NOTICIA DE LIBRO: MIGUEL ÁNGEL GARCÍA HERRERA, JOSÉ ASENSI SABATER, FRANCISCO BALAGUER CALLEJÓN (COORDS.). “CONSTITUCIONALISMO CRÍTICO. LIBER AMICORUM CARLOS DE CABO MARTÍN”, TIRANT LO BLANCH, VALENCIA, 2016 (1382 páginas).

 

Enrique Guillén López

Profesor Titular de Derecho constitucional. Universidad de Granada

 

 

 

"ReDCE núm. 25. Enero-Junio de 2016" 

 

El impacto de la crisis económica en las instituciones de la Unión Europea y de los Estados miembros (II).

  

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Tal y como se destacó en su presentación en el Ateneo de Madrid el día 8 de junio de 2016 este libro es la culminación temporal de un proyecto de largo alcance. Concebido como un «Liber amicorum» es el tributo a Carlos de Cabo Martín, Catedrático de Derecho constitucional en la Universidad Complutense de Madrid, de un grupo de académicos, de muy diferentes procedencias geográficas, de diversas disciplinas (si bien muy mayoritariamente es el Derecho constitucional la que predomina), pertenecientes a generaciones separadas por décadas.

Es, por tanto, un Libro-Homenaje, un sentido homenaje de quienes quieren rendir un honor, a la manera académica, a una figura personal e intelectual que ha representado un papel importante, en algunos casos crucial, en la trayectoria vital y humana de los 50 autores que han aportado sus contribuciones. No creo que sea irrelevante en este ámbito señalar que ninguno de los participantes en el homenaje ha podido escapar al enorme influjo que sobre ellos ha ejercido Carlos de Cabo, ya sea en su dimensión de escritor, conferenciante, conversador o profesor. Es así, también una propuesta a la Universidad del futuro para que sea capaz de conservar, en la medida de lo posible, ese espíritu, en el que la fineza argumental y la cordialidad en el trato se han dado la mano de manera tan admirable.

Pero la relevancia de este aspecto, que no puede dejarse de lado, desde luego, hubiera convertido este libro dedicado a Carlos de Cabo, en un homenaje «malgré lui», si no hubiera detrás un proyecto científico de amplio recorrido, fruto del esfuerzo de sus editores.

Además de un tributo, estos dos volúmenes, muy cuidadosamente editados, representan un paso más en el análisis y la conceptualización de los fenómenos sociales desde el pensamiento jurídico-crítico. Tal y como subrayan los editores en la presentación del trabajo - y como más extensamente destaca el Prof. Asensi en la Laudatio que le ofreciera con motivo de su Investidura como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Alicante[1] - en Carlos de Cabo podemos encontrar, no un derroche de erudición abstracto, no una recreación nostálgica o melancólica en torno al poder y al derecho, sino una fortaleza dogmática dirigida a que el Derecho constitucional pueda ser un instrumento para hacer realidad las promesas que el constitucionalismo ofrece: un futuro de libertad e igualdad reales y efectivas; de derechos; de conquistas; de control del poder, de democracia, de solidaridad. Ese es el propósito del constitucionalismo crítico, un propósito emancipador que para ser plausible necesita acompañarse de un riguroso aparato dogmático[2]; del trabajo concienzudo sobre las categorías explicativas que nos permitan responder a una realidad cada vez más abierta e inestable; sometida a nuevos y durísimos ataques. La primera obligación del intelectual crítico, del constitucionalismo que pretende realizar plenamente su vocación (tal y como se destacó en la presentación del Libro por el profesor Balaguer), es la de no ceder ante la natural tendencia a la complacencia; a la inercial actitud de movernos con categorías que, aunque gastadas, tienen el regusto de lo familiar, pero que son tremendamente inapropiadas para revelar una realidad que cambia a una velocidad vertiginosa y en la que los enemigos del constitucionalismo adaptan sus estrategias en un lapso temporal que pretende dejar fuera de juego a los que postulan su defensa. Frente a esta situación, la obligación del jurista, del constitucionalista consciente de la magnitud de los desafíos, es hacer lo que sabe: poner ordenadamente en marcha sus pensamientos trabando una cadena de diálogo ininterrumpido; subir a hombros de gigantes, como gusta decir a Peter Häberle. Y de nuevo, así, retomamos la idea de este libro como un Proyecto, como una acción intelectual vitalista, que anima la continuidad de un trabajo en el que el profesor De Cabo no ceja. Es así una suerte de espontáneo (en el sentimiento), pero premeditado, contrato intergeneracional en el ámbito académico.

Lo que estos dos volúmenes nos proponen es un recorrido de éste género, separándose deliberadamente de otros homenajes al uso que sólo tienen en común el tributo que se le rinde al homenajeado. En este caso hay unos paradigmas mínimamente compartidos (siempre dentro de la pluralidad que entre los autores es claramente apreciable); un espíritu, podríamos decir, similar, con el que los editores han armado una estructura dividida en los siguientes capítulos: I. Metodología. El Estado social y su crisis. El concepto de modo de producción; II. Constitucionalismo crítico; III. Constitución del más débil y constitucionalización de la solidaridad; IV. El sujeto de los derechos. V. Crisis económica y Derecho constitucional; VI. Fuentes del derecho, ley y reforma constitucional; VII. Integración europea y globalización; VIII. Representación, parlamentarismo y federalismo; IX. América latina: Estado periférico y nuevo constitucionalismo.

Una lectura de esta estructura deja adivinar que sus editores conocen, como no podría ser de otra manera, y comparten profundamente, los que han constituido los jalones fundamentales (no necesariamente consecutivos) del pensamiento de Carlos de Cabo en su larga aventura intelectual. Pero también, que todos los autores asumimos la viabilidad de estas categorías para expresar nuestras preocupaciones sobre las claves de bóveda de nuestra disciplina.

Y es que, realmente, en todos estos bloques encontramos los principales retos a los que el constitucionalismo se enfrenta en este período de redefinición. La lectura de sus páginas ofrece así un completo panorama de la disciplina, de la complejidad de todos los flancos que se le abren. Son 48 trabajos, de diferentes temáticas y extensión en los que una noticia de libros no puede reparar debidamente (algunos, como el del Miguel Ángel García Herrera son el regalo de una auténtica monografía encapsulada) pero sí llamar la atención al lector para que disfrute, comparta y discuta con los autores sus tesis.

En definitiva, la comunidad científica está de enhorabuena ante este emplazamiento a pensar, a discurrir, para crear con rigor e imaginación nuevas estructuras argumentales precisas que contribuyan a revitalizar el constitucionalismo. Y no es solo un empeño de juristas, ni siquiera de los científicos sociales; es el empeño que hemos de comunicar a una sociedad profundamente desconcertada ante una serie de crisis que se suceden a toda velocidad (la crisis del proyecto europeo, la crisis económica, la crisis migratoria, la crisis de seguridad). Cuando se carecen de referentes teóricos como los que el constitucionalismo revisitado en estos dos volúmenes aporta, se corre el riesgo de caer en el nihilismo o en una suerte de abatimiento paralizante. Sin embargo, si ocurre, como en el caso que nos ocupa, que los principios de la Declaración de Derechos de Hombre y del Ciudadano toman vida y se conciben en su historicidad y en sus potencialidades transformadoras, el camino ya cuenta con referentes maduros.

Así pues, la inacabable lucha por la dignidad, la igualdad y la libertad que late tras los estudios que Carlos de Cabo ha realizado, sea sobre la teoría del Estado o de la Constitución, las fuentes del Derecho, la reforma constitucional, el parlamentarismo, el federalismo, o los sujetos “débiles”, entre otros, encuentra aquí una continuación en la obra que discípulos y amigos le dedican.

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[1] J. ASENSI SABATER, ““Laudatio” del profesor Carlos de Cabo Martín”, Constitucionalismo crítico. Liber amicorum Carlos de Cabo Martín, Vol. I, Tirant lo Blanch, Valencia, 2016, pp. 21-29. Se puede encontrar una primera versión en Revista de Derecho Constitucional Europeo , núm. 19, 2013.

[2] Sirva como coherente muestra de lo que se afirma el trabajo de Carlos DE CABO que figura como pórtico de entrada al resto: “Propuesta para un constitucionalismo crítico”, cuya primera exigencia pasa por reconocer en el derecho constitucional la cualidad de derecho del conflicto, a la que nunca debiera haber renunciado.