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La teoría de la disonancia cognitiva fue formulada por León Festinger en 1957. La idea central de la teoría se podría resumirse de la siguiente manera: cuando nos damos cuenta de que dos o más de nuestras actitudes son incoherentes o que nuestras actitudes y comportamientos son inconsistentes (no encajan entre sí) por alguna causa (disonancia), nos sentimos molestos. Automáticamente la persona se esfuerza por lograr que estas cogniciones encajen de alguna manera (reducción de la disonancia). Los seres humanos necesitamos que exista equilibrio entre nuestras cogniciones y nuestra conducta. En otras palabras, no nos gusta la incoherencia y nos sentimos incómodos cuando se produce.
La magnitud de la disonancia producida por dos elementos inconsistentes dependerá en, primer lugar, de la relevancia que tengan dichos elementos para el individuo, de tal manera que a mayor relevancia mayor disonancia. En segundo lugar, la proporción de cogniciones disonantes entre sí, de tal manera que a mayor número de cogniciones disonantes con relación a las consonantes, mayor disonancia. Y en tercer lugar, la semejanza existente entre cogniciones de tal forma que cuanto más semejantes sean menor será la disonancia.
Hemos de señalar que en el planteamiento de Festinger no es la incoherencia entre cogniciones la que va a motivar el cambio, sino el malestar psicológico, que se experimenta como tensión. Por lo tanto, no se busca la consistencia cognitiva para ser racionales o lógicos, sino para recuperar el bienestar psicológico.
La reducción de la disonancia cognitiva se puede lograr mediante tres mecanismos o estrategias. La primera de ellas es modificando uno de los elementos de tal manera que la relación entre cogniciones se vuelva más consistente
La segunda estrategia consiste en introducir nuevas cogniciones a fin de aumentar la relevancia de uno de los elementos y disminuir así el peso relativo disonante del otro.
Finalmente, el tercer mecanismo de reducción es alterar la importancia de los elementos disonantes de tal manera que sean menos inconsistentes entre sí.
La elección entre dos alternativas posibles pero excluyentes es una de las situaciones en las que siempre aparece disonancia. Por ejemplo, a la hora de comprar un piso (una decisión sumamente importante) podemos encontrarnos en la coyuntura de tener que elegir entre dos viviendas con precios similares y que nos gustan. En esta situación prototípica, sea cual sea el piso que escojamos, siempre existen cogniciones que justificarían el haber escogido el otro, de esta manera se produce disonancia.
Keywords: disonancia cognitiva, actitudes, cogniciones