El pasado 8 de febrero fue inaugurada la restauración de la capilla mayor de la Catedral de Valencia, que ha dejado al descubierto unas magníficas pinturas renacentistas al fresco del siglo XV, unos ángeles músicos que han fascinado a especialistas en arte y restauración y encandilado a todo tipo de público con sus bellos ademanes.

Las pinturas fueron encargadas por Rodrigo de Borja en 1474, cuando era arzobispo de Valencia, a los pintores italianos Paolo San Leocadio y Francesco Pagano, artistas recomendados por el futuro papa Alejandro VI. Ocultos desde 1674 como consecuencia de la reforma barroca llevada a cabo en el presbiterio, terminaron cubiertos por otra cúpula en escayola situada a 80 centímetros de la original. Esta cámara de aire es la que ha posibilitado la conservación de las pinturas.

El descubrimiento se hizo manifiesto en junio de 2004, gracias a las obras de limpieza y restauración a cargo del Instituto Valenciano de Restauración y Conservación de Bienes Culturales realizadas en el presbiterio del edificio, en las que se trabajó también por recuperar los ventanales góticos, la terraza de la girola y los desagües originales.

Ante lo sorprendente del hallazgo se tuvo que plantear la cuestión referente a qué hacer con la plementería barroca que enmascaraba las pinturas. Las conclusiones del simposio internacional de expertos sobre el futuro de los frescos renacentistas celebrado los días 19 y 20 de enero de 2007, la petición del Cabildo, el informe del arquitecto redactor del proyecto y del informe de los servicios jurídicos de la Generalitat, conducen a la autorización por parte de la Conselleria de Cultura, Educación y Deporte a la no reposición de los plementos. El dilema sobre dos obras de arte que comparten espacio pero no la misma cronología hace que se estudie el emplazamiento más adecuado para la cubierta barroca, que aparece ahora en desventaja respecto a su predecesora. Se considera la posibilidad de que forme parte del fondo de un futuro museo diocesano que estaría situado junto a la Catedral. Otra cuestión es la referida a la ornamentación barroca que ahora acompaña a las pinturas, situadas en los nervios de la cúpula que no han sido retirados, y que para algunos restan potencia visual a los frescos. Otros defienden su permanencia en el lugar actual para que en el momento de componer de nuevo la estructura barroca en el futuro emplazamiento, se recurra a una réplica de los mismos. Difícil de resolver es también el vacío de cinco metros que ahora queda al descubierto en el espacio que ocupaba la clave central del XVIII.

Aún así, todos los especialistas que se han adentrado en el estudio de estos frescos han señalado su gran valor artístico e histórico, calificándolos como un eslabón fundamental para la comprensión de la pintura italiana del primer Renacimiento, que encuentra en Valencia un núcleo de trascendental importancia.

DIFUSIÓN Y PUESTA EN VALOR

La restauración ha ido acompañada de una importante labor de puesta en relieve y difusión de los trabajos llevados a cabo en la catedral, así como del verdadero significado de las pinturas y su lugar en la Historia del Arte.

Con este fin, la Seo habilitó un expositor con material audiovisual para que los visitantes que se acercaran al edificio conocieran de primera mano los trabajos de limpieza y restauración de manera evolutiva. Igualmente se inaugura la exposición Valencia: el Renacimiento de los ángeles , que llegará hasta la Oficina de la Comunidad Valenciana en Bruselas. Todo ello irá acompañado por el estudio Las cúpulas azules de la Comunidad Valenciana, puesto en marcha desde la Catedral, y que recorre la historia de las cúpulas valencianas entre los siglos XVI al XVIII, y de la publicación en 2006 de Los ángeles músicos de la Comunidad Valenciana , editado por la Generalitat, en el que se explican los estudios preliminares de la restauración.

Por último, señalar la influencia que en el campo musical ha tenido este descubrimiento, ya que los instrumentos que portan los ángeles han sido reproducidos para servir de banda sonora a la bendición de la restauración presidida por el arzobispo de Valencia, aunque ya habían salido a la luz con motivo de la visita de Benedicto XVI en al marco del Encuentro Mundial de las Familias celebrado en la ciudad.

[Paloma López-Sidro López. OPHE]