Gazeta de Antropología
Nº 27 /1 · 2011 · Recensión 03 · http://hdl.handle.net/10481/15682 Versión HTML · Versión PDF 

Publicado: 2011-06
Ángeles Arjona, Francisco Checa y Teresa Belmonte (eds.):
Biculturalismo y segundas generaciones. Integración social, escuela y bilingüismo.
Barcelona, Icaria, 2011.

Por: Estefanía Acién González, investigadora del Centro de Estudio de las Migraciones y las Relaciones Interculturales (CEMyRI). Universidad de Almería.
eacien@ual.es

El Laboratorio de Antropología Social y Cultural (LASC: www.lasc.es) de la Universidad de Almería ha organizado ya trece ediciones del Congreso de Inmigración, decano en España en estas temáticas y en 2010 se unió al Centro de Estudio de las Migraciones y las Relaciones Interculturales (CEMyRI, centro patrocinado por la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración del Ministerio de Trabajo e Inmigración: www.cemyri.es), para ofrecer la XIII edición, bajo el lema Biculturalismo y segunda generación. En esta ocasión la reflexión giró en torno a la discusión sobre el concepto biculturalismo, el estudio de la situación de las segundas generaciones, el bilingüismo, el arte como conexión cultural y la perspectiva de género en el estudio de las migraciones. Este volumen es la recuperación de la mayoría de las ponencias que allí se expusieron, completadas, revisadas y ampliadas para la publicación, y se presenta en tres sólidos bloques, referidos al biculturalismo y bilingüismo, modelos de integración de las segundas generaciones de inmigrados y la escuela como motor de integración.

Al abrir el libro, lo primero que encontramos es un título que llama a situar su lectura desde pensamientos mestizos, desde el tambaleo de ideas que parecen sólidas y no lo son, poniendo en entredicho la universalidad y univocidad de términos que inundan la literatura académica y que tratan de sintetizar y simplificar lo que necesariamente requiere un acometimiento complejo. De esta manera, Francisco Checa, Ángeles Arjona y Teresa Belmonte alertan, en la "Presentación", sobre los problemas en el uso unívoco de los conceptos biculturalismo y biculturalidad, así como el de segunda generación y segundas generaciones. Desde el debate social surgen periódicamente términos que parecen resumirlo todo, que resultan útiles para describir de un plumazo fenómenos que nos cuesta expresar. Sin embargo, su uso en los análisis de las realidades tan plurales, porosas y movibles, como las que aquí son objeto de estudio, resulta peligroso si no se cuestionan desde el pensamiento crítico. De igual manera, en esta presentación se desnudan las grandes teorías sobre la integración de las segundas generaciones, así como el abordaje de este término, que sigue usándose con fines pedagógicos, pero perpetúa en los hijos e hijas de personas inmigradas su concepción diferenciada cuando, en esencia, pertenecen, no sólo por derecho sino por nacimiento, a la sociedad que acogió a sus ascendientes.

En este sentido, y como cabría esperar, los autores de los capítulos de la obra se ven forzados a realizar análisis profundos -honestos, diría yo- y sin miedos a su complejidad, llegando a aportar criterios de abordaje constructivos para este debate social, que es tan útil como necesario. La estructura se concreta en tres partes, que ahora describiré en cada uno de sus capítulos.

La primera parte tiene como título Biculturalismo y bilingüismo y reúne a dos especialistas. El primero, Pedro Gómez García, catedrático de la Universidad de Granada, titula su trabajo como "El biculturalismo en perspectiva antropológica" y comienza definiendo el término cultura para cuestionar y mostrar la ambigüedad del concepto biculturalismo. Centrando su deconstrucción, desde la delimitación de los elementos que supuestamente constituyen el contenido de la cultura -véase lengua y religión- presenta evidencias discursivas para afirmar que no es posible sostener la idea de biculturalidad en una sociedad dada. Sí defiende, sin embargo, que se pueda hablar de sujetos humanos que puedan devenir en "biculturales" y lo que ello tiene que ver con casos de pluriculturalismo. Todo esto sirve al profesor Gómez para afirmar la capacidad del ser humano de rebasar su propia cultura y los límites de su contexto, lo que permite la construcción de nuevas realidades que superen las categorías segregacionistas basadas en lo étnico o lo cultural.

El segundo capítulo se titula "Bilingüismo y gestión sociolingüística" y lo firma el catedrático de Lingüística General de la Universidad de Almería, Francisco J. García Marcos, quien comienza desacreditando la idea de que basta con conocer una lengua que no es la materna para convertirse en bilingüe. El bilingüismo, como facultad individual y su emergencia en contextos sociales que registran contacto de lenguas, hace referencia a una capacidad humana que surge cuando, incorporados al idioma materno, se combinan otros y llegan a formar parte integrante del individuo, más allá de procesos de instrucción. Para ilustrarlo, propone la observación de contextos particulares -como matrimonios mixtos- y colectivos, como espacios fronterizos -donde se producen fenómenos de hibridación lingüística-, áreas geográficas donde conviven lenguas mayoritarias y minoritarias, herencias históricas -por ejemplo, presencias coloniales- y procesos que requieren movilidad y uso de otras lenguas, como las actividades comerciales transnacionales y los movimientos migratorios. El profesor García Marcos aborda también la gestión estratégica y política de estas realidades, describiendo la aculturación y desplazándose hasta el bilingüismo migratorio.

La segunda parte de la obra hace referencia a lo que se designa como modelos de integración de las segundas generaciones. En este caso contamos con cinco capítulos centrados en analizar la situación de las segundas generaciones en nuestras sociedades y cómo estamos dando salida al reto de su integración plena. Ruben G. Rumbaut, catedrático de sociología en la Universidad de California, escribe "The Problem of Assimilation and the Second Generation in the United States", donde aborda el recorrido del término asimilación en el espacio discursivo y académico estadounidense, situándolo en el contexto ideológico del multiculturalismo anglosajón y la nuevas sociedades tecnologizadas. Por otra parte, explora la historia del concepto de asimilación en las ciencias sociales estadounidense y las percepciones sociales al respecto, desde el melting pot, como marco ideológico principal anglosajón y su relación con conceptos como la asimilación, la integración social y el concepto de identificación. Por último, usando como medio datos empíricos, analiza indicadores culturales, socioeconómicos e identificativos de la sociedad norteamericana, desde una perspectiva relacional entre grupos étnicos de inmigrantes y sus segundas generaciones, cuestionando al fin el concepto de asimilación en el estudio de las desigualdades y planteando sus limitaciones y contradicciones.

Seguidamente, Rosa Aparicio, del Instituto Universitario Ortega y Gasset, se dedica a explorar el estado actual y futuro de las segundas generaciones en España. En el momento de redacción del texto los dos estudios que Aparicio toma como referencia para su exposición -estudio ILSEG, iniciativa de Alejandro Portes y estudio sobre los musulmanes en Europa y España, impulsado por la red TIES y coordinado por el Institute for Migration and Ethnic Studies de Ámsterdam- no estaban concluidos. No obstante, los resultados que van arrojando estos dos procesos de investigación ayudan a la autora a plantear respuestas a aquéllas dos preguntas: ¿Dónde están las segundas generaciones en Europa y España? y ¿hacia dónde van? Las respuestas a estas cuestiones parten de criterios que tiene que ver con su inserción social, el capital humano de los padres, el ámbito de la educación, inserción laboral y, todo ello, teniendo como referencia la diversidad de contextos sociales en los que se da su realidad. Además, Aparicio entra a analizar las respuestas de estos jóvenes hijos de inmigrados en cuanto asentimientos de pertenencia nacional, uso del idioma de destino y preferencias al respecto, aspiraciones educativas y laborales de futuro y otras variables relacionadas. En síntesis, se trata de un mapa dibujado desde la presentación de datos empíricos que supone una lectura crucial en el libro que nos ocupa para basar en datos reales, afirmaciones que de otro modo quedan sujetas a la inferencia o al prejuicio.

El responsable del quinto capítulo del libro es Martín Baldwin-Edwards, del Mediterranean Migration Observatory at Panteion University de Athenas. El autor, bajo el título "Europe's inchoate policies for multiculturalism and the second generation: Greece as a problematic case", hace un esfuerzo de síntesis sobre los planteamientos políticos en cuanto a integración de la población inmigrada en la Unión Europea en lo que llevamos de siglo XXI. El punto de mayor interés de su texto es la constatación de la inexistencia de políticas coordinadas y que adquieran un carácter prioritario, lo que ejemplifica con el caso griego y, a su juicio, no coadyuva a la prevención de una mala integración de las segundas generaciones.

La autora del sexto capítulo es mediadora social para la integración, María Gascón Stürtze. El planteamiento pedagógico de esta activista de los derechos humanos, Directora del Programa de Formación Integral para Jóvenes de la ONG Acción en Red, arranca desde la convicción de la necesidad de reflexión basada en la experiencia francesa en la integración de los jóvenes hijos y nietos de inmigrados para el diseño de estrategias en nuestro propio entorno. Francia es un estado próximo, con mayor tradición en la acogida a población inmigrada y refugiada que España, y que presenta evidencias en su historia reciente que pueden explicar cierta parte de la desafección identitaria de las segundas generaciones con respecto a la sociedad de acogida de sus antecesores. La autora propone el esfuerzo bilateral de diálogo, reconocimiento y respeto mutuos y la igualación de derechos como puntos de partida para experimentar nuevos modelos que prevengan el alejamiento entre jóvenes.

Cerrando esta parte, Iñaki García Borrego, Profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, cuestiona el etnicismo ideológico que califica a los jóvenes según elementos culturales, obviando el peso de los factores sociológicos que les rodean. Para él, ni la edad ni la condición impuesta de "segundas generaciones" son categorías que expliquen la realidad que viven. Teniendo en cuenta aspectos múltiples que inciden en las vidas de las personas, el punto de partida del autor es complejo, por ello aboga por un abordaje desde las causas sociales -realidad económica, familiar, relacional, institucional- instando a huir de reduccionismos y apelando a las formas políticas de construir sociedades mixtas.

La última parte del libro se centra en la realidad escolar. Recoge el capítulo de Estrella Gualda, Titular de Sociología de la Universidad de Huelva, que presenta un estudio empírico en la provincia onubense y que, de alguna manera, complementa el texto de Rosa Aparicio, en cuanto a las variables que tiene en cuenta, como son el grado de sentimiento de pertenencia al país, satisfacción con la vida y con el lugar donde vivían, las oportunidades percibidas, grado de conocimiento del idioma, participación social y cultural, redes de apoyo, perspectivas de retorno y confianza hacia los españoles, etc.

El décimo capítulo está firmado por un grupo de investigadores de las Universidades de Almería (Ángeles Arjona y Juan Carlos Checa), Camilo José Cela (Rodrigo Pardo) y la Politécnica de Madrid (Noemí García); se complementa perfectamente con el María Gascón, dado que analiza en la actualidad -a través del desarrollo de un estudio preliminar- el traslado de filosofías de integración diferentes en Francia y España en los centros escolares. Los autores sintetizan, como en capítulos anteriores, conceptos básicos de común uso en las ciencias sociales para abordar la integración social de las segundas generaciones -asimilación, pluralismo cultural y teoría de la asimilación segmentada-, poniendo en evidencia sus limitaciones y aportando datos empíricos que demuestran su superación. Mediante estudios de casos en Rennes (Bretaña francesa) y Almería (Andalucía, España) muestran cómo existe en ambos lugares un alejamiento entre las aspiraciones familiares de los inmigrados para sus descendientes y la incorporación de estos a niveles formativos de carácter superior. Así, la idea de que la escuela es la herramienta fundamental para la eliminación de desigualdades queda al desnudo, cuestionada, puesto que las estrategias que se ponen en marcha no logran tal objetivo, sino que, al menos en lo que los datos nos muestran, perpetúan el bloqueo a la movilidad social ascendente para los jóvenes descendientes de inmigrados.

Cierran el libro los investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto Madrileño de Antropología, Adela Franzé, María Fernanda Moscoso y Albano Calvo. Centran su exposición en el medio escolar y cómo lo viven los jóvenes de origen latinoamericano. Se pone de manifiesto, según sus investigaciones, que la reproducción de las desigualdades tienen que ver muchas veces con la reproducción de estereotipos, dado que los profesionales que trabajan con estos jóvenes desarrollan discursos prejuiciosos y excesivamente culturizados. Llegan a poner en cuestión la objetividad de las evaluaciones, la teórica justicia del sistema de promoción académica y alerta sobre las consecuencias que todo ello tiene para la integración social de los jóvenes y sus familias.

En suma, estamos ante un libro necesario en el panorama actual de las migraciones, pues su conjunto de textos contribuye tanto al debate científico y terminológico, como ofrece reflexiones sobre estrategias de integración y permite arrojar datos empíricos que ilustran e interpretan la realidad. Todo ello, lejos de huir de la complejidad, la usan como criterio metodológico de análisis, como prisma necesario e ineludible de reflexión.



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