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FUNDAMENTOS |
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Para la adecuada calefacción de una sustancia se utilizan recipientes de diversas formas y materiales denominados hornos, estufas y mufla. El ejemplar que aquí se muestra estuvo destinado a contener en su interior un tubo de vidrio con el material susceptible de calefacción, carbón vegetal destinado como relleno de las máscaras antigases utilizadas en la contienda civil. El proceso de activación del adsorbente se realizaba mediante calor en una atmósfera de presión reducida. A temperaturas elevadas, se emplearon recipientes tales como retortas y crisoles de arcilla. La medida de la temperatura alcanzada, se realizó mediante los llamados pirómetros, que se utilizaban junto con piezas de arcilla que se introducen más o menos en la ranura hasta la división de indicación térmica. La mayoría de las operaciones de calefacción se hicieron en los laboratorios de la época con la utilización de mecheros de gas del alumbrado, de los que modelos más frecuentes fueron los de Bunsen y Teclú. En ellos la mezcla del gas con el aire se hacía graduando la entrada de aire por giro de un cilindro metálico provisto de orificio regulable o de una arandela circular horizontal. Los diferentes modelos poseen salidas adecuadas a la utilización de cada mechero, cilíndricas, en forma de dardo, de mariposa, etc.
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