La Constitución Europea (II)

 

 

PRESENTACIÓN

 

        El número 3 de la Revista de Derecho Constitucional Europeo se publica en un momento de notable incertidumbre en el proceso de ratificación del Tratado Constitucional. Tras los resultados negativos en las consultas populares francesa y holandesa, se ha generado una situación de creciente desconcierto en las instituciones europeas y en los gobiernos de los Estados miembros. Esa situación, agravada por motivos ajenos al proceso de ratificación (el debate presupuestario, las reticencias de fondo a la ampliación, los problemas internos de algunos Estados), ha provocado finalmente una prolongación del plazo de ratificación hasta mediados de 2007, lo que supone un aplazamiento de varios meses.

 

        Desde las muchas perspectivas en clave europea (junto a las internas, seguramente mayoritarias) a través de las cuales se puede analizar este mayo francés, resulta especialmente relevante la del cuestionamiento (en principio, involuntario) que el resultado del referéndum supone del propio proceso de ratificación tal y como se ha diseñado (y como se ha configurado en el propio Tratado Constitucional a efectos de futuras revisiones en su artículo 443).  Si algo ha puesto de relieve el referéndum francés es que en una Europa de 25 (27) miembros no es posible seguir pensando en avances constitucionales significativos sobre la base de ratificación de tratados por los Estados miembros. A pesar de que la Constitución ha sido ya ratificada por 10 Estados que representan a la mitad de los ciudadanos europeos, el golpe <<democrático>> que ha supuesto la negativa de un Estado fundador mediante el voto contrario en referéndum ha situado al proceso de ratificación en una posición muy difícil. El choque de legitimidades entre los Estados y los ciudadanos resulta inevitable cuando los procesos de ratificación combinan (como ha sido el caso) consultas populares con votaciones parlamentarias. Mientras que en otros muchos aspectos es aceptable el equilibrio constitucional entre ciudadanos y Estados (siempre que ese equilibrio se vaya ajustando de manera dinámica hacia los ciudadanos y hacia la construcción de una comunidad constitucional europea), en materia de ratificación la fragilidad de ese equilibrio ha quedado en evidencia. En este ámbito bien se podría decir: o los ciudadanos o los Estados, lo que en otros términos equivale a: o la Constitución o el Tratado. Sólo un referéndum a nivel europeo puede salvar la contradicción interna que, en términos generales, el Tratado Constitucional resuelve, pero que en materia de ratificación se ha revelado insalvable con los procedimientos actuales.

 

        En lo que a nosotros se refiere, ya advertíamos en la Presentación del número 1 de esta Revista de las dificultades que tendría que afrontar el proceso de constitucionalización debido, entre otros motivos, a la relativa debilidad (que ha quedado patente en la actual crisis) de las instituciones europeas. También decíamos en la Presentación del número 2, sin pretender ser agoreros, que <<el proceso de ratificación del Tratado constitucional abre, como ha sido habitual en todo nuevo impulso a la integración europea, serios interrogantes respecto de la viabilidad final del texto. Sea cual sea el resultado de ese proceso, el esfuerzo que estamos desarrollando desde la ReDCE no será nunca vano. Por el contrario, desde la firme convicción de que Europa tiene que reforzar su identidad constitucional como único camino posible para ocupar el sitio que le corresponde en un mundo globalizado, las reflexiones jurídicas que se aportarán desde esta revista serán siempre útiles para contribuir a ese objetivo>>.

 

        Con ese espíritu renovado e intensificado, este tercer número de la ReDCE sigue avanzando en el conocimiento del Tratado Constitucional, con la convicción de que no estamos haciendo <<historia constitucional>> sino contribuyendo a construir el Derecho Constitucional de nuestro inmediato futuro. En la parte monográfica se tratan las cuestiones relativas a instituciones y competencias, con un gran número de trabajos de investigadores alemanes, italianos y españoles. La sección de artículos contiene también reflexiones importantes, así como las de legislación y jurisprudencia. En lo que a los textos clásicos se refiere, se culmina la traducción del alemán de los Prolegómenos de Adolf  Merkl (que en la versión de Internet se puede leer de manera integrada con la primera parte).

 

        Este curso ha sido triste, en el plano personal, para muchos constitucionalistas europeos. Comenzaba el 1 de septiembre de 2004 con la muerte de Louis Favoreu, el insigne constitucionalista francés, al que Jörg Luther dedica su trabajo sobre <<Jueces europeos y jueces nacionales: La Constitución del diálogo>>. El 15 de marzo de este año nos dejó Konrad Hesse, maestro de toda una generación de constitucionalistas alemanes y europeos. Conscientes de la importancia que los grandes juristas han tenido en la construcción del derecho europeo, este número 3 de la ReDCE incorpora una nueva sección, dedicada a perfiles de juristas europeos. Se inaugura esta sección con un recordatorio de Konrad Hesse elaborado por el Presidente de Honor de nuestro Consejo Asesor, el profesor Peter Häberle, uno de sus primeros discípulos.

 

        Nos queda agradecer, por último, a las instancias andaluzas (en primer término, al  Instituto Andaluz de Administración Pública, así como al Grupo de Investigación <<Andalucía, la Unión Europea y el Estado Social>>), estatales (Proyecto de Investigación BJU2003-06526) y europeas (Cátedra Jean Monnet de Derecho Constitucional Europeo) que contribuyen a la realización de esta Revista.

 

 

 

 

Francisco Balaguer Callejón