b) Por vía respiratoria se eliminan tóxicos volátiles, gases y vapores, siguiendo la ley de Dalton-Henry. Para ello es necesario que no ocurran reacciones rápidas de combinación con constituyentes orgánicos o de degradación que produzcan metabolitos poco volátiles. De aquí se deducen dos consecuencias prácticas:
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La posibilidad de analizar el aire espirado para detectar la impregnación (es lo que hace la guardia civil de tráfico en los controles de alcoholemia)
- También se deriva de esto, al menos desde el punto de vista teórico, de la aplicación de respiración artificial en el tratamiento de las intoxicaciones por tóxicos volátiles, aunque en la práctica no se suele hacer.