LA REPRESENTACIÓN DE LOS CASCOS ROMANOS EN EL
CINE
THE REPRESENTATION OF ROMAN HELMETS IN THE CINEMA
David Manuel PÉREZ MAESTRE
Resumen
Presentación del trabajo de
investigación (DEA), en el que se analizan las representaciones de
los cascos romanos en el cine, comparándolas con los conocimientos
que la investigación histórica y arqueológica actual
nos ofrece sobre el armamento en época romana. Para ello se ha
realizado una investigación sobre el equipamiento de este
período y sobre el representado en el cine, tomando varias
películas como referencia.
Palabras clave
Armamento, ejército, casco, cine, Roma
Abstract
Presentation of the investigation project (DEA), in
which the representations of the Roman helmets in the movies are analyzed,
comparing them with the knowledge the archaeological and historic
investigation offers us about the weaponry in the roman age. An
investigation about this period equipment and its representation on cinema
has been carried out, taking several movies as reference.
Key words
Weaponry, army, helmet, cinema, Rome
OBJETIVOS
Debido a la gran difusión de ideas y conceptos
que proporcionan el cine y la televisión en el mundo actual, los
objetivos de este trabajo son analizar el impacto que estos medios de
difusión audiovisual tienen en nuestro concepto del armamento
romano, centrado específicamente en la visión que en la
actualidad se tiene de los cascos romanos. Para ello se procederá a:
Estudiar la evolución de los cascos
romanos a nivel arqueológico.
Analizar las representaciones de cascos
romanos que nos ofrece el cine.
Contrastar ambos estudios para comprobar
hasta qué punto el cine se ha inspirado en la arqueología.
EVOLUCIÓN
Antes de pasar a estudiar los cascos romanos en
sí, es necesario realizar una pequeña historia de la
evolución de los yelmos de los pueblos que pudieron influir en los
romanos.
Influencia Griega
El precedente griego que más impacto tuvo en
los cascos romanos es el tipo corintio (fig. 1), en uso desde el siglo VIII a.C. (CONNOLLY 1981b)
hasta el siglo IV a.C. En el siglo V a.C. aparece un modelo más
avanzado, basado en la estructura básica de casco corintio, el tipo calcídico (fig.
2). Este tipo de casco es utilizado, junto con los modelos itálicos,
en el ejército etrusco, que compone el embrión del futuro
ejército romano de época republicana.
Precedentes Itálicos
Además de estas influencias griegas, las
culturas que habitaban la península itálica en épocas
anteriores al expansionismo romano son posibles fuentes de los modelos
utilizados con posterioridad. En el norte de la península
itálica nos encontramos con la Cultura
de Villanova, preponderante durante la Edad
del Hierro, y que entró en decadencia con la expansión del
poderío etrusco a partir del siglo VIII a.C. De esta cultura son
característicos los modelos de casco crestado, el modelo de forma
redondeada y el yelmo con forma de olla (fig. 3), que permanecerán
en uso hasta el siglo VI a.C. dando paso a un modelo más
evolucionado, el tipo negau (fig. 4). Este último tipo fue heredado por el
ejército romano republicano y permaneció en uso hasta al
menos el siglo III a.C. (CONNOLLY 2000).
Además de estos modelos, propiamente griegos o
itálicos, a partir del siglo VI a.C. comienzan a aparecer las
primeras evoluciones itálicas de los tipos griegos. Se trata del
llamado etrusco-corintio (fig. 5), una deformación del corintio griego ya que no protege
la cara y al contrario que en el modelo griego, las oquedades para los ojos
y la boca se convierten en un motivo decorativo. El yelmo ático es un subtipo
del tipo griego calcídico, del que se diferencia principalmente en la ausencia de
protector nasal (fig. 6). Este modelo es el que más tradicionalmente
se asimila a las tropas romanas, especialmente a los oficiales.
Influencia Celta
La irrupción de un pueblo celta, los Senones, y su establecimiento
en el norte de la península itálica en el año 400 a.C.
provocó un mayor contacto entre las culturas celta y romana, dando
lugar a la adopción de ciertos modelos de yelmos célticos por
parte del ejército romano. El tipo montefortino (fig. 7), se trata del casco más utilizado
entre las tropas romanas durante los siglos V al I a.C. Esta gran
aceptación provocó que tras las reformas de Cayo Mario a
finales del siglo II a.C. fuese adoptado como el modelo base para equipar a
las legiones, al pasar esta competencia al Estado romano, en lugar de que
el ciudadano se costease su propio armamento, como era tradicional hasta
ese momento.
A partir del siglo I a.C., la mayor presencia de
tropas romanas en contacto con pueblos celtas provoca un mayor uso de
cascos capturados o comprados a estos, de mejor calidad que los tipos
itálicos clásicos. Se trata de los conocidos como coolus
(fig. 8) y el precedente de los modelos gálico-imperiales (fig. 9).
El Imperio
Durante los primeros años del Imperio y hasta
mediados del siglo II d.C. se imponen los modelos derivados de tipos
celtas, el gálico-imperial (fig. 10) y la evolución itálica de los montefortinos y coolus, el
itálico-imperial (fig. 11). Se trata de yelmos concebidos para
combatir parcialmente agachado, cubriéndose tras el gran escudo de
los legionarios, como se deduce por sus desarrollados cubrenucas, aptos
para proteger los hombros y la parte superior de la espalda (QUESADA 2005).
Con posterioridad a las Guerras Dácicas, a
principios del siglo II d.C. se introduce una protección en forma de
barras entrecruzadas en la cimera de los cascos, a fin de evitar los
daños causados por enemigos más altos y fuertes que los
legionarios romanos, que los atacaban con golpes descendentes con espadas
largas y pesadas, provocando graves heridas al impactar en una de las
partes más desprotegidas del casco, la superior. Este tipo de
protección está muy presente en los modelos de finales del
siglo II d.C., se trata de evoluciones de los modelos anteriores, pero con
la capacidad protectora de los yelmos incrementada, son los tipos niedermörmter (fig. 12) y niederbieber (fig.
13).
A partir del siglo III d.C., en un intento de
contrarrestar la pérdida económica que suponen los diversos
desastres militares sufridos por el Imperio, se adoptan yelmos de origen
oriental (COWAN y MCBRIDE 2003b), de fabricación más barata.
En estos se aprecian cambios dirigidos a un tipo de combate más
erguido (QUESADA 2005), ya que el cubrenucas no se proyecta horizontalmente
para proteger la parte superior de la espalda y hombros del combatiente. Se
trata de los modelos conocidos como spangenhelm (fig. 14), que se mantendrá en uso hasta al menos
el siglo X d.C. con la intrusión en el siglo IV d.C. de otro tipo
oriental, el conocido como intercisa o ridge helmet (fig. 15).
ESTUDIO
A continuación se pasa a desarrollar el
estudio fundamental de este trabajo, analizando las representaciones de los
cascos romanos en una serie de películas.
Rómulo y Remo (1961)
La acción transcurre en los momentos previos a
la fundación mítica de Roma, en el 753 a.C., por esto la
ubicación cronológica de esta película es conflictiva.
Si tomamos como referencia la fecha del 753 a.C., los cascos presentes en
la película deberían de ser los tipos griegos e
itálicos del siglo VIII a.C., (fig. 1, 2 y 3), sin embargo, si
tomamos como origen la fecha que nos ofrece la arqueología para la
fundación de Roma, nos situaríamos a mediados del siglo VI
a.C., los yelmos en uso en esa época serían los etrusco-corintios (fig. 5), calcídicos (fig. 2) y áticos (fig. 6). Estos
últimos parecen ser los que han influido en la realización de
la película, ya que el rey de los sabinos, Tito Tacio (fig. 16) presenta un yelmo con características muy similares a los tipos áticos, y los soldados
de Alba Longa (fig. 17 y 18) utilizan respectivamente un yelmo calcídico (véase el protector nasal) y un modelo de morfología etrusco-corintia usado como
si fuera un tipo corintio griego, protegiendo la cara. Este último
sería totalmente inefectivo por lo restringido del campo visual.
Escipión el Africano (1971)
Situada en los primeros años del siglo II a.C.
cabe destacar en esta película un gran error y un gran acierto. El
uso por parte de un jinete de un casco muy decorado (fig. 19) constituye un
error cronológico, ya que está basado en un yelmo utilizado
en el siglo II d.C. para los juegos gimnásticos de
caballería, no para combate (fig. 20). El acierto es el uso por
parte de otro jinete (fig. 21) de un casco de tipo montefortino, con penacho de pelo
de caballo, en uso durante la época de la acción y que
podemos ver representado en un grabado del siglo I a.C. (figs. 22 y 24).
Espartaco (1961)
La rebelión de esclavos comandada por el
tracio Espartaco tiene lugar entre los años 73 y 71 a.C.,
época en que transcurre la película. En la imagen (fig. 23) podemos ver a oficiales portando el casco ático más frecuente en las representaciones de
oficiales romanos. No se puede descartar su uso en el ejército, pero
en este momento histórico es más probable que los yelmos no
fuesen tan elaborados, siendo similares al de los grabados del siglo I a.C.
(figs. 22 y 23). El siguiente modelo es más conflictivo (fig. 25),
ya que está claramente inspirado en un tipo muy posterior en el
tiempo (fig. 26); se trata de los cascos utilizados por la
infantería auxiliar en el siglo II d.C., lo cual constituye un
desfase cronológico de unos tres siglos entre la época en que
transcurre la película y el modelo representado.
Las aventuras de Astérix (1967-2002)
En este apartado se analizan las películas
basadas en las aventuras de Astérix, el Galo. Se trata de cinco
películas de animación y dos de acción real.
Transcurriendo todas alrededor del año 50 a.C., durante la conquista
de la Galia por
Julio César, en la mayoría de las representaciones de cascos
se utiliza el tipo ático, tanto para oficiales como legionarios,
diferenciándose unos de otros por el tamaño de los penachos.
Hay un caso excepcional, se trata de Obélix disfrazado de
centurión (fig. 27), utiliza un yelmo gálico-imperial sólo unos años posterior a la
acción de la película; también es necesario mencionar
que el penacho está colocado de través, signo distintivo de
los centuriones (CONNOLLY 1981c).
Roma (2005)
Se analiza aquí la más reciente
aproximación al mundo romano. Se trata de una serie para
televisión que transcurre desde la finalización de la
conquista de las Galias por César en el 52 a.C. hasta su muerte en
el 44 a.C. Los oficiales presentan los modelos áticos muy decorados,
con penachos de plumas o crin de caballo, tan característicos de las
películas de romanos. En cuanto a los legionarios, en la imagen
(fig. 28) podemos ver a un centurión y varios legionarios. Los tipos
de cascos que portan no son identificables arqueológicamente, sino
que están basados en los tipos que se pueden observar en la columna
de Trajano (fig. 29), erigida a principios del siglo II d.C. y uno de los
referentes más clásicos a la hora de representar el armamento
de los legionarios.
Cleopatra (1963), Marco Antonio y Cleopatra (1973)
Estas dos películas sitúan su trama en
el lapso de tiempo que transcurre desde la derrota Pompeyo hasta la muerte
de Marco Antonio y Cleopatra, entre los años 48 y 31 a.C. Entre los
oficiales que aparecen en ambas películas se vuelven a utilizar los
modelos áticos profusamente decorados; además, encontramos yelmos de
tipo itálico-imperial (fig. 30 y 31) que no entran en uso en el ejército
romano hasta mediados del siglo I d.C. Cabe destacar la presencia de un
yelmo no muy habitual en las películas “de romanos”
(fig. 33), se trata de un tipo basado en el casco tracio o helenístico (CONNOLLY
1981a), que muy probablemente equiparían algunos legionarios de esta
época.
Ben-Hur (1959), La vida de Brian (1979), La
pasión de Cristo (2004)
Estas tres películas transcurren en la misma
época, concluyendo con la muerte de Cristo, tradicionalmente en el
año 33 d.C. En el caso de los oficiales, seguimos encontrando
representados los modelos áticos con visera, penacho y elaboradas decoraciones. La
diferencia la encontramos ya en los cascos de los legionarios, en Ben-Hur (fig. 34) utilizan
cascos áticos al igual que los oficiales, pero en las otras dos
películas se representa a algunos de los legionarios con yelmos de
tipo itálico-imperiales (figs. 35 y 36), que aunque hacen su aparición en masa a mediados
de este siglo, es posible que en una zona tan conflictiva como la Judea de
la época, los legionarios allí destacados fuesen equipados
con estos al ser lo último en el armamento de la época.
La caída del Imperio Romano (1964), El
Gladiador (2000)
Con argumentos paralelos, la caída en
desgracia de un general romano tras la muerte del emperador Marco Aurelio,
la acción transcurre a lo largo del mandato del emperador Comodo,
entre el 180 y el 192 d.C. La presencia de los modelos áticos es
inevitable entre los oficiales, pero entre los legionarios aparecen modelos
basados en el tipo niedermörmter (fig. 37), aunque presentándolo más
simplificado, y en el itálico-imperial (fig. 38). Es realmente probable que en esta época,
en la frontera norte del imperio, los legionarios fuesen equipados con
ambos modelos, los primeros, más novedosos, y los segundos ya algo
anticuados, pero todavía en uso. El problema del anacronismo no
está presente en estas películas, pero sí aparecen
yelmos utilizados en contextos erróneos, en concreto, se utilizan
yelmos de parada de caballería para equipar a las guardias de corps
del emperador Comodo en ambas películas, en El Gladiador (fig. 39 y 40), y en La caída… (fig.
41 y 42).
Constantino el Grande (1961), el Rey Arturo (2004)
Ambas películas transcurren durante el reinado
de Constantino I, entre el 307 y el 337 d.C. Ya en pleno siglo IV d.C. el
armamento romano ha evolucionado claramente, a pesar de que se pudieran
encontrar modelos de yelmo antiguos en uso; los más utilizados
serían los spangenhelm y ridge helmet. En ambas películas los oficiales se cubren con
cascos áticos, pero entre los legionarios encontramos algo
más de variedad, en concreto, yelmos itálico-imperiales (fig. 43 y 44) y otros basados en modelos
representados en la columna de Trajano (fig. 45) como los de la imagen
(fig. 46 y 47).
Atila, rey de los Hunos (1959)
La acción transcurre durante los años
de conquistas de Atila y su avance sobre Roma, en torno al 450 d.C. Todos
los legionarios y oficiales, ya pertenezcan a las legiones del Imperio de
Oriente o del de Occidente, utilizan cascos de tipo ático (fig. 48),
distinguiéndose los grados y las unidades de pertenencia
según el color y la forma de los penachos.
CONCLUSIONES
Como conclusiones a la investigación
desarrollada, se puede apreciar a la hora de representar los cascos romanos
una fuerte inspiración en los monumentos clásicos como las
columnas de Trajano y Marco Aurelio o el arco de Constantino.
También resulta evidente un mayor apoyo en
estudios arqueológicos en las producciones posteriores al año
1970, sin llegar a ser fiable del todo, ya que aunque los modelos
utilizados están claramente inspirados en restos
arqueológicos, suelen fallar en la adecuación
cronológica.
Estos anacronismos son frecuentes y en ocasiones muy
exagerados, llegando a representarse yelmos posteriores en tres siglos a la
acción de la película. Los casos inversos, el uso de yelmos
más antiguos, no es tan frecuente y no es realmente un error, ya que
un yelmo podía pasar de un legionario a otro y mantenerse en uso a
lo largo de muchos años, e incluso pasar de padres a hijos
aún cuando el estado se encargaba de equipar a las tropas.
Es de destacar también una excesiva
estandarización del equipamiento, sobre todo en las películas
que transcurren antes de las reformas de Cayo Mario en el siglo II a.C., ya
que hasta ese momento los legionarios se equipaban personalmente, siendo
muy frecuente la herencia durante generaciones de equipo militar.
Tanto si los legionarios se costean el equipo como si lo
hacía el estado, si éste era perdido debía ser
repuesto por el legionario, comprándolo o adquiriéndolo de
cualquier otra manera. Pero esto debería hacerlo allí donde
estuviese destacado, lo que complicaría un poco adquirir armamento
estandarizado.
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