BARÓMETRO DE FORTÍN

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BIOGRAFÍA

 

               Uno de los barómetros más empleados en los laboratorios es el modelo de Fortín, también llamado de cubeta móvil o de nivel constante. Consiste en un tubo de vidrio de un metro de longitud lleno de mercurio y colocado, como el tubo de Torricelli, sobre una cubeta cilíndrica de vidrio, con su punta inferior algo afilada. Esta cubeta está tapada con una cubierta de boj por el centro de la cual penetra el tubo manométrico, y cuyo fondo es de gamuza desplazable, en sentidos ascendente y descendente, gracias a un tornillo situado en la parte inferior del aparato y con dirección coincidente con el eje del sistema. El tubo barométrico propiamente dicho está rodeado por una caja metálica cilíndrica con una ventana en su parte superior. En el borde de ésta existe una escala graduada en mm lineales (mm de Hg) o en milibares, provista de un nonius decimal que permite el enrase con el nivel libre del mercurio o columna barométrica. La tapadera de la cubeta inferior posee una tapadera cuya superficie interior dispone de un punzón de marfil, cuya extremidad se halla en la misma horizontal que el cero teórico de la columna barométrica de mercurio.

La lectura barométrica se corrige empleando los métodos llamados de corrección térmica, de capilaridad o de Franceur y de altitud. La primera se debe a la aparente altura que alcanza el mercurio en el interior de un tubo, y que es consecuencia de fenómenos capilares por efecto de la tensión superficial; la segunda es consecuencia de la dilatación térmica del mercurio y las dos últimas se justifican por las influencias según la latitud y longitud geográficas sobre la presión de la capa de aire que rodea al globo terráqueo.