3. Intoxicación crónica. Es aquella que aparece en un plazo más o menos largo por absorciones repetidas. "Se debe a una exposición repetida al tóxico durante mucho tiempo, con absorción de dosis incluso mínimas, casi inapreciables. Este tipo de toxicidad es frecuente en el medio laboral y también tiene importancia en Toxicología alimentaria y Toxicología ambiental. El mecanismo puede obedecer a dos causas:

a) Acumulación de dosis (Absorción > Eliminación)
Este mecanismo es característico de tóxicos acumulativos: metanol, compuestos orgánicos clorados, derivados del arsénico y flúor, metales pesados (Pb, Hg, Cd, Tl), etc. que son retenidos en el organismo a causa de afinidades de tipo físico (liposolubilidad) o químico (fijación a un determinado componente celular). Alternativamente la retención puede ser debida a una acción lesiva sobre el riñón que entorpezca la eliminación (p. ej. metales pesados). A consecuencia de esta acumulación se alcanzan niveles suficientes del tóxico para que se manifieste la intoxicación. El tiempo requerido depende de la magnitud de la dosis absorbida, la velocidad de eliminación y del intervalo entre exposiciones.

b) Efectos aditivos (Sumación de efectos).
En este caso no es la dosis la que se acumula, sino el efecto producido en el organismo por cada dosis. Experimentalmente se ha visto que la administración de p-dimetilaminoazobenceno a ratas produce cáncer de hígado. Este efecto aparece más o menos tarde en función de la pauta de administración del tóxico (en el hipervínculo se reproduce tal experiencia).

Se observa que la dosis total para obtener el efecto es 1 gramo de producto sea cual sea el fraccionamiento cronológico. Considerando que la eliminación del p-DAB es prácticamente total en 10 días, está claro que en este caso no se trata de una acumulación de dosis ya que de ser así se necesitarían dosis más elevadas a medida que se espaciaran más en el tiempo los fraccionamientos.

Por ello, en las sustancias cancerígenas es prácticamente imposible fijar una dosis umbral pues si se admite la persistencia del efecto después de la eliminación de la sustancia responsable incluso dosis ínfimas pueden resultar peligrosas si la exposición se mantiene o se repite durante un período amplio o si transcurre un tiempo suficiente para que les permita manifestar su actividad. El factor tiempo es de la máxima importancia en las sustancias cancerígenas y sólo se puede hablar de dosis mínima capaz de producir el efecto.