Los centros de educación ambiental constituyen una modalidad pedagógica de carácter no formal que pone en contacto a los escolares con situaciones reales del mundo rural favoreciendo la construcción de conocimientos en entornos emocionales y vivenciales. La búsqueda de estandares de calidad en los programas que promueven estos centros educativos requiere de instrumentos apropiados. Las soluciones no son fáciles y en algunos casos son altamente conflictivas, puesto que cuando las propuestas de estandarización parten de la propia administración se pueden ver mermados los derechos de los CEAs como consecuencia de una promulgación de “estandares duros” para las homologaciones y reconocimiento por parte de la administración de unos requisitos mínimos para expedir licencias de apertura, supervisar los establecimientos existentes o asignar subvenciones en las periódicas convocatorias. Por esta razón los CEAs deben tomar partido en este debate y anticiparse a las decisiones administrativas para conseguir “estándares menos duros” y “más realistas y equilibrados”, sobre la base del consenso público, el diálogo social y el momento de maduración del sector en cada contexto internacional. La constitución de un sistema de indicadores de calidad que pueda contribuir al proceso de homologación de los CEAs por parte de las administraciones. Los ámbitos sobre los que organizar la evaluación de estos centros se organizan en los tópicos los siguientes:
Los ESTUDIOS EMPÍRICOS desarrollados en este contexto son: