DYNAMIS. Acta Hisp. Med. Sci. Hist. Illus. 2002, 22, 551-609.

Roger FRENCH. Ancients and Moderns in the Medical Sciences. From Hippocrates to Harvey, Aldershot-Burlington, Ashgate (Variorum Collected Studies Series), 2000; 22+280 pp. ISBN: 0-86078-834-2 (*).

Este interesante y útil volumen recopilatorio de los trabajos de Roger French entre 1978 y 1997 aparece en la prestigiosa serie Variorum Collected Studies de Ashgate, en la que recientemente han aparecido volúmenes dedicados a la obra de Walter Pagel, Franz Rosenthal, Jerry Stannard, Andrew Wear, Danielle Jacquart, Vivian Nutton, David Knight y A. Rupert Hall, entre otros y en la que, irán apareciendo los dos volúmenes dedicados al tristemente desaparecido Luis García Ballester.

Como los demás volúmenes de la serie, la republicación de trabajos dispersos representativos de la obra de un autor tiene un doble valor, dependiendo del público que aborde la lectura del volumen. Para quienes ya conocen la obra del autor en cuestión, el volumen tiene la ventaja obvia de proporcionarle un material que antes se hallaba diseminado en publicaciones que, incluso, podían resultar difíciles de conseguir; en este caso, además, se puede disfrutar de una introducción del propio French (pp. vii-xxi) que resulta esclarecedora en más de un sentido. Para quienes, por el contrario, se aproximan por vez primera a la obra de Roger French, profesor en el Departamento de Filosofía e Historia de la Ciencia de la Universidad de Cambridge, el volumen tiene la ventaja de proponerles, a través de 12 trabajos ordenados y presentados por el propio autor (por cierto con un utilísimo índice de nombres al final), un panorama casi completo de los temas, inquietudes intelectuales y maneras de hacer historia de una de las personas que más y mejor lo ha venido haciendo en el último cuarto del siglo pasado.

En efecto, la aportación de Roger French puede considerarse cuantitativa y cualitativamente como la más importante de los últimos años en un terreno que podríamos definir como historia intelectual de la medicina europea del larguísimo período que va más o menos, en sus propias palabras, «desde la Antigüedad tardía a la época de Harvey». Debe insistirse, quizá, en la pertinencia de la expresión «historia intelectual» porque, en el fondo, el modo de hacer historia de Roger French se nos antoja bastante alejado de la historia social y mucho más cercano a ese tipo de brillante ejercicio interpretativo del lector actual de unos textos doctrinales que, a su vez, son fruto de la lectura de otros textos similares, los cuales comentaban y glosaban aún otros textos más antiguos. Más allá de esta apasionante cadena de autores, lectores, exegetas, glosadores o comentaristas es poco lo que French nos permite atisbar; aunque, por supuesto, es totalmente legítimo que así lo haga. En su sólida interpretación histórica, French ha puesto siempre el acento en la continuidad y siempre bajo el prisma del «uso de los textos de la Antigüedad» en las prácticas intelectuales de un grupo de «figuras» del pensamiento médico europeo medieval y renacentista. Lo dice en la primera frase de la introducción (p. vii) que aquí hemos parafraseado y lo ha cumplido a lo largo de veinte años, como demuestran los trabajos recogidos en el volumen. El meollo de la encomiable tarea intelectual de French es, pues, su lectura tanto de los clásicos como de las lecturas que de los clásicos hicieron distintos personajes a lo largo de quinientos años en diferentes lugares de Europa, con especial predilección hacia italianos (en la selección que comentamos Gentile da Foligno, Gabrielle de Zerbi, Berengario da Carpi o Nicolo Leoniceno) y británicos (aquí representados por Roger of Hereford, Alfred of Shareshill o William Harvey). Lecturas de lecturas, pues, siempre con el objetivo de entender el uso que esos lectores remotos hicieron de textos aún más remotos como fuente de «conocimiento autorizado» acerca de la naturaleza y, sobre todo, de la naturaleza humana, sana o enferma.

El centro de su atención es la relación entre medicina y filosofía natural y sus tesis esenciales son la continuidad, la negación de los conceptos historiográficos como el de «revoluciones científicas», tanto en la primera parte del binomio, como en la segunda, puesto que French es claro en la no aceptación de la denominación «ciencia» y sus derivados («científico») para ese largo período y menos aún atisba nada parecido al problemático concepto de «revolución». Todo lo más, admite que fue en el final de su período de estudio, en el «Harvey’s time», cuando se empezó a pensar que no era necesario que filósofos naturales y médicos siguieran la autoridad clásica correspondiente para otorgar a su saber criterio de conocimiento verdadero. Por tanto, la historia intelectual europea de ese largo período es, en todo caso, la narración de cómo un grupo de intelectuales europeos fue eligiendo a sus antecesores intelectuales, fue construyendo sus propios clásicos, diríamos. Y, en ese sentido, basta con recordar quiénes fueron realmente las dos autoridades básicas de la medicina europea de todo ese período: Hipócrates y Galeno. De un lado, un «Hipócrates», que constituyó para todos esos pensadores una única autoridad y un personaje histórico individual y realmente existente, pese a ser resultado, como es bien sabido, de una azarosa invención, a base de unos textos, el Corpus hippocraticum, de procedencias y dataciones bien diversas. De otro lado, un «Galeno», intérprete a su vez de ese Hipócrates artificial, o mejor sería decir de varios Galenos, pues fue cambiando, a medida que las vías de transmisión de sus textos se fueron diversificando, desde los diversos territorios islamizados, desde Bizancio, desde Salerno, o desde Toledo, entre otras vías. Lo apasionante del recorrido es, pues, ver esa lectura continua del saber antiguo como una actitud activa, permanentemente en cambio y evolución, no exenta de opciones divergentes, de reinvenciones y olvidos, de descubrimientos y redescubrimientos y a la luz de unos problemas intelectuales nuevos o renovados. Si alguno de esos cambios se aproximó a un big historical change, dicho en términos de French que elude así el molesto «revolución», fue consecuencia de la aparición de las escuelas médicas universitarias cristianas a partir de los siglos XII y XIII: allí la formación intelectual del médico universitario pasó a ser el resultado de la asunción de la filosofía natural de Aristóteles como base teórica inseparablemente unida a la lectura más o menos estandarizada del Galeno y el Hipócrates que los maestros cristianos latinos habían aprendido, bien de los compiladores y comentadores islámicos y bizantinos, bien de las aportaciones de los traductores y comentadores salernitanos, toledanos, catalanes o provenzales.

Toda esta big picture sintetizada en la introducción redactada por French específicamente para este volumen recopilatorio, se transforma o se plasma en ejemplos concretos a lo largo de los doce artículos recogidos en él y ordenados en el volumen de modo cronológico según los temas: fragmentos griegos de libros perdidos de Galeno sobre anatomía (1978), la recepción latina de la anatomía fisiológica de Galeno (1979), el origen de cinco figuras anatómicas medievales (1984), el tradicional accessus ad auctores de los autores medievales sobre anatomía (1979), el peso de la astrología islámica en la medicina inglesa de finales del siglo XII (1996), la astrología en la práctica médica especialmente a través de Pietro d’Abano (1994), el uso docente del comentario al De Plantis por Alfred of Shareshill (1997), el peso de Avicena en la obra y la enseñanza de Gentile da Foligno (1985), la ética médica de Gabrielle de Zerbi (1994), el uso didáctico del comentario en la obra anatómica de Berengario da Carpi (1985), el debate sobre la obra de Plinio en el Renacimiento (1986) y los lenguajes de la filosofía natural de William Harvey (1994). Como puede verse, un abanico amplio de temas y de autores que para cualquier estudioso que hoy desee acercarse a muchos de los debates intelectuales sobre la medicina y la filosofía natural del largo período que va del siglo XII al XVII constituyen una lectura obligada. Los cuatro primeros trabajos están dedicados a la anatomía galénica y a su transmisión a la cultura medieval islámica y cristiana. Le siguen un par de trabajos dedicados a la astrología médica islámica y su impacto en la práctica médica cristiana. La segunda mitad de la recopilación se inicia con el trabajo sobre el comentario al De Plantis de Alfred of Shareshill (siglo XIII) para desembocar en tres estudios fundamentales de French dedicados a otros tantos autores esenciales del renacimiento médico italiano de los siglos XIV y XV: Gentile da Foligno, Gabriel de Zerbi y Berengario da Carpi; en ellos, de nuevo, la filosofía natural, la ética médica y la anatomía vuelven a ser objeto de principal atención, esta vez inteligentemente escrutada desde el punto de vista de la enseñanza de la medicina en el ámbito universitario, es decir, la transmisión de los textos planteada a través de la práctica docente como modo de observar las transformaciones que una y otra conocieron en esa época. Plinio a los ojos de los médicos renacentistas —mi trabajo favorito— y «los lenguajes de la filosofía natural de Harvey» cierran el volumen y el largo recorrido histórico de los temas que han interesado a French a lo largo de su fecunda y extensa vida intelectual, por el momento, claro. Una de las ventajas de hacer a tiempo este tipo de volúmenes recopilatorios —y entiendo por «a tiempo» cuando el autor objeto de recopilación está todavía en plena actividad académica e intelectual— es que deja en el lector la agradable sensación de pensar que esto es lo que nos ha dado «hasta ahora» y que, sin duda, aún le queda mucho por decir. ¿Hacia dónde dirigirá French en los próximos años su escrutadora mirada de lector de textos de medicina y sus reflexiones acerca de la medicina y la filosofía natural del largo galenismo europeo? La aparición de su Dissection and Vivisection in the European Renaissance el pasado año 1999 —también auspiciada por Ashgate— es la respuesta. Pero el comentario de este nuevo libro de Roger French quedará para otra ocasión y para otro lector que se sienta estimulado a acercarse a la obra de este autor. De hecho, personalmente, creo que el principal valor de la recopilación que comentamos debe ser la de incitar a conocer mejor y más en profundidad la amplia y sugerente obra de Roger French.

(*) Nota editorial: esta reseña y la siguiente pertenecen al volumen 21, en el cual fueron publicadas incorrectamente, de manera parcial.

JOSÉ PARDO TOMÁS
Institución Milà i Fontanals, CSIC, Barcelona