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Diálogo Iberoamericano

Núm. 16 / julio-agosto 1998. Pág. 22

Ecuador, Universidad Central ejecuta importante proyecto para enfrentar la teniasis y la cisticercosis

En el Ecuador subsisten condiciones de insalubridad en la crianza y explotación de ganado porcino que inciden en el incremento de casos de teniasis y de cisticercosis, especialmente entre la población rural. El proyecto permite disponer de métodos asequibles de diagnóstico para identificar la enfermedad. La cooperación internacional belga aporta buena parte de los fondos y el asesoramiento para el desarrollo del proyecto.

Fernando Pico Delgado (Universidad Central del Ecuador). . "Lamentablemente, la prevalencia de esta parasitosis es quizá de las más importantes a nivel latinoamericano, sobre todo en algunas provincias del país", señala el Dr. Washington Benítez, Director del Proyecto Teniasis-Cisticercosis, que efectúan investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Central del Ecuador, con el apoyo del Instituto de Medicina Tropical de Amberes, la Universidad de Amberes y el financiamiento de la Cooperación Belga.
Sobre la enfermedad no existen datos globales, registrándose casos en las provincias de Loja, Azuay, Manabí e Imbabura, en las que se ha trabajado, en tanto que en otras no hay estudios de respaldo. El Dr. Benítez refiere que "al comparar datos de investigaciones realizadas no hay correlación; esto es grave porque para desarrollar un programa no se conoce con exactitud con que cifras trabajar".
Proyecto piloto
El antecedente del proyecto constituyen estudios realizados en Bélgica en 1990. En los laboratorios del Instituto de Medicina Tropical se elaboraron algunos anticuerpos monoclonales, utilizados para detectar antígenos de tenia y cisticercosis en el hombre y en animales. Estas pruebas inmunológicas son importantes porque permiten reemplazar a la tomografía computarizada y a la resonancia magnética, técnicas de diagnóstico muy costosas, a los que no tienen acceso las poblaciones rurales de países subdesarrollados.
Precisamente, uno de los objetivos del proyecto es disponer de métodos de diagnóstico para identificar la enfermedad, así, desde hace un año se trabaja en la Esperanza de San Roque, Pucará, Pilascacho y Agualongo de Paredes, comunidades de la Provincia de Imbabura norte del país), en las que los focos activos de teniasis y cisticercosis son manifiestos.
Con los porcicultores, expendedores, estudiantes, profesores y la comunidad en general, se cumplen jornadas de educación para que conozcan formas de contagio de la enfermedad, normas de higiene, manejo y explotación racional del ganado porcino.
El tratamiento de pacientes con neurocisticercosis es básico. Cuando se detecta un caso, el paciente es atendido por un neurólogo y se decide que tratamiento efectuar, la cantidad de medicamento a administrarle; para conocer si el parásito muere en base al tratamiento y a la evolución de la expresión antigénica en la sangre, se realizan controles inmunológicos.
Un laboratorio para el diagnóstico del complejo teniasis-cisticercosis está en funcionamiento, en el cual se reciben muestras de diferentes partes del país. Se ha conformado una red en la que coparticipan médicos, neurólogos, neurocirujanos nacionales y extranjeros.
Paralelamente, un equipo de investigadores se prepara al más alto nivel en el dominio de nuevas técnicas de inmunología, genética, biología molecular, biotecnología. Los estudiantes también se capacitan y participan en el proyecto en la investigación de aspectos zoonósicos, zootécnicos y epidemiológicos de la enfermedad.
Desarrollo del parásito
El Dr. Stanny Geerts, investigador belga y asesor científico del proyecto, anota que "la tenia solium (solitaria) se desarrolla en el intestino de una persona al comer carne de cerdo contaminada con cisticercosis. La neurocisticercosis se adquiere por contacto directo con personas parasitadas con tenia, al ingerir agua, legumbres o alimentos contaminados; a su vez, los cerdos que constituyen huéspedes intermediarios de la parasitosis, se infestan comiendo los huevos de la tenia que expulsan las personas con los excrementos, de esta forma el ciclo se vuelve interminable".
La solitaria puede desarrollarse como parásito adulto en tres meses, y vivir al interior del intestino humano hasta 20 años. De la cisticercosis cerebral se tiene referencia que el huevo de la tenia puede llegar al cerebro en tres meses, pero la sintomatología puede presentarse en cierto tiempo, inclusive en algunos años.
El Dr. Benítez explica que la literatura da cuenta de pacientes hasta con cinco quistes o más en el cerebro, que por el propio mecanismo de defensa del organismo se calcificaron, descubriéndolos únicamente al realizarse una tomografía o una radiografía. Los quistes ubicados en la región ventricular del cerebro, son los más peligrosos porque son de difícil intervención.
En otros casos, con un solo quiste se puede generar una reacción inmunológica acelerada que produce trastornos, cefaleas, problemas de deambulación, traumatismos.
Apoyo internacional
El Consejo Interuniversitario Flamenco de Bélgica asignó 15 millones de francos (aproximadamente 600 mil dólares), para financiar el proyecto por cuatro años. Los profesores Eric Van Marck de la Universidad de Amberes, Stanny Geerts y Jef Brandt del Instituto de Medicina Tropical prestan asesoramiento científico-técnico; el aporte belga también contempla el entrenamiento de profesionales ecuatorianos en el Instituto de Medicina Tropical de Amberes.
Se abren posibilidades de cooperación con la Universidad de Gifu, Japón; con el Prof. Akira Ito se han purificado reactivos específicos.
Referencia: FAX 593-2-501207 proyecto@ciuc.ecuanex.net.ec


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