Biotecnología, ética y sociedad

Miguel Moreno Muñoz
Monografía técnica M3856121
v1.1 - 2023

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Contenidos


Introducción

El debate sobre las biotecnologías y sus aplicaciones acumula un largo historial de contribuciones especializadas en la literatura científica y en trabajos de divulgación académica. Incluso sobre aspectos parciales como las técnicas de ADN recombinante, habría que remontarse a comienzos de los años setenta del siglo pasado para rastrear los inicios de una extensa red de contribuciones interdisciplinares que anticiparon reflexiones sobre sus implicaciones (éticas, legales, económicas, antropológicas y culturales) retomadas en la última década a propósito del desarrollo de los sistemas CRISPR de edición genética.

Iniciativas a gran escala como el Proyecto Genoma Humano, oficialmente concluido hace 20 años, consolidaron la importancia de los estudios sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS) para comprender condicionantes básicos de la percepción pública de las biotecnologías y la importancia de los encuadres de divulgación y alfabetización científica sobre ámbitos de conocimiento interdisciplinar muy complejos, tanto en su dimensión teórico-conceptual como en el tipo de metodologías, tecnologías y dinámicas de colaboración público-privada requeridas para el desarrollo y comercialización de productos innovadores

Esta monografía proporciona elementos imprescindibles para adquirir una perspectiva informada y crítica sobre varias décadas de debate sobre las biotecnologías y sus aplicaciones. Se ha intentando mostrar el gigantesco esfuerzo de investigación que ha permitido revolucionar áreas de actividad como el diagnóstico médico, la comprensión de las bases moleculares de todo tipo de enfermedades, el desarrollo de medicamentos innovadores y la posibilidad de personalizar tratamientos en función de rasgos o perfiles genéticos individuales. Y se aportan múltiples casos para mostrar el riesgo de distorsión de la opinión pública como efecto de ciertos patrones de comunicación pública de la ciencia que tienden a exagerar las expectativas de beneficio y minimizar los riesgos asociados.

Aparte de sistematizar elementos básicos de la literatura relevante sobre aspectos éticos, sociales y legales de las biotecnologías, se detallan los conceptos y metodologías de las ciencias sociales que resultan útiles para identificar los intereses de la red de actores concernidos y el peso respectivo que sus puntos de vista adquieren en el debate público.

En la redacción se ha tenido en cuenta que los destinatarios preferentes del contenido son estudiantes de posgrado del Máster Universitario en Biotecnología, procedentes en su mayoría de carreras cursadas en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada (Ingeniería Agrónoma, Química, Biología, Bioquímica, Tecnología de los Alimentos, Ciencias Ambientales, Ciencias del Mar, Farmacia, Física, Medicina, Veterinaria). Por este motivo se incluyen referencias a libros y artículos aptos para proporcionar un bagaje teórico-conceptual básico sobre los aspectos filosóficos, epistémicos y metodológicos con los que no suelen estar familiarizados estudiantes de ciencias, al tiempo que se ha buscado una literatura relevante y más especializada en los aspectos científico-técnicos pero de mayor dificultad para estudiantes de ciencias sociales.

El sistema habitual de elaboración de textos académicos con notas a pie de página por capítulos o al final del texto acusa una dependencia excesiva del formato impreso. Para integrar los listados a veces extensos de enlaces, referencias y notas que sustentan las ideas y conclusiones en cada apartado he preferido incorporar en el formato HTML la posibilidad de copiar de un solo clic los bloques de enlaces o referencias —un componente de funcionalidad común en los manuales o documentación técnica con fragmentos de código— y facilitar así la comprobación de fuentes externas relacionadas con el contenido de cada sección. De este modo cada referencia ocupa una sola línea numerada, fácilmente identificable. Al pasar el cursor por encima, los números de nota muestran automáticamente autor/es, año y título de la referencia correspondiente.

La documentación e indicaciones para los estudios de caso aparece como un bloque plegado que se expande al clicar, utilizando una combinación de las etiquetas <details> y <summary> para facilitar una lectura fluida y sin distracciones del texto principal.

El listado completo de referencias utilizadas aparece en la sección Bibliografía, con sus enlaces activos. Dado que los bloques de referencias en cada sección pueden copiarse de un solo click pero en formato de texto plano, pueden resultar útiles herramientas como dillinger, stackedit, zettlr o editormarkdown, las cuales proporcionan una vista previa con enlaces activos al pegar el contenido de cada bloque de referencias. Se simplifica así el manejo de fuentes y su incorporación en aplicaciones de notas y bases de conocimiento como notion, obsidian o logseq.

Otra razón para optar por el formato HTML son las funciones de accesibilidad y personalización del texto que incorporan los navegadores más utilizados. Esto explica en parte el interés por mantener un cuerpo de texto lo más simple y fluido posible.


Agradecimientos

Una parte de los enlaces y recursos seleccionados procede de búsquedas y consultas para contribuir al debate informado en clase, o en respuesta a preguntas y planteamientos que ampliaban la discusión a otros temas no recogidos en la programación. Es obligado agradecer a quienes, en distintas promociones, participaron activamente en los debates de clase y con su actitud crítica contribuyeron a enriquecer las ideas, opiniones y elementos de información aportados en la sesión.

Agradezco al profesor Enrique Iáñez Pareja, microbiólogo de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada, su interés genuino en analizar y debatir las implicaciones sociales de las biotecnologías, mucho antes de que se consolidara en el ámbito académico el tratamiento especializado de la problemática. La estructura de esta monografía responde, en lo esencial, a la secuencia de contenidos que él mismo se ocupó de impartir durante muchas ediciones del curso M3856121 en el Máster de Biotecnología de la Universidad de Granada.

En Granada, a 7 de octubre de 2023


1. La bioética como dominio interdisciplinar

La bioética constituye un dominio interdisciplinar que aglutina reflexiones, resultados y metodologías de trabajo de las disciplinas que se ocupan de estudiar la vida en todas sus formas, así como de las áreas de conocimiento que estudian el comportamiento humano, su impacto en el medio natural y las transformaciones socio-económicas derivadas del conocimiento aplicado en biotecnología.

Junto con aplicaciones que no resultan socialmente problemáticas por su afinidad con prácticas de mejora y selección habituales en la agricultura tradicional, la biotecnología contemporánea ha desarrollado herramientas para modificar la vida en el nivel genético y controlar a voluntad los procesos reproductivos de plantas y animales, en un contexto de debate intenso sobre sus implicaciones éticas y las dificultades para adaptar los marcos reguladores al ritmo que avanza la investigación y sus posibles aplicaciones en seres humanos o en especies evolutivamente cercanas.

Los desarrollos en biomedicina plantean múltiples cuestiones sobre aspectos básicos de la vida, la identidad y la dignidad humana, con repercusiones socioculturales más amplias que su dimensión ética o legal, como se ha podido comprobar en el debate múltidisciplinar a propósito de las técnicas de clonación, las tecnologías reproductivas o las nuevas posibilidades de mejora funcional y cognitiva.1

La complejidad y coste asociado de las biotecnologías de utilidad clínica (diagnóstico y análisis molecular, tratamiento de enfermedades genéticas con terapia génica somática o germinal, la personalización de tratamientos oncológicos en función de perfiles genéticos individuales, etc.) ha reforzado el papel de la bioética como ámbito adecuado para abordar este tipo de desafíos, que incluyen tanto los criterios de asignación de recursos escasos como la evaluación de tratamientos innovadores para usos no estrictamente terapéuticos.2, 3

Bioética y ciencias sociales aportan elementos clave para entender los contextos socioculturales en los que se toman decisiones controvertidas y se justifican cursos de acción éticamente aceptables o problemáticos, en función no solo de los principios o valores predominantes, sino de cómo la percepción pública de la ciencia y la tecnología ha ido modulando las normas sociales.4, 5

Comprender cómo y por qué la opinión pública cambia y evoluciona a un ritmo muy diferente del que puede constatarse en el ámbito académico o entre la comunidad experta constituye uno de los objetivos de esta monografía.

Mostrar referencias
1. Agar, N. (2004). Liberal Eugenics: In Defense of Human Enhancement. Blackwell Publishing Ltd.
2. Beauchamp, T., & Childress, J. (2013). Principles of biomedical ethics. Oxford University Press.
3. Harris, J. (2003). “In Praise of Unprincipled Ethics”. Journal of Medical Ethics 29 (5): 303–6. https://doi.org/10.1136/jme.29.5.303.
4. Ashcroft, Richard Edmund, Angus Dawson, Heather Draper, y John McMillan (eds., 2007). Principles of Health Care Ethics. 2a ed. Nashville, TN, Estados Unidos de América: John Wiley & Sons.
5. Strand, Roger, and Matthias Kaiser (2015). "Report on Ethical Issues Raised by Emerging Sciences and Technologies." Centre for the Study of the Sciences and the Humanities, University of Bergen. January 23. https://rm.coe.int/168030751d.

1.1. Entre la biotecnología y las ciencias sociales

La bioética se nutre de reflexiones, argumentos y desarrollos teórico-conceptuales de la filosofía, el derecho, la medicina, la biología, la sociología y otras disciplinas. Pero se ocupa también de casos novedosos y problemas complejos, en muchos aspectos ajenos a los que figuran en los manuales y textos de referencia para profesionales de tales materias.

El estudio de los interrogantes o desafíos suscitados por aplicaciones de las tecnologías reproductivas en las últimas décadas seguramente muestra ciertos patrones sobre el curso del debate social, desde que se vislumbran por primera vez nuevas posibilidades hasta que se producen las adaptaciones imprescindibles en el marco regulador y se normaliza el uso de técnicas que resultaban controvertidas en su origen.

Muchos aspectos del debate social sobre las biotecnologías evolucionan lentamente, pero terminan dejando en un trasfondo no problemático desarrollos y aplicaciones que en sus inicios suscitaron un debate intenso (clonación, cultivos transgénicos, terapia génica somática, uso de las pruebas de ADN en contexto forense, etc.).

Una perspectiva de varias décadas muestra también cómo resurgen problemáticas y controversias a medida que el ecosistema científico-tecnológico evoluciona y proporciona nuevas tecnologías para introducir rasgos "de diseño" en la descendencia, por ejemplo, o la mejora en la fiabilidad de ciertos métodos de análisis a gran escala abre la puerta a nuevas formas de discriminación basadas tanto en características genéticas individuales como de grupo.1

La especialización en bioética es posible desde diversas procedencias profesionales y trayectorias académicas. No existe un listado cerrado de disciplinas útiles para contribuir de manera clarificadora a reflexionar sobre casos que suscitan cuestiones éticas novedosas. Algunas corrientes de filosofía aplicada pueden resultar útiles para clarificar aspectos metodológicos o epistémicos esenciales en el debate; pero también pueden ser valiosas aportaciones teóricas y conceptuales de la filosofía moral más cercanas a la metaética que a la bioética clínica. En particular, cuando siguen abiertos los marcos de reflexión y se discute sobre los criterios para adecuar los instrumentos jurídicos y de rendición de cuentas que deben orientar la toma de decisiones en los contextos de actividad profesional de la biomedicina.

La contribución de otras ciencias sociales resulta ineludible para comprender los factores sociales y culturales que conforman las actitudes del público hacia la biotecnología. En eset sentido resultan útiles los instrumentos de sondeo y los datos o resultados proporcionados por diversas empresas (Pew Research Center, INE) e instituciones que disponen de recursos y personal especializado para elaborar informes de percepción pública (eurobarómetros, p. ej.).

Instrumentos de sondeo en Europa
En Europa existen algunas instituciones que realizan funciones similares al Pew Research Center, aunque no necesariamente con el mismo alcance o metodología. Algunas herramientas consolidadas son:

En tanto que aplicación de los conocimientos biológicos al desarrollo de nuevos productos y procesos, la biotecnología incluye una amplia gama de tecnologías y procesos: ingeniería genética, biología sintética, investigación con células troncales, edición de genomas con herramientas como CRISPR-Cas9 y el recurso a la bioinformática para desarrollar nuevos fármacos, entre otros. No está garantizado en prácticamente ningún contexto de uso que solo se exploren sus aplicaciones inequívocamente beneficiosas.

Las mismas herramientas requeridas para desarrollar nuevos tratamientos contra enfermedades, mejorar el rendimiento de los cultivos y crear nuevas fuentes de energía pueden ser puestas al servicio de programas y objetivos incompatibles con el bien común. Un solo caso de mala praxis o aplicación controvertida —la creación de híbridos o quimeras humanas para humanizar órganos de transplante, por ejemplo— puede suscitar actitudes de rechazo y oposición que condicionen la financiación de líneas enteras de investigación prometedora, sobre todo cuando su objetivo es el tratamiento de enfermedades para las que no existen opciones terapéuticas.2, 3

Mostrar referencias
1. Eric T Juengst And Hannah Grankvist (2007). "Ethical Issues in Human Gene Transfer: A Historical Overview". Principles of Health Care Ethics, Second Edition Edited by R.E. Ashcroft, A. Dawson, H. Draper and J.R. McMillan, pp. 794-795.  
2. Lu, Yingfei, Yu Zhou, Rong Ju, y Jianquan Chen (2019). “Human-animal chimeras for autologous organ transplantation: technological advances and future perspectives”. Annals of translational medicine 7 (20): 576–576. https://doi.org/10.21037/atm.2019.10.13.
3. Kano, Mayuko et al. (2022). “Xenotransplantation and interspecies organogenesis: current status and issues”. Frontiers in endocrinology 13. https://doi.org/10.3389/fendo.2022.963282.  

1.2. Debate informado y actores concernidos en la reflexión bioética

La contribución de especialistas en bioética y en ciencias sociales es importante para garantizar un desarrollo ético y socialmente aceptable de la biotecnología y sus aplicaciones. Aparte de contribuir a un debate público informado y riguroso en los aspectos científicos relevantes, la bioética ha sido crucial para identificar modos de arbitrar los intereses genuinos de actores concernidos (pacientes e industria farmacéutica, por ejemplo) y procedimientos de deliberación pública y participación formativa en fases previas a la modificacion del marco regulador.n1

Algunos dominios de problemas y controversias que en los que la bioética ha tenido una aportación decisiva:

  1. La definición de los criterios para determinar la muerte clínica en el contexto de actuaciones para la donación de órganos. El concepto de muerte encefálica (cese irreversible de todas las funciones del cerebro, incluyendo el tronco encefálico) ha facilitado el trasplante de órganos vitales como el corazón o el hígado, lo que ha obligado a gestionar otros aspectos de gran complejidad (el respeto a la voluntad del donante y la familia, la distribución equitativa de los órganos disponibles, la prevención del tráfico ilegal de órganos, etc.).

  2. La regulación de la investigación con células troncales embrionarias. Se han estudiado con detalle los beneficios potenciales de esta investigación para el tratamiento de enfermedades degenerativas como el Parkinson o la diabetes, en un contexto de gran pluralidad en cuanto a referencias normativas referidas a los riesgos de manipular y destruir embriones humanos, incluyendo las consideraciones sobre el estatuto moral del embrión y la identidad personal. Otros aspectos complejos asociados atañen a los criterios para obtener células madre de origen embrionario, el consentimiento informado de los donantes garantizando su origen y destino, o la derivación a procedimientos de clonación y tratamientos lucrativos.

  3. La evaluación de las implicaciones sociales y ambientales de los organismos genéticamente modificados (OGM). La bioética ha contribuido a un debate informado y socialmente participativo, centrado en el análisis pormenorizado de los beneficios y los riesgos de los OGM para la salud humana, la seguridad alimentaria, la biodiversidad y el desarrollo económico. Entre otros aspectos de gran complejidad asociados cabe señalar la dificultad para armonizar los intereses de todos los actores concernidos en el debate, incluyendo agricultores, industria, organizaciones ambientalistas y consumidores.

Un aspecto esencial en la percepción pública de las biotecnologías va ligado a la confianza depositada en el marco legal que regula la actividad investigadora orientada al desarrollo de aplicaciones biotecnológicas, y que garantiza un trato digno a los participantes en ensayos clínicos que podrían beneficiarse de las mismas. Las directrices éticas, sobre el trasfondo de un marco legal disuasorio de las malas prácticas, constituyen un factor decisivo de aceptación pública para líneas de investigación prometedoras. Lo que en su inicio parecían trabas y obstáculos innecesarios para el desarrollo de la investigación, con el tiempo ha resultado ser un componente esencial de la confianza en los sistemas de evaluación incluso de proyectos controvertidos (por ejemplo, algunos que contemplan el uso de herramientas de edición genética y el uso de células procedentes de embriones humanos como parte de la investigación).1

Conferencia de Asilomar sobre el ADN recombinante
Entre las preocupaciones que motivaron las reacciones de especialistas en biología y genética para arbitrar procedimientos de autocontrol eficaces estaba la posibilidad de llevar a cabo experimentos de clonación de ADN recombinante procedente de organismos altamente patógenos. Las recomendaciones resultantes de la conferencia insistían en la necesidad de impedir la clonación de ADN con genes de toxinas, así como experimentos a gran escala con ADN recombinante destinado a crear productos potencialmente dañinos para los seres humanos, animales o plantas. En ausencia de otras garantías y medidas de seguridad eficaces por el momento, el consenso de este colectivo de expertos se decantaba por la prohibición, considerando la gravedad de los riesgos biológicos asociados.

  1. Wright (1986). “Molecular Biology or Molecular Politics? The Production of Scientific Consensus on the Hazards of Recombinant DNA Technology”. Social Studies of Science 16 (4): 593–620. https://doi.org/10.1177/030631286016004003.

Los elementos de calidad en los protocolos y metodologías de investigación que la reflexión bioética ha puesto de relieve tienen además una dimensión económica, puesto que la confianza y la aceptación social de ciertos programas de investigación facilita su traducción en aplicaciones de uso clínico o industrial en sectores de gran peso económico. Las biotecnologías han contribuido al desarrollo de nuevos productos y servicios con niveles altos de empleo y valor añadido. Han sido un factor esencial de desarrollo en los países industrializados, incrementando la productividad del sector agrícola e impulsando nuevas áreas de crecimiento económico sostenible.2, 3, 4

Este potencial científico y económico explica la importancia de una evaluación rigurosa de la biotecnología y sus aplicaciones, incluyendo la dimensión política asociada con la exigencia de justicia y equidad en el acceso a sus beneficios. Reflexión bioética especializada y educación o alfabetización pública convergen en sus objetivos, por lo que el desarrollo y el uso de la biotecnología es una cuestión de política pública.5

Algunos factores sociales y culturales explican las actitudes de colectivos numerosos hacia la biotecnología, así como el efecto de ciertas creencias religiosas, valores morales y narrativas en su comprensión de la naturaleza de la vida humana. No cabe ignorar en el debate especializado cómo tales aspectos influyen en los encuadres, predisposiciones e interpretaciones desde los que ciertos colectivos aceptan o rechazan nuevas aplicaciones y usos de la biotecnología.6

La complejidad de las sociedades industrializadas difícilmente se entiende sin el impacto económico, ambiental, sanitario y educativo de los productos, procesos y servicios proporcionados por la biotecnología. Pero se han multiplicado las ocasiones para generar demandas y expectativas desproporcionadas, junto con riesgos que requieren una regulación jurídica y procesos exigentes de gobernanza política y deliberación ética. La bioética puede aportar elementos para una comprensión crítica e informada de sus beneficios y riesgos potenciales, a escala local o global.7

Mostrar notas y referencias del aptdo.
Notas  
n1. Véanse, al respecto, los detalles de la Conferencia de Asilomar sobre la tecnología del ADN recombinante incluidos en P. Berg, D. Baltimore et al. (1975). “Summary Statement of the Asilomar Conference on Recombinant DNA Molecules”. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America 72 (6): 1981–84. https://doi.org/10.1073/pnas.72.6.1981. Versión en español de la Declaración: https://www.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/sitios_catedras/obligatorias/723_etica2/material/normativas/declaracion_asilomar_sobre_manipulacion_genetica.pdf. La entrada "Conferencia de Asilomar sobre el ADN recombinante", en Wikipedia, precisa el nivel de desarrollo alcanzado en algunos experimentos de alto riesgo y la necesidad de revisar las medidas de contención existentes. https://es.wikipedia.org/wiki/Conferencia_de_Asilomar_sobre_el_ADN_recombinante.  

Referencias
1. McLean, Sheila A. M. (2007). "Law, Ethics and Health Care". Principles of Health Care Ethics, Second Edition Edited by R.E. Ashcroft, A. Dawson, H. Draper and J.R. McMillan, pp. 193-198. 
2. Liobikiene, Genovaite, Tomas Balezentis, Dalia Streimikiene, y Xueli Chen (2019). “Evaluation of Bioeconomy in the Context of Strong Sustainability”. Sustainable Development 27 (5): 955–64. https://doi.org/10.1002/sd.1984.  
3. Arora, Naveen Kumar, y Brahim Bouizgarne, eds. (2022). Microbial BioTechnology for sustainable agriculture volume 1. Singapore: Springer Nature Singapore. https://doi.org/10.1007/978-981-16-4843-4.  
4. WHO (2021). "La OMS publica un nuevo compendio de tecnologías sanitarias innovadoras para la COVID-19 y otras enfermedades prioritarias". 31 de agosto de 2021. https://www.who.int/es/news/item/31-08-2021-who-releases-new-compendium-of-innovative-health-technologies-for-covid-19-and-other-priority-diseases.  
5. OECD (2004). Biotechnology for Sustainable Growth and Development. https://www.oecd.org/science/emerging-tech/33784888.pdf  
6. Moreno, M. (2010). Evolución de la percepción pública de las biotecnologías (1995 - 2005): Alimentos transgénicos, clonación e investigación con células troncales. Grin Verlag, https://doi.org/10.3239/9783640700035 
7. Moreno, M. (2018). "Cambio climático, riesgos ambientales y desafíos para los programas de salud pública: un enfoque de bioética global". Dilémata: revista internacional de éticas aplicadas, año 10, nº 26: 225-238. https://doi.org/10.5281/zenodo.2561198  
Mostrar Estudio sobre la biotecnología (INE, 2021)

INE. Estadística sobre el uso de Biotecnología Año 2021. Datos definitivos. https://www.ine.es/prensa/eub_2021.pdf.


1.3. Antecedentes en la consolidación disciplinar de la bioética

El origen de la bioética se remonta a la segunda mitad del siglo XX, cuando los horrores de los experimentos médicos realizados por el régimen nazi sobre los prisioneros en los campos de concentración motivaron diversas reacciones que se plasmaron en la elaboración del Código de Núremberg (1947), un documento orientado a establecer una serie de principios éticos imprescindibles para garantizar el respecto y la dignidad de los seres humanos que participan en la investigación biomédica.1

No obstante, el alcance inicial del término "bioética" no se limitaba a las implicaciones o garantías para los sujetos de experimentación en contexto clínico. Acuñado por el bioquímico estadounidense Van Rensselaer Potter en 1970 (en su libro Bioethics: Bridge to the Future), su significado era más bien el de una ética global comprometida con la integración del conocimiento científico y los valores humanos en una dinámica de respeto tanto a la vida humana como a la vida no humana y al medio ambiente.2

En varias décadas de contribuciones especializadass, la bioética se ha ocupado de numerosos temas controvertidos relacionados con la salud, la enfermedad, la vida y la muerte (el aborto, la eutanasia, el trasplante de órganos, la clonación, la ingeniería genética, la reproducción asistida, el consentimiento informado, la confidencialidad, la justicia distributiva, el acceso a los recursos sanitarios, la protección de los animales y la biodiversidad, entre otros).

Además de los casos y problemas complejos, en muchos casos inéditos en la práctica clínica, la bioética ha ido incorporando numerosos desarrollos en su marco teórico-conceptual. En una primera fase estuvo más centrada en la elucidación de los principios éticos útiles para orientar la toma de decisiones en los ámbitos de problemas de referencia (donación de órganos, acceso equitativo a recursos costosos, protección de colectivos vulnerables, etc.). Los más conocidos son el principio de autonomía —la obligación de respetar la voluntad y las preferencias de las personas en plenas facultades—; el principio de beneficencia —que busca promover el bienestar de los individuos y las comunidades—; el principio de no maleficencia —para evitar causar daño o sufrimiento innecesario—; y el principio de justicia —para garantizar la equidad y la imparcialidad en los tratamientos y acceso a recursos sanitarios, por ejemplo—.3, 4

La reflexión bioética ha contribuido en otro aspecto de importancia fundamental para la armonización del marco de consenso y estándares éticos internacionales que regula la investigación son sujetos humanos, como ha sido la elaboración de diversos documentos internacionales cuyo contenido establece los consensos éticos alcanzados en diferentes ámbitos como base para la adecuación de la normativa estatal correspondiente. Algunos ejemplos son:

Algunos de estos documentos —la Declaración de Helsinki, p. ej.— han pasado por distintas versiones y procesos de aprobación o refrendo, como parte de una dinámica de adecuación a la evolución de las tecnologías biomédicas y a la aparición de problemas para los que no se tenían referentes ético-normativos.

Mostrar referencias
1. López-Muñoz, F. (2020). El Código de Núremberg: el amanecer de la bioética tras los crímenes del nazismo. https://theconversation.com/el-codigo-de-nuremberg-el-amanecer-de-la-bioetica-tras-los-crimenes-del-nazismo-137492.   
2. Potter, Van Rensselaer (1971). Bioethics: Bridge to the Future. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall. 
3. Beauchamp, Tom L., y James F. Childress (2019). Principles of Biomedical Ethics. 8th ed. New York: Oxford. University Press.
4. Gracia, Diego (1991). Fundamentos de bioética. 2nd ed. Madrid: Eudema.
5. UNESCO (2005). Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos. 
6. Consejo de Europa (1997). Convenio para la protección de los derechos humanos y la dignidad del ser humano con respecto a las aplicaciones de la biología y la medicina: Convenio sobre Derechos Humanos y Biomedicina.
7. Asociación Médica Mundial (1964). Declaración de Helsinki de la AMM - Principios éticos para las investigaciones médicas en seres humanos.  
8. Asociación Médica Mundial (1949). Código Internacional de Ética Médica. https://www.wma.net/es/policies-post/codigo-internacional-de-etica-medica/  
9. Asamblea General de las Naciones Unidas (1948). Declaración Universal de Derechos Humanos. https://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/

1.4. La bioética como garante de derechos en la praxis clínica y en la investigación biomédica

La consolidación disciplinar de la bioética ha contribuido a mejorar los estándares para la toma de decisiones y la formulación de políticas dirigidas al bienestar de los seres humanos en el contexto de la atención médica y la investigación biomédica. Dos áreas críticas donde la bioética ha desempeñado un papel vital conciernen a la gestión de recursos hospitalarios y al trato de sujetos humanos en ensayos clínicos.

Durante el siglo XX se dieron casos de especial complejidad que obligaron a articular nuevos criterios para la distribución de recursos hospitalarios limitados y costosos, como ocurrió con los primeros dispositivos y tratamientos de diálisis. A medida que la tecnología médica avanzada y de alto coste llegaba a las instituciones médicas del mundo desarrollado, personal médico y gestores de recursos hospitalarios se vieron obligados a tomar decisiones sobre qué pacientes recibirían el tratamiento y cuáles no.

Se trataba de decisiones a menudo tomadas por "comités de vida o muerte", cuya actuación fue objeto de intenso escrutinio público y debate ético. El contexto resultó propicio para contribuir al debate informado y riguroso sobre la necesidad de criterios justos y transparentes en la toma de decisiones médicas. Su resultado fue la creación de protocolos y guías de buenas prácticas inspirados en los principios bioéticos fundamentales, como la justicia y la beneficencia.1

Los múltiples episodios de abusos sobre sujetos humanos forzados a participar en experimentos médicos aberrantes, durante y después de la 2ª Guerra Mundial, pusieron de manifiesto el déficit de garantías (y sanciones en caso de mala praxis) en los marcos reguladores de la investigación biomédica. Un caso paradigmático fue el estudio Tuskegee sobre la sífilis, en el que se negó tratamiento a hombres afroamericanos con sífilis sin su conocimiento, a pesar de que existía una cura efectiva. Este estudio y otros similares, donde prevalecía un criterio médico paternalista o se aplicaban estándares éticos cuestionables, instaron a la comunidad internacional a establecer nuevos criterios para mejorar la calidad en los protocolos y estándares aplicados por los comités de evaluación para asegurar un desarrollo ético de la investigación biomédica por parte de los equipos, instituciones y países participantes.2

Los documentos y consensos éticos a nivel internacional plasmados en el Código de Núremberg y en la Declaración de Helsinki son ejemplos del peso que la reflexión bioética ha otorgado al respeto a los derechos humanos, a la autonomía y a la dignidad de los seres humanos que participan en la investigación médica. Replicados y detallados en numerosos documentos de referencia para el derecho internacional, estos principios han sido ratificados y adaptados por muchas organizaciones médicas y de investigación en todo el mundo.

Desde instancias como la UNESCO se han ido adaptando estos principios a nuevas cuestiones éticas suscitadas por el avance posterior de la medicina, las ciencias de la vida y las tecnologías de mayor impacto en los seres humanos, incluyendo aspectos valiosos para otros animales no humanos, la biodiversidad y el medio natural.3, 4, 5

Mostrar referencias
1. Jonsen, Albert R. "The Birth of Bioethics." Oxford University Press, 1998.
2. Reverby, Susan M. "Examining Tuskegee: The Infamous Syphilis Study and its Legacy." The University of North Carolina Press, 2009.
3. "The Nuremberg Code (1947)." BMJ 313.7070 (1996): 1448. https://doi.org/10.1136/bmj.313.7070.1448.  
4. WMA (1964-2013. Declaration of Helsinki – Ethical Principles for Medical Research Involving Human Subjects." World Medical Association.  https://www.wma.net/policies-post/wma-declaration-of-helsinki-ethical-principles-for-medical-research-involving-human-subjects/
5. UNESCO (2006). "Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos." https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000146180_spa.

2. Una introducción a los estudios sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS)

La reflexión bioética ha consolidado diversas líneas de análisis crítico sobre el impacto social de la biotecnología y los beneficios y riesgos asociados. Coincide con los estudios sociales de la ciencia y la tecnología en su interés por analizar escenarios de problemas y evaluar el alcance de los mismos, desde una perspectiva crítica, participativa y democrática. En el debate público sobre las biotecnologías son múltiples los actores y disciplinas concernidas, y en las democracias liberales importan tanto los resultados como el procedimiento seguido para alcanzarlos.

Dado que existen grupos de interés (lobbies) vinculados a la industria y con capacidad para influir en la adecuación del marco regulador a escala estatal o de la Unión Europea, es necesario conocer sus estrategias de presión y redes de intereses, puesto que la aceptación pública de las biotecnologías se sustenta en la credibilidad de los actores e instancias reguladoras responsables de gestionar con independencia y equilibrio los intereses en conflicto.1, 2

A este respecto resultan pertinentes los enfoques teóricos utilizados para evaluar otras aplicaciones tecnológicas, bien recurriendo a los estudios de coste-beneficio para ponderar beneficios y riesgos (ambientales o para la salud humana, por ejemplo) o mediante estimaciones centradas en el principio de precaución y en la simulación de escenarios de riesgo.3

Una evaluación social rigurosa de las biotecnologías y sus aplicaciones debe involucrar una pluralidad de perspectivas metodológicas y marcos de referencia teóricos. Así, el estudio de impacto económico y riesgo ambiental asociado podría requerir un enfoque utilitarista clásico, centrado en criterios de eficiencia y optimización de recursos, mientras que el estudio de prospectiva tecnológica para nuevas aplicaciones en escenarios de incertidumbre podría depender en mayor medida de enfoques centrados en el principio de precaución hasta disponer de evidencia suficiente sobre la seguridad o daño potencial de ciertas aplicaciones. Ambos enfoques son compatibles con el criterio procedimental de búsqueda de consenso entre los actores concernidos y la articulación de procedimientos de análisis y debate participativo.4, 5, 6, 7

En resumen, es importante combinar enfoques y metodologías para estudiar y anticipar impactos de tecnologías y desarrollos con potencial para desencadenar consecuencias irreversibles para la salud humana y el medio ambiente. Esto puede llevarse a cabo mediante enfoques y estudios centrados en la evaluación de la tecnología o producto a utilizar (el uso de pesticidas microbianos y otros productos para las gestión de plagas, p. ej.) o combinando metodologías de los estudios CTS para analizar el contexto amplio de gestión de los recursos donde se materializan las prioridades de la política científica o ambiental (como se indica en el estudio de caso III, centrado en la controversia sobre los intereses a priorizar en la gestión de los recursos hídricos de la reserva natural de Doñana).8

Mostrar referencias
1. CEO (29.03.2021). Uncovered: the biotech industry’s latest lobby tactics to deregulate new GM crops and animals in Europe. https://corporateeurope.org/en/2021/03/uncovered-biotech-industrys-latest-lobby-tactics-deregulate-new-gm-crops-and-animals-europe  
2. David Lim, Katherine Ellen Foley and Lauren Gardner (01/24/2023). The Lobbying $$$ Disclosures Are In — The pharmaceutical industry once again dominates the list of top health lobbying spenders. https://www.politico.com/newsletters/prescription-pulse/2023/01/24/fda-lays-out-vision-for-annual-covid-vaccine-updates-00079091  
3. Guston, David H. (2014). “Understanding ‘Anticipatory Governance’”. Social Studies of Science 44 (2): 218–42. https://doi.org/10.1177/0306312713508669.  
4. Stirling, Andy (2010). “Keep It Complex”. Nature 468 (7327): 1029–31. https://doi.org/10.1038/4681029a.  
5. Brownsword, Roger, y Morag Goodwin (2012). Law in context: Law and the technologies of the twenty-first century: Text and materials. Cambridge, Inglaterra: Cambridge University Press. Ch. 10, pp. 246-268.
6. Liebert, Wolfgang, y Jan C. Schmidt (2010). “Towards a Prospective Technology Assessment: Challenges and Requirements for Technology Assessment in the Age of Technoscience”. Poiesis & Praxis: International Journal of Ethics of Science and Technology Assessment 7 (1–2): 99–116. https://doi.org/10.1007/s10202-010-0079-1.  
7. Cobb, Michael D. (2011). “Creating Informed Public Opinion: Citizen Deliberation about Nanotechnologies for Human Enhancements”. Journal of Nanoparticle Research: An Interdisciplinary Forum for Nanoscale Science and Technology 13 (4): 1533–48. https://doi.org/10.1007/s11051-011-0227-0.  
8. OECD (Dec. 2022). Biotechnology Update. Internal Co-ordination Group for Biotechnology (ICGB), No. 42, pp. 14-16. https://www.oecd.org/chemicalsafety/biotrack/biotech-update-issue-42-december-2022.pdf  
Casos a estudiar

I. ¿Cuánto gasta la industria farmacéutica en cabildeo?

Pharma's 15 biggest lobbyists. January 24th, 2023. https://www.beckershospitalreview.com/pharmacy/pharmas-15-biggest-lobbyists.html

II. ¿Sobremedicación contra el dolor?

Pablo Linde (17 NOV 2023). "No es el fentanilo: las pastillas contra el dolor de las que abusa España se llaman gabapentinoides", El País, https://elpais.com/sociedad/2023-11-17/no-es-el-fentanilo-las-pastillas-contra-el-dolor-de-las-que-abusa-espana-se-llaman-gabapentinoides.html.

III. El plan para legalizar regadíos en Doñana como escenario de confrontación política

  1. José Marcos, Elsa García (14 ABR 2023): La respuesta al cambio climático ha irrumpido de lleno en la precampaña del 28-M. https://elpais.com/espana/2023-04-14/el-plan-para-legalizar-regadios-en-donana-abre-una-nueva-batalla-por-el-medio-ambiente-entre-el-psoe-y-el-pp.html
  2. Daniel Cela, (3/03/2023). Guerra total en Doñana. https://www.eldiario.es/andalucia/guerra-total-donana-moreno-acelera-tramite-ley-ampliar-regadios-gobierno-le-amenaza-tribunales_1_10001365.html
  3. Susana Sarrión, Jose A. Cano (19 FEB 2022). Los regadíos ilegales en Doñana le pueden costar a España millones de euros en fondos europeos. https://www.elsaltodiario.com/donana/regadios-ilegales-donana-coste-millones-euros-fondos-europeos-espana-


2.1. Tipos de análisis en los estudios CTS

Los estudios sobre 'Ciencia, Tecnología y Sociedad' (CTS) son un campo interdisciplinar centrado en analizar el impacto cultural, ético y político del conocimiento científico y las innovaciones tecnológicas. Surgen en la segunda mitad del siglo XX, en respuesta a la relevancia creciente de la ciencia y la tecnología en múltiples sectores de actividad de las sociedades industrializadas. Los importantes reajustes necesarios para garantizar aplicaciones responsables y al servicio del bien común equivalían en la práctica a establecer un nuevo contrato social a la medida del potencial asociado con la I+D de financiación público-privada para contribuir a la riqueza y bienestar de las naciones desarrolladas.1

Los estudios CTS se caracterizan por adoptar una perspectiva crítica y constructiva sobre la ciencia y la tecnología, cuestionando las visiones esencialistas y deterministas que las presentan como entidades neutrales, autónomas y universales. Los estudios CTS enfatizan el carácter social, histórico y contextual de la producción y el uso del conocimiento científico-tecnológico, así como su interacción con los valores, intereses y demandas de los distintos actores sociales.2

Entre otros temas, la literatura CTS se ha ocupado del desarrollo sostenible, la participación pública en la ciencia, la ética de la investigación, la innovación social, la educación científica, la comunicación de la ciencia, los formatos y cauces para evaluar su impacto social, etc. Su metodología de trabajo incorpora elementos procedentes de distintas disciplinas como la historia, la sociología, la filosofía, la economía o la politología:

  1. Análisis histórico: consiste en reconstruir el desarrollo de la ciencia y la tecnología a lo largo del tiempo, atendiendo a los factores sociales, políticos y culturales que influyen en su evolución. Esta metodología permite comprender el origen y el cambio de las ideas científicas y las prácticas tecnológicas, así como sus consecuencias para la sociedad.

  2. Análisis sociológico: consiste en estudiar las estructuras y los procesos sociales que intervienen en la producción y el uso del conocimiento científico-tecnológico. Esta metodología permite analizar el funcionamiento de las comunidades científicas y las instituciones que gestionan la infraestructura de investigación, así como las relaciones entre la ciencia, la tecnología y otros ámbitos de la dinámica social como el mercado, el estado o la cultura.

  3. Análisis filosófico: consiste en examinar los fundamentos epistemológicos, éticos y políticos de la ciencia y la tecnología. Aporta elementos teórico-concepturales útiles para reflexionar sobre los criterios de verdad, validez y objetividad del conocimiento científico-tecnológico, así como sobre los valores, principios y fines que orientan su desarrollo y aplicaciones.

  4. Análisis económico: consiste en evaluar los costes y beneficios de la ciencia y la tecnología para el desarrollo económico y social. Facilita las estimaciones de impacto de la investigación y la innovación en el crecimiento económico, el empleo, la competitividad o el bienestar social.

  5. Análisis político: consiste en explorar las dimensiones políticas de la ciencia y la tecnología, tanto en su producción como en su uso, instancias de gestión y financiación. Este análisis permite identificar los actores e intereses involucrados en las decisiones sobre ciencia y tecnología, así como los déficits y mejoras en los cauces de participación y deliberación democrática pertinentes.3

Varias décadas de trabajo en los estudios CTS han consolidado un campo de investigación imprescindible para comprender mejor la contribución de la ciencia y la tecnología a la dinámica social, cuyos resultados cuestionan las visiones simplistas o acríticas de la actividad científica institucionalizada y han servido para promover una cultura científica más reflexiva e inclusiva.4, 5, 6

Mostrar referencias
1. Jasanoff, Sheila, ed. (2006). States of knowledge: The co-production of science and the social order. Londres, Inglaterra: Routledge.  
2. Marino García, E. et al. (2001). Ciencia, tecnología y sociedad: una aproximación conceptual. OEI. pp. 119-150. https://www.gub.uy/ministerio-educacion-cultura/sites/ministerio-educacion-cultura/files/documentos/publicaciones/ciencia_tecnologia_sociedad.pdf  
2. Latour, B. (2007). Reassembling the social: An introduction to actor-network-theory. Londres, Inglaterra: Oxford University Press.  
3. Bijker, Wiebe E., Thomas P. Hughes, y Trevor Pinch, eds. (2012). The Social Construction of Technological Systems: New Directions in the Sociology and History of Technology. Londres, Inglaterra: MIT Press.  
5. Sismondo, Sergio (2009). An Introduction to Science and Technology Studies. 2a ed. Chichester, Inglaterra: Wiley-Blackwell.  
6. Mitcham, Carl. 2022. Thinking through Technology: The Path between Engineering and Philosophy. Chicago, IL, Estados Unidos de América: University of Chicago Press.

2.2. Metodologías de trabajo en los estudios CTS

Metodología Descripción
Análisis de la construcción social de la tecnología (SCOT) Desarrollada por autores como Bijker y Pinch, se utiliza para analizar cómo los grupos sociales construyen y dan significado a las tecnologías. Considera que las tecnologías no son artefactos neutrales, sino que se forman y modifican a través de procesos sociales.
Teoría Actor-Red (ANT) Propuesta por autores como Bruno Latour, examina cómo los actores humanos y no humanos (incluyendo tecnologías, objetos y conceptos) interactúan en redes complejas para producir resultados científicos o tecnológicos. La ANT se enfoca en la interdependencia de los actores y propone que la ciencia y la tecnología son el producto de estas interacciones.1
Estudios de caso empíricos Los estudios de caso son una metodología común en los estudios CTS para examinar fenómenos científicos y tecnológicos específicos. Pueden incluir entrevistas, observación participante, análisis de documentos, entre otros, para obtener una comprensión detallada del fenómeno de estudio. Los estudios de caso permiten explorar la complejidad y el contexto específico donde la ciencia y tecnología producen transformaciones.
Análisis crítico del discurso (CDA) Referida al uso del lenguaje en la construcción social de la ciencia y la tecnología, para entender cómo estas representaciones influyen en la percepción del público.
Innovación Responsable (RI) RI es una metodología reciente que busca anticipar y reflexionar sobre las implicaciones éticas y sociales de la ciencia y la tecnología. Involucra la participación de diferentes partes interesadas en el proceso de innovación, con el objetivo de orientar la innovación hacia el bien público.2
Estudios de prospectiva social Esta metodología se centra en la anticipación y visualización de futuros posibles y deseables para guiar las decisiones presentes en ciencia y tecnología. Los estudios de prospectiva social buscan facilitar la inclusión de diversas voces y visiones en la construcción de futuros científicos y tecnológicos.3
Evaluación anticipatoria Esta metodología se utiliza para evaluar las implicaciones potenciales y las incertidumbres de las nuevas tecnologías antes de que sean completamente desarrolladas y ampliamente adoptadas. Proporciona una base para la reflexión y la toma de decisiones informadas acerca de las direcciones futuras de la ciencia y la tecnología.

Tabla 1. Fuentes: Para las metodologías de trabajo en la investigación CTS, véase Selin (2008); para innovación responsable y prospectiva, véase Lente, Swierstra y Joly (2017). Los demás aspectos en Rodríguez Alcázar (n.d.) y enlaces recomendados.

Mostrar referencias y enlaces recomendados
Referencias
1. Rodríguez Alcázar, F. J. (n.d). Preprint, digibug - UGR: https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/51170/archivos%20filo%20sur%20preprint.pdf.  
2. Lente, Harro van, Tsjalling Swierstra, y Pierre-Benoît Joly (2017). “Responsible Innovation as a Critique of Technology Assessment”. Journal of Responsible Innovation 4 (2): 254–61. https://doi.org/10.1080/23299460.2017.1326261.
3. Selin, Cynthia (2008). “The Sociology of the Future: Tracing Stories of Technology and Time: The Sociology of the Future”. Sociology Compass 2 (6): 1878–95. https://doi.org/10.1111/j.1751-9020.2008.00147.x.

Enlaces
1. Un caso de estudio de ciencia, tecnología y sociedad. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-81202009000300004.  
2. Técnicas cualitativas y cuantitativas en los estudios CTS. https://sites.google.com/go.ugr.es/bes/bes-txt#h.kmvn60xb1ltv.  
3. Instituciones destacadas en los estudios de impacto social de la ciencia y la tecnología. https://sites.google.com/go.ugr.es/bes/bes-txt#h.bkosbirisy1s.  
Estudios de caso

I. Instrumentalización política del conocimiento sobre la pandemia de COVID-19

1. Introducción

  • Contexto general de la pandemia de COVID-19.
  • Breve descripción de los estudios CTS (Ciencia, Tecnología y Sociedad) y su relevancia.

2. Desarrollo histórico

  • Cronología de eventos significativos donde se evidencia la instrumentalización política del conocimiento sobre COVID-19.
  • Ejemplos de declaraciones y decisiones políticas que contrastan con la evidencia científica.

3. El papel de los estudios CTS

  • Descripción de cómo los estudios CTS pueden arrojar luz sobre la instrumentalización política.
  • Importancia de la intersección entre la ciencia, la tecnología y la sociedad para comprender las decisiones políticas.

4. Liderazgos refractarios al conocimiento científico

  • Análisis de líderes o regímenes que han desestimado la ciencia en sus respuestas a la pandemia.
  • Consecuencias de estas acciones y decisiones en la salud pública y la percepción pública de la ciencia.

5. Conclusión

  • Reflexiones sobre el riesgo que supone la instrumentalización política del conocimiento científico.
  • Relevancia de los estudios CTS para la formulación de políticas basadas en la evidencia.

6. Referencias

  1. Capano, Giliberto, et al. (2020). "Mobilizing Policy (In)Capacity to Fight COVID-19: Understanding Variations in State Responses." Policy and Society 39(3): 285–308. https://doi.org/10.1080/14494035.2020.1787628.
  2. Weible, Christopher M. et al. (2020). “COVID-19 and the Policy Sciences: Initial Reactions and Perspectives”. Policy Sciences 53 (2): 225–41. https://doi.org/10.1007/s11077-020-09381-4.
  3. Hilgartner, Stephen, J. Benjamin Hurlbut, y Sheila Jasanoff. 2021. “Was ‘Science’ on the Ballot?” Science (New York, N.Y.) 371 (6532): 893–94. https://doi.org/10.1126/science.abf8762.
  4. Kropp, Kristoffer (2021). “The EU and the Social Sciences: A Fragile Relationship”. The Sociological Review 69 (6): 1325–41. https://doi.org/10.1177/00380261211034706.
  5. Weible, Christopher M., et al. (2020). "COVID-19 and the Policy Sciences: Initial Reactions and Perspectives." Policy Sciences 53: 225–241. https://doi.org/10.1007/s11077-020-09381-4.
  6. Lewandowsky, Stephan, et al. (2020). "The COVID-19 Pandemic: A Global Natural Experiment Examining the Psychological and Societal Impact of a Novel Infectious Disease." Perspectives on Psychological Science. https://doi.org/10.1177/1745691620966795.
  7. Biddle, Justin, and Kevin C. Elliott. (2019). "Values in Environmental Research: Citizens’ Views of Scientists Who Acknowledge Values." Public Understanding of Science 28(6): 638–653. https://doi.org/10.1177/0963662518822648.

II. ¿Pasa la ciencia por las urnas?

1. Aspectos relevantes

  1. ¿Son útiles las categorías "pro-ciencia" y "anti-ciencia" en el análisis social?
  2. ¿Ayudan a mejorar la calidad de los procesos de deliberación democrática?
  3. ¿Se cuestiona el valor del conocimiento científico, o la autoridad de los expertos para decidir cómo las personas deberían vivir sus vidas?
  4. ¿Se puede decidir responsablemente sin una opinión informada, respaldada por la mejor evidencia disponible?
  5. ¿Pueden los individuos gestionar la incertidumbre mejor que las instituciones estatales?
  6. ¿Son los ataques a la ciencia simplemente la búsqueda de la política por otros medios?
  7. ¿Ayuda la ciencia a equilibrar la responsabilidad colectiva y la libertad individual?
  8. ¿La insistencia en los hechos es útil para evitar el recurso a la violencia y la insurrección?
  9. ¿Cómo se abordan problemas que trascienden fronteras, cuando las recomendaciones científicas chocan con la desinformación política y la falta de transparencia?

2. Referencias

  1. Hilgartner, S. et al. (2021). “Was ‘Science’ on the Ballot?” Science (New York, N.Y.) 371 (6532): 893–94. https://doi.org/10.1126/science.abf8762. | pdf.
  2. Roper, William L. 2022. “Science, Health, and Truth”. Science (New York, N.Y.) 377 (6601): 7–7. https://doi.org/10.1126/science.add6477.
  3. Dryzek, John S., Dianne Nicol, Simon Niemeyer, Sonya Pemberton, Nicole Curato, André Bächtiger, Philip Batterham, et al. 2020. “Global Citizen Deliberation on Genome Editing”. Science (New York, N.Y.) 369 (6510): 1435–37. https://doi.org/10.1126/science.abb5931.
  4. Sclove, Richard E. 1998. “Better Approaches to Science Policy”. Science (New York, N.Y.) 279 (5355): 1283–1283. https://doi.org/10.1126/science.279.5355.1283a.
  5. Jiménez, J. (1/02/2021). El chico de 14 años que consiguió convencer a todos de que prohibir el agua era una buena idea. https://www.xataka.com/ecologia-y-naturaleza/chico-14-anos-que-consiguio-convencer-a-todos-que-prohibir-agua-era-buena-idea-1.

What happens after drinking
Imagen utilizada en la campaña de Nathan Zohner en EE.UU. (1997), a favor de prohibir el agua. Véase: https://www.dhmo.org/.



2.3. Contribuciones destacadas de los estudios CTS

  1. El debate público y la participación formativa en los debates sobre aplicaciones controvertidas de la biomedicina ha sido intenso y fructífero en relación con la tecnología de edición genética CRISPR-Cas9. Desde su descubrimiento y desarrollo para aplicaciones en humanos, CRISPR suscitó grandes expectativas por su potencial para tratar enfermedades genéticas, pero también motivó preocupaciones éticas significativas ante la posibilidad de que algún equipo decidiera utilizar la nueva tecnología de edición genética en la línea germinal humana, con el riesgo de que las modificaciones introducidas pudieran ser transmitidas a las generaciones futuras y justificar de modo directo o indirecto los relatos distópicos sobre las implicaciones del "diseño" o la "ingeniería" de seres humanos a gran escala.1

  2. La reacción en la prensa internacional y en revistas científicas especializadas fue unánime tras el anuncio de que se habían creado los primeros bebés genéticamente modificados en China, en 2018.2 El consenso entre la comunidad bioética mundial fue claro e inequívoco, exigiendo una pausa en la edición de la línea germinal en humanos hasta que se establecieran directrices éticas y de seguridad más claras. Entre otros aspectos, se pusieron de manifiesto los conflictos de interés y la falta de supervisión rigurosa por el comité de ética de la investigación que tendría que haber funcionado con diligencia en la institución a la que pertenecían los investigadores responsables del diseño experimental. Una cuestión fundamental fue la ausencia de pasos intermedios con modelos animales evolutivamente cercanos al ser humano y las omisiones acerca de los riesgos asociados en los formularios y procedimientos de obtención del consentimiento, lo que constituía una grave irregularidad desde el punto de vista de la bioseguridad y la protección de los participantes humanos.3

Junto con especialistas en estudios sociales de la ciencia y la tecnología, el colectivo de bioeticistas ha desempeñado un papel central en el impulso de debates públicos y foros de discusión en todo el mundo para abordar estas cuestiones. El debate al respecto ha salido del ámbito académico, destacando la necesidad de una gobernanza sólida y marcos reguladores que garanticen que la tecnología se utilice de manera ética y responsable. En muchos casos han llevado a la organización de conferencias internacionales que reúnen a científicos, bioeticistas, pacientes y miembros del público general para discutir y formar consensos sobre cómo aplicar los desarrollos de la tecnología de manera ética y socialmente aceptable.

Reacción ante el anuncio de la primera modificación genética de un bebé (China, 2018)

Centenares de científicos chinos firmaron una carta condenando la investigación y explicando que se "oponían de forma total" al procedimiento de He Jiankui.

"Si es verdad, este experimento es monstruoso. La edición genética es experimental y todavía está asociada con mutaciones, con la capacidad de crear un problema genético en la vida de las personas, incluso que se les desarrolle algún tipo de cáncer".

  1. Savulescu, BBC (28 noviembre 2018).4
  1. En relación con el uso de la energía nuclear, por ejemplo, el debate CTS ha puesto de manifiesto sus ventajas en cuanto a eficiencia, bajo impacto en las emisiones de gases de efecto invernadero e independencia de factores climáticos, entre otras, para justificar su aceptación como herramienta esencial para asegurar el desarrollo humano y la independencia energética en las sociedades avanzadas. Pero ha sido el resultado de un largo e intenso debate que sigue abierto en muchos aspectos y, aunque ha contribuido al robustecimiento del marco regulador destinado a garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares y de sus trabajadores, ha puesto de manifiesto problemas sin solución satisfactoria como la generación de residuos radiactivos y el riesgo verosímil de graves accidentes nucleares en instalaciones civiles, además del riesgo específico y creciente derivado de la proliferación de armas nucleares.5, 6

Por la complejidad del debate en su dimensión técnica, ambiental, económica y socio-política, los estudios CTS han contribuido a involucrar a numerosos actores, aparte de la industria, en la evaluación de los beneficios y riesgos de la energía nuclear, con claro reflejo en la evolución del marco regulador, influida por diversos esfuerzos e iniciativas en el ámbito internacional.

  1. Los estudios CTS están teniendo una contribución igualmente decisiva al debate sobre el desarrollo y aplicaciones de la inteligencia artificial. Con la explotación comercial de múltiples servicios (asistentes, sistemas de recomendación, análisis de imágenes en pruebas médicas, grandes modelos de lenguaje para aplicaciones de IA generativa, etc.), el debate social ha puesto bajo escrutinio de público y personas expertas el potencial de las máquinas o sistemas informáticos para realizar tareas que normalmente requieren supervisión e inteligencia humana, con la finalidad de identificar y corregir múltiples sesgos resultantes de los datos, contextos de aprendizaje y metodologías de entrenamiento. El objetivo final de estas contribuciones es evitar que los sesgos y errores de razonamiento o aprendizaje automático tengan un impacto negativo en la toma de decisiones en ámbitos como la educación, la salud, el transporte o la seguridad.7, 8

Por su impacto potencial en casi cualquier sector de actividad humana con carga de trabajo repetitiva y rutinaria, incluyendo las industrias de creación de contenidos, la IA puede contribuir a mejorar la eficiencia, facilitar nuevas opotunidades de innovación, personalización y acceso a servicios e información valiosa. Pero puede repercutir con graves consecuencias en nichos de empleo masivo, y ser utilizada como instrumento para el deterioro de la privacidad, la seguridad o la democracia.9

El enfoque CTS ha resultado útil para identificar prejuicios y sesgos en el diseño de la tecnología que podrían tener consecuencias negativas para ciertas comunidades y colectivos. En un sentido más amplio, el enfoque CTS sobre el desarrollo de la IA ha suscitado un intenso debate interdisciplinar sobre los aspectos éticos, sociales y legales relacionados con la responsabilidad, la autonomía o la dignidad humana en diversos contextos de actividad.10

Mostrar referencias
1. NASEM (2017). "Heritable Genome Editing." Human genome editing: Science, ethics, and governance. National Academies of Sciences Engineering and Medicine, National Academy of Medicine, National Academy of Sciences, y Committee on Human Gene Editing: Scientific, Medical, and Ethical Considerations. 2017. Washington D.C.: National Academies Press. Ch. 5, pp. 11-136. https://doi.org/10.17226/24623.   
2. Santirsonuño, J. (30 dic 2019). Condenado a tres años de cárcel el científico chino que creó los primeros bebés modificados genéticamente. https://elpais.com/elpais/2019/12/30/ciencia/1577710962_002091.html. 
3. Cyranoski, David, y Heidi Ledford (2018). “Genome-Edited Baby Claim Provokes International Outcry”. Nature 563 (7733): 607–8. https://doi.org/10.1038/d41586-018-07545-0.  
4. BBC News (28 noviembre 2018).  Las dudas que genera el anuncio de un científico chino sobre la primera modificación genética de un bebé. https://www.bbc.com/mundo/noticias-46372653.   
5. Jasanoff, Sheila, y Sang-Hyun Kim (2009). “Containing the Atom: Sociotechnical Imaginaries and Nuclear Power in the United States and South Korea”. Minerva 47 (2): 119–46. https://doi.org/10.1007/s11024-009-9124-4.  
6. Winner, Langdon (1991, 2009). La ballena y el reactor. Gedisa Editorial.  
7. O’Neil, Cathy (2016). Weapons of math destruction: How big data increases inequality and threatens democracy. Crown Publishing Group.  
8. Benjamin, Ruha (2019). Race after Technology: Abolitionist Tools for the New Jim Code. Oxford, Inglaterra: Polity Press.  
9. Kaplan, Karl Manheim, Lyric Kaplan (2019). “Artificial Intelligence: Risks to Privacy and Democracy”. 21 Yale J.L. & Tech. 106. https://yjolt.org/artificial-intelligence-risks-privacy-and-democracy.  
10. Eubanks, Virginia (2018). Automating inequality: How high-tech tools profile, police, and punish the poor. Nueva York, NY, Estados Unidos de América: St Martin’s Press.

3. Dilemas éticos y sociales ante las ciencias genómicas

Las ciencias genómicas constituyen un campo de conocimiento interdisciplinar dedicado a cartografiar, secuenciar y analizar genomas completos de organismos. La investigación en este campo involucra técnicas de secuenciación de ADN de alto rendimiento, bioinformática comparativa para ensamblar y analizar genomas, y técnicas de edición genética como CRISPR que permiten la "ingeniería de genomas" (es decir, la clonación y caracterización molecular de genomas completos; también la modificación, inserción o eliminación de bases o genes con relativa precisión), con el objetivo de comprender la estructura, función y evolución de los genomas.1

La importancia de la genómica en biomedicina ha resultado crucial, puesto que proporciona conocimientos fundamentales sobre los componentes moleculares de la vida en todos sus niveles y procesos, posibilitando aplicaciones biomédicas y biotecnológicas de gran impacto. El desarollo de las técnicas de secuenciación y manipulación del ADN en las últimas décadas ha hecho posible un conocimiento más preciso de la estructura y función de los genes, así como su relación con rasgos fenotípicos y enfermedades de los organismos.

"La tecnología del ADN es un término que describe el conjunto de técnicas para obtener, amplificar y manipular fragmentos específicos de ADN. Desde mediados de la década de 1970, el desarrollo de la tecnología del ADN ha revolucionado el estudio de la biología, abriendo muchas áreas de investigación a la investigación molecular. La ingeniería genética, la aplicación de la tecnología del ADN a problemas biológicos, médicos o agrícolas específicos, es ahora una rama bien establecida de la tecnología. La genómica es la extensión última de la tecnología al análisis global de los ácidos nucleicos presentes en un núcleo, una célula, un organismo o un grupo de especies relacionadas."

  1. Griffiths, et al. (2015). Introduction to genetic analysis (11th ed.): p. 352 (trad. propia).

Entre muchas aplicaciones prácticas de las ciencias genómicas destacan los análisis genéticos. Mediante el examen del ADN presente en una muestra biológica se puede obtener información precisa sobre la identidad y parentesco de un individuo, su predisposición a ciertas enfermedades o su respuesta más probable a determinados tratamientos. Esto explica el recurso a los análisis genéticos en contextos cada vez más amplios (para fines médicos, forenses, genealógicos o comerciales, entre otros).2

Dada la naturaleza de la información que proporcionan, los análisis genéticos plantean una serie de dilemas éticos, sociales y legales en los que no resulta sencillo concretar los principios y valores que deben guiar su realización y uso en una variedad de contextos tan amplia como la mencionada. El material genético, por su naturaleza y características, lleva asociado un significado que es a la vez personal, familiar y social. Disponer de este tipo de muestras solo debería hacerse con las máximas garantías de rigor y control en el ámbito profesional que se asocia con otros datos personales de salud.

Los métodos forenses avanzados de análisis de muestras de ADN han evolucionado drásticamente en las últimas décadas, permitiendo una mayor precisión y detalle en la obtención de información a partir de muestras biológicas. A través de técnicas avanzadas de secuenciación y genotipificación, no solo es posible determinar la identidad de un individuo, sino también obtener datos sobre sus ancestros y su ascendencia geográfica. Esto significa que, a partir de una muestra de ADN, los forenses pueden trazar un perfil que indique, con cierto grado de probabilidad, las regiones del mundo de donde provienen los antepasados de un individuo. Esta capacidad puede ser crucial para identificar a personas no identificadas o para corroborar otras pruebas en investigaciones criminales.

Los análisis de ADN también pueden revelar detalles más específicos relacionados con características fenotípicas, como el color de ojos, pelo y piel. Si bien estas predicciones basadas en el ADN no son absolutas, pueden proporcionar probabilidades que orienten las investigaciones. También es posible identificar marcadores genéticos asociados con ciertas enfermedades hereditarias o predisposiciones genéticas a condiciones médicas. Sin embargo, esta información plantea dilemas éticos sobre la privacidad y el uso adecuado de los datos genéticos, especialmente en contextos fuera de la investigación criminal, como en seguros o empleo.

  1. Balding y C. Steele (2015). Weight‐of‐evidence for forensic DNA profiles.3
Mostrar referencias
1. Griffiths, A. J., Wessler, S. R., Carroll, S. B., & Doebley, J. (2015). Introduction to genetic analysis (11th ed.). W.H. Freeman and Company. Ch. 1.1-1.3. 
2. Knoppers, Bartha Maria, Ma’n H. Zawati, y Karine Sénécal (2015). “Return of Genetic Testing Results in the Era of Whole-Genome Sequencing”. Nature Reviews. Genetics 16 (9): 553–59. https://doi.org/10.1038/nrg3960.  
3. Balding, D. J. y C. D. Steele (2015). Weight‐of‐evidence for forensic DNA profiles. Wiley. Ch. 4-5. https://doi.org/10.1002/9781118814512.   

3.1. Disciplinas relevantes en el campo de las ciencias del genoma

Disciplinas Descripción
Genética Molecular Se ocupa del estudio del ADN, el ARN y la forma en que estos ácidos nucleicos influyen en la biología de la célula y del organismo.
Genómica Funcional Estudia la función de los genes y su regulación. Esto incluye el análisis de la expresión génica (transcriptómica), el estudio de las proteínas codificadas por el genoma (proteómica) y el análisis de los productos metabólicos de las células (metabolómica).
Genómica Estructural Se ocupa del estudio de la estructura física del genoma, incluyendo el análisis de la variación estructural como las duplicaciones, deleciones y translocaciones.
Genómica Comparativa Compara genomas entre diferentes especies para entender las similitudes y diferencias, y cómo estos pueden explicar la diversidad biológica y la evolución.
Epigenómica Estudia las modificaciones del ADN y las proteínas asociadas al ADN que no cambian la secuencia de ADN pero que pueden afectar la actividad de los genes.
Genómica de Poblaciones Examina las variaciones genéticas dentro y entre las poblaciones para entender la diversidad genética, la evolución y la adaptación.
Farmacogenómica Investiga cómo las variaciones genéticas en las personas pueden afectar sus respuestas a los medicamentos.
Metagenómica Se ocupa del estudio de los genomas de comunidades microbianas en su totalidad, típicamente en el contexto de muestras ambientales o del microbioma humano.
Paleogenómica Estudia el ADN antiguo recuperado de restos arqueológicos para entender la evolución, la migración y la adaptación en el pasado.

Tabla 2. Fuentes: Griffiths, Doebley y Peichel (2015); 2. Ávila (n.d.); Doudna y Charpentier (2014).1, 2, 3

Mostrar referencias y línea temporal
1. Griffiths, Anthony J. F., John Doebley, y Catherine Peichel (2015). An introduction to genetic analysis. 11a ed. Nueva York, NY: W.H. Freeman. Ch. 1.1-1.3. y pp. 813-832. 
2. Ávila, A. B. (n.d.). ¿Qué son las Ciencias Genómicas? UNAM. https://www.ccg.unam.mx/que-son-las-ciencias-genomicas/. 
3. Doudna, Jennifer A., y Emmanuelle Charpentier (2014). “Genome Editing. The New Frontier of Genome Engineering with CRISPR-Cas9”. Science (New York, N.Y.) 346 (6213): 1258096. https://doi.org/10.1126/science.1258096. 

Timeline sobre el desarrollo de las técnicas de edición genética (cfr. Doudna y Charpentier, 2014):

Timeline - Gene editing


3.2. Aspectos éticos y sociales del análisis genético

  1. El respeto a la autonomía y la necesidad de consentimiento informado de las personas que se someten a un análisis genético o que proporcionan una muestra biológica para ello constituye una garantía ineludible en los procedimientos en contexto clínico. Este criterio se desglosa en múltiples detalles a considerar. Por ejemplo:
  1. La protección de la privacidad y la confidencialidad de la información genética obtenida mediante el análisis plantea otra serie de interrogantes:
  1. La responsabilidad social y la justicia distributiva en el desarrollo y la aplicación de los análisis genéticos exige considerar el contexto amplio de uso y aplicación de los datos genéticos:

Estas cuestiones no tienen una respuesta única ni definitiva de fácil aplicación en los intentos de adecuación del marco legal que regula su uso, si consideramos las distintas culturas de privacidad existentes en los países que más han contribuido a las técnicas de ADN recombinante y a los métodos avanzados de diagnóstico genético. Su rápida evolución explica también las dificultades para promover un debate plural y participativo entre los distintos actores concernidos (científicos, profesionales sanitarios, pacientes, familiares, autoridades e instancias públicas o privadas acreditadas para la realización de tales pruebas, medios de comunicación, etc).1

No resulta sencillo articular un debate abierto sobre métodos y técnicas de gran complejidad, basado en el conocimiento riguroso y actualizado de las ciencias genómicas y sus aplicaciones, así como en los elementos de consenso sobre el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de las personas en la diversidad de contextos políticos y actuaciones profesionales —clínica, pediátrica, forense, aseguradora, etc.— donde este tipo de análisis pueden ser pertinentes.2

Otra cuestión importante es la relativa a la validación, fiabilidad, especificidad y relevancia de los resultados obtenidos con las diversas técnicas forenses, incluyendo el análisis de ADN. En comparación con otras técnicas y metodologías de análisis puestas bajo escrutinio crítico reciente, el estudio de las muestras de ADN constituye una de las herramientas más robustas y mejor respaldadas desde el punto de vista científico. Pero este aspecto no debe distraer la atención de la importancia que tienen para su uso adecuado las cuestiones relativas a la eficiencia, responsabilidad, precisión, privacidad y equidad en los contextos y condiciones habituales de uso forense de las pruebas de ADN.3

Mostrar referencias
1. Chadwick, Ruth (2007). "Pharmacogenomics". Principles of Health Care Ethics, Second Edition. Edited by R.E. Ashcroft, A. Dawson, H. Draper and J.R. McMillan. Ch. 105, pp. 783-788.  
2. Kim, Il-Jin (2017). Cancer Genetics and Genomics for Personalized Medicine. Jenny Stanford Publishing. Ch. 1, 11.  
3. Ram, Natalie (2016). “Inside the Cell: The Dark Side of Forensic DNA”. Journal of Law and the Biosciences 3 (2): 426–35. https://doi.org/10.1093/jlb/lsw012.  

3.3. Descubrimientos accidentales resultantes del análisis genético

El desarrollo de la tecnología genética ha ido ampliando los contextos y campos de aplicación de las capacidades de diagnóstico y análisis basado en muestras de ADN. Al problema de los falsos positivos y la distorsión asociada en la orientación de tratamientos de último recurso para ciertos tipos de cáncer, por ejemplo, se suma la posibilidad nada remota de hallazgos accidentales o incidentales, es decir, descubrimientos no buscados activamente pero que emergen durante el análisis genético.1, 2

En el contexto clínico, los hallazgos accidentales pueden revelar información no solicitada sobre susceptibilidades a enfermedades genéticas, condiciones preexistentes o incluso relaciones de parentesco. Si bien esta información podría ser valiosa y útil para pacientes con antecedentes familiares de síndromes que admiten algún abordaje preventivo, plantea en ocasiones dilemas éticos sobre la obligación de comunicar o no dichos hallazgos, sobre todo en ausencia un tratamientos eficaces o cuando conllevan estigma social. La ampliación del uso de pruebas genéticas a múltiples contextos y servicios suscita inquietudes fundadas sobre el riesgo de discriminación, angustia psicológica o decisiones médicas prematuras e injustificadas como resultado un esquema desacertado de divulgación inapropiada.3, 4

La secuenciación genómica (GS) es ahora una herramienta esencial para evaluar trastornos raros, identificar objetivos terapéuticos en neoplasias y detectar aneuploidías prenatales. Las aplicaciones emergentes, como GS para la detección de portadores antes de la concepción y la detección de predisposición en individuos sanos, se están explorando en entornos de investigación y son utilizadas por miembros del público deseosos de incorporar información genómica en su gestión de la salud. El rápido ritmo de adopción ha creado desafíos para todas las partes interesadas en la GS clínica, desde estandarizar enfoques de interpretación de variantes en laboratorios moleculares clínicos hasta garantizar que los médicos no genetistas estén preparados para nuevos tipos de información clínica.

  1. Green et al. (2015). "Genomic Sequencing in Clinical Practice: Applications, Challenges, and Opportunities." Dialogues in Clinical Neuroscience 17.3: 267-278.

El escenario forense presenta desafíos adicionales. Mientras que el objetivo principal podría ser identificar o exonerar sospechosos, los análisis genéticos pueden revelar información sobre enfermedades hereditarias, parentesco o ancestros, que podrían ser utilizados de manera inapropiada por las autoridades o empleados en decisiones judiciales con consecuencias legales.4, 5

El sector asegurador, por su parte, tendría incentivos para utilizar estos hallazgos con la finalidad de determinar tarifas de primas o elegibilidad para coberturas en función de perfiles genéticos individuales de predisposición a enfermedades. Si un hallazgo incidental sugiere un riesgo elevado de una enfermedad costosa —a partir de información obtenida a propósito de un accidente, por ejemplo—, resulta problemático que las aseguradoras vinculadas al procedimiento saquen provecho del análisis realizado con otra finalidad para lograr ajustes de las primas o negar la cobertura basándose en esa información e interpretada en función solo de sus intereses. Esta dinámica podría llevar a una discriminación de ciertos grupos basada exclusivamente en rasgos genéticos, en lugar de afectar solo aspectos de privacidad y equidad individuales.5, 6

A medida que el análisis genético se vuelve más accesible y se integra en diversos sectores, es esencial establecer directrices claras sobre cómo manejar hallazgos accidentales. La transparencia, el consentimiento informado y la protección contra la discriminación deben ser piedras angulares en la gestión de esta información. Este criterio resulta crucial en el contexto de la investigación biomédica, donde fácilmente coinciden actores que facilitan algún aspecto del proyecto de investigación (en ensayos orientados a la identificación de marcadores para detección temprana de ciertos tipos de cáncer, por ejemplo) y que prestan, al mismo tiempo, servicios médicos o de interés clínico en un contexto social más amplio.7

En las guías de buenas prácticas se suele enfatizar, como criterio ético relevante, la recomendación de revelar solo variantes clínicamente significativas, con consentimiento informado previo sobre posibles hallazgos.8, 9, 10

En investigación criminalística no son infrecuentes las coincidencias accidentales en bases de datos genéticas policiales con parientes de sospechosos. Plantean interrogantes sobre las garantías para la protección de la privacidad en contextos donde las inferencias probabilísticas de culpabilidad son una herramienta más de los procedimientos de investigación. En este campo es obligado extremar las cautelas para evitar acusaciones indebidas o episodios de estigmatización familiar por asociación genética.11

Mostrar referencias
1. Kim, Il-Jin (ed., 2017). Cancer genetics and genomics for personalized medicine. Londres, Inglaterra: Taylor & Francis. Pp:  4, 62, 84.  
2. Green, Robert C., et al. (2015). "Genomic Sequencing in Clinical Practice: Applications, Challenges, and Opportunities." *Dialogues in Clinical Neuroscience* 17.3: 267-278.  
3. Krier, Joel B., y Robert C. Green (2013). “Management of Incidental Findings in Clinical Genomic Sequencing”. Et al [Current Protocols in Human Genetics] 77 (1). https://doi.org/10.1002/0471142905.hg0923s77.  
4. Christenhusz, Gabrielle M. at al. (2013). “To Tell or Not to Tell? A Systematic Review of Ethical Reflections on Incidental Findings Arising in Genetics Contexts”. European Journal of Human Genetics: EJHG 21 (3): 248–55. https://doi.org/10.1038/ejhg.2012.130.  
5. Abrams, Kerry, Brandon L. Garrett (2015). "DNA and Distrust." Notre Dame Law Review 91.2: 757-813. https://scholarship.law.nd.edu/ndlr/vol91/iss2/6.  
6. Murphy, Erin (2006). "The New Forensics: Criminal Justice, False Certainty, and the Second Generation of Scientific Evidence". California Law Review, 95, 721-797. https://ssrn.com/abstract=896128  
7. Joly, Yann et al. (2014). “Life Insurance: Genomic Stratification and Risk Classification”. European Journal of Human Genetics: EJHG 22 (5): 575–79. https://doi.org/10.1038/ejhg.2013.228.  
8. Cléophat, Jude Emmanuel et al. (2021). “Whether, When, How, and How Much? General Public’s and Cancer Patients’ Views about the Disclosure of Genomic Secondary Findings”. BMC Medical Genomics 14 (1). https://doi.org/10.1186/s12920-021-01016-8.  
9. Nicolás, P., Miguel Moreno y Sergio Romeo (2012): "Marco legal y ético", Cap. 3 de la obra Juan. C. Gigudosa, Pablo Lapunzina (coords.) Consenso para la implementación de los Arrays [CGH y SNP-arrays] en la Genética Clínica. Madrid, Instituto Roche, págs. 77-99.  https://doi.org/10.5281/zenodo.2566907.  
10. Bustamante-Aragonés, Ana et al. (2016). “Guía de buenas prácticas en diagnóstico genético preimplantacional”. Medicina reproductiva y embriología clínica 3 (2): 104–11. https://doi.org/10.1016/j.medre.2016.05.002.  
11. Ram, Natalie  et al. (2018). “Genealogy Databases and the Future of Criminal Investigation”. Science (New York, N.Y.) 360 (6393): 1078–79. https://doi.org/10.1126/science.aau1083.  
Estudios de caso

I. Protocolo de comunicación de hallazgos genéticos accidentales

Véase Krier, Joel B., Sarah S. Kalia, y Robert C. Green (2016). “Genomic Sequencing in Clinical Practice: Applications, Challenges, and Opportunities”. Dialogues in Clinical Neuroscience 18 (3): 299–312. https://doi.org/10.31887/dcns.2016.18.3/jkrier.


  1. Flujo de trabajo en secuenciación genómica clínica

  2. Ejemplo de un informe del genoma de MedSeq


II. Aportaciones de la Epigenómica para comprender la modulación de la actividad génica

Introducción y antecedentes

  • Descripción de la epigenómica, su objeto de estudio y la relevancia de entender cómo las modificaciones epigenéticas afectan la actividad de los genes sin cambiar la secuencia de ADN.
  • Descubrimientos clave en el campo de la epigenómica hasta la fecha.
  • Conceptos clave: metilación del ADN, modificación de histonas y ARN no codificante.

Objetivos del estudio

  • Explorar una enfermedad específica asociada a cambios epigenéticos.
  • Estudiar los efectos ambientales en el epigenoma y casos de referencia.

Especificidad metodológica

  • Selección de muestras, técnicas de secuenciación utilizadas, y métodos de análisis de datos.
  • Cómo identificar patrones específicos de modificación epigenética y su relación con la actividad de los genes.

Discusión

  • Cómo interpretar los hallazgos en este campo, su relación con investigaciones previas e implicaciones.
  • Conclusiones acerca de posibles mecanismos subyacentes y sus repercusiones para la biología y la medicina.
  • Análisis heurístico y prospectiva de investigación en el campo de la epigenómica.

Referencias

  1. Li, Yuanyuan (2021). “Modern Epigenetics Methods in Biological Research”. Methods (San Diego, Calif.) 187: 104–13. https://doi.org/10.1016/j.ymeth.2020.06.022.
  2. Handy, Diane E., Rita Castro, y Joseph Loscalzo (2011). “Epigenetic Modifications: Basic Mechanisms and Role in Cardiovascular Disease”. Circulation 123 (19): 2145–56. https://doi.org/10.1161/circulationaha.110.956839.
  3. Bleker, Laura S., Susanne R. de Rooij, Rebecca C. Painter, Anita C. J. Ravelli, y Tessa J. Roseboom (2021). “Cohort Profile: The Dutch Famine Birth Cohort (DFBC)— a Prospective Birth Cohort Study in the Netherlands”. BMJ Open 11 (3): e042078. https://doi.org/10.1136/bmjopen-2020-042078.
  4. Eichenauer, Heike, y Ulrike Ehlert. 2023. “The Association between Prenatal Famine, DNA Methylation and Mental Disorders: A Systematic Review and Meta-Analysis”. Clinical Epigenetics 15 (1). https://doi.org/10.1186/s13148-023-01557-y.
  5. Brannigan, Ross, Antti Tanskanen, Matti O. Huttunen, Mary Cannon, Finbarr P. Leacy, y Mary C. Clarke (2020). “The Role of Prenatal Stress as a Pathway to Personality Disorder: Longitudinal Birth Cohort Study”. The British Journal of Psychiatry: The Journal of Mental Science 216 (2): 85–89. https://doi.org/10.1192/bjp.2019.190.
  6. Hanly, David J., Manel Esteller, y María Berdasco. 2018. “Interplay between Long Non-Coding RNAs and Epigenetic Machinery: Emerging Targets in Cancer?” Philosophical Transactions of the Royal Society of London. Series B, Biological Sciences 373 (1748): 20170074. https://doi.org/10.1098/rstb.2017.0074.
  7. Schaukowitch, K., y T-K Kim. 2014. “Emerging Epigenetic Mechanisms of Long Non-Coding RNAs”. Neuroscience 264: 25–38. https://doi.org/10.1016/j.neuroscience.2013.12.009.
  8. Soci, Ursula P. et al. (2017). “Exercise training and epigenetic regulation: Multilevel modification and regulation of gene expression”. En Advances in Experimental Medicine and Biology, 281–322. Singapore: Springer Singapore. https://doi.org/10.1007/978-981-10-4304-8_16.
  9. Peral-Sanchez, Irene, Batoul Hojeij, Diego A. Ojeda, Régine P. M. Steegers-Theunissen, y Sandrine Willaime-Morawek (2021). “Epigenetics in the Uterine Environment: How Maternal Diet and ART May Influence the Epigenome in the Offspring with Long-Term Health Consequences”. Genes 13 (1): 31. https://doi.org/10.3390/genes13010031.

Maternal exposure to environmental factors, diet changes, genetic background, and other parameters such as lifestyle, can affect the development of the foetus from the first stages of pregnancy and compromise the health of the offspring later in life.

Créditos de la imagen: Peral-Sánchez et al. (2021): p. 14. https://doi.org/10.3390%2Fgenes13010031.


Mostrar "Guía de preferencias para divulgación de resultados secundarios de la genómica clínica"

"Preferences regarding the disclosure of secondary findings from clinical genomics. Discussion Guide".

  1. Cléophat, Dorval, M., El Haffaf, Z. et al. (2021). "Whether, when, how, and how much? General public’s and cancer patients’ views about the disclosure of genomic secondary findings". BMC Med Genomics 14, 167. https://doi.org/10.1186/s12920-021-01016-8.

4. Terapias génicas y manipulación de la línea germinal humana

Desde antes de los primeros ensayos con protocolos de terapia génica (TG) en los años noventa, era obvio el potencial de la ingeniería genética para revolucionar el tratamiento de muchas enfermedades cuya base genética era bien conocida. El abordaje de terapia génica puede utilizarse para neutralizar o corregir defectos genéticos que causan enfermedades hereditarias (finalidad terapéutica) o para introducir nuevos genes que puedan proteger contra enfermedades adquiridas (finalidad preventiva y de mejora).1, 2, 3

La TG en células somáticas está presente en una amplia variedad de ensayos clínicos. Por definición, las células somáticas contribuyen a la estructura y funcionalidad de los diversos tejidos en un organismo, sin que los efectos de los cambios realizados en este tipo de células puedan ser heredados por las generaciones futuras. Aunque en la última década se han constatado progresos considerables en los intentos de aplicación clínica de la terapia génica para tratar múltiples enfermedades monogénicas desde su raíz causal, lo cierto es que pocos ensayos clínicos en este campo han pasado las fases iniciales, por lo que el repertorio de tratamientos seguros derivados de esta tecnología continúa siendo muy limitado.4, 5

Los enfoques técnicos existentes para la terapia génica se basan en los resultados de una amplia investigación de laboratorio sobre células individuales y en organismos no humanos, estableciendo los medios para añadir, eliminar, silenciar o modificar genes en células u organismos vivos. Es obvio que las perspectivas de futuras aplicaciones de la TG se han visto muy favorecidas por las mejoras en los métodos de edición del genoma, en particular el desarrollo de herramientas de edición basadas en nucleasas.6

Un obstáculo importante ha sido conseguir la entrega segura y en la región precisa del material genético, en las células específicas objetivo del ensayo. Los vectores virales usualmente utilizados para el transporte de genes al tejido diana pueden desencadenar respuestas inmunológicas adversas. Así ocurrió en 1999, cuando el estadounidense Jesse Gelsinger, de 18 años y enfermo de déficit de ornitina transcarbamilasa, participó en un ensayo clínico liderado por el Dr. James M. Wilson. Jesse Gelsinger falleció cuatro días después por fallo multiorgánico, causado por una violenta respuesta inmunitaria al vector derivado de adenovirus utilizado en el tratamiento.7, 8

Otros problemas derivan de la integración del gen terapéutico en el genoma del huésped. La inserción en una ubicación no deseada podría interrumpir la acción de otros genes esenciales o activar genes reguladores o promotores del desarrollo de cáncer. A esto hay que añadir la dificultad para conseguir que el gen terapéutico se exprese al nivel correcto y durante el tiempo necesario, sin causar efectos no deseados. Y los problemas asociados con la variabilidad genética entre pacientes, lo que complica la regularidad del efecto potencial entre pacientes con ligeras diferencias en regiones clave de su genoma. Pese a estas dificultades, se están dando avances que, bajo ciertas circunstancias, explican la aprobación de algunos tratamientos recientes de TG contra alguna forma de ceguera heredada, hemofilia y casos de atrofia muscular espinal; también contra algunos tipos de inmunodeficiencia combinada grave. Menos probable es el desarrollo de tratamientos efectivos contra enfermedades multigénicas como el cáncer, la diabetes, la enfermedad cardiovascular (la aterosclerosis, en particular).9, 10

Pero se están ensayando estrategias prometedoras para introducir, con distintos tipos de vectores virales, genes inductores de muerte celular programada (apoptosis), inhibición del crecimiento tumoral, estimulación del sistema inmunitario o sensibilización a tratamientos convencionales (quimioterapia o radioterapia) en las células cancerosas del paciente. El objetivo puede variar, ya sea aumentando la supervivencia de los pacientes o logrando la eliminación y control total del tumor.11, 12, 13, 14, 15, 16, 17

La aplicación más controvertida de la terapia génica es la dirigida a la edición de la línea germinal, es decir, la que tiene como objetivo la modificación del ADN de las células reproductoras (y el riesgo asociado de transmitir la modificación a la descendencia). La alta probabilidad de consecuencias no deseadas, con las tecnologías disponibles, y el recurso a estas técnicas en contextos no terapéuticos, suscita preocupación por las cuestiones éticas que conlleva la perspectiva de posibilitar programas de elección de características sin relevancia médica en la descendencia, con técnicas de alto riesgo a las que no pueden dar su consentimiento quienes sufrirían las consecuencias. Este horizonte de posibilidades no es considerado compatible con la dignidad humana en la mayor parte de los países con capacidad para desarrollar investigación biomédica avanzada. Pero es obvio que para algunas enfermedades genéticas, y bajo criterios preventivos de salud pública en contextos muy específicos, podría ser un abordaje eficaz.18, 19, 20

Los programas que incluyen diseños de terapia génica en línea germinal no pueden eludir los antecedentes del debate social sobre la eugenesia y el tipo de ingeniería social que los movimientos eugenésicos lograron introducir en la agenda política de muchos países desarrollados, en la primera mitad del siglo XX. Si con tecnologías verdaderamente rudimentarias se llegó a normalizar el deseo de mejorar la descendencia en rasgos como la inteligencia o la capacidad atlética, cabe imaginar un horizonte de igual o mayor complejidad con tecnologías mucho más precisas y sobre un trasfondo de conocimiento más extenso sobre la relación entre perfiles genéticos y rasgos fenotípicos interesantes bajo múltiples criterios no estrictamente terapéuticos. En Europa y Estados Unidos son múltiples los obstáculos (prohibición, en la práctica) para investigar con programas de terapia génica en la línea germinal. Pero es obvio que los marcos reguladores deben ser revisados y actualizados a medida que evoluciona la tecnología, puesto que para ciertos casos el umbral de seguridad y beneficio asociado no parece muy lejano.21, 22

Mostrar referencias
1. Wivel, Nelson A. (1994). “Gene Therapy: Molecular Medicine of the 1990s”. International Journal of Technology Assessment in Health Care 10 (4): 655–63. https://doi.org/10.1017/s0266462300008230.  
2. Fliesler, Nancy  (Dec. 22, 2020). After decades of evolution, gene therapy arrives. https://answers.childrenshospital.org/gene-therapy-history/.  
3. Naam, Ramez (July 3, 2005). 'More Than Human'. The New York Times. https://www.nytimes.com/2005/07/03/books/chapters/more-than-human.html.  
4. Reeves, R. (2016). Second gene therapy wins approval in Europe. BioNews, Issue 854. http://www.bionews.org.uk/page_656625.asp. 
5. Mullin, E. (2016). Despite the hype over gene therapy, few drugs are close to approval. MIT Technology Review, September 29. https://www.technologyreview.com/s/602467/despite-the-hype-over-gene-therapy-few-drugs-are-close-to-approval.
6. Doudna, Jennifer A., y Emmanuelle Charpentier (2014). “Genome Editing. The New Frontier of Genome Engineering with CRISPR-Cas9”. Science (New York, N.Y.) 346 (6213): 1258096. https://doi.org/10.1126/science.1258096.  
7. Rinde, Meir (June 4, 2019). The Death of Jesse Gelsinger, 20 Years Later. Science History Institute. https://www.sciencehistory.org/stories/magazine/the-death-of-jesse-gelsinger-20-years-later/.  
8. Check, Erika (2002). “A Tragic Setback”. Nature 420 (6912): 116–18. https://doi.org/10.1038/420116a. 
9. Van-Assche, Tim, Veronique Huygelen, Mark J. Crabtree, y Charalambos Antoniades (2011). “Gene Therapy Targeting Inflammation in Atherosclerosis”. Current Pharmaceutical Design 17 (37): 4210–23. https://doi.org/10.2174/138161211798764799.  
10. Cao, Genmao, Xuezhen Xuan, Ruijing Zhang, Jie Hu, y Honglin Dong. (2021). “Gene therapy for cardiovascular disease: Basic research and clinical prospects”. Frontiers in cardiovascular medicine 8. https://doi.org/10.3389/fcvm.2021.760140.  
11. Dunbar, Cynthia  et al. (2018). “Gene Therapy Comes of Age”. Science (New York, N.Y.) 359 (6372). https://doi.org/10.1126/science.aan4672.   
12. Pupo, Amaury et al. (2022). “AAV Vectors: The Rubik’s Cube of Human Gene Therapy”. Molecular Therapy: The Journal of the American Society of Gene Therapy 30 (12): 3515–41. https://doi.org/10.1016/j.ymthe.2022.09.015.  
13. Sui, Hongshu et al. (2022). “Gene therapy for cystic fibrosis: Challenges and prospects”. Frontiers in pharmacology 13. https://doi.org/10.3389/fphar.2022.1015926.  
14. Suzuki, Naoki et al. (2023). “Genetics of Amyotrophic Lateral Sclerosis: Seeking Therapeutic Targets in the Era of Gene Therapy”. Journal of Human Genetics 68 (3): 131–52. https://doi.org/10.1038/s10038-022-01055-8.  
15. Falabella, Micol (2022). “Gene Therapy for Primary Mitochondrial Diseases: Experimental Advances and Clinical Challenges”. Nature Reviews. Neurology 18 (11): 689–98. https://doi.org/10.1038/s41582-022-00715-9.  
16. Charlesworth, Carsten T. et al. (2022). “Immunological Barriers to Haematopoietic Stem Cell Gene Therapy”. Nature Reviews. Immunology 22 (12): 719–33. https://doi.org/10.1038/s41577-022-00698-0.  
17. Wacker, Bradley K. et al. (2017). “Local Vascular Gene Therapy with Apolipoprotein A-I to Promote Regression of Atherosclerosis”. Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology 37 (2): 316–27. https://doi.org/10.1161/atvbaha.116.308258.  
18. Harsij, Zohreh, Zahra Ghafoorzadeh, y Elahe Goharian (2024). “The CRISPR Revolution: Unraveling the Mysteries of Life’s Genetic Code”. Gene 892 (147870): 147870. https://doi.org/10.1016/j.gene.2023.147870.  
19. Ma, Hong et al. (2017). “Correction of a Pathogenic Gene Mutation in Human Embryos”. Nature 548 (7668): 413–19. https://doi.org/10.1038/nature23305.  
20. Gyngell, Christopher, Thomas Douglas, y Julian Savulescu (2017). “The Ethics of Germline Gene Editing”. Journal of Applied Philosophy 34 (4): 498–513. https://doi.org/10.1111/japp.12249.  
21. National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. (2017). Human genome editing: Science, ethics, and governance. Washington, DC: The National Academies Press. Pp. 111-162.  
22. Greely, Henry T. (2019). “Human Germline Genome Editing: An Assessment”. The CRISPR Journal 2 (5): 253–65. https://doi.org/10.1089/crispr.2019.0038.  
Caso a estudiar

¿Quién representa los intereses de las generaciones futuras en los ensayos con terapia génica germinal?

Introducción y antecedentes

  • Objetivos de los ensayos actuales con TG en línea germinal.
  • Potencial y limitaciones actuales de la técnica.
  • Estimación del riesgo de mutaciones no deseadas y consecuencias.
  • La mejora asociada con el uso de nuevas herramientas de edición genética como CRISPR-Cas9.

Riesgo Desproporcionado

  • ¿Hay elementos para deducir que la TG en línea germinal ha superado su etapa experimental?
  • ¿Ha quedado demostrado su potencial, especificidad y validez en modelos animales?
  • ¿Es aceptable el riesgo asociado para su aplicación en humanos?
  • ¿Qué garantías y opciones existen para evitar las mutaciones fuera del objetivo, y sus efectos o cambios genéticos perjudiciales en el contexto del genoma humano completo?

Representación de Generaciones Futuras

  • Modificar la línea germinal plantea supone abrir una línea de actuaciones y decisiones que afectarán a generaciones que aún no han nacido y, por lo tanto, no pueden dar su consentimiento ni expresar sus preferencias. ¿Cómo representamos adecuadamente los intereses de estos individuos futuros en el debate actual?
  • ¿Existe una probabilidad verosímil de que un riesgo adverso derivado de TG pueda persistir en la población durante generaciones? ¿Qué herramientas comparativas utilizar?

Conclusión

  • Consideración reflexiva de beneficios y riesgos asociados.
  • ¿Qué elementos debería incluir un marco ético adecuado?
  • ¿Qué esquema de participación de actores concernidos sería deseable?

Referencias

  1. Knoppers, Bartha Maria, y Erika Kleiderman (2019). “Heritable Genome Editing: Who Speaks for ‘Future’ Children?” The CRISPR Journal 2 (5): 285–92. https://doi.org/10.1089/crispr.2019.0019.
  2. Lander, Eric S. et al. (2019). “Adopt a Moratorium on Heritable Genome Editing”. Nature 567 (7747): 165–68. https://doi.org/10.1038/d41586-019-00726-5.
  3. Cavaliere, Giulia (2017). “A 14-Day Limit for Bioethics: The Debate over Human Embryo Research”. BMC Medical Ethics 18 (1). https://doi.org/10.1186/s12910-017-0198-5.
  4. Moreno Muñoz, M. (2021): "Perspectiva crítica sobre la aplicación en humanos de sistemas CRISPR/Cas de edición genética". Cap. 2, en F. Lara y J. Savulescu (eds.), MÁS (QUE) HUMANOS: Biotecnología, inteligencia artificial y ética de la mejora. Madrid, Tecnos, págs. 43-61.


4.1. La clonación reproductiva: riesgos y marco regulador

La clonación reproductiva es un procedimiento técnico dirigido a conseguir la reproducción asexual de un individuo mediante transferencia nuclear de células somáticas (es decir, introduciendo en un óvulo enucleado el núcleo de una célula somática, con su dotación genética completa, obtenida del individuo que se quiere clonar). El óvulo así modificado se activa eléctrica o químicamente para que se divida y pueda ser implantado en el útero de una madre sustituta, donde se desarrolla hasta el nacimiento. Fue el método utilizado por Ian Wilmut para crear la oveja Dolly en 1996, el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta.1

No obstante, conviene disponer de cierta perspectiva sobre el recurso a la clonación como técnica de laboratorio. El procedimiento tiene muchas más aplicaciones en investigación que las asociadas con la noción popular de replicar organismos completos. En un contexto de laboratorio, quienes se dedican a la investigación asocian la clonación con el proceso de copiar (o clonar) moléculas individuales, células o fragmentos de ADN, con numerosas aplicaciones de gran potencial en investigación biomédica. Por ejemplo:

  1. Clonación molecular, para crear copias exactas de segmentos de ADN. Cuando interesa estudiar el efecto de un gen específico, se insertaría ese fragmento de ADN en una molécula portadora (vector), y esta se introduciría en una bacteria. Al reproducirse la bacteria, también lo hace el gen correspondiente al fragmento de ADN insertado, creando múltiples copias (lo que facilita la observación del efecto asociado).

  2. Producción de proteínas: Una vez clonado el gen de interés, las células bacterianas (en otros casos, células de levadura; o de mamífero) pueden ser cultivadas o tratadas para producir la proteína que ese gen codifica. Mediante esta técnica se producen muchas proteínas esenciales en medicina hoy, como la insulina.

  3. Investigación genética: La clonación de genes específicos permite procesos ulteriores de manipulación para entender mejor su función, por ejemplo alterando algunos nucleótidos del gen para comprobar cómo afecta la modificación a la función de una proteína o al desarrollo de un ratón u otro organismo modelo.

  4. Terapia génica: En contexto traslacional (es decir, para el desarrollo de tratamientos de eventual aplicación clínica), puede resultar útil clonar una versión funcional de un gen defectuoso, introducirlo en un cultivo celular e intentar diversos tipos de modificaciones de carácter experimental, orientadas a tratar o curar una enfermedad genética para la que no existen opciones terapéuticas. Aunque la técnica tiene un enorme potencial, continúa en fases experimentales para muchas enfermedades. Y se enfrenta al obstáculo que supone el contexto de expresión del gen en un organismo completo, diferente del utilizado en laboratorio.

  5. Investigación con células troncales: Mediante clonación se pueden obtener líneas de células troncales genéticamente idénticas al individuo objeto del tratamiento. Por diversos procedimientos y controlando la expresión de unos pocos genes pueden ser inducidas a diferenciarse en diferentes tipos de tejidos, lo que abre la posibilidad a múltiples aplicaciones en trasplantes y medicina regenerativa.

  6. Conservación de especies: Consiste en utilizar la clonación reproductiva como último recurso para conservar especies en peligro de extinción, o a partir de muestras de individuos de una especie ya desaparecida, insertando el óvulo con el núcleo de la especie a clonar en una hembra de otra especie evolutivamente cercana. De ser una técnica eficiente, podría utilizarse para incrementar la diversidad genética de poblaciones pequeñas.

Estas aplicaciones bastan para entender que la clonación es una herramienta valiosa en biotecnología y en investigación biomédica, ya que permite manipular y estudiar genes y proteínas a un nivel detallado, propiciando importantes avances en biología fundamental y en biología del desarrollo.2

La clonación terapéutica o de investigación interrumpe el desarrollo del embrión más allá de la fase en la que puede observarse el efecto biológico buscado. Una de sus aplicaciones es la obtención de células pluripotentes, o en diversos estados de diferenciación.3, 4

Mostrar referencias
1. Wilmut, I., A. E. Schnieke, J. McWhir, A. J. Kind, y K. H. Campbell (1997). “Viable Offspring Derived from Fetal and Adult Mammalian Cells”. Nature 385 (6619): 810–13. https://doi.org/10.1038/385810a0.  
2. Green, Michael R., y Joseph Sambrook (2012). Molecular Cloning: A Laboratory Manual. 4a ed. Nueva York, NY, Estados Unidos de América: Cold Spring Harbor Laboratory Press. https://www.cshlpress.com/pdf/sample/2013/MC4/MC4FM.pdf.  
3. Wilmut, Ian (2004). “Human Cells from Cloned Embryos in Research and Therapy”. BMJ 328 (7437): 415–16. https://doi.org/10.1136/bmj.328.7437.415.  
4. Watanabe, Naomi, Michiko Hirose, Ayumi Hasegawa, Keiji Mochida, Atsuo Ogura, y Kimiko Inoue (2023). “Derivation of Embryonic Stem Cells from Wild-Derived Mouse Strains by Nuclear Transfer Using Peripheral Blood Cells”. Scientific Reports 13 (1). https://doi.org/10.1038/s41598-023-38341-0.  

4.2. Un difícil balance entre riesgos y beneficios

Incluso para fines como la preservación de especies en peligro de extinción, la reproducción asistida de personas infértiles o con enfermedades genéticas cuya transmisión a la descendencia se quiere evitar, los procedimientos actuales de clonación conllevan una serie de riesgos y limitaciones (baja eficiencia; pérdida de diversidad genética; efectos desconocidos a largo plazo en la salud de los clones, entre otros) que dificultan la normalización de su empleo con fines reproductivos. No puede excluirse de entrada que, bajo ciertas circunstancias en la casuística de los programas de investigación biomédica, por la alta demanda de órganos para trasplantes o por otras razones, el recurso a la clonación reproductiva pueda pasar el filtro de algún comité de ética de la investigación en los países con un marco regulador menos restrictivo. Pero la clonación reproductiva plantea una serie de cuestiones éticas y jurídicas que han generado un intenso debate a escala mundial.

Desde el punto de vista legal, se han propuesto objeciones basadas en una supuesta violación de la dignidad y los derechos humanos de los clones, involucrados sin su consentimiento en procesos de mercantilización de la vida humana que, en muchos aspectos, resultan ajenos a las intuiciones comunes sobre medios aceptables para materializar el deseo de descendencia.1

Artículo 11
No deben permitirse las prácticas que sean contrarias a la dignidad humana, como la clonación con fines de reproducción de seres humanos. Se invita a los Estados y a las organizaciones internacionales competentes a que cooperen para identificar estas prácticas y a que adopten en el plano nacional o internacional las medidas que corresponda, para asegurarse de que se respetan los principios enunciados en la presente Declaración.

UNESCO (1997). Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos.

En realidad, muchas de estas objeciones están desplazadas a posibilidades en escenarios extremos, de características distópicas o bajo gobiernos autoritarios. Tales especulaciones no deberían considerarse absurdas e inverosímiles, puesto que en muchos casos la realidad de los abusos posibles con otras tecnologías supera a la ficción; pero sirven de poco para entender los riesgos y ventajas reales de las técnicas de clonación en su fase actual de desarrollo.2, 3

Tampoco resultan verosímiles los supuestos programas de producción en masa de individuos clonados con características favorables para ciertos propósitos corporativos o estatales. Dado que los intentos de mejorar la eficacia de las técnicas de clonación reproductiva en humanos necesitarían el recurso éticamente inaceptable a humanos que podrían ser dañados, no es previsible que la baja eficacia de la técnica (difícilmente supera el 2% de los intentos) facilite su estandarización en el medio plazo.

Esto se debe, en gran medida, al efecto de la reprogramación epigenética aberrante, el factor causal más probable del fracaso del desarrollo de los embriones clonados y de anomalías en la descendencia clonada. Un problema sin solución satisfactoria hasta la fecha, pese el intenso trabajo de varios grupos de investigación ensayando estrategias para evitar —en los protocolos de transferencia nuclear de células somáticas (SCNT)— la reprogramación epigenética anormal mediante la modulación de la metilación del ADN y las modificaciones de histonas; y la sobreexpresión o represión de genes relacionados con diversos estadios del desarrollo de los embriones, entre otros obstáculos.4, 5

Son las consideraciones de seguridad y eficacia técnica, en definitiva, el principal obstáculo para la aceptación ética y legal de la clonación reproductiva en humanos. Los embarazos tras la implantación del óvulo clonado conllevan mayores riesgos de salud que la reproducción natural para las gestantes. La probabilidad de defectos congénitos y alteraciones epigenéticas que acortan la longevidad de los clones es significativamente alta. Y parte del objetivo del programa de clonación queda en cierta medida comprometido por la interacción entorno-genoma durante el desarrollo, lo que induce cambios en los clones con efecto potencial en rasgos psicológicos y conductuales. Si añadimos la consideración económica por el alto coste del procedimiento para que se desarrolle con las mayores garantías posibles, se hace realmente difícil imaginar un contexto verosímil de aceptación, excluidas situaciones muy específicas de la casuística en la investigación biomédica de carácter experimental.6, 7

Por último, es importante considerar hasta qué punto las preocupaciones sobre seguridad y eficacia de la técnica refuerzan o amplifican las objeciones de tipo pragmático, que incluyen cierta desconfianza de las instancias reguladoras para supervisar el seguimiento de las normas y guías de buenas prácticas en la diversidad de contextos, públicos y privados, donde se desarrolla la investigación biomédica. Sobre todo en la delgada línea que separa la finalidad terapéutica de la mejora, y donde se materializan otras preocupaciones sobre la instrumentalización de la vida humana.8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16

Mostrar referencias
1. Jones, D. Gareth and Kerry A. Galvin (2007): "Human Reproductive Cloning" (102). Principles of Health Care Ethics, 2nd. Ed. R.E. Ashcroft, A. Dawson, H. Draper and J.R. McMillan (eds.). John Wiley & Sons, Ltd: 759-765.  
2. Chesney, Robert, y Danielle Keats Citron (2018). “Deep Fakes: A Looming Challenge for Privacy, Democracy, and National Security”. SSRN Electronic Journal. https://doi.org/10.2139/ssrn.3213954.  
3. Alberts, Bruce, Alexander Johnson, Julian Lewis, David Morgan, Martin Raff, Keith Roberts, y Peter Walter (2017). Molecular biology of the cell. Editado por John Wilson y Tim Hunt. W.W. Norton & Company. Ch. 5, 7 (y pp. 501-503).  
4. Srirattana, Kanokwan, Masahiro Kaneda, y Rangsun Parnpai (2022). “Strategies to Improve the Efficiency of Somatic Cell Nuclear Transfer”. International Journal of Molecular Sciences 23 (4): 1969. https://doi.org/10.3390/ijms23041969.  
5. Niemann, Heiner, X. Cindy Tian, W. Allan King, y Rita S. F. Lee (2008). “Epigenetic reprogramming in embryonic and foetal development upon somatic cell nuclear transfer cloning”. Reproduction 135 (2): 151–63. https://doi.org/10.1530/rep-07-0397.  
6. UNESCO (2005). Human cloning: ethical issues. SHS.2006/WS/19. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000135928?locale=es  
7. Tian, X., Chikara Kubota, Brian Enright, y Xiangzhong Yang (2003). Reproductive biology and endocrinology: RB&E 1 (1): 98. https://doi.org/10.1186/1477-7827-1-98.  
8. Annas G, Andrews L, Isasi R. (2002). Protecting the endangered human: toward an international treaty prohibiting cloning and inheritable alterations. Am J Law Med., 28(2–3):151–78.  
9. Jedwab, Abbie, Danya F. Vears, Cheryl Tse, y Christopher Gyngell (2020). “Genetics Experience Impacts Attitudes towards Germline Gene Editing: A Survey of over 1500 Members of the Public”. Journal of Human Genetics 65 (12): 1055–65. https://doi.org/10.1038/s10038-020-0810-2.  
10. Juengst, E. T. (1997). “Can Enhancement Be Distinguished from Prevention in Genetic Medicine?” The Journal of Medicine and Philosophy 22 (2): 125–42. https://doi.org/10.1093/jmp/22.2.125.  
11. Lei, Ruipeng,  and Renzong Qiu (Jan. 4, 2020). Chinese bioethicists: He Jiankui's crime is more than illegal medical practice. https://www.thehastingscenter.org/chinese-bioethicists-he-jiankuis-crime-is-more-than-illegal-medical-practice/.  
12. Heyden, M. A. G. van der, T. van de Derks Ven, y T. Opthof (2009). “Fraud and Misconduct in Science: The Stem Cell Seduction: Implications for the Peer-Review Process”. Netherlands Heart Journal: Monthly Journal of the Netherlands Society of Cardiology and the Netherlands Heart Foundation 17 (1): 25–29. https://doi.org/10.1007/bf03086211.  
13. Horres, Robert, Hans Dieter Ölschleger, y Christian Steineck (2006). “Cloning in japan: Public opinion, expert counselling, and bioethical reasoning”. En Cross-Cultural Issues in Bioethics, 17–49. BRILL.  https://doi.org/10.1163/9789401201155_004.  
14. Shepherd, Richard, Julie Barnett, Helen Cooper, Adrian Coyle, Jo Moran-Ellis, Victoria Senior, y Chris Walton (2007). “Towards an Understanding of British Public Attitudes Concerning Human Cloning”. Social Science & Medicine (1982) 65 (2): 377–92. https://doi.org/10.1016/j.socscimed.2007.03.018.  
15. May, Joshua (2016). “Emotional Reactions to Human Reproductive Cloning”. Journal of Medical Ethics 42 (1): 26–30. https://doi.org/10.1136/medethics-2015-102738.  
16. Sheehan, Mark (2016). “The Role of Emotion in Ethics and Bioethics: Dealing with Repugnance and Disgust”. Journal of Medical Ethics 42 (1): 1–2. https://doi.org/10.1136/medethics-2015-103294.  
Casos a estudiar

Los aspectos éticos como indicador de calidad en los protocolos de investigación biomédica:

  1. El caso coreano: trabajos de Woo Suk Hwang (Universidad Nacional de Seúl, 2004-2005).
  2. El caso chino: trabajos de He Jiankui (Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur, Shenzhen, China, 2018).

Aspectos relevantes

  • Antecedentes
  • Aspectos comunes
  • El problema de la investigación multicéntrica en el ámbito internacional y el doble estándar ético
  • Justificación de los responsables de equipo investigador
  • Otros malas prácticas asociadas y déficit de supervisión institucional
  • Reacción de la comunidad experta y visibilidad mediática
  • Impacto en la investigación relacionada y acceso a financiación
  • Impacto en la percepción pública

Referencias

  1. Moreno Muñoz, M. y Feinholz Klip, Dafna (2006): "El tratamiento de los aspectos éticos como indicador de calidad en los protocolos de investigación con células troncales: el caso coreano". V Congreso de la Sociedad de Lógica, Metodología y Filosofía de la Ciencia. http://hdl.handle.net/10481/22923.
  2. Moreno Muñoz, M. (2010): "Terapias avanzadas: tratamiento mediático y predictores de aceptabilidad social". Perspectivas en la investigación con células troncales. Aspectos científicos, éticos, sociales y legales. Editorial Comares, Granada. https://doi.org/10.5281/zenodo.2580810.
  3. Corbella, Josep (27/11/2018). "Clamor contra la edición genética de embriones humanos". https://www.lavanguardia.com/ciencia/cuerpo-humano/20181127/453194349412/edicion-genetica-embriones-humanos-china-jiankui-he-adn.html.
  4. Alonso, Marcos, y Julian Savulescu (2021). “He Jiankui´s Gene‐editing Experiment and the Non‐identity Problem”. Bioethics 35 (6): 563–73. https://doi.org/10.1111/bioe.12878.
  5. Harney, Alexandra, Kate Kelland (Nov. 26, 2018). "China investigará la supuesta modificación genética de unas gemelas". https://www.reuters.com/article/salud-china-beb-s-genes-idESKCN1NV1EP-OESEN.
  6. Montoliu, Lluís (26.11.2018). "Estamos ante un delito denunciable y perseguible". https://www.rtve.es/noticias/20181126/lluis-montoliu-experto-edicion-genetica-estamos-ante-delito-denunciable-perseguible/1843885.shtml.

5. ¿Hacia una nueva eugenesia?

La eugenesia tradicional se refiere a los movimientos e ideologías surgidos en el siglo XIX y principios del XX que abogaban por el perfeccionamiento de la especie humana mediante el control selectivo de la reproducción. Esto incluía medidas coercitivas como la esterilización forzada de personas con discapacidades o enfermedades mentales. Se basaba en una comprensión limitada de la genética mendeliana, que suscitaba especulaciones infundadas sobre las relación entre fenotipo y genotipo, a las que se sumaban prejuicios múltiples sobre pureza racial o capacidad mental.1

Fue el naturalista británico Francis Galton, influenciado por la teoría de la selección natural de Charles Darwin, quien en la década de 1880 propuso un programa dirigido a conseguir que las "razas o estirpes más aptas" tuvieran una mejor oportunidad de prevalecer sobre las menos aptas, aplicando a las estirpes humanas los principios de la cría selectiva ya ensayados en otras especies, con el fin de aumentar la frecuencia de ciertos rasgos deseables (inteligencia, salud y constitución atlética, entre otros) y disminuir la de otros indeseables (enfermedades hereditarias, debilidad mental, predisposición al robo y al comportamiento violento o criminal, entre otros). Más que a resultados de la genética incipiente y las leyes estadísticas de su contemporáneo Gregor Mendel, el meliorismo social de Galton obedecía a una larga serie de prejuicios y especulaciones sobre el influjo de las "razas inferiores" en la sociedad de su tiempo, magistralmente analizados por Daniel J. Kevles en In the name o eugenics.2

La eugenesia contemporánea alude al potencial uso de tecnologías genéticas modernas como CRISPR (repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente espaciadas), TALEN (nucleasas efectoras similares al activador del transcriptor), ZFN (nucleasas con dedos de zinc) o Prime Editing (edición primaria, de calidad o de alta precisión) y otras para modificar embriones humanos e introducir a voluntad rasgos heredables. Se diferencia de la eugenesia tradicional en el nivel de precisión técnica alcanzable ("prime editing", por ejemplo, permite una gran variedad de cambios en el ADN de manera muy precisa, con menos mutaciones fuera de objetivo al no generar rupturas de doble cadena, como ocurre con CRISPR); y, sobre todo, en su apuesta por intervenciones voluntarias, en un marco no tanto de salud pública como de servicios reprogenéticos libremente accesibles para quienes puedan permitirse su alto coste.3, 4, 5

5.1. El lastre de los antecedentes históricos

El nuevo contexto de conocimiento básico y mejoras tecnológicas no evita que, para expertos y legos, la eugenesia contemporánea continúe asociada con aspectos problemáticos y connotaciones socio-políticas de los primeros programas eugenésicos. Entre otros, una comprensión determinista, discriminatoria o coercitiva de lo deseable bajo criterios "eugenésicos" que, incluso en las variantes más sutiles —actuaciones sin supervisión de la autoridad estatal para obtener una descendencia más sana y atlética, como sugería Lee M. Silver —, resultaría difícil de encajar con los principios de justicia y respeto a los derechos humanos.6

Aparte quedan otras cuestiones de difícil encaje en los esquemas actuales de gobernanza, relativos a la acreditación de profesionales e instituciones que prestan tales servicios en mercados transfronterizos y los esquemas de responsabilidad y rendición de cuentas asociados para prevenir el fraude y la mala praxis.7

Las sociedades desarrolladas operan con marcos de referencias normativas y creencias muy diversas sobre el valor intrínseco de la vida humana. Incluso los grupos más cercanos a enfoques instrumentales de la vida humana perciben como inquietante un escenario sin restricciones para la búsqueda de posibilidades de mejora genética a pequeña escala, que termine reforzando el estigma o la discrimination de quienes no puedan costearse ciertos tratamientos útiles y seguros para tal fin. Los propios objetivos de mejora dependen del contexto de ventajas y oportunidades que induce a interpretarlos como posibilidad o necesidad, modulado a su vez por otros factores educativos y referencias culturales.8

Mientras que el movimiento eugenésico contó con el apoyo de destacados científicos, políticos, médicos, educadores y líderes sociales durante su fase de auge en Europa y Estados Unidos —lo que sin duda contribuyó a la enorme popularidad que alcazaron su ideas entre la población mejor informada de la época—, no puede decirse lo mismo del programa de eugenesia liberal que las nuevas técnicas reproductivas y genéticas podrían ayudar a promover. La existencia de diferencias innatas e inmutables entre los grupos humanos, así como la influencia determinante de los genes sobre el carácter y el comportamiento individual, son aspectos cuestionados hoy por razones fundadas, tanto desde el punto de vista teórico-conceptual como en su dimensión práctica, contraria al núcleo de derechos y libertades recogidos en las constituciones democráticas.9

Incluso los programas verosímiles de mejora de rasgos funcionales y cognitivos en seres humanos que pudieran diseñarse con el objetivo expreso de minimizar el riesgo de coerción o bajo esquemas de incentivos razonables afrontan obstáculos considerables para su aceptación social y legal. El enfoque individual de los programas de mejora deja intacto el problema del contexto de justicia social que permite o dificulta a quienes necesitan apoyo educativo y medidas extraordinarias de refuerzo acceder en igualdad de condiciones a los servicios y técnicas, no necesariamente sofisticadas, que les facilitarían la mejora o equiparación de capacidades al promedio. Un enfoque capacitista acrítico sesga de raíz la interpretación de la diferencia, el valor y la necesidad o elección de tratamientos que requieren individuos y grupos etiquetados como discapacitados.10

La falta de reparos en clasificar a los grupos humanos según criterios arbitrarios que les jerarquizan en función de su valor o aptitud para ciertas tareas, por lo general ligadas a contextos diversos de necesidades productivas, ha servido con frecuencia para legitimar actitudes socialmente aceptadas de discriminación y opresión contra minorías étnicas, religiosas o sociales. No es difícil imaginar escenarios políticos y contextos institucionales en el presente, instigados por la falta de recursos, ideología u otras razones, instrumentalizables con la finalidad de excluir a individuos con ciertos rasgos físicos o psicológicos de programas educativos, sanitarios o sociales valiosos para lograr mejores oportunidades de planificación vital exitosa.11

Era poco probable que el movimiento eugenésico lograra sus objetivos incentivando los emparejamientos "favorables" para mejorar la descendencia, considerando la diversidad de factores genéticos y ambientales, además de las mutaciones por azar en distintos niveles de organización y fases de desarrollo, responsables del fenotipo individual. Lo inquietante de su programa eran las medidas coercitivas que estaban dispuestos a poner en práctica para impedir la reproducción de los individuos considerados menos aptos o inferiores, fuese por rasgos propios o por defectos genéticos, enfermedades o patrones de conducta indeseable en su linaje. La prohibición de matrimonio interracial o entre personas con discapacidad fue aplicada junto con prácticas como la esterilización forzosa y el recurso mediante coerción al aborto o la segregación.1, 9

La versión más extrema del movimiento eugenésico fue la promovida por el régimen nazi en Alemania, cuya política de higiene racial para restaurar la "pureza aria" incluyó un programa de eliminación física sistemática de millones de personas consideradas "indeseables" (judíos, gitanos, eslavos, homosexuales, comunistas o discapacitados en diverso grado). Entre otras medidas, quedó prohibido el matrimonio y las relaciones sexuales entre alemanes y no arios; se autorizó la eutanasia forzosa de personas con discapacidad mental o física; y en los campos de concentración donde se exterminaron a millones de personas de estos colectivos se practicaron experimentos médicos aberrantes y se esclavizó en trabajos inhumanos a millones de personas de toda Europa.12, 13

Los horrores del régimen nazi llevaron a la condena mundial del movimiento eugenésico tradicional, inevitablemente asociado con el racismo, el totalitarismo y el genocidio. Pero algunas de sus ideas reaparecen de modo más sutil a rebufo de nuevos avances científicos y tecnológicos, especialmente algunos en el campo de la genética y la biotecnología que hacen plausibles intervenciones en el genoma humano con finalidad preventiva o de mejora funcional y cognitiva:

Este horizonte de posibilidades sin precedentes para potenciar las capacidades mentales o físicas de las personas exige nuevos criterios de cautela, para evitar la generación de expectativas desproporcionadas o las variantes pseudocientíficas de aplicaciones no mejores que el placebo. Pese a los excesos de los eugenistas y la falta de base científica de sus ideas centrales, hasta la década de 1970 la eugenesia no fue eliminada de los instrumentos legales de la mayoría de los países que la habían practicado. Algunos países han mantenido leyes de esterilización obligatoria, bajo supuestos cuestionables, hasta fechas no muy lejanas. Y, en China, la política de planificación familiar "de hijo único" aplicada desde 1979 ha tenido implicaciones eugenésicas en la práctica, incrementando el aborto selectivo por sexo y al abandono de las hijas, con incidencia constatable en la alteración de la proporción de sexos en la población.2, 14

Además de los cientos de miles de personas esterilizadas contra su voluntad en casi todos los países civilizados que aplicaron políticas eugenésicas durante varias décadas del siglo pasado (Suecia, por ejemplo, mantuvo leyes de esterilización entre 1934 y 1976, con el resultado de más de 60.000 suecos esterilizados durante esos años, según un informe gubernamental de 1997; unos 60.000 estadounidenses fueron esterilizados bajo diversas leyes en 27 estados; 40,000 en Noruega; y 6,000 en Dinamarca), las ideas eugenésicas suponen un lastre cultural más duradero de lo deseable, incluso en los círculos académicos.15, 16, 17, 18, 19, 20

Estos antecedentes ponen de manifiesto la importancia de conocer los aspectos éticos, sociales y legales asociados con la investigación genética. En particular, el riesgo de que ideas biológicas erróneas o distorsionadas sean instrumentalizadas en el debate social para justificar viejas políticas de estratificación o discriminación social en función de rasgos fenotípicos como el cociente intelectual o supuestas disposiciones conductuales. Y el marco de obligaciones y garantías que los actores estatales y privados deben respetar en el desarrollo de las biotecnologías y sus aplicaciones.21

Mostrar referencias
1. Paul, Diane B., y Hamish G. Spencer (1995). “The Hidden Science of Eugenics”. Nature 374 (6520): 302–4. https://doi.org/10.1038/374302a0.  
2. Kevles, Daniel J. (2013). In the name of eugenics: Genetics and the uses of human heredity. Knopf Publishing Group: pp. 11, 19, 41-56; cap. XVII. 
3. Tolosa, Amparo (Oct. 22, 2019). "Prime editing: nueva herramienta de edición del genoma". Genotipia. https://genotipia.com/genetica_medica_news/prime-editing-nueva-herramienta-de-edicion-del-genoma/.  
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6. Silver, Lee M. (2000). “Reprogenetics: Third Millennium Speculation: The Consequences for Humanity When Reproductive Biology and Genetics Are Combined”. EMBO Reports 1 (5): 375–78. https://doi.org/10.1093/embo-reports/kvd096.  
7. Couture, V., R. Drouin, S-L Tan, J-M Moutquin, y C. Bouffard (2015). “Cross‐border Reprogenetic Services”. Clinical Genetics 87 (1): 1–10. https://doi.org/10.1111/cge.12418.  
8. Moreno Muñoz, M. (2009): "Eugenesia liberal y mejora de capacidades humanas mediante tecnologías convergentes", en L. Sagols (coord.) Horizontes bioéticos de la tecnociencia y la eugenesia. México, UNAM/Fontamara: pp 53-90. https://doi.org/10.5281/zenodo.2567400.   
9. Moreno Muñoz, M. (1995): "La determinación genética del comportamiento humano. Una revisión crítica desde la Filosofía y la Genética Molecular". Gazeta de Antropología, nº 11: 46-58. https://doi.org/10.5281/zenodo.2567131.  
10. Moreno Muñoz, M. (2017): Scale matters in cognitive bio-enhancement programs. Workshop: "Ethics, Disease, and the Future of Health". Universidad de Granada, 14 de marzo de 2017. https://doi.org/10.5281/zenodo.2538300.  
11. Moreno Muñoz, M. (2016): "Opciones de mejora cognitiva no convencional como respuesta al desempleo estructural en el contexto tecnológico de la cuarta revolución industrial". Gazeta de Antropología, nº 32/2: 1-13.  https://doi.org/10.5281/zenodo.2561271.  
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13. George L. Mosse (1978). Toward the Final Solution: A History of European Racism. Howard Fertig: p. 219.  
14. Zamora López, Francisco, y Cristina Rodríguez Veiga (2020). “Del hijo único al segundo hijo: políticas demográficas en China y sus consecuencias sobre la población”. Reis. https://doi.org/10.5477/cis/reis.172.141.  
15. Bates, Stephen (1999). “Sweden pays for grim past”. The Guardian, 6.03.1999. https://www.theguardian.com/world/1999/mar/06/stephenbates.  
16. Hyatt S. (1998). A shared history of shame: Sweden's four-decade policy of forced sterilization and the eugenics movement in the United States. Indiana Int Comp Law Rev. 8(2):475-503. https://mckinneylaw.iu.edu/iiclr/pdf/vol8p475.pdf.  
17. Balz, Dan (1997). “Sweden Sterilized Thousands of ‘useless’ Citizens for Decades”. Washington Post, 29.08.1997. https://www.washingtonpost.com/archive/politics/1997/08/29/sweden-sterilized-thousands-of-useless-citizens-for-decades/3b9abaac-c2a6-4be9-9b77-a147f5dc841b/.  
18. Reilly, Philip R. (2015). “Eugenics and Involuntary Sterilization: 1907–2015”. Annual Review of Genomics and Human Genetics 16 (1): 351–68. https://doi.org/10.1146/annurev-genom-090314-024930. 
19. Herrnstein, Richard J., y Charles Murray (1996). The Bell Curve: Intelligence and Class Structure in American Life. Nueva York, NY, Estados Unidos de América: Free Press.  
20. Ma, Christine, y Michael Schapira (2017). An Analysis of Richard J. Herrnstein and Charles Murray's The Bell Curve: Intelligence and Class Structure in American Life. Macat Library. 
21. Black, Edwin (2004). War against the Weak: Eugenics and America’s Campaign to Create a Master Race. Londres, Inglaterra: Basic Books.   
Estudio de caso

The Bell Curve (1996) como retrato sombrío de la sociedad estadounidense

¿Académicos destacados y eugenistas en los noventa?

«Medido por la atención de los medios y la controversia que ha atraído, The Bell Curve de Richard Herrnstein y Charles Murray, fue el evento editorial de la década.
El libro presenta una visión inquietante y muy pesimista de las tendencias de la sociedad estadounidense. Estados Unidos, según los autores, se está convirtiendo rápidamente en una sociedad de castas estratificada por el cociente intelectual, con una clase baja atrapada en la base, una élite firmemente arraigada en la cima y sólo un margen limitado para que las políticas públicas impulsen a los desfavorecidos. Pero la mayor parte de la atención y la controversia que giraron en torno al libro no se centraron en su amplia visión de lo que está sucediendo en la sociedad estadounidense, sino en la aplicación por parte de los autores de sus teorías sobre el cociente intelectual a la cuestión de la raza.»

  1. Dickens, Schultze, Charles L., Thomas J. Kane (1995). “Does The Bell Curve Ring True? A Closer Look at a Grim Portrait of American Society”. Brookings. 1.06.1995. Trad. propia. https://www.brookings.edu/articles/does-the-bell-curve-ring-true-a-closer-look-at-a-grim-portrait-of-american-society/.

Referencias:

  1. Ma, Christine, y Michael Schapira (2017). An Analysis of Richard J. Herrnstein and Charles Murray's The Bell Curve: Intelligence and Class Structure in American Life. Macat Library. https://www.routledge.com/An-Analysis-of-Richard-J-Herrnstein-and-Charles-Murrays-The-Bell-Curve/Ma-Schapira/p/book/9781912128488.
  2. Savulescu, Julian, y Nick Bostrom, eds. (2009). Human Enhancement. Londres, Inglaterra: Oxford University Press. Ch. 4, 10, 14.
  3. Kevles, Daniel J., y Leroy Hood, eds. (1993). The code of codes: Scientific and social issues in the human genome project. Londres, Inglaterra: Harvard University Press. Ch. 8, 13 y 14.
  4. Varios cols. (2023). “The Bell Curve”. Wikipedia, The Free Encyclopedia. 23.09.2023. https://en.wikipedia.org/w/index.php?title=The_Bell_Curve&oldid=1176765801.
  5. Graves, Joseph L. (2003). The emperor’s new clothes: Biological theories of race at the millennium. Nuevo Brunswick, NJ, Estados Unidos de América: Rutgers University Press.
  6. Neisser, Ulric et al. (1996). “Intelligence: Knowns and Unknowns”. The American Psychologist 51 (2): 77–101. https://doi.org/10.1037/0003-066x.51.2.77.
  7. Varios cols. (2023). “Intelligence: Knowns and Unknowns”. Wikipedia, The Free Encyclopedia. 28.05.2023. https://en.wikipedia.org/w/index.php?title=Intelligence:_Knowns_and_Unknowns&oldid=1157371456.

5.2. El debate sobre los programas de eugenesia liberal

El concepto de eugenesia liberal se asocia con la posibilidad de utilizar tecnologías genéticas de manera voluntaria para mejorar rasgos humanos relevantes (aquellos que influyen en la personalidad, la salud, la inteligencia y el control de impulsos), incluyendo algunos que pueden afectar al medio ambiente y al modo de desenvolverse en sociedad. Bajo este enfoque, existe una obligación de contribuir a mejorar el bienestar de las futuras generaciones mediante el conocimiento adquirido sobre la relación entre genotipo-fenotipo y las tecnologías que pueden facilitar la selección de características genéticas favorables.1, 2

Autores como Jonathan Anomaly y Julian Savulescu, entre otros, enfatizan los elementos de responsabilidad procreativa que subyacen a nuestras decisiones reproductivas, considerando que con cualquier otro criterio no se satisfacen de manera razonable ni el interés genuino de la descendencia ni el modo de alinear las preferencias individuales con el bien común, se cuente o no con los incentivos de los programas estatales educativos o de salud pública para tal fin. Sin coerción estatal ni discriminación, la libertad y la responsabilidad de los padres puede ejercerse de muchas maneras; pero carece de justificación ética hacerlo de manera que, por ignorancia, ideología, creencias religiosas u otras razones, se prive a la descendencia de posibilidades y ventajas (bienes posicionales) que les ayudarían a tener mejores oportunidades de bienestar, salud y planificación vital exitosa.

Conviena aclarar que la responsabilidad procreativa no deriva solo de obligaciones morales en abstracto. Interviene aquí el valor que otros autores en el campo de la teoría económica asocian con los bienes posicionales (es decir, aquellos cuyo valor depende de su escasez y exclusividad relativa: viviendas en barrios con un ambiente saludable donde crecer, matrícula en escuelas de élite, oportunidades tempranas de aprendizaje de idiomas, etc). Su valor radica en que no todos pueden poseerlos o acceder a ellos, más que en sus características inherentes. Pero un acceso desigual explica gran parte de la exclusión económica y social, además de niveles inferiores de bienestar.5

En un contexto de mercado trasnacional con una oferta creciente de tecnologías genéticas y reproductivas no resulta descabellado sugerir que ciertos rasgos o mejoras biomédicas puedan convertirse en bienes posicionales, incluso por encima de los recursos sofisticados que ofrecen a sus élites los entornos más favorecidos de algunos países desarrollados. En dinámicas de mercado globalizadas, quienes puedan costearse mejoras biológicas que den a su descendencia ventajas de partida tendrían más probabilidades de triunfar sobre el resto en ámbitos como la educación, el empleo y el ascenso social.6, 7, 8

Agar, Savulescu, Harris y otros argumentan que intervenciones como la edición genética de embriones para prevenir enfermedades no son esencialmente distintas de otras mejoras biomédicas. De forma casi rutinaria, además, en los procesos de reproducción asistida se seleccionan los embriones mejores, bajo criterios de "viabilidad" no problemáticos en el ámbito profesional, para reducir la tasa de fracasos en el procedimiento. Constatado el número creciente de personas que recurren a este tipo de tratamientos (entre el uno y el cinco por ciento de todos los nacimientos, según países; en gran parte para cribado de aneuploidías, según ESHRE - Tabla 1), cabe considerar bastante bastante extendido (si un promedio del 2,4% se considera escaso para darlo por normalizado), el recurso a la selección de embriones bajo ciertos criterios de calidad, entre los que no cabe descartar su idoneidad no estrictamente terapéutica, por determinadas características genéticas.3, 6, 13

Tabla 1. Número y porcentaje de ciclos con selección de embriones mediante diagnóstico genético preimplantacional (PGD), por países.

País Número de ciclos de FIV/ICSI Número de ciclos con PGD Porcentaje de ciclos con PGD
España 109 275 5242 4.8%
Rusia 94 985 2478 2.6%
Francia 90 434 1039 1.1%
Dinamarca 16 167 126 0.8%
Italia 68 896 1895 2.8%
Promedio 75 951.4 2156 2.42%

Fuente de los datos seleccionados: De Geyter, Ch, C. Calhaz-Jorge, M. S. Kupka, C. Wyns, E. Mocanu, T. Motrenko, G. Scaravelli, et al. 2018. “ART in Europe, 2014: Results Generated from European Registries by ESHRE”. Human Reproduction (Oxford, England) 33 (9): 1588-1589. https://doi.org/10.1093/humrep/dey242.

Incluso si se asume que garantizar el nacimiento de personas sin alteraciones genéticas asociadas a enfermedades graves constituye en sí mismo un factor de equidad, al disminuir el coste de la lotería genética en el conjunto de la sociedad, es obvio que este tipo de programas no impide que se amplíen desigualdades previas y se creen otras nuevas cuando, en la práctica, los grupos con menos recursos no recurren en la misma proporción a tales servicios y afrontan en mayor proporción las consecuencias de la enfermedad y patologías inherentes a la contingencia evolutiva (monogénicas, cromosómicas, multifactoriales).8, 14

Hasta en los países más igualitarios y con estado social desarrollado se parte de contextos condicionados por dinámicas injustas de acceso a los mejores servicios y oportunidades, con dificultades adicionales para quienes resultan perjudicados por daños atribuibles a causas fortuitas, enfermedades sobrevenidas o accidentes. La regulación para evitar nuevas formas de discriminación o desigualdad genética tendría que adoptarse en combinación con otras garantías destinadas a preservar la igualdad de oportunidades en el acceso a bienes y servicios esenciales para el desarrollo humano, como señalan Sparrow, Agar y Murphy. De lo contrario, la carrera por alcanzar los servicios genéticos o de mejora radical más avanzados y exclusivos solo estaría al alcance de una reducida élite, con alta probabilidad tentada de asumir el mayor control social posible. Sería el preludio del escenario distópico de colonos y conquistadores, al que alude Agar en Humanity’s End.8, 9, 14

Escenarios distópicos aparte, es obvio que cuando las tecnologías disponibles, aplicadas de forma segura, proporcionan información relevante para una decisión informada (diagnóstico prenatal o análisis genético de embriones pre-implantatorios, por ejemplo), los padres adquieren responsabilidades éticas hacia su descendencia futura que no tendrían en ausencia de la misma. El criterio de elección informada opera de modo parecido en todas las esferas de la vida privada o pública donde nuestras acciones pueden tener consecuencias dañinas o beneficiosas sobre terceros. Si de un mejor conocimiento de ciertos riesgos se sigue la obligación de no dañar, evitando el recurso imprudente a procedimientos inseguros, el mismo argumento refuerza la obligación de seguir el curso de acción más favorable para la descendencia cuando la pericia técnica ayuda a identificarlo. En esto coinciden Agar, Harris, Anomaly, Savulescu y Buchanan.1, 2, 7, 9, 10, 11

Resulta pertinente en esta discusión la alusión a la noción de bienes primarios naturales que propone Dov Fox (en conexión con la noción de bienes sociales primarios que propone John Rawls en A Theory of Justice, de 1971). Según D. Fox, los bienes primarios naturales incluyen aspectos como la ausencia de discapacidad, la resistencia a las enfermedades, movilidad física y coordinación, percepción visual y auditiva, memoria a corto y largo plazo, razonamiento verbal y espacial, capacidad cognitiva general y ciertas conductas características (reflexividad, control de impulsos, búsqueda de novedad, capacidad de adaptarse a la adversidad, entre otras). Los bienes naturales primarios incorporan un elemento perfeccionista, ya que favorecen vidas compatibles con un rango significativamente amplio de proyectos vitales. Los estados pueden fomentar la autonomía en estos aspectos sin menoscabar el pluralismo, sobre un marco de neutralidad minimalista. Aunque la privación de alguno de estos bienes naturales no hace la autonomía imposible, es obvio que la limitarán, reduciendo o condicionando significativamente las opciones vitales de los individuos.12

Es improbable que el recurso a tecnologías genéticas y reproductivas combinadas se extienda tanto que llegue a suponer un problema en cuanto a pérdida de diversidad en la especie humana. La indicación médica o preventiva sigue siendo la dominante para recurrir al diagnóstico genético preimplantatorio: el PGT-A, que evalúa el número correcto de cromosomas en los embriones para detectar aneuploidías, suponía el 83.7% de los ciclos con PGT en 2018; el PGT-M/SR, que detecta mutaciones o rearreglos específicos asociados a enfermedades genéticas, el 16.3%.16 Se constata un aumento en el recurso al PGT con respecto a 2014 (sobre el total de ciclos FIV + ICSI), explicable no solo por una evolución menos restrictiva del marco regulador en muchos países sino por la reducción de costes de las distintas técnicas de análisis genético, su mayor fiabilidad, y un mayor interés para prevenir las transmisión de enfermedades hereditarias graves o incompatibles con la vida (en parte asociado al incremento de la edad materna y paterna y la probabilidad más alta de alteraciones cromosómicas en gametos y embriones).14, 16

Menos descabellado es suponer que habrá incentivos adicionales para intentar mejoras sin indicación médica, por ejemplo entre grupos favorables a optimizar y mejorar el rendimiento deportivo con todos los medios disponibles. La "tiranía de la normalidad" ha sido desafiada en numerosos ámbitos de actividad humana, no solo en el deporte.15 Y aunque la atención en el corto plazo se centre en cuestiones más pragmáticas sobre seguridad, utilidad, eficacia y cómo incentivar la investigación responsable en este ámbito, será inevitable reflexionar en profundidad sobre lo que significa hacer el bien en el campo de la biología y la medicina reproductivas. En lo posible, intentando consensuar criterios al respecto (y sobre el significado de nociones como "uso apropiado", "normalidad", "calidad de vida", "responsabilidad procreativa" y "discapacidad", entre otras) antes de que las técnicas de edición genética en la línea germinal avancen hasta lograr niveles aceptables de seguridad, precisión y versatilidad en un amplio rango de aplicaciones con potencial para afectar de modo significativo los intereses de quienes llegan a existir a través de ellas.17

Aunque autores como Dena Davis consideran matices moralmente relevantes en el caso de parejas sordas que eligen descendencia con idéntica limitación sensorial, es improbable que se extiendan criterios que atenten contra la autonomía de la descendencia por respeto a la autonomía efectiva de los progenitores. Es igualmente cuestionable la utilidad de la noción de "futuro abierto" para la descendencia que propone D. Davis, si esto se traduce en decisiones desafortunadas, incompatibles con conocimiento específico —y disponible con antelación suficiente— para elegir el curso de acción más favorable a los intereses genuinos de la descendencia.4, 14, 15

Mostrar referencias
1. Anomaly, Jonathan (2018). “Defending Eugenics: From Cryptic Choice to Conscious Selection”. Monash Bioethics Review 35 (1–4): 24–35. https://doi.org/10.1007/s40592-018-0081-2.  
2. Savulescu, Julian, y Guy Kahane (2009). “The Moral Obligation to Create Children with the Best Chance of the Best Life”. Bioethics 23 (5): 274–90. https://doi.org/10.1111/j.1467-8519.2008.00687.x.  
3. Gyngell, Christopher, y Michael Selgelid (2016). Twenty-first-century eugenics. Editado por Leslie Francis. Oxford University Press. Ch. 6.  
4. Davis, D. S. (1997). “Genetic dilemmas and the child’s right to an open future”. The Hastings Center report 27 (2). https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/9131346/.  
5. Hirsch, F. (1976). The social limits to growth. Routledge.
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7. Agar, Nicholas (2010). "Liberal eugenics: in defence of human enhancement." Wiley-Blackwell.
8. Sparrow, Robert (2011). “Liberalism and Eugenics”. Australasian Journal of Philosophy 89 (3): 499–517. https://doi.org/10.1080/00048402.2010.484464.  
9. Agar, N. (2010): Humanity’s End. Why We Should Reject Radical Enhancement, Cambridge, Massachusetts / London, A Bradford Book, The MIT Press.  
10. Buchanan, Allen E., Dan W. Brock, Norman Daniels, y Daniel Wikler (2001). From chance to choice: Genetics and justice. Cambridge, Inglaterra: Cambridge University Press.  
11. Harris, John, y Julian Savulescu (2015). “A Debate about Moral Enhancement”. Cambridge Quarterly of Healthcare Ethics: CQ: The International Journal of Healthcare Ethics Committees 24 (1): 8–22. https://doi.org/10.1017/s0963180114000279.  
12. Fox, Dov. 2007. “The Illiberality of ‘Liberal Eugenics’”. Ratio 20 (1): 1–25. https://doi.org/10.1111/j.1467-9329.2007.00343.x.  
13. De Geyter, Ch, C. Calhaz-Jorge, M. S. Kupka, C. Wyns, E. Mocanu, T. Motrenko, G. Scaravelli, et al. (2018). “ART in Europe, 2014: Results Generated from European Registries by ESHRE”. Human Reproduction (Oxford, England) 33 (9): 1586–1601. https://doi.org/10.1093/humrep/dey242.  
14. Murphy, Timothy F. 2014. “In Defense of Prenatal Genetic Interventions”. Bioethics 28 (7): 335–42. https://doi.org/10.1111/j.1467-8519.2012.02009.x.  
15. Lara Sánchez, F. y Moreno Muñoz, M. (2020): "Introduction to the monographic selection: Technologies and Scopes of Human Bioenhancement. From Gene Editing to Moral Behaviour". Ramon Llull Journal of Applied Ethics, Vol. 1, Issue 11, pp. 239-257. https://doi.org/10.5281/zenodo.3941601.  
16. EIM, Orion Gliozheni et al. (2022). “ART in Europe, 2018: Results Generated from European Registries by ESHRE”. Human Reproduction Open 2022 (3). https://doi.org/10.1093/hropen/hoac022.  
17. Segers, Seppe (2023). “Heritable Genome Editing: Ethical Aspects of a Developing Domain”. Human Reproduction (Oxford, England). https://doi.org/10.1093/humrep/dead167.  
Caso a estudiar

Alcance y límites de la autonomía reproductiva de los padres

Aspectos relevantes:

  1. ¿Cuál es el contenido del derecho a controlar la propia procreación?
  2. ¿Bajo qué razones o supuestos se le podría negar a una persona ese control?(1)
  3. ¿Hasta dónde llega, en una sociedad democrática liberal, el derecho a tomar decisiones de acuerdo con los propios valores, si estos pueden afectar de modo significativo a los planes de vida de la descendencia?(2)
  4. ¿Conlleva la autonomía de los padres una obligación positiva del personal médico para ayudarles a materializar su elección reproductiva?
  5. ¿Cuándo está justificado limitar las elecciones de los padres que pueden limitar la autonomía futura de la descendencia?
  6. ¿Cómo debe interpretarse “el derecho del niño/a a un futuro abierto” hasta que sea capaz de tomar sus propias decisiones?(1, 3, 5)
  7. ¿Cambia ese derecho en un contexto de disponibilidad de tecnologías genéticas y reproductivas asequibles, incluyendo la selección de embriones, la selección de sexo o la clonación reproductiva? ¿Sin mediar indicación médica?
  8. ¿Entran las expectativas de género en el catálogo de criterios aceptables para determinar la elección?
  9. ¿Es aceptable elegir descendencia con limitaciones (sensoriales, p. ej.) de partida, por un criterio de afinidad con los progenitores?(3, 5)
  10. ¿En qué sentido queda involucrado aquí el “debate sobre la discapacidad”? ¿Con qué implicaciones?(3, 4)
  11. ¿En qué se diferencia la percepción pública europea de la norteamericana o de la japonesa sobre la no regulación de las tecnologías reproductivas?
  12. ¿Qué aspectos parecen consensuados en el marco regulador europeo sobre la investigación de embriones, la selección del sexo y las pruebas genéticas?

Referencias:
(1). Dena S. Davis (2010). Genetic Dilemmas: Reproductive Technology, Parental Choices, and Children's Futures. 2nd. Edition: Oxford University Press.
(2). Bredenoord, Annelien (2010). “Genetic Dilemmas and the Right to an Open Future”. The American Journal of Human Genetics 86 (2): 108. https://doi.org/10.1016/j.ajhg.2010.01.004.
(3). Sparrow, Robert (2011). “Liberalism and Eugenics”. Australasian Journal of Philosophy 89 (3): 499–517. https://doi.org/10.1080/00048402.2010.484464. | Vers. 2.
(4). Reindal, S. M. (2000). “Disability, gene therapy and eugenics - a challenge to John Harris”. Journal of medical ethics 26 (2): 89–94. https://doi.org/10.1136/jme.26.2.89.
(5). Murphy, Timothy F. (2014). “In Defense of Prenatal Genetic Interventions”. Bioethics 28 (7): 335–42. https://doi.org/10.1111/j.1467-8519.2012.02009.x.


6. Uso experimental de embriones humanos

El uso experimental de embriones humanos es otro de los temas sujetos a intenso debate público en las últimas décadas, ya que implica manipular o destruir entidades biológicas que podrían tener potencial para desarrollarse como seres humanos, en las condiciones adecuadas. La necesidad de ampliar el conocimiento biológico sobre las fases iniciales del desarrollo humano sirve de pretexto para múltiples proyectos de investigación que involucran manipulación de embriones (no viables, sobrantes de tratamientos FIV u obtenidos mediante pluripotencialidad y reprogramación genética inducida en células somáticas, por ejemplo), con el horizonte verosímil de aplicar el conocimiento obtenido en el desarrollo de terapias innovadoras para enfermedades genéticas y degenerativas.

La manipulación de embriones para una finalidad distinta de la estrictamente terapéutica siempre ha sido considerada inaceptable por los grupos bioconservadores. Aparte del riesgo de ocasionar secuelas permanentes derivadas de la intervención con cualquiera de las técnicas disponibles en las primeras fases cruciales del desarrollo individual, se enfatizan otros aspectos (estatus moral de los embriones, consideraciones de dignidad humana, etc.) que se supone deben condicionar la interpretación de los textos constitucionales en algunos países con códigos morales o religiosos dominantes, articulados en buena medida al margen de cómo evolucionan las técnicas de reproducción asistida y sus aplicaciones biomédicas.1, 2

La posición más conservadora considera que los embriones tienen un estatus moral, desde la concepción, prácticamente idéntico al de personas nacidas, y merecen la máxima protección jurídica. En consecuencia, cualquier experimentación con ellos sería contraria a la ética. Desde una perspectiva menos esencialista, se asume que el estatus moral de los embriones no es equiparable al de las personas y su protección es compatible con el empleo para fines de investigación en circunstancias específicas que lo justifiquen, por lo general en proyectos de investigación o ensayos orientados al desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades graves.

El empleo de embriones humanos resulta pertinente cuando se busca comprender en detalle aspectos específicos de cambios o procesos que ocurren en las primeras fases del desarrollo humano. Por ejemplo, factores importantes para el crecimiento y desarrollo de los embriones, para identificar genes implicados en ciertas enfermedades (alrededor de un 10% de todas las enfermedades graves tienen este factor subyacente), para comprender aspectos de la regulación genética o la señales que llevan a la diferenciación de células, tejidos y órganos.3, 4

Otro aspecto relevante en el debate sobre el uso de embriones en investigación biomédica atañe al papel que desempeña la diversidad genética humana en el riesgo de enfermedad, sea por mutaciones raras o comunes implicadas en la susceptibilidad a las enfermedades humanas. Los estudios de asociación pangenómicos (GWAS) y las técnicas de secuenciación avanzada han mostrado la mayor frecuencia de ciertas mutaciones en determinadas poblaciones y áreas geográficas, pero también su papel en la respuesta variable a tratamientos comunes para la infección por hepatitis C, por ejemplo. La personalización de los tratamientos médicos es un aspecto crucial en la medicina avanzada.5

El conocimiento del desarrollo embrionario resulta insustituible para avanzar en el desarrollo de los programas de medicina regenerativa, de los que podría beneficiarse casi cualquier otra rama de la biomedicina. Una herramienta fundamental en este campo son los embriones obtenidos mediante reprogramación celular con pluripotencialidad inducida, conocidos como células madre pluripotentes inducidas (iPSCs), que tienen la capacidad de diferenciarse en cualquier tipo de célula del cuerpo. Si bien el procedimiento resultó ser relativamente simple desde una perspectiva técnica (solo necesita la célula huésped y un cóctel definido de factores de transcripción, con cuatro factores denominados colectivamente OSKM), los mecanismos subyacentes a la reprogramación mediada por factores de transcripción aún no se conocen bien.6

Por lo tanto, controlar a voluntad esta característica resulta crucial para el desarrollo de terapias regenerativas dirigidas a enfermedades como el Parkinson, la diabetes tipo 1 y lesiones de la médula espinal. Los avances de los últimos años en el aumento de la eficiencia de esta técnica pueden hacerla más versátil y susceptible de aplicaciones no solo en medicina regenerativa, sino en el modelado de enfermedades y el descubrimiento de fármacos.7

La tecnología actual permite, virtualmente, generar cualquier tipo de célula diferenciada a partir de células madre embrionarias (ESC), y establecer nuevos modelos de desarrollo de mamíferos como fuentes de células para la medicina regenerativa e ingeniería de tejidos (lo que reduciría el empleo de animales en experimentación). Aparte de controlar la diferenciación, será necesario dirigir el desarrollo de estas células por trayectos o vías específicas. Se han dado pasos importantes en la modelización de la gastrulación en cultivo y en la inducción eficiente de endodermo, mesodermo y ectodermo, así como muchos de sus derivados posteriores. En este proceso se han podido identificar nuevos progenitores multipotenciales para las líneas celulares hematopoyéticas, neurales y cardiovasculares; y se han desarrollado protocolos para la generación eficiente de un amplio espectro de tipos celulares, incluyendo células hematopoyéticas, cardiomiocitos, oligodendrocitos, neuronas dopaminérgicas y células beta pancreáticas inmaduras.7, 12

Las células madre específicas de órgano tienen la capacidad de generar células especializadas de un órgano concreto, y se utilizan con éxito en la reparación y regeneración de órganos y tejidos como el dental y el periodontal, entre otros. Aunque no tienen exactamente las mismas propiedades que las de origen embrionario en todos los aspectos relevantes, las iPSC ofrecen nuevas posibilidades para la investigación del desarrollo embrionario y terapias regenerativas. Permiten derivar tejidos con información genética de pacientes específicos, posibilitando el estudio de enfermedades y terapias personalizadas. También permite generar gametos para tratar la infertilidad, ampliando el conocimiento sobre las disposiciones espaciotemporales de los tejidos embrionarios y extraembrionarios que se requieren para los patrones de desarrollo y la implantación en tres dimensiones en el útero, reduciendo la pérdida temprana de embarazos.8, 9, 10, 11

Por la novedad y combinaciones posibles de las técnicas para obtener y manipular tejido embrionario (o con propiedades biológicas similares, según el caso), el marco regulador ha de ser revisado con frecuencia para garantizar un uso ético y socialmente responsable de esta tecnología, con extraordinario potencial biomédico. Tiene difícil justificación asociar con las iPSC (o con los blastocistos sintéticos) las mismas características que suscitan los interrogantes éticos referidos a los embriones humanos o células troncales de origen embrionario.13

Los embriones sintéticos pueden facilitar la investigación más allá de la barrera consensuada de los 14 días o el inicio de la gastrulación, y perfeccionar las metodologías de cultivo celular de modo que los modelos incorporen características clave del desarrollo temprano de los mamíferos con la fidelidad necesaria (una alternativa que reduciría notablemente el uso de animales, los cuales tampoco replican con la precisión deseable las enfermedades humanas). Son aspectos que, de modo verosímil, sustentan las expectativas de beneficio y alto potencial para salvar o mejorar vidas humanas, a sopesar en el debate ético con los posibles riesgos. Incluso al margen del curso que pueda seguir el debate sobre los derechos o protección que merecen los embriones humanos, de cualquier tipo, las preocupaciones sobre la seguridad de las terapias derivadas de células madre de origen embrionario (hESC) o de embriones sintéticos están justificadas, pues las modificaciones o reprogramación fácilmente las convierten en cancerosas o capaces de inducir respuestas inmunitarias no deseadas.13

Mostrar referencias
1. Fukuyama, Francis (2003). Our posthuman future: Consequences of the biotechnology revolution. Nueva York, NY, Estados Unidos de América: St Martin’s Press.  
2. Kass, Leon R. (2002). Life Liberty & the Defense of Dignity: The Challenge for Bioethics. Nueva York, NY, Estados Unidos de América: Encounter Books.  
3. Lu, Yingfei, Yu Zhou, Rong Ju, y Jianquan Chen (2019). “Human-animal chimeras for autologous organ transplantation: technological advances and future perspectives”. Annals of translational medicine 7 (20): 576–576. https://doi.org/10.21037/atm.2019.10.13. 
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8. Yamanaka, Shinya (2012). “Induced Pluripotent Stem Cells: Past, Present, and Future”. Cell Stem Cell 10 (6): 678–84. https://doi.org/10.1016/j.stem.2012.05.005.  
9. Imamura, Masanori, Orie Hikabe, Zachary Yu-Ching Lin, y Hideyuki Okano (2014). “Generation of Germ Cells in Vitro in the Era of Induced Pluripotent Stem Cells”. Molecular Reproduction and Development 81 (1): 2–19. https://doi.org/10.1002/mrd.22259.  
10. Hyun, Insoo et al. (2020). “Toward Guidelines for Research on Human Embryo Models Formed from Stem Cells”. Stem Cell Reports 14 (2): 169–74. https://doi.org/10.1016/j.stemcr.2019.12.008.  
11. Hendriks, Saskia et al. (2015). “Artificial Gametes: A Systematic Review of Biological Progress towards Clinical Application”. Human Reproduction Update 21 (3): 285–96. https://doi.org/10.1093/humupd/dmv001.  
12. Suda, Satoshi et al. (2020). “Recent Advances in Cell-Based Therapies for Ischemic Stroke”. International Journal of Molecular Sciences 21 (18): 6718. https://doi.org/10.3390/ijms21186718.  
13. FECYT (2003). Informe:  la investigación sobre células troncales. Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología. Comité Asesor de Ética en la Investigación Científica y Tecnológica. Págs. 5-6; 17-18; 32. http://wwwuser.cnb.csic.es/~transimp/INFORME_CELULAS_TRONCALES.pdf.  
Mostrar Concepto y modelo de desarrollo murino/humano

Diferentes modelos de embriones

Figure 1. The Different Embryo Models. Models of the embryo have been formed using mouse (left) and human stem cells (right) to mimic the development of (parts of) the embryo proper (orange) and the extraembryonic tissues (blue) of the conceptus (gray). Mouse models include blastoids (left, top) that resemble the pre-implantation 3.5-day-old conceptus, contain analogues of the three lineages forming the embryo proper, placenta, and yolk sac, and recapitulate aspects of the implantation into the uterus; ETX embryo models (left, middle) that resemble inner regions of the early post-implantation 6.5-day-old conceptus, contain analogues of the three lineages forming the embryo, placenta, and visceral endoderm, mimic an anteroposterior patterning, and form gastrulating-like cells; and gastruloids (left, bottom) that resemble the medial and posterior parts of the 8.5-day-old embryo proper form features of the three orthogonal axes that serve as a reference for the organization of the derivatives of the three germ layers and an appropriate distribution of the primordia-like cells. Work with human stem cells is less advanced but is on a similar trajectory. Currently, epiblast-amniotic models (right, top) recapitulate features of the formation of the amniotic cavity, epiblast-amniotic ectoderm axis, and gastrulation, while human stem cells grown on 2D micropatterns (right, bottom) model aspects of post-implantation patterning. Days 7–9 and day 14 of human development (marked in red) are important biological milestones that delineate the emergence of specific properties, such as the capacity to implant in the uterus and the formation of the primitive streak (gastrulation), respectively.

Fuente: Hyun, I. et al. (2020). “Toward Guidelines for Research on Human Embryo Models Formed from Stem Cells”. Stem Cell Reports 14 (2): 169–74. https://doi.org/10.1016/j.stemcr.2019.12.008.



6.1. Clonación no reproductiva

Dado que las técnicas de clonación pueden formar parte de protocolos de investigación en laboratorio con múltiples finalidades, muchas de las cuales se analizan en otras secciones de esta memoria, no se desarrolla aquí su contenido. Para profundizar en diversos aspectos del asunto, pueden servir los recursos siguientes:


6.2. Opciones de mejora tecnológica

Un programa de mejora cognitiva y funcional de seres humanos admite versiones y objetivos factibles a través de tecnologías diversas, tanto biológicas como no biológicas.1 La mejora cognitiva consiste en ampliar o extender las capacidades básicas de la mente, mediante el aumento o la optimización de nuestros sistemas de procesamiento de información. Es pertinente aquí al concepto de cognición que aporta A. Sandberg, quien la define como "los procesos que un organismo utiliza para organizar la información: percepción, selección (atención), representación (entendimiento) y retención (memoria); y, sobre esa base, orientar el comportamiento y la respuesta motora".2

La literatura sobre mejora cognitiva de la última década ha prestado mucha atención a las intervenciones genéticas, farmacológicas o neurobiológicas destinadas a perfeccionar diversos aspectos de la biología humana asociados con la memoria, los procesos de atención y el control emocional, entre otros.3, 4 Pero no constituyen el único dominio de tecnologías, servicios y aplicaciones con potencial verosímil para la misma finalidad. Las hay que no resultan tan controvertidas en sus aspectos éticos y quedan fuera del radar de las objeciones distópicas (las que enfatizan, por ejemplo, el riesgo de promover dinámicas de control social sustentadas en un empleo masivo de psicofármacos o de sistemas de vigilancia vía implantes nanoelectrónicos realizados bajo coerción).

Las intervenciones sociales y educativas convencionales con potencial para mejorar la función cognitiva relacionada con las facultades básicas pueden amplificarse extraordinariamente gracias a la convergencia de desarrollos en informática, tecnologías de la información e inteligencia artificial. Existen miles de dispositivos cuyo hardware y software (interno o en la nube) se ha convertido ya en el medio para acceder a servicios y contenidos externos que millones de seres humanos demandan como extensión natural de sus facultades biológicas o adquiridas. Los usuarios de esos dispositivos se benefician rutinariamente de servicios y aplicaciones capaces de potenciar algún subsistema cognitivo implicado en tareas de cálculo, lenguaje o visualización (sin necesidad de corregir patologías o disfunciones específicas), por lo que en términos estrictos cabe considerarlos dispositivos de mejora cognitiva.2

Entre las tecnologías que se basan en el uso de materiales, dispositivos o sistemas que no son de origen orgánico podemos incluir algunas como la robótica, la inteligencia artificial, la nanotecnología, la electrónica o la biónica. Estas tecnologías pueden combinarse entre sí para crear soluciones innovadoras que mejoren las capacidades cognitivas y funcionales (control motor, precisión, velocidad, resistencia, etc.) de los seres humanos. Por mencionar algunas de estas posibilidades y ventajas asociadas:

  1. Robótica e inteligencia artificial: La robótica integra un amplio conjunto de disciplinas científicas e ingenieriles que se ocupan del diseño, construcción y operación de máquinas capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia o habilidad humana. La inteligencia artificial es la disciplina que estudia cómo crear sistemas informáticos que puedan simular o superar algunas capacidades humanas, como el aprendizaje, el razonamiento, la percepción o detección de patrones. La combinación de ambas tecnologías puede dar lugar a robots inteligentes aptos para asistir, complementar o sustituir a los humanos en diversas actividades. Robots de cierto tipo —no necesariamente los más avanzados— pueden ayudar a las personas con discapacidad física o cognitiva a realizar tareas cotidianas, mejorar su autonomía y calidad de vida.5, 6, 7, 8

  2. Cobots: En entornos exigentes de producción industrial, los robots diseñados para colaborar con trabajadores humanos (cobots) pueden contribuir a incrementar la productividad, creatividad y bienestar de amplios colectivos de trabajadores, incluyendo a técnicos y operadores. Los robots industriales son artefactos comunes en las plantas e instalaciones de las últimas décadas; pero su uso y despliegue ya no se limita a los entornos de seguridad protegidos que los separan de la interacción habitual con trabajadores humanos. A diferencia de los costosos sistemas de automatización "tradicionales", los robots colaborativos resultan más asequibles, versátiles y fáciles de programar y mantener, lo que ha posibilitado entornos donde habilidades humanas y robóticas se complementan y refuerzan. Esto podría ser un factor decisivo de competitividad para las pequeñas y medianas empresas. El aspecto relevante de esta transformación se centra en el proceso coevolutivo que involucra a humanos y máquinas como actores necesarios para imaginar nuevas soluciones a problemas complejos en situaciones de incertidumbre, donde sistemas cada vez más inteligentes inducen cambios en las prácticas y relaciones del entorno laboral para superar contingencias técnicas complejas, reestructurando las rutinas de trabajo de los operadores e incentivando la adquisición de nuevas habilidades.9, 10

  3. Exoesqueletos, prótesis avanzadas e implantes pueden integrarse con el cuerpo humano para mejorar funciones sensoriales, motoras o comunicativas. Exoesqueletos con grados diversos de sofisticación pueden mejorar las capacidades físicas y motoras más allá de los límites biológicos humanos. Algunos modelos (por ejemplo, el traje robótico Guardian XO, de Sarcos) permiten levantar hasta 90 kg repetidamente sin esfuerzo (no más del requerido para levantar 5 kg), y correr a velocidades de 20 km/h con umbrales de resistencia superiores al promedio humano. Algunas prótesis robóticas gestionadas por IA permiten un control bastante fluido y natural de los movimientos, lo que hace posible su uso para rehabilitar pacientes y ayudarles a recuperar la movilidad perdida por lesión o enfermedad. 11

  4. Nanotecnología y electrónica: La nanotecnología es la ciencia e ingeniería que se ocupa del estudio y manipulación de la materia a escala nanométrica (entre 1 y 100 nanómetros). La electrónica es la rama de la física y la ingeniería que se ocupa del estudio y aplicación de dispositivos que funcionan mediante el flujo de electrones u otras partículas cargadas. La combinación de ambas tecnologías puede dar lugar a nanodispositivos electrónicos que puedan interactuar con el cuerpo humano a nivel celular o molecular, con fines diagnósticos, terapéuticos o de mejora. Por ejemplo, los nanodispositivos pueden monitorizar el estado de salud, liberar fármacos, estimular el cerebro, modificar el ADN o conectar el sistema nervioso con interfaces externas. Se trata de un dominio tecnológico muy versátil y con gran potencial. La posibilidad de manipular la materia a escalas muy pequeñas, integrando resultados y técnicas de distintos campos del conocimiento —biología, física, química, informática e ingeniería— abre nuevas posibilidades para explorar y comprender los procesos biológicos y físicos que ocurren en el cuerpo humano y para el desarrollo de soluciones personalizadas, precisas y eficientes para prevenir, tratar o mejorar diversas condiciones médicas o funcionales. Aunque en fase todavía temprana de desarrollo, se trabaja intensamente en el diseño de nanorrobots médicos para observar, reparar y mejorar tejidos internos, remover placas arterioscleróticas, desobstruir vasos sanguíneos, destruir cánceres o liberar fármacos de forma precisa.12, 13, 14

  5. Biónica: La biónica es la ciencia y la tecnología que se ocupa del estudio e imitación de los sistemas y procesos naturales para diseñar soluciones artificiales que resuelvan problemas humanos. Entre sus aplicaciones cabe mencionar la fabricación de exoesqueletos, el diseño de órganos artificiales, los implantes cocleares o las prótesis biónicas, entre otras. Estas tecnologías tienen el objetivo de restaurar o mejorar las capacidades funcionales de los seres humanos que han sufrido alguna pérdida o daño físico. Las prótesis biónicas pueden sustituir miembros amputados o dañados por dispositivos mecánicos que imitan su forma y función con niveles sorprendentes de funcionalidad y precisión en algunos diseños. Prótesis de bajo coste para los miembros superiores de niños y adultos dañados por guerras, desastres naturales, accidentes o enfermedad están siendo elaboradas por voluntarios de todo el mundo que utilizan sus impresoras 3D y el software de código abierto de e-NABLE para fabricarlas y hacerlas llegar sin coste a quienes las necesitan. Más de diez mil personas han podido beneficiarse ya de esta iniciativa en comunidades con pocos recursos para la atención médica.15

    La integración de tecnologías puede llevar la biónica a niveles de desarrollo extraordinarios en un horizonte cercano. Se han diseñado prótesis inteligentes, equipadas con sensores y actuadores que permiten a los usuarios controlarlas con bastante precisión y naturalidad (la prótesis de brazo DEKA Arm, por ejemplo, utiliza sensores para detectar la intención del usuario y traducirla en movimientos del brazo). Los robots biomiméticos están diseñados para imitar el movimiento y las capacidades de animales e insectos (el robot mantis, p. ej.). Ciertos materiales bioinspirados están diseñados para imitar las propiedades de los materiales biológicos (el aerogel, p. ej., es ligero como el aire, buen aislante y fuerte como el acero).16

Las tecnologías mencionadas pueden utilizarse para facilitar la adaptación e integración laboral y social de personas con diversos tipos de limitaciones funcionales, sensoriales y cognitivas. Igual que pueden servir para recuperar habilidades motoras, sensoriales o comunicativas deterioradas, podrían ser aplicadas en programas de optimización y mejora, para lograr rendimientos superiores al promedio en aspectos funcionales y cognitivos relevantes. Flexibilidad cognitiva, rapidez de adaptación a nuevos entornos de problemas, y mejora de la intuición o de la empatía constituyen objetivos genuinos para los programas de mejora, además de otros (precisión, velocidad, fuerza, memoria, etc.) en los que robots avanzados y entrenados con diversas herramientas de IA fácilmente superan a los seres humanos. Los entornos colaborativos entre humanos y este tipo de sistemas ofrecen múltiples oportunidades para articular nuevas formas de acceso a información, conocimiento y recursos que pueden mejorar el aprendizaje, la toma de decisiones y la resolución de problemas complejos, con claras implicaciones para la creación de servicios de gran valor añadido y patrones más sostenibles de desarrollo social y económico.

Pocas tecnologías resultan neutrales en sus contextos de uso, y es obvio que las indicadas pueden ser desplegadas de modo que aumenten las desigualdades en lugar de disminuirlas. No obstante, algunas presentes en dispositivos asequibles para más de dos tercios de la población de los países en desarrollo seguramente estén teniendo un efecto parecido al que tuvo en su momento la alfabetización general o la introducción de la aritmética en el sistema educativo, contribuyendo a reducir la desigualdad de oportunidades y a multiplicar los procesos autonómos de reflexión y decisión informada. Ordenadores y dispositivos móviles con acceso a internet desempeñan el papel de otras herramientas básicas en el pasado, e incentivan el desarrollo de una serie de habilidades evolutivamente nuevas, necesarias para explotar con éxito sus posibilidades. Como señala Allen Buchanan, es improbable que decaigan los incentivos para sucesivos programas de mejora, ligados al desarrollo y potencial de tecnologías como las mencionadas y al hecho de que los rasgos con valor adaptativo son dinámicos.17, 18

Esto no excluye que puedan contribuir a generar dependencia psicológica o emocional en ciertos usuarios, además de aislamiento y dificultad para mantener la percepción de límite entre entre lo natural y lo artificial. Ni es descartable que, por delegar en exceso funciones y tareas, aumente el riesgo de empobrecimiento cognitivo o de reducción del rango de experiencias socialmente valiosas. Como en toda tecnología, el debate sobre las implicaciones éticas y sociales de las analizadas puede servir para ejercicios de prospectiva y prevención de posibles riesgos o abusos que permitan detectar lagunas en el marco regulador y contribuir a garantizar un uso seguro y confiable de las mismas. Además de alertar a usuarios incautos para no depositar expectativas exageradas en tecnologías no validadas, sin evidencia suficiente de su especificidad y eficacia, como señala Ross Andersen a propósito de las técnicas de estimulación transcraneal por corriente directa (TDCS).19

Mostrar referencias
1. Moreno Muñoz, M.; Lara Sánchez, F. (2016). “Presentación. Tecnologías de mejora humana, debate ético e impacto sociocultural”. Gazeta de antropología. https://doi.org/10.30827/digibug.43303.  
2. Sandberg, Anders (2011). “Cognition Enhancement: Upgrading the Brain”, en Julian Savulescu (y otros) (coord.), Enhancing Human Capacities. Chichester, West Sussex, U.K. Malden, MA, Wiley-Blackwell, 71-91 (cita en p. 71; 72-76).  
3. Lucke, Jayne et al. (2015). “Using Neuropharmaceuticals for Cognitive Enhancement: Policy and Regulatory Issues”, en Handbook of Neuroethics. Dordrecht, Springer Netherlands: 1085-1100. https://doi.org/10.1007/978-94-007-4707-4_72.   
4. Lynch, Gary et al. (2014). “Pharmacological Enhancement of Memory or Cognition in Normal Subjects”, Frontiers in Systems Neuroscience, nº 8: 90. https://doi.org/10.3389/fnsys.2014.00090.   
5. De Carolis, Berardina. (2020). “Using the Pepper Robot in Cognitive Stimulation Therapy for People with Mild Cognitive Impairment and Mild Dementia”. ACHI 2020 : The Thirteenth International Conference on Advances in Computer-Human Interactions. https://www.semanticscholar.org/paper/Using-the-Pepper-Robot-in-Cognitive-Stimulation-for-Carolis-Carofiglio/de2a3600c66feef859fa4beb6a7679c0368bc59a.  
6. Park, Eun-A, Ae-Ri Jung, y Kyoung-A Lee (2021). “The Humanoid Robot Sil-Bot in a Cognitive Training Program for Community-Dwelling Elderly People with Mild Cognitive Impairment during the COVID-19 Pandemic: A Randomized Controlled Trial”. International Journal of Environmental Research and Public Health 18 (15): 8198. https://doi.org/10.3390/ijerph18158198.  
7. Łukasik, Sylwia et al. (2021). “The Role of Socially Assistive Robots in the Care of Older People: To Assist in Cognitive Training, to Remind or to Accompany?” Sustainability 13 (18): 10394. https://doi.org/10.3390/su131810394.  
8. Yuan, Fengpei (2021). “A systematic review of robotic rehabilitation for cognitive training”. Frontiers in robotics and AI 8. https://doi.org/10.3389/frobt.2021.605715.  
9. Wallace, Jamie (2021). “Getting Collaborative Robots to Work: A Study of Ethics Emerging during the Implementation of Cobots”. Paladyn: Journal of Behavioral Robotics 12 (1): 299–309. https://doi.org/10.1515/pjbr-2021-0019.  
10. Arora, Anshu Saxena, y Amit Arora (2020). “The Race between Cognitive and Artificial Intelligence: Examining Socio-Ethical Collaborative Robots through Anthropomorphism and Xenocentrism in Human-Robot Interaction”. International Journal of Intelligent Information Technologies 16 (1): 1–16. https://doi.org/10.4018/ijiit.2020010101.  
11. World Energy Trade (2020). “El Guardian XO es el primer exoesqueleto de cuerpo completo a nivel mundial y ya tiene trabajo”. 21.10.2020. https://www.worldenergytrade.com/innovacion/robotica/el-guardian-xo-es-el-primer-exoesqueleto-de-cuerpo-completo-a-nivel-mundial-y-ya-tiene-trabajo.  
12. Londhe, Vaishali Y., y Rupali S. Bhadale (2022). “Nanorobotics in Nanomedicine”. Nanomaterials and Nanotechnology in Medicine. Wiley. https://doi.org/10.1002/9781119558026.ch12.  
13. Rojo, J., A. Sousa-Herves, y A. Mascaraque (2017). “Perspectives of carbohydrates in drug discovery”. En Comprehensive Medicinal Chemistry III, 577–610. https://doi.org/10.1016/B978-0-12-409547-2.12311-X.  
14. Kasabov, Nikola, y Ilkka Havukkala (2005). “A Special Issue on Computational Intelligence for Bioinformatics”. Journal of Computational and Theoretical Nanoscience 2 (4): 471–72. https://doi.org/10.1166/jctn.2005.001.  
15. e-NABLE (n.d.). “Enabling the Future”. https://enablingthefuture.org/.  
16. Lv, Bing, Zhenpeng Xue, Hao Wei, y Yantao Li (2021). “Exploration of design methods based on bionic functional modules”. Journal of physics. Conference series 1939 (1): 012078. https://doi.org/10.1088/1742-6596/1939/1/012078.  
17. Buchanan, Allen (2011). Better than human: The promise and perils of enhancing ourselves. Cary, NC: Oxford University Press.  
18. Buchanan, Allen E. (2011). Beyond humanity?: The ethics of biomedical enhancement. Londres, Inglaterra: Oxford University Press: 151-152.  
19. Andersen, Ross (2012). “Why Cognitive Enhancement Is in Your Future (and Your Past)”. Atlantic Monthly, 6.02.2012. https://www.theatlantic.com/technology/archive/2012/02/why-cognitive-enhancement-is-in-your-future-and-your-past/252566/.  
Caso a estudiar

¿Es la estimulación transcraneal magnética o por corriente directa una pseudotecnología?

Antecedentes:

  • Uso de tecnologías —con interfaces cerebro-máquina— para rehabilitación cognitiva de pacientes con dificultades para focalizar la atención o que han perdido facultades.
  • Análisis de la evidencia en la literatura relevante.
  • Revisión crítica de los criterios de control experimental.

Contexto actual:

  • ¿Las mismas tecnologías de lectura y manipulación mental son útiles en programas de mejora cognitiva de personas sanas?
  • ¿Se pueden aumentar habilidades como la memoria y la atención mediante máquinas conectadas a nuestros cerebros?
  • La estimulación transcraneal profunda, ¿desproporcionadamente invasiva, vs EEG?
  • Identificación de casos cuya interpretación no deje dudas sobre la eficacia, validez y especificidad de la técnica. ¿Recepción crítica entre la comunidad científica?
  • Revisión de piezas informativas sobre la escasa revisión crítica de estas aplicaciones en el ámbito académico.

Referencias:

  1. UK DRI (19.10.2023). “Non-Invasive Brain Stimulation May Provide Alternative Treatment”. Ukri.org. https://www.ukri.org/news/non-invasive-brain-stimulation-may-provide-alternative-treatment/.
  2. Martin, Bruno (11.02.2020). "¿Qué puede (y no puede) lograr la tecnología de mejora cognitiva?". https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/biociencias/que-puede-y-no-puede-lograr-la-tecnologia-de-mejora-cognitiva/.
  3. Martin, Bruno (20.09.2019). "Así extiende la neurotecnología los límites del cerebro". https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/biociencias/asi-extiende-la-neurotecnologia-los-limites-del-cerebro/
  4. Chambers, Chris, Sven Bestmann, y Elena Rusconi (2011). “‘Thinking caps’ are pseudoscience masquerading as neuroscience”. The Guardian, 16.02.2011. https://www.theguardian.com/science/blog/2011/feb/16/thinking-caps-pseudoscience-neuroscience.
  5. Sample, Ian (2011). “Got a problem - put your electric thinking cap on”. The Guardian, 2.02.2011. https://www.theguardian.com/science/2011/feb/02/electric-thinking-caps-brain-activity.
  6. Douglas Fields, R. (Nov. 25, 2011). “Amping up Brain Function: Transcranial Stimulation Shows Promise in Speeding up Learning”. Scientific American. https://www.scientificamerican.com/article/amping-up-brain-function/.

6.3. Posibilidades de mejora biotecnológica

Las tecnologías no biológicas son aptas para conseguir gran flexibilidad en el uso y diseño de materiales, dispositivos o sistemas como base de soluciones a medida; pero no siempre son adecuadas para lograr niveles de eficiencia, sofisticación y funcionalidad equiparables a los de los sistemas biológicos. El recurso a las biotecnologías en los programas de mejora se justifica por la ventaja que el uso y modificación de organismos vivos o de sus componentes puede suponer en términos de compatibilidad y afinidad con las funciones características del cuerpo humano, consideradas optimizables y mejorables bajo diversos criterios. Múltiples ensayos clínicos en curso y protocolos de investigación de diversa complejidad han sido diseñados a partir del conocimiento disponible sobre cómo aprovechar la capacidad de los seres vivos de autoorganizarse, autorrepararse y evolucionar, con expectativas verosímiles de hacer realidad tratamientos y abordajes de problemas para los que no existen soluciones satisfactorias. El conocimiento interdisciplinar acumulado y los avances en la biotecnología de las últimas décadas hacen posible sortear obstáculos derivados de la complejidad, incertidumbre y variabilidad de los sistemas biológicos, que dificultan su estudio, control y predicción en prácticamente todos los niveles de organización.1

Incluso las diferencias entre organismos modelo y cuerpo humano se van reduciendo, gracias a las tecnologías que permiten diseñar organoides y modelos genéticamente humanizados en los que estudiar in vitro el desarrollo de órganos, la homeostasis y procesos causantes de enfermedades. En el ámbito de la medicina regenerativa, la tecnología de organoides permite generar cultivos 3D in vitro específicos de cada paciente, a partir de células madre/progenitoras tanto primarias como reprogramadas. Estos desarrollos han dado un extraordinario empuje a los programas de generación de diversos tipos de tejidos y órganos para trasplante (sangre, piel, corazón, hígado, páncreas, tejido nervioso y cortical, tejido muscular, hueso, etc.). 2, 3, 4

Aunque el desarrollo de organoides plantea desafíos específicos relacionados con la configuración 3D adecuada para su inserción en los tejidos diana —se ha comprobado, p. ej., que la morfología del tejido influye en el programa temporal del desarrollo de organoides del cerebro humano—, el recurso a células troncales de diversos tipo controlando los procesos de diferenciación permite cultivar in vitro casi cualquier tipo de célula del cuerpo humano en grandes cantidades, con propiedades y características que pueden modificarse genéticamente para adaptarlas al sistema inmunitario del receptor o corregir defectos genéticos en el contexto relevante de expresión in vivo.5

De este modo se sortean algunos inconvenientes éticos y legales de la experimentación directa con seres humanos y se abre una vía de solución (empleo de quimeras, p. ej.) a la escasez de órganos de donantes y al problema del rechazo inmunológico. 6, 7

En muchos aspectos, y a pesar de los riesgos mencionados en apartados anteriores, las biotecnologías actualmente en desarrollo constituyen el único abordaje prometedor para múltiples problemas de salud, desarrollo, envejecimiento y deterioro considerados hasta hace muy poco inherentes a la condición humana.8, 9

Mostrar referencias
1. Ma’ayan, Avi (2017). “Complex Systems Biology”. Journal of the Royal Society, Interface 14 (134): 20170391. https://doi.org/10.1098/rsif.2017.0391.  
2. Kaffe, Eleanna et al. (2023). “Humanized Mouse Liver Reveals Endothelial Control of Essential Hepatic Metabolic Functions”. Cell 186 (18): 3793-3809.e26. https://doi.org/10.1016/j.cell.2023.07.017.  
3. Lehrich, Brandon M., y Satdarshan P. Monga (2023). “Learning Human Liver Biology in Humanized Mice”. Cell Research. https://doi.org/10.1038/s41422-023-00877-1.  
4. Landecker, Hannah L., y Amander T. Clark (2023). “Human Embryo Models Made from Pluripotent Stem Cells Are Not Synthetic; They Aren’t Embryos, Either”. Cell Stem Cell 30 (10): 1290–93. https://doi.org/10.1016/j.stem.2023.09.006.  
5. Chiaradia, Ilaria et al. (2023). “Tissue Morphology Influences the Temporal Program of Human Brain Organoid Development”. Cell Stem Cell 30 (10): 1351-1367.e10. https://doi.org/10.1016/j.stem.2023.09.003.  
6. Palacios-González, César (2017). “Chimeras Intended for Human Gamete Production: An Ethical Alternative?” Reproductive Biomedicine Online 35 (4): 387–90. https://doi.org/10.1016/j.rbmo.2017.06.007.  
7. Devolder, Katrien. (2015). The ethics of embryonic stem cell research. Londres, Inglaterra: Oxford University Press. Ch. 1-2.  
8. Kasbekar, Monica, Carl A. Mitchell, Melissa A. Proven, y Emmanuelle Passegué. (2023). “Hematopoietic Stem Cells through the Ages: A Lifetime of Adaptation to Organismal Demands”. Cell Stem Cell. https://doi.org/10.1016/j.stem.2023.09.013.  
9. Harris, John (2010). Enhancing Evolution: The Ethical Case for Making Better People. Princeton, NJ, Estados Unidos de América: Princeton University Press.  
Caso a estudiar

Organoides y sus aplicaciones

  1. Ventajas de los organoides frente a los cultivos 2D, a partir de las imágenes siguientes.
  2. Características y aplicaciones posibles.
  3. Posibilidades en la regeneración de tejido neural.
  4. Variación semanal en la proporción de células de distinto tipo.
  5. Posibilidad de sistemas computacionales híbridos (bioelectrónicos).
  6. Interés de los organoides como modelos de desórdenes neurológicos.
  7. Evaluación de las ventajas y desafíos o aspectos no bien resueltos.
  8. Consideraciones éticas.

  1. Organoides y biocomputación
  2. https://www.frontiersin.org/files/Articles/1017235/fsci-01-1017235-HTML-r9/image_m/fsci-01-1017235-g003.jpg
  3. 3E neural culture
  4. Ethical considerations
  5. Aplicaciones
  6. Reprogramación de entorno 3D
  7. 3D in vitro hair follicle induction
  8. Neurological disorder organoid model
  9. Organoid challenges and perspectives
  10. Potential and limitations of 2D cell culture system

Referencias:

  1. Smirnova, Lena, Brian S. Caffo, David H. Gracias, Qi Huang, Itzy E. Morales Pantoja, Bohao Tang, Donald J. Zack, et al. (2023). “Organoid intelligence (OI): the new frontier in biocomputing and intelligence-in-a-dish”. Frontiers in Science 1. https://doi.org/10.3389/fsci.2023.1017235. [Fuente de las imágenes 1-5]
  2. Kageyama, Tatsuto, Akihiro Shimizu, Riki Anakama, Rikuma Nakajima, Kohei Suzuki, Yusuke Okubo, y Junji Fukuda. (2022). “Reprogramming of Three-Dimensional Microenvironments for in Vitro Hair Follicle Induction”. Science Advances 8 (42). https://doi.org/10.1126/sciadv.add4603. [Fuente de las imágenes 6-7]
  3. Gazerani, Parisa (2023). “Human Brain Organoids in Migraine Research: Pathogenesis and Drug Development”. International Journal of Molecular Sciences 24 (4): 3113. https://doi.org/10.3390/ijms24043113.
  4. Jalink, Philip, y Massimiliano Caiazzo (2021). “Brain Organoids: Filling the Need for a Human Model of Neurological Disorder”. Biology 10 (8): 740. https://doi.org/10.3390/biology10080740. [Fuente de imágenes 8-10]
  5. Kumar, Aditi, Shuangyi Cai, Mayar Allam, Samuel Henderson, Melissa Ozbeyler, Lilly Saiontz, y Ahmet F. Coskun (2023). “Single-cell and spatial analysis of emergent organoid platforms”. Cancer Systems and Integrative Biology, 311–44. New York, NY: Springer US. https://doi.org/10.1007/978-1-0716-3163-8_22.

7. Biotecnología vegetal y plantas transgénicas

La biotecnología vegetal constituye un campo multidisciplinar en rápido crecimiento, cuyas aplicaciones han transformado de modo radical las prácticas y el potencial de la agricultura. Sumadas a otras innovaciones, las técnicas de edición genética, la transgénesis y la selección asistida por marcadores moleculares permiten el desarrollo de variedades mejoradas en rasgos clave de interés agronómico:

Nuevas herramientas biotecnológicas están proporcionado la capacidad de optimizar genomas vegetales para originar cultivos más productivos, resilientes y nutritivos, por lo que no resultan descabelladas las expectativas de una nueva revolución verde. Sin embargo, es preciso señalar una serie de riesgos ampliamente comentados en el debate público sobre las plantas transgénicas:

El debate público sobre las plantas transgénicas es complejo y no hay una respuesta fácil. Los estudios sobre seguridad, bajo diversos criterios y metodologías de estudio de impacto ambiental, no justifican una desconfianza sistemática sobre las tecnologías de edición genética o transgénesis. Se someten a escrutinio científico y pasan por controles exigentes para su validación. Y lo mismo ocurre en las pruebas de campo. Los posibles efectos negativos de las plantas transgénicas en el medio ambiente no difieren mucho de los que ocasionan las variedades convencionales en explotaciones de cultivo intensivo (ni puede servir de pretexto para justificarlas). La dispersión de transgenes o factores de resistencia, si se produce, tiende a desaparecer con rapidez, como ocurre con otros rasgos interesantes de variedades seleccionadas por cruzamiento. Pese a lo que el debate público pudiera inducir a pensar, diversos estudios de revisión que abarcan casi tres décadas coinciden en descartar un riesgo o peligro significativo, directamente relacionado con el uso de cultivos transgénicos.20, 21, 22

Distinto sería el riesgo de dependencia de ciertas empresas que funcionan en régimen de cuasi-monopolio y mantienen estrategias comerciales muy agresivas de control del mercado de plantas y semillas transgénicas, lo que puede repercutir en el coste de toda la cadena de suministro de alimentos. No es un problema exclusivo de las biotecnologías; pero el potencial y dimensión de este sector obliga a tomar en serio la cuestión, que puede requerir adaptaciones importantes en los marcos reguladores estatales y en los acuerdos internacionales de comercio.23

Utilizada correctamente, la biotecnología de plantas va asociada a prácticas seguras y, en muchos aspectos, más eficientes y sostenibles que otras prácticas agrícolas tradicionales. Una regulación inadecuada o desproporcionadamente restrictiva puede tener consecuencias negativas en muchos sentidos (pérdida de producción, más uso de insectidas, escasez de alimentos).24

Hasta ahora, los cultivos Bt tolerantes a herbicidas y resistentes a insectos han sido los más utilizados. Los estudios de impacto no muestran un incremento constatable en riesgos específicos. Por el contrario, estos cultivos están siendo beneficiosos para los agricultores y consumidores, con ganancias netas de bienestar agregado para agricultores de países en desarrollo, en ciertos aspectos con un margen mayor de beneficio que en los países desarrollados (un factor de reducción de la pobreza en contextos institucionales favorables). Los cultivos Bt, en particular, permiten reducciones significativas de pesticidas químicos, con claros beneficios ambientales y para la salud. Pero, como en otras muchas cuestiones que afectan a la salud humana o animal y al medio ambiente, el enfoque caso por caso para la evaluación rigurosa de nuevos productos biotecnológicos previa a su comercialización, involucrando a agencias independientes y con personal experto, constituye una garantía fundamental a efectos de percepción pública.25

Mostrar referencias
1. Adel, Sarah, y Nicolas Carels (2023). “Plant Tolerance to Drought Stress with Emphasis on Wheat”. Plants 12 (11): 2170. https://doi.org/10.3390/plants12112170.  
2. Bhandari, Utsav et al. (2023). “Morpho-Physiological and Biochemical Response of Rice (Oryza Sativa L.) to Drought Stress: A Review”. Heliyon 9 (3): e13744. https://doi.org/10.1016/j.heliyon.2023.e13744.  
3. Elakhdar, Ammar et al. (2022). “Barley with Improved Drought Tolerance: Challenges and Perspectives”. Environmental and Experimental Botany 201 (104965): 104965. https://doi.org/10.1016/j.envexpbot.2022.104965.  
4. Wang, Jingyi et al. (2021). “Exploitation of Drought Tolerance-Related Genes for Crop Improvement”. International Journal of Molecular Sciences 22 (19): 10265. https://doi.org/10.3390/ijms221910265.  
5. Buiatti, M., P. Christou, y G. Pastore. 2013. “The Application of GMOs in Agriculture and in Food Production for a Better Nutrition: Two Different Scientific Points of View”. Genes & Nutrition 8 (3): 255–70. https://doi.org/10.1007/s12263-012-0316-4.
6. Ronald, Pamela (2011). “Plant Genetics, Sustainable Agriculture and Global Food Security”. Genetics 188 (1): 11–20. https://doi.org/10.1534/genetics.111.128553.  
7. Tripathi, Leena, Valentine O. Ntui, y Jaindra N. Tripathi (2020). “CRISPR/Cas9-Based Genome Editing of Banana for Disease Resistance”. Current Opinion in Plant Biology 56: 118–26. https://doi.org/10.1016/j.pbi.2020.05.003.  
8. Nekrasov, Vladimir, Congmao Wang, Joe Win, Christa Lanz, Detlef Weigel, y Sophien Kamoun (2017). “Rapid Generation of a Transgene-Free Powdery Mildew Resistant Tomato by Genome Deletion”. Scientific Reports 7 (1). https://doi.org/10.1038/s41598-017-00578-x.  
9. Wang, Yanpeng et al. (2014). “Simultaneous Editing of Three Homoeoalleles in Hexaploid Bread Wheat Confers Heritable Resistance to Powdery Mildew”. Nature Biotechnology 32 (9): 947–51. https://doi.org/10.1038/nbt.2969.  
10. Sánchez-León, Susana et al. (2018). “Low‐gluten, Nontransgenic Wheat Engineered with CRISPR/Cas9”. Plant Biotechnology Journal 16 (4): 902–10. https://doi.org/10.1111/pbi.12837.  
11. Chen, Zhihui et al. (2022). “Efficient Breeding of Low Glutelin Content Rice Germplasm by Simultaneous Editing Multiple Glutelin Genes via CRISPR/Cas9”. Plant Science: An International Journal of Experimental Plant Biology 324 (111449): 111449. https://doi.org/10.1016/j.plantsci.2022.111449.  
12. Bekhit, Alaa El-Din Ahmed et al. (2018). “Impact of Fermentation Conditions on the Physicochemical Properties, Fatty Acid and Cholesterol Contents in Salted-Fermented Hoki Roe”. Food Chemistry 264: 73–80. https://doi.org/10.1016/j.foodchem.2018.05.008.  
13. Dongariyal, Ankit et al. (2023). “Tending Genome Editing via CRISPR/Cas9-Induced Mutagenesis: Opportunity and Challenges for Yield, Quality and Nutritional Improvement of Fruit Crops”. Scientia Horticulturae 311 (111790): 111790. https://doi.org/10.1016/j.scienta.2022.111790.  
14. Luo, Hao, Yihong Bao, y Ping Zhu (2023). “Nutritional and Functional Insight into Novel Probiotic Lycopene-Soy Milk by Genome Edited Bacillus Subtilis”. Food Chemistry 429 (136973): 136973. https://doi.org/10.1016/j.foodchem.2023.136973.  
15. Yan, Yan et al. (2023). “HSP90.2 Promotes CO2 Assimilation Rate, Grain Weight and Yield in Wheat”. Plant Biotechnology Journal 21 (6): 1229–39. https://doi.org/10.1111/pbi.14032.  
16. Murchie, Erik H. et al. (2023). “A ‘Wiring Diagram’ for Source Strength Traits Impacting Wheat Yield Potential”. Journal of Experimental Botany 74 (1): 72–90. https://doi.org/10.1093/jxb/erac415.  
17. Ain, Noor-Ul et al. (2022). “Genetic determinants of biomass in C4 crops: Molecular and agronomic approaches to increase biomass for biofuels”. Frontiers in plant science 13. https://doi.org/10.3389/fpls.2022.839588.  
18. Driever, Steven M. et al. (2017). “Increased SBPase Activity Improves Photosynthesis and Grain Yield in Wheat Grown in Greenhouse Conditions”. Philosophical Transactions of the Royal Society of London. Series B, Biological Sciences 372 (1730): 20160384. https://doi.org/10.1098/rstb.2016.0384.  
19. Su, Hang et al. (2023). “Plant-made vaccines against viral diseases in humans and farm animals”. Frontiers in plant science 14. https://doi.org/10.3389/fpls.2023.1170815.  
20. Nicolia, Alessandro, Alberto Manzo, Fabio Veronesi, y Daniele Rosellini (2014). “An Overview of the Last 10 Years of Genetically Engineered Crop Safety Research”. Critical Reviews in Biotechnology 34 (1): 77–88. https://doi.org/10.3109/07388551.2013.823595.  
21. Delaney, Bryan, Richard E. Goodman, y Gregory S. Ladics (2018). “Food and Feed Safety of Genetically Engineered Food Crops”. Toxicological Sciences: An Official Journal of the Society of Toxicology 162 (2): 361–71. https://doi.org/10.1093/toxsci/kfx249.  
22. Sanchez, Miguel A. (2015). “Conflict of Interests and Evidence Base for GM Crops Food/Feed Safety Research”. Nature Biotechnology 33 (2): 135–37. https://doi.org/10.1038/nbt.3133. 
23. Philips, Joshua G., Elena Martin-Avila, y Andrea V. Robold (2022). “Horizontal gene transfer from genetically modified plants - Regulatory considerations”. Frontiers in bioengineering and biotechnology 10. https://doi.org/10.3389/fbioe.2022.971402.  
24. Qaim, Matin (2009). “The Economics of Genetically Modified Crops”. Annual Review of Resource Economics 1 (1): 665–94. https://doi.org/10.1146/annurev.resource.050708.144203.  
25. Ewa, Woźniak-Gientka et al. (2022). “Public Perception of Plant Gene Technologies Worldwide in the Light of Food Security”. GM Crops & Food 13 (1): 218–41. https://doi.org/10.1080/21645698.2022.2111946.  
Caso a estudiar

Restricciones a los cultivos transgénicos resistentes a las plagas que expresan proteínas Bt

Antecedentes:

  • El debate desde mediados de la década de 1990 sobre la liberación de OGM al medio ambiente y la comercialización de alimentos derivados de cultivos transgénicos.

Aspectos relevantes:

  • Clarificación de los aspectos científicos y elementos que han condicionado la opinión pública.
  • Diferencia entre OGM de primera, segunda y tercera generación.
  • Implicaciones ambientales (agricultura sostenible, disminución de pesticidas y de combustibles fósiles).
  • Implicaciones sociales y económicas (seguridad alimentaria, alimentos accesibles, cultivo local).
  • Actores concernidos, intereses en conflicto e influencia en el debate social

Discusión:

  • ¿Debería permitirse la comercialización de variedades transgénicas resistentes a plagas en la UE?

Referencias:

  1. Buiatti, M., P. Christou, y G. Pastore (2013). “The Application of GMOs in Agriculture and in Food Production for a Better Nutrition: Two Different Scientific Points of View”. Genes & Nutrition 8 (3): 255–70. https://doi.org/10.1007/s12263-012-0316-4.
  2. Final Report (31/03/06). Cumulative long-term effects of genetically modified (GM) crops on human/animal health and the environment: risk assessment methodologies reference: NO 07-0402/2005/414455/MAR/B4. https://food.ec.europa.eu/system/files/2016-10/gmo_rep-stud_2006_report_lt-effects.pdf.
  3. EPRS | European Parliamentary Research Service (Jul. 2022). Genome-edited crops and 21st century food system challenges: In-Depth Analysis. Panel for the Future of Science and Technology Scientific Foresight Unit (STOA). PE 690.194 – July 2022. https://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/IDAN/2022/690194/EPRS_IDA(2022)690194_EN.pdf.
  4. En Bhandari et a. (2023): "Adaptations of drought stress in rice" (Table 2). https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2405844023009519#tbl2.

8. Biotecnología y medio ambiente

La agricultura es considerada una de las actividades humanas con mayor impacto ambiental por uso de suelo (cerca del 40% de la superficie terrestre libre de hielo) y consumo de agua (casi el 70% del agua dulce disponible). Toda la actividad y energía necesarias para hacer frente a la creciente demanda de alimentos y materias primas por parte de una población mundial en aumento y con mayores expectativas de consumo es responsable de aproximadamente el 23% de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero (GEI).1, 2

La reducción constatada de recursos naturales como el agua, el suelo y la biodiversidad limitan la capacidad productiva de los sistemas agrícolas. Este proceso se ha visto reforzado por el impacto del cambio climático y el aumento de la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos como sequías, inundaciones, plagas y enfermedades. Además, se están produciendo cambios en los patrones de consumo —aumento de la demanda de alimentos de origen animal— que contribuyen a incrementar las emisiones de GEI y suponen un obstáculo para la gestión insostenible de los recursos naturales, con proyecciones alarmantes para el año 2050 (un 50% más de alimentos, un 40% más de agua y un 50% más de energía que en el año 2012).3

Estos factores combinados suponen, en muchas regiones (no solo en las áridas y semiáridas), una amenaza para la seguridad alimentaria y la provisión de servicios ecosistémicos. El informe del IPCC de 2019 sobre uso del suelo en un contexto de cambio climático enfatiza el papel de la biotecnología agrícola para contribuir a reducir el impacto ambiental del uso de la tierra y del agua mediante la mejora de la eficiencia en el uso de los recursos, la reducción de las pérdidas y el desperdicio de alimentos, la adaptación y mitigación al cambio climático, y la conservación y restauración de los ecosistemas. La necesidad de innovación para mejorar la productividad, la calidad, la seguridad y la diversidad de los productos agrícolas es acuciante, si se considera el aumento de la población mundial, la alteración cada vez más frecuente de las cadenas alimentarias, el aumento de precio de los productos básicos y el desplazamiento de millones de personas de las zonas más afectadas por la desertificación o por otros fenómenos ligados al clima (incendios forestales, aumento del nivel del mar, ciclones y tormentas más intensas).1, 4

Pese a los márgenes de incertidumbre en los modelos de impacto del cambio climático, el nivel de riesgo dependerá de cómo evolucionen los patrones de población, consumo, producción, desarrollo tecnológico y gestión de la tierra. Con mejoras tecnológicas muy limitadas en los rendimientos agrícolas, la mayor demanda de alimentos, piensos y agua para satisfacer la evolución del consumo, incrementará el riesgo de escasez de agua en las tierras áridas, la degradación de la tierra y la inseguridad alimentaria. A la misma conclusión se llega si consideramos que las zonas climáticas aptas para la agricultura se desplazarán aún más hacia los polos en las latitudes medias y altas, lo que aumentará las perturbaciones en los bosques boreales, incluidas sequías, incendios forestales y brotes de plagas. En las regiones tropicales, y sobre escenarios de emisiones medias y altas de GEI, se prevé que el calentamiento dé lugar a la aparición de fenómenos sin precedentes.1

La contaminación de suelos y cursos de agua por uso excesivo de fertilizantes y pesticidas en agricultura es otro impacto ambiental a considerar. También la pérdida de biodiversidad asociada con los monocultivos y con la conversión de hábitats naturales en tierras de uso agrícola. Los factores de riesgo combinados ocasionan desnutrición crónica en mil millones de personas, en una dinámica agravada por degradación del suelo y aceleración de impactos climáticos a escala global. No se podrán satisfacer las necesidades futuras de seguridad alimentaria si la producción de alimentos no se incrementa sustancialmente, al tiempo que se reduce de modo drástico la huella ambiental de la agricultura. Como señalan Foley y otros, es importante conocer las "brechas de rendimiento" y dónde se dan las condiciones para aumentar la eficiencia de los cultivos, además de incidir en aspectos como el cambio en las dietas y la reducción de desperdicios.5

En el debate público acerca de las biotecnologías y sus aplicaciones en agricultura es importante considerar el trasfondo de problemas en los que el factor tecnológico puede ayudar a afrontar desafíos y riesgos sin precedentes. La incertidumbre sobre los efectos a largo plazo de ciertas prácticas no exime de analizar con rigor la gravedad de la situación de partida y las dificultades para garantizar una distribución equitativa de beneficios a los que gran parte de la población mundial no tiene acceso. El periodo de relativa estabilidad ambiental que caracterizó el Holoceno se ha visto alterado por el impacto de la acción humana, de manera tal que se han sobrepasado los "límites planetarios" en varios indicadores clave que definen la franja de seguridad para el desarrollo de la humanidad, en conexión con los subsistemas o procesos biofísicos del planeta.

El escenario de riesgo muy probablemente se ha subestimado, si se tiene en cuenta que muchos subsistemas de la Tierra reaccionan no de forma lineal, sino abrupta, cuando se sobrepasan los niveles umbral de ciertas variables. Superado el margen de seguridad, subsistemas importantes como el monzónico pueden experimenta algo similar a un cambio de estado, con consecuencias potencialmente desastrosas para los asentamientos humanos en zonas de riesgo.6

Sin embargo, no deben proyectarse expectativas ilusorias sobre las soluciones exclusivamente técnicas. La complejidad de los problemas ambientales se manifiesta de manera desigual por regiones. En Asia, la situación es crítica por transgresión simultánea de múltiples límites locales subyacentes. Con cambios hacia patrones de producción y consumo más sostenibles se podría sustentar a casi 10.000 millones de personas dentro de los límites planetarios. Pero conseguir una mejor gestión del agua y de los nutrientes incluye aspectos técnica, social y culturamente complejos, como la redistribución espacial de las tierras de cultivo, evitar el desperdicio de alimentos y promover cambios en la dieta. Son requisitos exigentes, y no solo en la dimensión tecnológica. En las condiciones actuales, el sistema alimentario difícilmente podría proporcionar una dieta equilibrada (2.355 kcal per cápita por día) a más de 3.400 millones de personas.7

Para quienes desconfían del solucionismo tecnológico, conviene recordar el alcance del escenario de riesgo sin precedentes en el que nos encontramos. Desde 1992, miles de científicos de todo el mundo han lanzado varias advertencias sobre el fracaso de la humanidad para afrontar los desafíos ambientales con medidas ajustadas a la gravedad de los indicadores, la mayoría de los cuales está empeorando de manera alarmante. La evolución hacia un cambio climático potencialmente catastrófico debido al aumento de los GEI por la quema de combustibles fósiles parece irreversible, agravada por la deforestación, la producción agrícola y la cría de ganado para el consumo de carne. Informes complementarios coinciden en señalar que la actividad humana ha desencadenado un evento de extinción masiva, el sexto en aproximadamente 540 millones de años, en el que muchas formas de vida actuales podrían ser aniquiladas o llevadas al límite de sus capacidades de supervivencia para finales de este siglo.8, 9

Los acuerdos internacionales que lograron la estabilización de la capa de ozono estratosférico (mediante la reducción del uso mundial de CFC y de otras sustancias químicas que dañan la capa de ozono en casi un 95%, en apenas diez años) constituyen la excepción en esta dinámica. En un sentido muy valioso, mostraron cómo es posible que tanto la comunidad científica como los gestores políticos de distinto signo e ideología cooperen para proteger bienes comunes globales.10

Pero la evolución de los demás indicadores relevantes de impacto ambiental (aumento de la temperatura de la superficie del planeta; disminución de la cantidad de hielo en la Antártida, en el Océano Ártico, en Groenlandia y en los glaciares terrestres; aumento de la temperatura, la acidez y el nivel del océano; aumento de las superficies terrestres quemadas; fenómenos meteorológicos extremos como tormentas y olas de calor con más coste y daños asociados, entre otros) solo da pie a interpretaciones en clave de amenazas ecológicas y socio-políticas. Académicos, investigadores expertos y las instituciones que les representan en foros internacionales concluyen que estamos poniendo en peligro nuestro futuro por el consumo de materiales y el rápido crecimiento demográfico. Esto ocurre en ausencia de iniciativas eficaces y de máxima prioridad para reducir los gases de efecto invernadero, incentivar la energía renovable, proteger hábitats, restaurar los ecosistemas y frenar la contaminación. Sin estas medidas urgentes, toda la biosfera está en peligro y queda comprometido el horizonte de viabilidad para las generaciones actuales y futuras de vidas humanas. 9, 13

Diversas aplicaciones de la biotecnología la convierten en una herramienta de interés en el debate sobre ciertos aspectos acuciantes de los desafíos ambientales. Técnicas como la criopreservación de gametos y la incorporación de genes de resistencia pueden ser útiles en algunas iniciativas dirigidas a preservar especies amenazadas, restaurar hábitats o evitar la pérdida de cientos de especies de anfibios que sucumben al hongo Batrachochytrium dendrobatidis. Pero es improbable que terminen con los procesos de intercambio de especies que han extendido la infección a Europa o a México, puesto que las ranas de uñas africanas (Xenopus laevis), portadoras del hongo, son muy utilizadas en experimentos de laboratorio y se exportan desde África por toneladas al resto del planeta.14

En iniciativas de biorremediación es posible utilizar microorganismos modificados, enzimas y plantas mejoradas para descontaminar suelos y aguas con metales pesados, derrames de petróleo, plásticos y otros contaminantes. Un ejemplo interesante son las bacterias optimizadas para degradar hidrocarburos. Aunque la tecnología de remediación microbiana en condiciones aeróbicas se está desarrollado con rapidez, su eficacia se ve reducida por muchos factores ambientales que dificultan su aplicación práctica a la escala requerida para hacer frente a vertidos y accidentes frecuentes, resultado del aumento de la población y de tecnologías industriales o de transporte dependientes del consumo intensivo de combustibles fósiles.15

En los proyectos de agricultura sostenible, la biotecnología puede impulsar cultivos resistentes a sequía, frío y salinidad; o con modificaciones que los hagan más eficientes en el uso de nitrógeno; también potenciando la capacidad de plantas y microbios de capturar CO2 atmosférico y convertirlo en biomasa. Pero a menudo la calidad y cantidad del rendimiento de las cosechas dependen de la capacidad para monitorizar mejor las necesidades y ajustar tanto el agua como los nutrientes necesarios. A este respecto pueden resultar útiles los biosensores (sensores biológicos y sensores biomiméticos basados en enzimas, células enteras, anticuerpos, aptámeros y ADN, para detectar toxinas, patógenos y cambios ambientales de forma rápida y precisa). Es obvio que los procesos responsables de la contaminación ambiental (liberación y acumulación de sustancias nocivas por la actividad industrial, patrones de urbanización y crecimiento demográfico, modelos de desarrollo y transporte no sostenibles) generan tal cantidad y variedad de compuestos (químicos, físicos, biológicos, radiológicos, etc.), diseminados constantemente en el aire, el suelo y el agua, que afectan de modo negativo a la salud humanas y deterioran las condiciones de todos los sistemas vivos en una escala imposible de contrarrestar o mitigar solo con soluciones biotecnológicas.16, 17

La biotecnología es solo un componente más a considerar en la adopción de políticas ambientales responsables. Dada la cantidad de actores concernidos en este tipo de iniciativas, es importante contribuir a un debate público informado y riguroso que contemple con realismo los desafíos y problemas que convergen en la cuestión ambiental. El conocimiento teórico de los riesgos y de sus implicaciones prácticas (sociales, económicas, en calidad de vida y seguridad alimentaria) no concierne solo a líderes políticos. Los comportamientos individuales deben evolucionar y adaptarse también a las nuevas amenazas, incluyendo decisiones difíciles sobre las propias expectativas reproductivas (considerando lo que supone superar el nivel de reemplazo, p. ej.) y la disminución drástica de nuestro consumo per cápita de combustibles fósiles, carne y otros recursos. Todo lo que exceda el espacio operativo seguro del límite planetario (producción, consumo, emisiones anuales, contaminación por plástico, emisiones industriales, etc.) requiere una evaluación y monitorización cuidadosa, dado que los impactos son tales que amenazan la integridad de los procesos del sistema Tierra.11, 12

Mostrar referencias
1. IPCC (2019). “Summary for Policymakers”. In: Climate Change and Land: an IPCC special report on climate change, desertification, land degradation, sustainable land management, food security, and greenhouse gas fluxes in terrestrial ecosystems. P.R. Shukla  et al. (eds.). https://www.ipcc.ch/srccl/chapter/summary-for-policymakers/  
2. FAO and UN Water (2021). Progress on change in water-use efficiency. https://www.fao.org/documents/card/en/c/cb6413en/.  
3. UNESCO World Water Assessment Programme (2021). Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos: El valor del agua. UNESCO Publishing. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000378890  
4. Melgarejo, Paloma, Ignacio Romagosa, y Núria Duran (2014). “Biotecnología agrícola”. Arbor 190 (768): a152. https://doi.org/10.3989/arbor.2014.768n4006.  
5. Foley, Jonathan A. et al. (2011). “Solutions for a Cultivated Planet”. Nature 478 (7369): 337–42. https://doi.org/10.1038/nature10452.  
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7. Gerten, Dieter et al. (2020). “Feeding Ten Billion People Is Possible within Four Terrestrial Planetary Boundaries”. Nature Sustainability 3 (3): 200–208. https://doi.org/10.1038/s41893-019-0465-1.  
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10. Parson, Edward A. (2003). Protecting the Ozone Layer: Science and Strategy. Nueva York, NY, Estados Unidos de América: Oxford University Press.  
11. Persson, Linn et al. (2022). “Outside the Safe Operating Space of the Planetary Boundary for Novel Entities”. Environmental Science & Technology 56 (3): 1510–21. https://doi.org/10.1021/acs.est.1c04158.  
12. IPCC (2023). “AR6 Synthesis Report - Climate Change 2023". Sixth Assessment Report - AR6”. https://www.ipcc.ch/report/ar6/syr/  
13. Tonn, Bruce, y Dorian Stiefel (2014). “Human Extinction Risk and Uncertainty: Assessing Conditions for Action”. Futures 63: 134–44. https://doi.org/10.1016/j.futures.2014.07.001.  
14. Madison, Joseph D. et al. (2017). “Characterization of Batrachochytrium dendrobatidis Inhibiting Bacteria from Amphibian Populations in Costa Rica”. Frontiers in microbiology 8. https://doi.org/10.3389/fmicb.2017.00290.  
15. Xu, Xingjian et al. (2018). “Petroleum hydrocarbon-degrading bacteria for the remediation of oil pollution under aerobic conditions: A perspective analysis”. Frontiers in microbiology 9. https://doi.org/10.3389/fmicb.2018.02885.  
16. Gavrilaș, Simona et al. (2022). “Recent Trends in Biosensors for Environmental Quality Monitoring”. Sensors (Basel, Switzerland) 22 (4): 1513. https://doi.org/10.3390/s22041513.  
17. Singh, Ajay, y Owen P. Ward. (2004). “Biotechnology and Bioremediation — An Overview”. En Soil Biology, 1–17. Berlin, Heidelberg: Springer Berlin Heidelberg.  
Caso a estudiar

Límites planetarios y riesgo de extinción

Antecedentes:

  • Obras centradas en los límites del crecimiento y la crisis ecológica: La sexta extinción: una historia nada natural, de E. Kolbert (2019); La venganza de la Tierra, de J. Lovelock (2007); E. O. Wilson, El futuro de la vida (2002); Nuestra huella ecológica: reduciendo el impacto humano sobre la Tierra, de M. Wackernagel (2001); World Scientist’s Warnings to Humanity.
  • Indicadores para cuantificar impacto ambiental
    • Huella hídrica de la producción agrícola (m3/ton)
    • Intensidad de emisiones de GEI (kg CO2eq/kg producto)
    • Índice de biodiversidad en paisajes agrícolas

Revisión:

  • Informes del IPCC (AR6), FAO, PENUD, UNESCO.
  • Escenarios de riesgo y criterios para interpretar las proyecciones.
  • Bucles de retroalimentación, y subestimación de impacto.
  • ¿Es seguro el límite de 1,5 ºC?

Discusión:

  • ¿Es verosímil un escenario de extinción?
  • ¿Qué límites críticos se han sobrepasado y son irreversibles?
  • ¿Cómo visualizar las tendencias y los forzamientos producidos?

Referencias:

  1. Rockström, Johan et al. (2009). “A Safe Operating Space for Humanity”. Nature 461 (7263): 472–75. https://doi.org/10.1038/461472a.
  2. Foley, Jonathan A. et al. (2011). “Solutions for a Cultivated Planet”. Nature 478 (7369): 337–42. https://doi.org/10.1038/nature10452.
  3. Gerten, Dieter et al. (2020). “Feeding Ten Billion People Is Possible within Four Terrestrial Planetary Boundaries”. Nature Sustainability 3 (3): 200–208. https://doi.org/10.1038/s41893-019-0465-1.
  4. Steffen, Will et al. (2018). “Trajectories of the Earth System in the Anthropocene”. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America 115 (33): 8252–59. https://doi.org/10.1073/pnas.1810141115. (Imágenes 2 y3)
  5. Haines, A., R. S. Kovats, D. Campbell-Lendrum, y C. Corvalan. (2006). “Climate Change and Human Health: Impacts, Vulnerability, and Mitigation”. Lancet 367 (9528): 2101–9. https://doi.org/10.1016/s0140-6736(06)68933-2.
  6. Spratt, D., I. Dunlop (2019). Existential climate-related security risk: A scenario approach. Breakthrough - National Centre for Climate Restoration. https://docs.wixstatic.com/ugd/148cb0_a1406e0143ac4c469196d3003bc1e687.pdf
  7. Turchin, A. y D. Denkenberger (2018). "Global catastrophic and existential risks communication scale", Futures, 102, 27–38. https://doi.org/10.1016/j.futures.2018.01.003.
  8. IPCC (2023). Sixth Assessment Report - Synthesis Report. 20 March 2023. https://www.ipcc.ch/report/ar6/syr/downloads/press/IPCC_AR6_SYR_SlideDeck.pdf
  9. Ripple, William J., Christopher Wolf et al. (2017). “World Scientists’ Warning to Humanity: A Second Notice”. Bioscience 67 (12): 1026–28. https://doi.org/10.1093/biosci/bix125. (Imagen 1)
  10. Persson, Linn et al. (2022). “Outside the Safe Operating Space of the Planetary Boundary for Novel Entities”. Environmental Science & Technology 56 (3): 1510–21. https://doi.org/10.1021/acs.est.1c04158. (Imagen 4)

  1. World Scientists’ Warning to Humanity
  2. posibles cascadas de vuelco
  3. camino del Sistema Tierra fuera del Holoceno
  4. Quantifying planetary boundary

9. Biotecnología y actividad económica asociada

Cada nuevo cultivo añadido al repertorio de plantas cultivables en un país suponía un progreso neto en calidad de vida, seguridad alimentaria y reducción de la pobreza. Los viajes al Nuevo Mundo modificaron para siempre la dieta y productos de alimentación básica en Europa, transformando también la economía de muchas regiones. El intercambio colombino —como lo denominó el historiador estadounidense Alfred Crosby, en 1972— es un ejemplo clásico de este fenómeno, en el que la introducción de cultivos como el maíz, el tomate, el cacao, la yuca, el boniato, el pimiento y la patata revolucionaron la gastronomía europea, además de mejorar su economía y seguridad alimentaria. La biotecnología agrícola moderna tiene el potencial de generar mejoras significativas en la seguridad alimentaria, la nutrición y la reducción de la pobreza, tal como ocurrió históricamente con la introducción de nuevos cultivos tras los viajes de exploración.1

Sin incorporar el conocimiento biotecnológico adquirido en las últimas décadas es improbable que resulte viable el objetivo de duplicar la producción agrícola mundial para abastecer la demanda de alimentos ocasionada por una población mundial en constante aumento. Incluso si el aumento requerido fuese más modesto, por desaceleración del crecimiento demográfico en las próximas décadas, no es previsible que se inviertan otras tendencias que contribuyen a mayores ingresos per cápita y estimulan el crecimiento del consumo de materias primas agrícolas (biocombustibles, p. ej.), según los modelos más utilizados para este tipo de estimaciones.2

Teniendo en cuenta que la tendencia a un mayor rendimiento de los cultivos en general parece haberse ralentizado durante la última década y media, y el problema global que supone el incremento de GEI por dinámicas de extensificación (roturando nuevo suelo a costa de reducir hectáreas de bosque) en los países en desarrollo, parece claro que ciertas mejoras en la productividad de los cultivos serán necesarias para reducir el uso de tierras de cultivo per cápita (y los impactos ambientales de la expansión agrícola) al tiempo que la población mundial sigue aumentando y continúa homogeneizando sus patrones de consumo. Como señalan D. Tilman y otros, la demanda per cápita de cultivos —medida como contenido calórico o proteico de todos los cultivos combinados— ha sido una función igualmente creciente del ingreso real per cápita desde 1960. Sin incidir en la intensificación con técnicas avanzadas en naciones con rendimientos bajos, sería necesario aumentar en mil millones de hectáreas (a costa de bosques y selva tropical) la tierra necesaria para 2050, con un impacto brutal en emisiones de gases de efecto invernadero (3 gigatoneladas CO2 equivalentes y aproximadamente 250 megatoneladas de nitrógeno), además de la pérdida irreversible de ecosistemas y biodiversidad asociada.3, 4

Dependiendo de las condiciones locales, es posible desarrollar por modificación genética o edición dirigida del genoma variedades mejoradas de los principales cultivos en aspectos como mayor rendimiento, resistencia a estrés y valor nutricional. Estas variedades probablemente necesitarían menos pesticidas y otros insumos agrícolas, una ventaja significativa en términos económicos (cuantificada en alrededor del 15% del rendimiento extra, sobre un total de casi 18 mil millones de dólares, en cifras de 2014).5

La biotecnología puede contribuir a diversificar los cultivos, creando variedades que sean nutricionalmente superiores o modificadas para satisfacer las necesidades dietéticas específicas de una población, como se ha intentado con el arroz dorado, enriquecido con vitamina A. No se trata de una empresa sencilla, como señalan Bollinedi y otros, pues la modificación dirigida a enriquecer el contenido vitamínico interfiere fácilmente con otras funciones de la planta.6

Por otra parte, una dependencia excesiva de ciertas variedades de alto rendimiento conlleva riesgos específicos. Cuando, en la década de 1960, se conocieron las posibilidades del gen semienano sd-1 (el gen de la “revolución verde”) y se comercializó la variedad semienana de alto rendimiento IR8, su introducción salvó millones de vidas y revolucionó el cultivo de arroz de regadío, especialmente en zonas tropicales. Sin embargo, la tecnología impulsó sistemas de monocultivo ubicuos, más vulnerables a los fenómenos meteorológicos extremos. Una estrategia de mejora del rendimiento que no reduzca la biodiversidad es siempre aconsejable, puesto que en plantas como el maíz o el arroz se ha demostrado la importancia de contar con características genéticas de sus parientes silvestres, incluso de especies subutilizadas pero interesantes como reservorio de nuevos genes con mejor respuesta a diversos tipos de estrés, bióticos y abióticos. Esta vía de obtención de nuevas características de interés comercial ha de barajarse en un horizonte verosímil de reducción de recursos hídricos y mayor variabilidad climática.7

En la opción por técnicas de cultivo convencionales y "seguras" a menudo se ignora el efecto que el cambio climático está teniendo, desde hace décadas, en los factores bióticos (reducción de microbios beneficiosos del suelo, aumento de plagas de insectos y malas hierbas, amenaza a los insectos polinizadores) y en los factores abióticos (largas sequías y periodos de temperaturas extremas, seguidos de episodios de anegamiento; cambios en la salinidad y alcalinidad del suelo; y cambios abruptos en los patrones de lluvia, entre otros). Estos efectos combinados provocan una disminución de la producción agrícola anual de cultivos importantes (trigo, algodón, arroz, maíz y caña de azúcar, entre otros), agravando el problema de la seguridad alimentaria en todos sus aspectos relevantes, desde la producción hasta el consumo. Esto, a su vez, incrementa el riesgo de desnutrición que a menudo enfrenta a los poblaciones con menos renta per capita.8, 9

En resumen, la biotecnología moderna tiene el potencial de contribuir a mejorar la productividad agrícola, a garantizar la sostenibilidad económica y a reducir el impacto ambiental de la agricultura y de todas las actividades humanas relacionadas. Excluir en este desafío el recurso al conocimiento y a las tecnologías de ingeniería genética puede estancar o ralentizar el mejoramiento de variedades con las características necesarias para adaptarse tanto a la variabilidad climática y otras condiciones físicas que influyen en el crecimiento como a la rápida evolución de los mercados globales. En aspectos fundamentales y bien estudiados, sin riesgos distintos de otros cultivos convencionales, las plantas genéticamente mejoradas aumentan los rendimientos, reducen los costos y minimizan el impacto ambiental de la agricultura. No obstante, para que los beneficios de esta tecnología se compartan de forma justa entre innovadores, agricultores y consumidores, se requieren mecanismos de gobernanza y evaluación de tecnologías que no resulta fácil articular en cualquier contexto social. Sin el aval de estudios rigurosos de riesgo e impacto ambiental, puede resultar nefasto en aspectos esenciales (coste de los alimentos, empleo de plaguicidas, reducción de cosechas) un esquema de regulación y autorización de variedades modificadas que termine incentivando prácticas ineficientes, contaminantes y no sostenibles por la cantidad de suelo nuevo requerido para atender la demanda de una población mundial en aumento, en un planeta cuyos límites de seguridad ecológica parecen haberse sobrepasado ya en demasiados indicadores.10, 11

Un contexto regulador donde coexisten políticas contradictorias crea asimetrías y diferencias de oportunidades entre países y regiones del mundo. Siendo un desafío común la conservación del medio ambiente para las generaciones futuras y el deber de atender a necesidades de producción crecientes, en un contexto cada vez menos favorable por condicionantes económicos globales como el coste de la energía, la necesidad de reducir emisiones de GEI y las disrupciones geopolíticas, es importante considerar el valor de trabajar por una agricultura más integrada, en su dimensión técnica, social y económica. La tecnología ha desempeñado un papel fundamental en el modo de resolver problemas de producción, distribución y consumo en el pasado; es improbable que deje de hacerlo en el futuro, cuando el imperativo de la sostenibilidad adquiera mayor peso y el efecto de la maquinaria pueda amplificarse con la automatización y mejoras en los sistemas de monitorización de parámetros clave para mejorar la producción con menor coste.

Preocupaciones en el debate público sobre la biotecnología:

  1. Iáñez Pareja (coord., 2002). Plantas transgénicas: De la ciencia al derecho. Granada, Comares, cap. 4 (M. Moreno): "Argumentos, metáforas y retórica en el debate sobre los alimentos transgénicos", pp. 95-110.

Con en cualquier sistema tecnológico complejo, la biotecnología aglutina a una extensa red de actores (científicos, agricultores, consumidores, empresas, autoridades e instancias reguladoras, medios de comunicación, organizaciones sociales y ambientales, etc.), con ciertos intereses en común y discrepancias sustantivas en otros, por razones culturales, ideológicas, morales o de otro tipo. Esta pluralidad de intereses debe ser tenida en cuenta en cualquier intento de adecuación del marco regulador. Es arriesgado dar prioridad a algunos a costa de excluir el conocimiento experto en la evaluación pormenorizada de riesgo, contribuyendo indirectamente a suscitar desconfianza y reacciones de oposición pública a tecnologías seguras, validadas y más eficientes en aspectos esenciales. Esta desconfianza también se incrementa cuando tecnologías insuficientemente validadas se promueven por la acción de grupos de presión que buscan captar al regulador e, igualmente, terminan excluyendo el criterio experto e independiente del proceso de evaluación previa a la comercialización.12

Mostrar referencias
1. Pardey, Philip G. et al. (2014). “A Bounds Analysis of World Food Futures: Global Agriculture through to 2050”. The Australian Journal of Agricultural and Resource Economics 58 (4): 571–89. https://doi.org/10.1111/1467-8489.12072.  
2. Valin, Hugo et al. (2014). “The Future of Food Demand: Understanding Differences in Global Economic Models”. Agricultural Economics (Amsterdam, Netherlands) 45 (1): 51–67. https://doi.org/10.1111/agec.12089.  
3. Tilman, David et al. (2011). “Global Food Demand and the Sustainable Intensification of Agriculture”. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America 108 (50): 20260–64. https://doi.org/10.1073/pnas.1116437108.  
4. Yu, Wusheng et al. (2004). “Projecting World Food Demand Using Alternative Demand Systems”. Economic Modelling 21 (1): 99–129. https://doi.org/10.1016/s0264-9993(02)00086-x.  
5. ISAAA Briefs (2016). Global Status of Commercialized Biotech/GM Crops: 2016. No. 52 – 2016. Ithaca, NY. https://www.isaaa.org/resources/publications/briefs/52/download/isaaa-brief-52-2016.pdf.  
6. Bollinedi, Haritha et al. (2017). “Molecular and Functional Characterization of GR2-R1 Event Based Backcross Derived Lines of Golden Rice in the Genetic Background of a Mega Rice Variety Swarna”. PloS One 12 (1): e0169600. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0169600.  
7. Mohd Hanafiah, Noraikim et al. (2020). “The 21st Century Agriculture: When Rice Research Draws Attention to Climate Variability and How Weedy Rice and Underutilized Grains Come in Handy”. Plants 9 (3): 365. https://doi.org/10.3390/plants9030365.  
8. Qaim, Matin (2020). “Role of New Plant Breeding Technologies for Food Security and Sustainable Agricultural Development”. Applied Economic Perspectives and Policy 42 (2): 129–50. https://doi.org/10.1002/aepp.13044.  
9. Shahzad, Aqeel et al. (2021). “Nexus on Climate Change: Agriculture and Possible Solution to Cope Future Climate Change Stresses”. Environmental Science and Pollution Research International 28 (12): 14211–32. https://doi.org/10.1007/s11356-021-12649-8.  
10. Zilberman, David, Tim Holland, y Itai Trilnick (2018). “Agricultural GMOs—What We Know and Where Scientists Disagree”. Sustainability 10 (5): 1514. https://doi.org/10.3390/su10051514.  
11. Karavolias, Nicholas et al. (2021). “Application of gene editing for climate change in agriculture”. Frontiers in sustainable food systems 5. https://doi.org/10.3389/fsufs.2021.685801.
12. Iáñez Pareja, Enrique y Miguel Moreno Muñoz (1997): "Biotecnología agrícola: promesas y conflictos", en Rodríguez Alcázar, F. Javier, Medina Doménech, Rosa Mª y Sánchez Cazorla, Jesús A.: Ciencia, Tecnología y Sociedad: Contribuciones para una cultura de la paz. Serv. Publ. Univ. de Granada, 1997: 315 - 348.  
13. Moreno Muñoz, M. (2002): "Argumentos, metáforas y retórica en el debate sobre los alimentos transgénicos", en E. Iáñez Pareja (coord.), Plantas transgénicas: De la ciencia al derecho. Granada, Editorial Comares, 2002, págs. 95-110. 
Caso de estudio: biopatentes

Biopatentes en biotecnología agrícola

1. Introducción:

  • Las biopatentes son un tipo de patente que protege la propiedad intelectual de los organismos vivos o partes de ellos (un organismo modificado genéticamente, una secuencia de ADN, una proteína o una enzima). Las biopatentes tienen diversas aplicaciones en sectores como la agricultura, la medicina, la industria y el medio ambiente.
  • En el campo de la biotecnología agrícola, las biopatentes se utilizan para proteger las variedades genéticamente modificadas (OGM) de plantas y animales.

2. Aplicaciones:

  • Proteger variedades con características mejoradas: Más resistentes a las enfermedades, plagas o sequía.
  • Nuevos productos derivados de organismos vivos: Nuevos medicamentos, alimentos o productos industriales.
  • Métodos de producción de organismos vivos: Métodos para producir plantas transgénicas o bacterias que producen antibióticos.

3. Justificación de la patentabilidad:

  • ¿Por qué resulta controvertida la patentabilidad de los OGM?
  • ¿Son creaciones humanas o productos naturales? ¿Encajan en el tipo de protección que merecen otras invenciones sujetas a propiedad intelectual?
  • ¿Bajo qué criterio los OGM son simplemente variedades naturales que no deberían ser patentables?
  • ¿Qué ocurre con los OGM con genes de la propia especie en parientes silvestres? ¿No son lo suficientemente diferentes de las variedades naturales para merecer la protección de la propiedad intelectual?
  • ¿Todos los OGM son creaciones humanas nuevas, resultado de procedimientos inventivos sofisticados, que merecen la protección de la propiedad intelectual?
  • ¿Qué normativa internacional y europea regula las biopatentes en este campo?
  • ¿Qué diferencias hay entre las biopatentes y otros sistemas de protección de las obtenciones vegetales?
  • ¿Qué efectos tienen sobre la biodiversidad, los derechos de los agricultores y el acceso a los recursos genéticos?

4. Implicaciones económicas y sociales de las biopatentes para los países más pobres:

  • ¿Cómo pueden afectar las biopatentes a la economía de los países más pobres?
  • Sin otorgar derechos exclusivos al titular de la patente, ¿qué incentivo habría para desarrollar investigación costosa en biotecnología?
  • ¿En qué casos las biopatentes pueden ayudar a mejorar la producción agrícola y la seguridad alimentaria en estos países?
  • ¿En qué contexto las biopatentes pueden dificultar el acceso a los alimentos y la tecnología agrícola para los agricultores de los países más pobres?
  • ¿Regular de forma muy diferente los métodos de cultivo convencionales y los nuevos ignora el estado de la investigación? ¿Alimenta los temores y malentendidos de la opinión pública
  • ¿Contribuye a la deslocalización de los problemas medioambientales?
  • ¿Cómo repercute en países de África y Asia que necesitan urgentemente nuevas tecnologías agrícolas para garantizar su seguridad alimentaria?

5. Intereses en conflicto:

  • Los intereses de los desarrolladores de OGM: Los desarrolladores de OGM quieren proteger sus inversiones y garantizar que puedan recuperar sus costes de investigación y desarrollo.
  • Los intereses de los agricultores: Los agricultores quieren tener acceso a semillas y tecnología agrícola a precios asequibles.
  • Los intereses de los consumidores: Los consumidores quieren tener acceso a alimentos seguros y saludables a precios asequibles.
  • Otros colectivos y actores relevantes.

6. Discusión:

  • ¿Qué consecuencias tendría la prohibición de patentar OGM?
  • ¿Qué elementos pueden distorsionar el sistema de protección de las invenciones en lo que se refiere a las biopatentes?
  • ¿Cómo podría afectar a la seguridad alimentaria la exclusión de los productos de la biotecnología del sistema de patentes?
  • ¿Por qué se han normalizado la ingeniería genética y las patentes asociadas en medicina y productos farmacéuticos, mientras que la tecnología del ADN recombinante en la agricultura sigue resultando controvertida?
  • ¿Merecen las variedades editadas con sistemas CRISPR/Cas9 las mismas valoraciones que las plantas transgénicas?
  • ¿En qué circunstancias y contextos podría justificarse la exención de derechos de propiedad intelectual sobre semillas o plantas?
  • ¿Qué intereses y de qué actores pueden colisionar en un esquema de gobernanza injusto sobre la biotecnología y sus productos?
  • ¿Qué elementos tendrían que formar parte de un esquema de gobernanza responsable de las biopatentes?
  • ¿Qué medidas se pueden adoptar para garantizar una distribución equitativa de los beneficios derivados de las biopatentes?
  • En un esquema de justicia cognitiva, ¿es razonable que coexistan prácticas agrícolas diversas, más o menos eficientes, modernas o tradicionales, locales e industriales? ¿Con qué consecuencias? ¿Qué aporta la historia de los movimientos campesinos en Europa?
  • ¿Tiene sentido hablar de un compromiso contrahegemónico con la ciencia agronómica moderna, al servicio del cual estaría la revalorización de prácticas y conocimientos locales, incluso la reconversión de los agricultores?

7. Diferentes tecnologías a lo largo de la historia (tiempo) en el proceso de fitomejoramiento. (Conko et al., 2016: 497).

Different technologies have been implemented over history (time) in the plant breeding process.

8. Referencias:

1. Herring, Ronald, y Robert Paarlberg (2016). “The Political Economy of Biotechnology”. Annual Review of Resource Economics 8 (1): 397–416. https://doi.org/10.1146/annurev-resource-100815-095506. 
2. Drahos, Peter, y Susy Frankel (2012). “Indigenous peoples’ innovation and intellectual property: The issues”. En Indigenous Peoples’ Innovation: Intellectual Property Pathways to Development. ANU Press. 
3. Qaim, Matin  (2021). Biotechnology, Food Security, and the Environment. Public Hearing on “New GM Techniques in the Food Sector”, EU Parliament, Brussels, 10 May 2021. https://www.europarl.europa.eu/cmsdata/237986/Qaim.pdf  
4. Coolsaet, Brendan (2016). “Towards an Agroecology of Knowledges: Recognition, Cognitive Justice and Farmers’ Autonomy in France”. Journal of Rural Studies 47: 165–71. https://doi.org/10.1016/j.jrurstud.2016.07.012.  
5. Azadi, Hossein et al. (2015). “Genetically Modified Crops and Small-Scale Farmers: Main Opportunities and Challenges”. Critical Reviews in Biotechnology, 1–13. https://doi.org/10.3109/07388551.2014.990413. 
6. Wield, David, Joanna Chataway, y Maurice Bolo (2010). “Issues in the Political Economy of Agricultural Biotechnology”. Journal of Agrarian Change 10 (3): 342–66. https://doi.org/10.1111/j.1471-0366.2010.00274.x.  
7. Bawa, A. S., y K. R. Anilakumar (2013). “Genetically Modified Foods: Safety, Risks and Public Concerns—a Review”. Journal of Food Science and Technology 50 (6): 1035–46. https://doi.org/10.1007/s13197-012-0899-1.
8. Conko, Gregory, Drew L. Kershen, Henry Miller, y Wayne A. Parrott (2016). “A Risk-Based Approach to the Regulation of Genetically Engineered Organisms”. Nature Biotechnology 34 (5): 493–503. https://doi.org/10.1038/nbt.3568.  
9. Rozas, Pablo, Eduardo I. Kessi-Pérez, y Claudio Martínez (2022). “Genetically Modified Organisms: Adapting Regulatory Frameworks for Evolving Genome Editing Technologies”. Biological Research 55 (1). https://doi.org/10.1186/s40659-022-00399-x.  
10. Lusk, Jayson L., y Anne Rozan (2005). “Consumer Acceptance of Biotechnology and the Role of Second Generation Technologies in the USA and Europe”. Trends in Biotechnology 23 (8): 386–87. https://doi.org/10.1016/j.tibtech.2005.05.012.  

10. Biotecnología y países en desarrollo

Los países en vías de desarrollo (PVD), presentan unos indicadores de nivel de desarrollo económico, social y humano característicos:

Además de estos indicadores, los países en vías de desarrollo comparten otras características:

Es oportuno señalar que los países en vías de desarrollo representan la mayoría de la población mundial, por lo que su desarrollo constituye un desafío global, si se quiere contribuir a erradicar la pobreza, a reducir la desigualdad social y la vulnerabilidad ambiental. Estos rasgos ocasionan una gran dependencia económica de la ayuda exterior. La categorización por indicadores ayuda a las organizaciones internacionales, como el Banco Mundial y la ONU, a diseñar políticas, proporcionar asistencia y canalizar recursos de manera eficiente. Además de facilitar la comparación entre países y regiones, para identificar las áreas que requieren intervención prioritaria.1

Sin embargo, la caracterización por indicadores puede ofuscar la diversidad de contextos que impide capturar la complejidad socioeconómica, cultural y política de realidades difícilmente comparables. Países considerados hasta hace poco "en vías de desarrollo" han experimentado un crecimiento y transformación significativos en pocas décadas (Corea del Sur y Singapur, por ejemplo). Estas categorías, por tanto, no deberían suscitar connotaciones de inferioridad o atraso, puesto que su finalidad es analítica e instrumental, lo que puede dejar fuera del radar capacidades y potencialidades valiosas de un país, así como dificultades, sistemas de incentivos y problemas de gobernanza para cuya solución no basta solo el mero desarrollo económico.2, 3

Sin connotaciones de panacea, la biotecnología puede ser una herramienta de gran interés para afrontar problemas comunes a los países en vías de desarrollo, incluyendo ámbitos como el de la seguridad alimentaria, la salud, el desarrollo sostenible y la conservación de la biodiversidad.

En función del marco regulador y acuerdos transfronterizos de transferencia de conocimiento y tecnología, la biotecnología puede contribuir a solucionar problemas relevantes como los mencionados o, por el contrario, a generar o agudizar desigualdades sociales y económicas entre países (o entre grupos sociales y regiones de un mismo país). La transferencia de tecnología entre países desarrollados y en vías de desarrollo se enfrenta a obstáculos considerables, especialmente en ámbitos sobre los que se proyectan las expectativas más positivas de impacto (la agricultura, la salud y la alimentación, entre otros).

Según Naciones Unidas, el impulso al desarrollo humano derivado de los cambios en la tecnología ha ido en paralelo al aumento de la desigualdad, incrementada de manera notable con la revolución industrial. La digitalización y otras tecnologías de vanguardia están acelerando el ritmo del cambio tecnológico, superando en muchos aspectos la capacidad de adaptación de sociedades diversas. Esto supone que las desigualdades se transmiten y amplifican incluso entre generaciones, si consideramos que entre 1820 y 2002 la contribución de la desigualdad entre países a la desigualdad global aumentó del 28% al 85%.9

Dificultades principales para la transferencia de conocimiento y tecnología a PVD

  1. Barton (2004). "Intellectual property, biotechnology and international trade: two examples." IATRC Summer Symposium, 1-13; UNCTAD (2021). Technology and Innovation Report 2021. United Nations, Geneva.

Superar estas barreras requiere estrategias integrales, que incluyen mayores compromisos de las instituciones dedicadas a la I+D en los países desarrollados para compartir conocimientos de forma justa y equitativa; incrementar la participación del sector público en la investigación avanzada de valor estratégico; y nuevas formas de cooperación entre los países receptores, a menudo afectados por tasas altas de deserción de mano de obra cualificada.11

El periodo de pandemia por infección de COVID-19 ha mostrado la importancia que tiene el acceso y el uso equitativo de la biotecnología y sus beneficios a gran escala, puesto que la brecha tecnológica entre los países desarrollados y los PVD en cuanto a la capacidad científica e innovadora para generar y aplicar productos o procesos biotecnológicos no debe traducirse en diferencias injustas de acceso a vacunas y medicamentos esenciales. Como circunstancias de fondo es necesario enfatizar la interconexión entre las cadenas de suministro de las que depende la economía, la industria farmacéutica y la seguridad alimentaria global. La respuesta eficaz y coordinada a emergencias globales requiere estructuras estables de cooperación en el desarrollo, la producción y la distribución de vacunas y medicamentos. La transferencia de conocimiento en el ámbito de las biotecnologías debería ser una prioridad, dada la repercusión global de muchos problemas de salud pública derivados de enfermedades emergentes y fenómenos climáticos extremos.12

La producción en Brasil de la vacuna comercializada por la multinacional farmacéutica británico-sueca AstraZeneca fue posible gracias a un importante programa de transferencia de tecnología para construir una red de fabricación a escala mundial, en cooperación con un laboratorio público vinculado al Ministerio de Salud de Brasil (Bio-Manguinhos). Siendo importantes las iniciativas de colaboración entre empresas particulares, este caso orienta sobre el valor de oportunidad que suponen capacidades como la estabilidad política y la flexibilidad regulatoria para afrontar los riesgos, movilizar recursos, optimizar las capacidades existentes y construir otras nuevas. Superado este desafío con éxito, un país emergente como Brasil dispone de experiencia institucional, personal cualificado y capacidad para extender su programa de transferencia de tecnología a la producción de otros tipos de vacunas en el Sur Global.13, 14, 15

No se discute que, durante décadas, han funcionado otros esquemas de gobernanza y transferencia de conocimiento, cuyo efecto ha sido aumentar las dependencias económicas y tecnológicas de los PVD respecto a los países desarrollados o a las empresas multinacionales poseedoras de las patentes y derechos sobre ciertas invenciones biotecnológicas. Ni siquiera las universidades constituyen una excepción a tal efecto, pese a sus políticas rimbombantes de responsabilidad social corporativa.16

En el debate sobre las biotecnologías y sus aplicaciones no cabe olvidar que las relaciones de cooperación internacional no siempre responden a esquemas de justicia y equidad, como se ha podido comprobar con las políticas comerciales de semillas híbridas o genéticamente modificadas, vinculadas en muchos casos a contratos de exclusividad que obligan a los agricultores a adquirir semillas de los mismos proveedores para cada cosecha. La ventaja de un mayor rendimiento y resistencia a plagas queda atenuada por la prohibición de replantar las semillas cosechadas sin comprar cada temporada a la empresa proveedora. Pero esta política comercial ha sido puesta bajo estricta supervisión de las autoridades antimonopolio.17, 18

Aunque empresas y laboratorios farmacéuticos de los países desarrollados han financiado diversos programas de ayuda para luchar contra enfermedades endémicas en países en vías de desarrollo, enviando medicamentos y vacunas, en muchos casos los derechos de patente que regulan la distribución comercial de medicamentos innovadores generan problemas de accesibilidad y costes desproporcionados para los colectivos que más los necesitan. Así ocurrió con los antirretrovirales para el VIH/SIDA en Sudáfrica a finales de la década de 1990 y principios de 2000. Las patentes mantenían tan altos los precios de los medicamentos que muchos pacientes quedaban excluidos, por lo que el país acordó una exención a los derechos de patente para los antirretrovirales en su jurisdicción, lo que abría la posibilidad de realizar importaciones paralelas, al margen de los acuerdos internacionales. Las licencias para la producción de versiones genéricas, más asequibles, de estos medicamentos tardaron mucho en llegar.19, 20

Para mitigar el impacto de la actividad humana en el medio ambiente de los PVD no solo se requiere biotecnología. La tecnología verde que hace posible aprovechar fuentes de energía renovable (solar y eólica, sobre todo) encuentra múltiples obstáculos para ser transferida a países en desarrollo, protegida por derechos de propiedad intelectual que retrasan o impiden su adopción en países con gran potencial para beneficiarse de su adopción y reducir emisiones de GEI, evitando incurrir en el círculo vicioso que les convierte en destinatarios naturales de tecnologías contaminantes progresivamente desmanteladas o prohibidas en los países desarrollados. A menudo fallan los sistemas de incentivos para que empresas locales adopten tecnologías más limpias y lo hagan de forma sostenible, no solo mediante iniciativas que apenas aporten cambios incrementales modestos. En esta dinámica intervienen otros factores que condicionan las relaciones entre Estados e industria privada.21, 22

Los Acuerdos sobre Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual (ADPIC o, en inglés, TRIPS), negociados en el marco de la Ronda de Uruguay/Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), están vigentes desde 1995 y establecen una serie de normas para la protección de los derechos de propiedad intelectual en todo el mundo. Incluyen patentes (nuevas sustancias, productos o procesos resultantes de actividad inventiva); marcas comerciales (signos distintivos que identifican los bienes o servicios de un productor o proveedor); derechos de autor (protegen las obras literarias, artísticas y científicas, como libros, películas, música y software); y secretos comerciales (protegen la información confidencial con valor comercial). Los países adheridos están obligados a proteger estos derechos de propiedad intelectual de forma adecuada y eficaz, estableciendo normas para el registro y la concesión de derechos de propiedad intelectual, así como para la resolución de litigios.

Pero han sido objeto de intenso debate por resultar demasiado favorables a los intereses de los titulares de derechos de propiedad intelectual y dejar en segundo plano la finalidad social del sistema de protección, de tal modo que el efecto de los ADPIC puede materializarse dificultando el acceso a los medicamentos, las tecnologías agrícolas y otras innovaciones para los países en desarrollo. Tras la dificultad para producir y distribuir con la celeridad requerida productos terapéuticos como las vacunas para la COVID-19 y otros, India y Sudáfrica han impulsado iniciativas para eximir de la aplicación del Acuerdo ADPIC una gran variedad de productos médicos, incluyendo pero no limitándose, a las vacunas. En otros productos, lo que se persigue es una licencia obligatoria, incluso sin la obligación de negociar previamente con el titular de los derechos de propiedad intelectual, cuando los productos se destinen a países con ingresos bajos y medios.23

Los defensores de los ADPIC sostienen que son necesarios para promover la innovación y el comercio. Argumentan que los derechos de propiedad intelectual proporcionan a los inventores y creadores un incentivo para invertir en nuevas ideas y productos. Se trata de un instrumento complejo, que ha tenido un impacto significativo en el modo de entender y garantizar con criterio predecible los derechos de propiedad intelectual en todo el mundo (el acuerdo ha sido adoptado por más de 160 países). Sus disfunciones quedaron de manifiesto a propósito del caso Glivec, en el cual las pretensiones de la empresa comercializadora resultaban abusivas para los mercados de países en desarrollo por criterios de dudosa justificación basada solo en los costes de desarrollo y en la aportación de actividad inventiva genuina en la variante de una molécula ya conocida.24

Los intereses de la red de actores concernidos en el caso Glivec dan una idea de la importancia que tiene el debate público y la evaluación rigurosa de tecnologías para garantizar un uso responsable y seguro de biotecnologías tan diversas como las de uso agrícola, industrial o biomédico. Importan también los criterios éticos desde los que se analizan sus aplicaciones en contextos socio-económicos distintos. En los esquemas y marcos reguladores de la propiedad intelectual intervienen más intereses y valores que los que la industria médica o biotecnológica intenta proteger. Estos valores y principios pueden estar relacionados con el respeto a la vida, la dignidad de los seres humanos, la diversidad, la justicia, la solidaridad o la sostenibilidad. De ellos derivan elementos relevantes para articular la reflexión crítica y participativa sobre los riesgos y beneficios de la biotecnología.25, 26, 27

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Caso a estudiar: Glivec®

El caso Glivec® y sus implicaciones

Glivec® - IMATINIB (en Estados Unidos se conoce como Gleevec) es un medicamento utilizado para tratar ciertos tipos de cáncer, particularmente la leucemia mieloide crónica (LMC) y el tumor estromal gastrointestinal. Fue desarrollado por la compañía farmacéutica Novartis. El caso Glivec® es ampliamente reconocido no solo por el impacto clínico del medicamento, sino también por las complejas batallas legales y éticas relacionadas con la propiedad intelectual y el acceso a medicamentos en países en desarrollo, especialmente en India.

1. Desarrollo y propiedad intelectual:

Novartis solicitó patentes para Glivec® en varias jurisdicciones globales. Sin embargo, en 1998, India no otorgaba patentes a productos farmacéuticos, aunque sí permitía patentes de proceso. Esta política cambió en 2005 cuando India tuvo que cumplir con el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) de la Organización Mundial del Comercio, permitiendo patentes de productos. Antes de 2005, Novartis había solicitado una patente para la versión beta cristalina de Glivec® (imatinib mesilato) en India, lo que llevó a un extenso litigio.

2. El rechazo de la patente en India:

En 2006, la Oficina de Patentes de India rechazó la solicitud de Novartis argumentando que el imatinib mesilato no era una nueva molécula, sino una forma ligeramente alterada de una sustancia ya conocida. La ley india, específicamente la Sección 3(d) de la Ley de Patentes de la India, establece que las versiones modificadas de medicamentos conocidos no pueden ser patentadas a menos que ofrezcan una mejora significativa en eficacia. Este rechazo se basó en el deseo de prevenir el "evergreening", una estrategia donde las compañías farmacéuticas realizan pequeños cambios en medicamentos existentes y reclaman nuevas patentes para prolongar su monopolio.

3. Implicaciones legales y éticas:

Novartis apeló el rechazo en los tribunales indios y lo llevó al Tribunal Supremo de India en 2013. Finalmente, el Tribunal Supremo decidió en contra de Novartis, sosteniendo la decisión de la Oficina de Patentes y argumentando que la compañía no había demostrado una mayor eficacia para la versión beta cristalina en comparación con el compuesto original.

Las implicaciones de este caso son vastas:

  • Acceso a Medicamentos: La decisión permitió a las farmacéuticas indias continuar produciendo versiones genéricas de Glivec® a un costo sustancialmente más bajo, haciendo que el tratamiento fuera accesible para miles de pacientes en India y en otros lugares.

  • Normas de Patentes: El caso destacó el equilibrio que deben alcanzar los sistemas de patentes entre incentivar la innovación y garantizar el acceso público a medicamentos esenciales. La Sección 3(d) de la Ley de Patentes de India fue elogiada por algunos como una medida necesaria para evitar el "evergreening" y criticada por otros que argumentan que perjudica la innovación.

  • Implicaciones Globales: La decisión fue observada de cerca por otros países en desarrollo que enfrentan desafíos similares en materia de salud y acceso a medicamentos. Se convirtió en un caso emblemático en los debates sobre derechos de propiedad intelectual, salud global y acceso a medicamentos.

4. Implicaciones Económicas:

La capacidad de India para producir genéricos de bajo costo tiene implicaciones económicas tanto para la industria farmacéutica global como para los sistemas de salud en países en desarrollo. Mientras que las compañías farmacéuticas argumentan que los precios más altos en los países desarrollados subsidian la investigación y el desarrollo, el caso Glivec® resalta la tensión entre los beneficios empresariales y el bienestar público.

5. Reacción internacional y nacional:

Mientras que la decisión fue elogiada por activistas de salud y grupos de derechos humanos, fue criticada por la industria farmacéutica y algunos gobiernos occidentales. Argumentaron que la decisión podría desincentivar la innovación y la inversión en investigación y desarrollo. De haber ganado Novartis el caso, el costo de Glivec® habría sido prohibitivo para muchos pacientes en India y en otros países. Los genéricos ofrecen una alternativa mucho más asequible y la decisión que ponía fin al procedimiento judicial permitió que los fabricantes de genéricos en India continuaran produciendo versiones más baratas de imatinib.

6. Discusión:

  1. Ventajas de Glivec frente a otras opciones. ¿Qué explica su alta demanda?
  2. ¿Habría sido posible su desarrollo bajo otro esquema de incentivos de explotación comercial?
  3. ¿Qué supone para un ciudadano colombiano de ingresos medios tener que pagar $15.700 por tratamiento anual?
  4. ¿Qué explica la reacción de Novartis para rechazar la rebaja "en aras del interés público"? ¿Está justificada?
  5. ¿Son las opciones genéricas más baratas igual de eficaces?
  6. ¿Es aceptable la vía de presión seguida por Novartis para influir en el gobierno colombino?
  7. El debate ético asociado al caso enfatiza varios aspectos:
    • Derechos de propiedad intelectual vs. Derecho a la salud: Aunque las empresas tienen derecho a proteger sus innovaciones mediante patentes, este derecho entra en conflicto con el derecho fundamental a la salud. ¿Bajo qué condiciones es aceptable la protección mediante una patente si su aplicación excluye a muchos pacientes de un tratamiento vital?
    • Responsabilidad de las farmacéuticas: Las empresas farmacéuticas argumentan que las patentes son esenciales para recuperar los costos de investigación y desarrollo y financiar futuras innovaciones. Sin embargo, persiste el problema ético de fondo: ¿es ético que ciertas empresas obtengan enormes beneficios con la venta de medicamentos esenciales, bajo esquemas comerciales que impiden muchos pacientes acceder a ellos?
    • ¿Bastan pequeñas modificaciones en medicamentos existentes para extender los derechos de patente? Esta estrategia, denominada "evergreening", tiene connotaciones de mala praxis, para desincentivar la innovación, excluir a competidores y limitar el acceso a tratamientos. Ver entrada 1; y definición.
    • Soberanía nacional y salud pública: ¿Qué papel tienen los actores estatales en la protección de la salud pública? Priorizar el acceso a medicamentos esenciales sobre los derechos de patente refleja una interpretación particular, pero en absoluto arbitraria, de las responsabilidades del estado hacia sus ciudadanos.

7. Referencias


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Definiciones

ADPIC
La creación de la OMC trajo consigo acuerdos relacionados con el comercios de mercancías, de servicios y uno denominado acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, conocido desde entonces por su siglas: ADPIC. Ver enlace 1.
Biotecnología moderna
Significa la aplicación de: a). Técnicas de ácidos nucleicos in vitro, incluido el ácido desoxirribonucleico (ADN) recombinante y la inyección directa de ácidos nucleicos en células u orgánulos; o b). Fusión de células más allá de la familia taxonómica, que superan las barreras naturales fisiológicas reproductivas o de recombinación y que no son técnicas utilizadas en la cría y selección tradicionales.
Evergreening
'Evergreening' alude a una serie de estrategias legales, comerciales y tecnológicas que emplean los productores (a menudo las empresas farmacéuticas) para extender la duración de sus patentes a punto de expirar y así mantener los ingresos que generan por derechos de explotación. Para ello se recurre a diversas fórmulas. Por ejemplo: solicitar patentes adicionales sobre versiones levemente diferentes de la droga original, como sales, ésteres, polimorfos, isómeros, etc. que prolongan el monopolio; patentar nuevas formulaciones o métodos de dosificación que no proveen mejoras terapéuticas reales; solicitar patentes de combinación al mezclar la droga original con otros compuestos conocidos; buscar patentes sobre el proceso de fabricación o métodos de uso, pero no sobre el producto en sí; registrar indicaciones nuevas aunque menores para extender la exclusividad comercial. El resultado con todas ellas es que las farmacéuticas retardan la irrupción de competidores fabricantes de medicamentos genéricos más allá del periodo original de exclusividad (monopolio) de la patente primigenia, algo común entre compañías como Pfizer, GSK, Merck y otras. 'Evergreening' no es un concepto formal del derecho de patentes, sino propio de la reacción social antes tales estrategias. Más información, aquí.
Exportación
Significa el movimiento transfronterizo intencional de una Parte a otra Parte (de un país que adherido al Protocolo de Cartagena a otro que también lo hizo.
Exportador
Significa cualquier persona física o jurídica, bajo la jurisdicción de la Parte (país) de exportación, que organiza la exportación de un organismo vivo modificado.
GEI
Gases de efecto invernadero. Un gas de efecto invernadero (GEI) es un gas que absorbe y emite radiación dentro del rango infrarrojo. Este proceso es la causa fundamental del efecto invernadero. Los principales GEI en la atmósfera terrestre son el vapor de agua (H2O), el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O) y el ozono (O3).2).
Germoplasma
Del ingl. 'germplasm', y este de germ 'germen' y plasm 'plasma'. Conjunto de genes que se transmiten a la descendencia por medio de células reproductoras, y que permiten perpetuar una especie o una población de organismos. Existen bancos de germoplasma para conservarlo en cualquiera de sus formas reproductivas (semillas, esquejes, tubérculos, etc.), y recolectar, conservar y caracterizar el plasma germinal de plantas consideradas de interés prioritario por sus características beneficiosas para la humanidad. Pueden ser la base para nuevo conocimiento científico orientado a optimizar la conservación y el uso de recursos fitogenéticos. Más información, aquí.
Importación
Significa el movimiento transfronterizo intencional hacia una Parte (país firmante del Procolo de Cartagena) desde otra Parte.
Importador
Significa cualquier persona física o jurídica, bajo la jurisdicción de la Parte de importación, que organiza la importación de un organismo vivo modificado.
Índice de Gini
El índice de Gini (o coeficiente de Gini) es una medida económica que sirve para calcular la desigualdad de ingresos que existe entre los ciudadanos de un territorio o país. Su valor se encuentra entre 0 y 1, siendo cero la máxima igualdad (todos los ciudadanos tienen los mismos ingresos) y 1 la máxima desigualdad (todos los ingresos los tiene un solo ciudadano). La fórmula para calcularlo, aquí. Otros conceptos relacionados, en la entrada Coeficiente de Gini.
Intensidad de emisiones de GEI (kg CO2eq/kg producto)
La intensidad de emisiones de GEI es una medida de la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por unidad de producto. Se expresa en kilogramos de CO2 equivalente (CO2eq) por kilogramo de producto. En el caso de "kg CO2eq/kg producto", la intensidad de emisiones se expresa en kilogramos de dióxido de carbono equivalente por kilogramo de producto. Por ejemplo, si la intensidad de emisiones de un producto es de 1 kg CO2eq/kg producto, significa que para producir un kilogramo de ese producto se emiten 1 kilogramo de dióxido de carbono equivalente a la atmósfera.
Mejora cognitiva
La mejora cognitiva es el proceso de aumentar o potenciar capacidades mentales como la memoria, la atención, el razonamiento, el lenguaje, etc., mediante el uso de diversas técnicas o tecnologías. Puede contribuir a la "mejora funcional" (un mejor desempeño en actividades cotidianas del ámbito laboral, académico o deportivo, entre otros). La mejora cognitiva y funcional puede facilitarse con cuadernos de ejercicios de estimulación cognitiva (tareas y problemas diseñados para ejercitar las distintas funciones cognitivas), con juegos de entrenamiento cerebral (aplicaciones o programas informáticos que ofrecen una variedad de juegos interactivos y adaptativos que estimulan las habilidades cognitivas de forma lúdica); o con algunas neurotecnologías (dispositivos o sistemas que interactúan con el cerebro para medir, modificar o mejorar su actividad eléctrica o química, incluyendo el neurofeedback, la estimulación eléctrica transcraneal o los implantes cerebrales, entre otras). Aparte de prevenir el deterioro cognitivo, pueden utilizarse para mejorar ciertos parámetros de salud mental, aumentar el rendimiento cognitivo o desarrollar otros aspectos del potencial humano por encima de las capacidades promedio. Entre los retos y dilemas éticos, sociales y legales asociados hay que considerar aspectos como la seguridad, la eficacia, la accesibilidad, la equidad, la autonomía o la identidad de las personas que las usan.
OGM
Organismo Genéticamente Modificado (abreviado OGM, OMG o GMO, por sus siglas en inglés). OGM refiere a cualquier organismo, con excepción de los seres humanos, cuyo material genético ha sido modificado de una manera que no se produce de forma natural en el apareamiento o en la recombinación natural, siempre que se utilicen técnicas reglamentarias. No todos los organismos genéticamente modificados son transgénicos (por transferencia de uno o más genes de una especie a otra). Sobre directivas, protocolos y normativa estatal de referencia, véase Ministerio de Cultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Organismo vivo modificado
Significa cualquier organismo vivo que posee una nueva combinación de material genético obtenida mediante el uso de la biotecnología moderna.
Organismo vivo
Significa cualquier entidad biológica capaz de transferir o replicar material genético, incluidos los organismos estériles, los virus y los viroides.
Países en vías de de desarrollo (PVD)
Abreviado PVD. También se utiliza países en desarrollo, o países de desarrollo intermedio, para definir a países cuyas economías se encuentran en pleno desarrollo económico partiendo de un estado de desarrollo o de una economía de transición que, si bien aún no alcanzarían el estatus de los países desarrollados, habrían avanzado más que otros con peores indicadores. También conocidos como países del Sur Global, agrupa a naciones con niveles bajos y medios de desarrollo socioeconómico en comparación con los estándares globales, principalmente en África, Asia, América Latina y el Caribe. Los países emergentes incluyen a aquellos con renta per capita superior a los $12.000 anuales, mejores infraestructuras, cierta estabilidad política y capacidad de atraer inversiones (Brasil, China, India, México, Malasia, Sudáfrica, entre otros).
Protocolo de Cartagena
Un Acuerdo Internacional cuyo objetivo es garantizar que el movimiento de organismos vivos modificados genéticamente se haga en condiciones seguras para la conservación de la biodiversidad y la salud humana. Véase The Cartagena Protocol on Biosafety
Uso confinado
Significa cualquier operación, realizada dentro de una instalación, edificio u otra estructura física, que involucra organismos vivos modificados que están controlados por medidas específicas que limitan efectivamente su contacto con, y su impacto sobre, el medio ambiente externo.