En
este libro se recogen aportaciones sobre el papel de
la arquitectura y el de la arqueología en edificios
medievales. La única razón que justifica el trabajo
de arquitectos y arqueólogos, sea de consolidación,
restauración o investigación histórica, es el
de la conservación del patrimonio arquitectónico y su
transmisión al futuro como legado histórico que es.
Sin embargo ambos se han mirado siempre desde la lejanía
y, en ocasiones, con desconfianza. En este volumen se
recogen diferentes intervenciones desde una perspectiva
que intenta salvar diferencias de criterio y de formación.
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