios a la Constitución española de 1931 en su 90 aniversario, de J. Oliver Araujo y A. Ruiz robledo (dirs.), CEPC, 2021, 592 páginas y la de Luis I. Gordillo Pérez sobre La identidad nacional de los Estados miembros en el Derecho de la Unión Europea, de Pablo Cruz Mantilla de los Ríos, Thomson Reuters – Aranzadi, 2021, 421 páginas.

En el apartado de agradecimientos tenemos que mencionar, como siempre, a Thomson Reuters y a la Fundación Peter Häberle. En el ámbito nacional hay que referirse al Proyecto de Investigación PID2019-106118GB-I00 “La configuración del espacio público en las redes sociales y su incidencia sobre la democracia pluralista y la constitución”. En el ámbito europeo, a la Cátedra Jean Monnet “ad personam” de Derecho Constitucional Europeo y Globalización, al Proyecto Jean Monnet "The constitutional bases of Europe: building a common European constitutional culture" y a la Cátedra Jean Monnet “Integration of asylum-seekers and refugees in the European Unión”.

  

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Francisco Balaguer Callejón

Catedrático de Derecho Constitucional. Catedrático Jean Monnet ad personam.