PRESENTACIÓN

 

 

 

"ReDCE núm. 29. Enero-Junio de 2018" 

 

Gobernanza europea, economía y derechos.

 

El número 29 de la ReDCE se edita en un período especialmente convulso a nivel internacional y europeo, con el populismo del Presidente Donald Trump en pleno desarrollo, la inestabilidad permanente en el Reino Unido frente a un Brexit que sigue sin encontrar un camino transitable y la crisis política generada en Italia con el auge de fuerzas políticas antieuropeas, ahora en el gobierno de ese país. Si a todo eso le unimos la reelección de Vladimir Putin en Rusia y de Tayyip Erdogan en Turquía y la debilidad interna del Gobierno Federal Alemán, así como el avance de los partidos y movimientos radicales y antidemocráticos por toda Europa, las perspectivas que se abren para la Unión Europea no pueden considerarse muy favorables, pese a las señales esperanzadoras que vienen de Francia, de Portugal y del nuevo gobierno de España.

Se han aplazado las reformas durante mucho tiempo y hemos ido pasando de una crisis política a otra sin posibilidad de avanzar en el proceso de integración para poder afrontar los problemas comunes de Europa desde las instancias europeas. Mientras tanto, estamos experimentado un retroceso civilizatorio que se manifiesta especialmente, tanto en Estados Unidos como en Europa, en relación con la inmigración. Las medidas adoptadas por la Administración Trump han llegado a un extremo de inhumanidad impensables en un sistema democrático como el norteamericano. La réplica que está dando el nuevo gobierno italiano con declaraciones de su ministro del interior que resultan directamente incalificables y con decisiones que incumplen el Derecho Internacional que vincula a todos los Estados, es una evidencia más del grado de deterioro a que estamos llegando en los últimos meses.

En los últimos diez años la globalización ha mostrado su faceta más problemática para el constitucionalismo. Comenzó con la crisis económica, que evidenció la impotencia no sólo de los Estados sino también de las instituciones supranacionales que, como la Unión Europea, habían nacido para proteger a los Estados frente a la globalización, y que se manifestaron incapaces de hacerlo por carecer de los mecanismos de los que una integración supranacional más intensa le habría dotado. La crisis económica generó una involución constitucional de la que todavía no hemos terminado de salir y que ha afectado a los elementos nucleares del patrimonio constitucional europeo, desde los derechos políticos a los sociales, pasando por la división de poderes o la descentralización política.

A esta primera gran crisis del constitucionalismo le siguió el deterioro democrático que el Brexit y las últimas elecciones presidenciales en los Estados Unidos han generado y del que hemos sido especialmente conscientes en los últimos meses cuando se ha desvelado el papel que plataformas que gestionan redes sociales como Facebook han tenido (directa o indirectamente) en la manipulación política a través de propaganda elaborada mediante la utilización masiva de datos personales y la elaboración de perfiles singularizados de cada votante. Esta crisis ha provocado una nueva involución constitucional, afectando a las reglas básicas de la democracia y rompiendo las condiciones esenciales de limpieza y objetividad de los procesos electorales, basadas en principios constitucionales.

La globalización está detrás de todos estos fenómenos, que se configuran como manifestaciones del poder de los grandes agentes globales que actúan en los mercados financieros y también en la gestión de los procesos comunicativos a nivel mundial. El constitucionalismo moderno, que había surgido para controlar el poder del Estado, ha perdido en gran medida su objeto, porque el poder real está ya fuera del Estado, en esas instancias globales que actúan sin sometimiento a control alguno. Nuevamente hay que reiterar que la recuperación del constitucionalismo ya no es enteramente posible a escala estatal. La ilusión de una plena democracia interna en el espacio público nacional, de la que participan todavía amplios sectores de la opinión pública europea (incluidas instituciones tan relevantes como el Tribunal Constitucional Federal Alemán, en el ámbito jurídico) se ha ido descomponiendo día a día en los últimos diez años, pese a que no exista todavía una conciencia generalizada sobre la necesidad de avanzar en el plano supranacional de la integración política.

Lo más inquietante de las dos grandes crisis del constitucionalismo que hemos experimentado en ese siglo XXI es que, a pesar de que parecen ser completamente diferentes por su origen e inspiración, tienen claramente rasgos comunes y conexiones entre ellas muy sólidas. Tanto la crisis económica que procedía de los mercados financieros, como la crisis democrática derivada de las grandes plataformas digitales de comunicación, tienen en común su vinculación al mercado y al beneficio económico. A la especulación financiera basada en gran medida en procedimientos informáticos de procesamiento de datos le ha seguido la especulación política que utiliza los mismos medios técnicos. En ambos casos la finalidad última es el rendimiento económico mediante la generación de inestabilidad en los mercados financieros y en los espacios políticos.

El resultado es que estamos viviendo una compresión democrática sin precedentes desde que se implantaron las constituciones normativas en Europa a partir del final de la Segunda Guerra Mundial, en el que el campo de decisión de la democracia estatal está cada vez más limitado por factores externos (los mercados financieros) y cada vez más condicionado por factores aparentemente internos pero que no lo son realmente, porque dependen de las grandes plataformas de comunicación digital, que actúan a nivel global en régimen de monopolio o de oligopolio, en función de intereses económicos tan evidentes como los de los especuladores financieros y a veces coincidentes con ellos.

Para ampliar la democracia y la capacidad de decisión política tenemos que extender también el espacio de decisión, de manera que se den las condiciones para poder limitar el poder de los especuladores financieros y de los grandes agentes de la comunicación global. Estamos viviendo la crisis civilizatoria más grave desde el final de la Segunda Guerra Mundial no tanto por su intensidad (desgraciadamente la persistencia de las guerras y de los crímenes contra la Humanidad ha sido una constante en ámbitos regionales, incluso europeos, desde entonces) cuanto por su extensión. Se trata de una crisis que puede afectar a las condiciones democráticas de los países que habían sido hasta ahora la vanguardia del constitucionalismo. En el ámbito europeo son, además, los países que habían promovido la integración europea. Los dos grandes proyectos civilizatorios de Europa, el constitucionalismo y la integración europea, están en riesgo y ninguno de ellos se podrá recuperar y avanzar si no es conjuntamente con el otro.

La parte monográfica del número 29 de la revista integra diversas perspectivas sobre una temática común: gobernanza europea, economía y derechos. Se trata de un ámbito al que la ReDCE ha prestado especial atención desde que la crisis económica se comenzó a manifestar como una crisis constitucional. Incorpora los trabajos de Javier Donaire Villa sobre “¿Los derechos en serio en la Eurozona? Los recortes, las condicionalidades, la Carta y el Tribunal de Justicia”, de Juan Goizueta Vértiz relativo a “Gobernanza económica europea y equilibrio presupuestario: implicaciones para el caso español” y el de Sonia García Vázquez acerca de “La cooperación interparlamentaria y el despertar fallido de los parlamentos nacionales: desequilibrio institucional e impacto de la integración europea sobre las instituciones de los Estados miembros”.

La Sección de Artículos está encabezada por un texto del Presidente de Honor de nuestro Consejo Asesor, el Profesor Peter Häberle, que tiene su origen en la Conferencia de Clausura del Congreso sobre Passato, Presente, Futuro del costituzionalismo, organizado en Roma, los días 11 y 12 de mayo de este año por el Profesor Fulco Lanchester. Se trata de una reflexión muy sugerente del Profesor Häberle que versa sobre “El constitucionalismo como proyecto científico” y que se ha publicado previamente en italiano por el Profesor Lanchester y será editado igualmente en otros países. En la misma Sección publicamos también un interesante trabajo de Jörg Luther sobre una temática compleja: “¿Pervive algo parecido a una justicia de clase?”. Finalmente culmina esta Sección un texto de Antonio Villacorta Caño-Vega, de gran densidad teórica, que es también una reflexión sobre el pensamiento Häberliano: “Tipología europea esencial de teorías democráticas de la Constitución”.

A comienzos de 1993, en el mes de febrero, nos dejó Juan José Ruiz-Rico, maestro de quienes comenzamos hace años este proyecto y otros proyectos comunes, como el Manual de Derecho Constitucional que le dedicáramos, los Estudios que publicamos en su Honor en 1997, y tantas otras cosas en las que su huella ha sido perceptible en nuestro trabajo común e individual a lo largo del tiempo. La Sección de Perfiles publica en este número una “Semblanza de Juan José Ruiz-Rico López-Lendínez” que he intentado que sea también una obra colectiva, a través de los comentarios, que he ido incorporando al texto, de las personas que allí se mencionan. Preciso es decir que, pese a ello, dar la medida de la dimensión de Juan José en cualquier escrito es una tarea imposible. Su carisma admite apenas un pálido reflejo en estas palabras, que tan sólo quieren expresar que hoy, un cuarto de siglo después, sigue siendo una inspiración permanente en nuestra vocación como juristas.

La Sección de Textos Clásicos incorpora un trabajo del ilustre jurista italiano Damiano Nocilla, que es también uno de los referentes de la comunidad Häberliana en Italia. Se trata de una contribución del autor a los Studi in Onore di Vezio Crisafulli, en 1985, “Breves notas sobre la representación y la responsabilidad política”, por lo que nos resulta especialmente grata su publicación en España a través de la versión en castellano que ha preparado Antonio Pérez Miras. Esta revista publicó ya en su número 1, como Texto Clásico, “Jerarquía y competencia en el sistema constitucional de las fuentes” de Vezio Crisafulli, en la versión en castellano preparada entonces por Juan Francisco Sánchez Barrilao, y en el número 17 le dedicamos la Sección Perfiles a uno de los principales discípulos de Crisafulli, igualmente referente destacado de la comunidad Häberliana, Antonio D’Atena, con dos textos de Peter Häberle y Stelio Mangiameli, este último en versión castellana preparada por Miguel Arjona Sánchez.

En el Foro se incluye un texto de Dieter Grimm “A la búsqueda de la aceptación. El déficit y las fuentes de legitimidad de la Unión” en la versión castellana preparada por Miguel Azpitarte directamente del alemán. Hay que recordar que este trabajo ha sido publicado también en inglés, para quien quiera conocer de manera más completa el planteamiento desarrollado por un autor que es imprescindible en la reflexión actual sobre Europa. Tuvimos la fortuna de poder debatir con el Profesor Grimm en Granada, con motivo de un Seminario que impartió sobre esta temática en el pasado mes de abril y posteriormente en Roma, en el Congreso organizado por Fulco Lanchester. Aunque nuestra orientación Häberliana parte de planteamientos muy diferentes, la obra de Dieter Grimm es siempre un estímulo intelectual fundamental para poner a prueba y contrastar, en el plano científico, nuestra convicción federalista europea.

La Sección de Jurisprudencia incorpora un trabajo de Victoria Rodríguez-Rico Roldán sobre “Las facultades empresariales de vigilancia y los derechos fundamentales de los trabajadores: su difícil equilibrio en la era tecnológica”. Se trata de una cuestión especialmente delicada porque afecta a derechos fundamentales que se desenvuelven en un contexto cada vez más agresivo, debido al potencial que la tecnología ofrece para su vulneración, lo que exige criterios claros sobre la necesidad de su protección. Como acertadamente hace notar su autora, esos criterios faltan en nuestra jurisprudencia, que requeriría de una adecuación a la doctrina más garantista del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

La Sección de Legislación que dirige María Luisa Balaguer, incorpora un gran número de novedades legislativas relativas a temáticas diversas. Comenzando por la seguridad alimentaria, que es objeto de atención creciente por parte de la Unión Europea, siguiendo con normativa medioambiental en relación con los organismos modificados genéticamente, así como con normativa relacionada con la seguridad del transporte de mercancías y viajeros por carretera, e igualmente normas relativas a la autentificación segura en los pagos electrónicos y garantía de la seguridad en las redes, entre otras cuestiones.

En la Sección de noticias de libros se recoge en primer lugar la recensión de Juan Francisco Sánchez Barrilao sobre La libertad de expresión en América y Europa, de Miguel Ángel Presno Linera y Germán M. Teruel Lozano, Juruá Editora, Vila Nova de Gaia/Porto (Portugal), 2017. Siendo ya recomendable por la temática que aborda en su título, es también un estudio que va mucho más allá de la comparación entre dos sistemas de inspiración diversa, incorporando además una reflexión específica sobre la libertad de expresión en la sociedad digital. Como bien indica Juan Barrilao, se trata de un libro “magnífico por lo que científicamente demuestra, como por lo que constitucionalmente quiere ser”.

La Sección de noticias de libros incluye también la recensión que ha realizado Augusto Aguilar Calahorro sobre el libro del Profesor Alzaga: Sociedad democrática y Constitución. (Estudios y cabos sueltos), Óscar Alzaga Villaamil, Marcial Pons, 2018. El libro de Óscar Alzaga nos trae la evocación de otros tiempos que, para los que los vivimos, supusieron una experiencia inolvidable y un modelo sobre el que construir nuestra cultura constitucional y democrática. Pero es mucho más que eso. Como muy bien dice Augusto Aguilar: “El Profesor Alzaga recupera en esta obra estudios y escritos en las que hace conversar al pasado y al presente, y al hacerlo también dialoga con varias generaciones de constitucionalistas y politólogos, trazando líneas que nos sitúan en el presente a través de la memoria de los escritos de juventud, el análisis de la historia jurídico-política española y el proceso constituyente vivido en primera persona”. Creo que no se puede describir de una manera más fiel el espíritu de este libro de Óscar Alzaga en el que, efectivamente, conversan de manera muy productiva el pasado y el presente.

Un último párrafo resulta obligado para los agradecimientos a las entidades e instituciones que hacen posible la publicación de la Revista. A Thomson Reuters, por la edición impresa y en e-Book de la Revista. A la Fundación Peter Häberle y al Centro de Investigación de Derecho Constitucional “Peter Häberle” de la Universidad de Granada por su contribución a la edición de la ReDCE. En el ámbito nacional, tenemos que hacer referencia al Proyecto de Investigación DER2016-77924-P, “Los Derechos Fundamentales ante las crisis económicas y de seguridad en un marco constitucional fragmentado” y en el ámbito europeo, a la Cátedra Jean Monnet “ad personam” de Derecho Constitucional Europeo y Globalización.

  

Volver

 

Francisco Balaguer Callejón

Catedrático de Derecho Constitucional (Universidad de Granada). Catedrático Jean Monnet ad personam.