ENDORFINAS VERSUS TESTOSTERONA. UN RECONOCIMIENTO CRITICO A JOHAN GALTUNG (1)
Francisco A. Muñoz
Instituto de la Paz y los Conflictos. Universidad de Granada

    La Investigación para la paz pdf está inmersa en estos momentos en debates profundos y cambiantes, lo que con toda probabilidad ha ocurrido en muchas otras ocasiones y momentos. Puede que sea nuestra perspectiva la que cambia y muta de acuerdo con nuestro entorno y nuestro aprendizaje, pero esto no le quita valor a las reflexiones que podamos hacer al respecto, más bien la contextualiza y por lo tanto las hace más válida en la medida en que se sabe sus vínculos y procedencia.
    Estamos en Andalucía, estado español, en la democracia recientemente construida después de una transicion pacifica, aunque no exenta de problemas, ... en estos momentos ZP acaba de retirar las tropas de Irak, apoyandose en una promesa realizada al 90% de la opinion publica de este pais -lo que no es nada despreciable. Es posible que todo esto condicione nuestras visiones.
    En los últimos años, desde que tuve la fortuna de que diversos investigadores del resto del estado y el mismisimo Johan Galtung, me iniciasen como investigador para la paz. Cabe decir que mi trayectoria previa era de izquierda comunista por lo que algunas de las premisas, especialmente las de justicia, solidaridad y compromiso, conectaron inmediatamente con las propuestas con las de la investigación para la paz. Sin embargo, inmediatamente pude percibir, de la mano de los movimientos feministas y ecologistas como era necesario realizar alguna cambio epistemológico.
    Parte de esta problemática fue abordada al escribir La paz imperfecta vease pdf(véase también la introducción) y la represente bajo la figura de la inversión epistemológica. Ahora con el paso del tiempo creo que es necesario profundizar en esta inversión.
    He podido comprobar, siempre a mi entender, como a pesar de conocerse esta propuesta muchos de las investigaciones y discursos siguen apegados a la que podríamos llamar vieja agenda. Por esta razón presente con mi inestimable colega Beatriz Molina la propuesta de una matriz unitaria e integradora (2) con la que pretendíamos resolver algunos de estos problemas. Pero volvamos sobre ellos.
    He elegido el título de “Endorfinas versus testosterona” porque recuerdo perfectamente como Galtung -al que siempre gustaba impresionarnos-, en uno de los seminarios que nos impartió en Granada, nos insistía en como la testosterona era una de las bases biológicas de la violencia (3). La testosterona se convierte en un eslabón de la teoría de la “violencia estructural” y a pesar de que reconozcamos su impresionante valor teórico y práctico (4), no debemos de abandonar el esfuerzo por tener una visión amplia, y que no esté demasiado contaminada por lo que, quizás ampulosamente he llamado el síndrome gnoseológico de la bomba que solo pretende desvelar como en muchas ocasiones el “conocimiento” de cualquier forma de violencia tiene capacidad de deformarnos completamente la realidad, de tal manera que invisibilizamos otras conductas (conflictivas y pacíficas) (5)
    Tanto las endorfinas como la testosterona son hormonas que forman parte de un entramado neurofisiológico de las que son difícil de separar y hasta detectar. Sabemos que damos explicaciones parciales porque los vínculos y las sinergias con todos nuestros componentes biológicos y filogenéticos. Además si con ellas queremos explicar comportamientos humanos habrá que tener en cuenta, para no ser demasiado antropocentristas, nuestra evolución biológica y cultural (6).
    Johang Galtung es, en muchos aspectos un buen represente de la Investigación para la Paz occidental, con su grandes virtudes y con algunas deficiencias que merecen, desde todo punto de vista, abordar para fortalecer las virtudes. A él, y a otros investigadores e investigadoras contemporáneas, hay que reconocerle varias importantes aportaciones:

    * Elevar la IP a la categoría de disciplina científica y por tanto digna de ser tenida en consideración por la comunidad académica.
    * De otro, y esto no es menos importante, la unidad de estos estudios a pesar de la especialización. Este aspecto como veremos más adelante se ha abandonado hasta cierto punto y nos ha acarreado no menos problemas.
    * Tiene un marcado carácter interdisciplinar dada la multidimensionalidad (complejidad) de los objetos de estudio.
    * Subsidiariamente dependiente de la primera se reconoce que las causas de la violencia pueden ser estudiadas.
   * Se incorpora el concepto de conflicto –que se amplia paulatinamente-. Contrariamente el concepto de Paz queda algo anquilosado en los referentes éticos.
    - Tiene una vocación de acción y transformación social.

    Sobre estos aspectos se articulado gran parte de los debates, que se han ido ampliando paulatinamente –vease las agendas de la IPRA por ejemplo- y se han establecido relaciones con innumerables problemáticas, sobre todo prácticas y contemporáneas. Pero, a mi entender no se ha ampliado al mismo ritmo la base epistemológica. Por lo que creo que había que deternerse críticamente en algunas de sus premisas:

     a) Es violentologo (frente a pazólogo imperfecto) porque a pesar de tener el horizonte normativo de la paz sus mayores esfuerzos intelectuales y teóricos están dedicados a la violencia. Este aspecto ya lo he desarrollado en mi libro de la "Paz Imperfecta" pero a pesrar de todo hay que reconocer que existen demasiados prejuicios que hacen que en nuestras cabezas -simultaneamente y con cierta independencia de la realidad- la violencia crece mientras que la paz se empequeñece. pdf
    b) En su concepción de violencia estructural termina por no concederle la  importancia debida a las interacciones causales, que por otro lado es lo que mas nos acerca a la teoría sistémica (frente al hecho de que la violencia este en las estructuras). Me atrevería a decir que los vínculos entre las diferentes violencias es lo que posibilita su existencia. Y por lo tanto este es el núcleo central de cualquier intento de explicar -para desactivar- las diversas formas de violencia [esto se relaciona con la construcción de una "Teoría General de los Conflictos"].
    c) El potente concepto de violencia estructural en caso de ser sobredimensionado puede convertirse en estructuralista. Esto podría permitir, hasta cierto punto, que desaparecieran de la escena los actores o sujetos de la violencia, sus motivaciones y sus causas (en este sentido la propuesta de la "racionalidad agónica", de nuestro colega Jose Manuel Martín Morillas, es muy sugerente.
    d) Su concepción del conflicto es limitada en cuanto a que es solamente la antesala de la violencia con lo que se pierde perspectiva dialéctica, global y holística. La única alternativa por tanto es esperar como "bomberos de la paz" para intentar que no prenda la violencia. Una perspectiva dialéctiva (abierta) nos permitiría relacionar los conflictos con intereses, objetivos, sentimientos y emociones, con actores, tiempos y espacios, las mediaciones donde se "cuecen" y las propuestas de regulación alternativa. pdf
    e) No desarrolla demasiado el empoderamiento pacifista como teoria del cambios social, con lo que todo parece quedar sujeto a la buena voluntad (tras la critica violontologica). Este deficit es dependiente del enfoque violontológico ya que las posibilidades de paz al no ser reconocidas tampoco se pueden empoderar. En cualquier caso si existe una posibilidad justa y adecuada pero lejana de la noviolencia. El empoderamiento significa que cada uno de los espacios recoconocidos de paz ocupe el mayor espacio publico y político, por ello es tan importante que potenciar las paces personales, grupales, sociales (incluidos todos los movimientos), políticas (incluida las formas democráticas) e interpretar y potenciar las relaciones entre ellas.
    f) No define la Investigacion para la Paz como un campo transdisciplinar, sino que mas bien parece una nueva disciplina, probablmente guiado por su experiencia de magnífico generalista. La interdisciplinariedad significa ser humildes en las posibilidades de comprensión de los fenómenos(complejos)asociados a la Paz (la Violencia y los Conflictos) y cooperar entre especialista para poder encontrar las claves -necesariamente transdisciplinares- de interpretación de los mismos. La inter y transdisciplinariedad exige un cambio de actitudes académicas (acostumbrada por lo general a los compartimientos estancos), abiertas al diálogo individual y colectivo (se deben propiciar espacios especiales para ello), y permeables teórica y epistemológicamente (para poder transmitir y asumir lo "transcendente" de cada disciplina). pdf
    g) Galtung parece seguir a Maslow en su clasificacion de necesidades que tiene el peligro de la jerarquizacion (que supone finalmente fragmentación). Lo cual rompe una vision unitaria del ser humano y ademas puede favorecer las teorias economicistas del desarrollo humano que primero buscan satisfacer esas necesidades primarias y la consecucion de los satisfactores ligadas a ellas antes que otros aspectos que pueden estar relacionados con los procesos de socializacion y de relacion (afecto, libertad, entendimiento, etc.).
    h) Finalmente puede que haya un problema de género, ya que al concederle mayor importancia a la hormonas masculinas puede, asimismo, sobredimensionar asimismo el papel de lo masculino. Efectivamente si las dinámicas sociales están condicionadas principalmente por los atributos masculinos el papel de las mujeres queda relegado a un segundo lugar, ya que las dinámicas sociales estan fundamentalmente definidas por el papel de los varones,
    Todo esto no seria demasiado problema sin no se convirtiera en un referente central de la Investigacion para la Paz. Esta revisión cariñosa y crítica nos reafirma en la necesidad que tenemos los investigadores e investigadoras de la paz de reconstruir un espacio común de investigación, basado en presupuestos axiológicos y epistemológicos comunes en interaccionados.
    Como estamos viendo, son tantas las preocupaciones asociadas a la paz, tantas las escalas, las variables culturales, las propuestas teóricas, que a veces podríamos sentirnos turbados e incluso desanimados ante tan inmenso campo. Pero este sentimiento puede atemperarse adoptando otro enfoque: en primer lugar comprender que esto ocurre por la propia la complejidad de la especie humana vease, en cualquiera de sus manifestaciones; en segundo lugar que esto es fruto de la propia riqueza cultural humana en la que las normas y comportamientos propiciatorios de la paz son mayoría; y en tercer lugar que estas situaciones sólo pueden ser abordadas desde métodos cooperativos que sean capaces de confluir en espacios culturales y científicos donde cada aportación particular adquiera mayor sentido.
    En cualquier caso, un desafío que la Investigación para la Paz deber abordar es dotar de una matriz comprensiva vease(que aspire a comprender, explicar y dar alternativas) e integradora (que considere las relaciones entre las diversos fenómenos desde una perspectiva transcultural, plurimetodológica y transdisciplinar). Claro está que esto no se consigue sólo con desearlo, pero sí debe de ser una línea de trabajo a la que dediquemos parte de nuestros esfuerzos.
    Esta matriz debe facilitar que todos los investigadoras de la paz nos encontremos vinculados, no sólo por los presupuestos axiológicos o normativos sino, ya que estamos hablando de investigación por presupuestos teóricos y epistemológicos (independientemente de que investigemos en un pais u otro, sobre la violencia doméstica o sobre la paz en s. Juan Francisco, sobre el armamento o la diplomacia griega, sobre la violencia en las tribus mesoamericanas o la paz en el budismo, etc.). En caso de que esto no ocurra podremos ganar la batalla de la ética (que siempre debe estar presente), pero perderemos la lucha de la razón, de la ciencia, de la academia y dejaremos que estas potentísimas instituciones sigan contribuyendo a la violencia.
    Cabe recordar como la Investigación para la Paz nació después de las Guerras Mundiales en la que justamente se vió como la gran movilización a favor de la paz: la conciencia, la confianza, la creencia, la fe por la paz no fueron suficientes para frenar las guerras (la violencia)- Aún hoy estamos en ese desafío de utilizar todos los recursos a nuestro alcance para que la violencia no crezca.
    Inmersos en esta preocupasión propusimos los siguientes ejes unitarios de articulación de la Investigación para la Paz, proponemos ejes, aunque el desarrollo de cada uno de ellos es desigual por esta razón hare comentarios a los mismos entre corchetes []:
    a) Hacia una Teoría General del Conflicto vease, que tenga capacidad explicativa de las diferentes entidades humanas (personas, grupos y especie), en las diversas culturas, espacios geográficos y momentos históricos. Esto implica conseguir una definición de conflicto suficientemente amplia como para dar cabida a los fenómenos que tengan lugar en los distintos espacios humanos de actuación. Lo cual nos permitiría establecer las interacciones causales entre unos y otros espacios y, a la vez, tener una perspectiva abierta y dialéctica del conflicto. Sin embargo hay que profundizar en su estudio ligado al conflicto y la formación de la conciencia.La propuesta de nuestro compañero Jose Manuel Martín Morillas sobre la "racionalidad agónica-terapéutica", aunque inicialmente aplicada a la violencia, es muy util para avanzar en este camino] [Este eje es fundamental ya que el conflicto representa la base epistemolócia de la paz y la violencia]
    b) Pensar desde una Paz Imperfecta vease. Si queremos la paz debemos prepararla (si vis pacem para pacem) con la certeza de que va a ser un camino inacabado, ya que siempre convivirá con los conflictos y con algunas propuestas de violencia. Por eso es necesario tener constantemente una cierta preocupación activa por el mantenimiento de la paz; lo que implica que esta paz -además de ser el móvil ético y la directiva científica- debe ser afrontada como la categoría analítica de un campo multi, pluri y, finalmente, transdiciplinar. [Existe un verdadero desfase en la profundización teórica y metodológica -que no práctica- de este eje. Se comienzan a hacer estudios algunos estudios en este sentido en lo ultimos años. Creo que habría que hacer una discriminación positiva al respecto]
    c) Desconstruir la Violencia vease. Comprender la violencia lo mejor posible para orientar las acciones hacia la paz desde las raíces de la misma, lo que complementariamente requiere estudiar la violencia como un fenómeno absolutamente humano y, por lo tanto, con raíces en la propia evolución somático-cultural de los homínidos. Es necesario intentar dar, en este sentido, una explicación unitaria de la violencia que incluya tanto sus aspectos estructurales como culturales, simbólicos y filogenéticos. [La perspectiva violontológica, dominante en la Investigación para la Paz, ha sobredimensionado este apartado]. pdf
    d) Discernir las dialécticas y las mediaciones entre conflictos, paz y violencia vease. En las prácticas sociales la cercanía de la paz y la violencia puede ser muy grande o pequeña, pero casi siempre ambas conviven en espacios comunes y se interaccionan continuamente. Por eso es imprescindible estudiar los espacios -mediaciones- donde los conflictos se dinamizan hacia una vía de salida u otra, y las interacciones que se producen entre conflictos, escalas, dinámicas y vías de regulación. La idea de la explicación de la realidad como una sucesión de algorimos -como rutina ejecutables- puede que ayude a comprender la microdinámicas frente a los grandes cambios (esta idea es válida para la relación. Esta perspectiva es la que nos permitirá tener una visión global y holística en la que reconocer las relaciones entre los hallazgos de la paz imperfecta, la violencia estructural. Las mediaciones nos "liberan" de la tensión entre las salidas pacíficas y violentas de los conflictos [Eje casi abandonado ya que supone tener una perspectiva unitaria previa de la violencia estructural y la paz imperfecta. Al ver sus interacciones horizontales y verticales podemos avanzar en la recomposición de de una realidad social unitaria]. pdf
    e) Empoderamiento pacifista desde todas las experiencias de la paz vease. Lo cual significa reconocer las diversas paces (regulación pacífica de los conflictos),la acciones noviolentas y acciones políticas promotoras de paz (democracias, ...). Reconocerlas a lo largo de toda la historia e intentar que ocupen el mayor espacio a todas las escalas (personal, grupal y planetario) y esferas (privada, pública y política). Por lo tanto supone revisar las diversas teorías del poder y dar alternativas "pacifistas" a las mismas. Debe suponer la teoría del cambio social de la Investigación para la Paz. Esta propuesta se abre la puerta a la praxis del irrenunciable horizonte normativo de la investigación para la paz de construir realidades más pacíficas y justas. pdf
    Finalmente estos ejes deben ser transculturales y transdisciplinares y con capacidad de proyectarse hacia un futuro deseable, perdurable, justo, pacífico e imperfecto. Un futuro solidario con las generaciones venideras, en el que prime la justicia y la equidad, en el que los conflictos sean regulados por vías pacíficas y en el que los conflictos -signo de nuestra condición «imperfecta»- nos den la posibilidad de imaginar y crear nuevas situaciones deseables de acuerdo con nuestros valores de paz. El futuro se convierte en la única propuesta posible de interacción con la realidad, por ello es necesario pensarlo y trabajarlo con las metodologías adecuadas.


Granada 20 de mayo de 2004


NOTAS

   1. Este es un documento de uso restringido para los alumnos del curso de doctorado “Origen e historia de la paz”, aunque pueda ser utilizado para dialogar sobre la paz, no debe de olvidarse su carácter interno para un seminario de doctorado. OJO. Si a lo largo de los dias se realizan algunas sugerencias la redacción de la página puede cambiar.
   2. Estudiar e investigar la Paz", Actas del primer Congreso de Educación en Investigación para la Paz"
   3. En aquellos momentos nos refería como los soldados americanos antes de bombardeas a las tropas iraquíes veían películas pornográficas. Que curiosa casualidad que aquello era poco después de la primera Guerra de Irak, y en estos días acaban de aparecer las fotografías de las torturas y las vejaciones (algunas de ellas con carácter sexual) de las tropas americanas y británicas a los detenidos iraquíes. Ahora de la invasión de este país.
   4. Cf. “Tras las huellas de la violencia” prologo a MARTÍN MORILLAS, José Manuel (2003) Los sentidos de la violencia, Granada, pp. 7-35.
   5. Ibídem.
   6. Cf. PINKER, Steven (2003) La tabla rasa. La negación de la naturaleza humana, Barcelona.