BOTELLA DE LEYDEN

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                La carga eléctrica es una magnitud física característica de los fenómenos eléctricos que se pone de manifiesto por las fuerzas atractivas o repulsivas que se ejercen sobre los cuerpos cargados. Numerosos hechos experimentales ponen de manifiesto que la carga total de un cuerpo, con una carga llamada positiva o negativa, es un múltiplo de una carga elemental que es la que corresponde al electrón. Las cargas eléctricas en movimiento constituyen lo que se llama corriente eléctrica.

               El sistema constituido por dos conductores separados por un material aislante llamado dieléctrico dispuestos de manera que cuando uno de ellos se le suministra una carga positiva, se establece en el otro una carga negativa como consecuencia del fenómeno conocido como de influencia electrostática, recibe la denominación de condensador. Este se caracteriza por la capacidad, C, o relación existente entre el valor de una de las cargas de uno de los conductores, Q, y la diferencia de potencial establecida, V. En la clásica botella de Leyden, el dieléctrico es el vidrio de una vasija, una de las armaduras está formada por láminas de pan de oro colocadas en el interior y la otra es asimismo una lámina del mismo metal. La carga se suministra a partir de una máquina de inducción eléctrica a través de la esfera metálica en contacto con la armadura interna.