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               Los estudios con gases determinan el manejo de éstos en determinadas condiciones de presión y temperatura. Para llevar la presión de un gas hasta un valor determinado se emplean los denominados modificadores de presión gaseosa. Entre éstos el más simple y primitivo es la conocida bomba de compresión.

               El modelo que aquí se reseña es en esencia una bomba que funciona alternativamente como aspirante y como impelente. Consta de un solo cuerpo de bomba A en el que penetra, mediante desplazamiento manual con el auxilio de la empuñadura P, un émbolo macizo sin válvula de ninguna clase. El cuerpo de bomba posee en su base dos tubos situados horizontalmente con respectivas llaves de paso. En estos tubos existen sendas válvulas que se abren en sentido opuesto, y sirven para la aspiración y expulsión respectivamente. En esta bomba hay un límite de compresión que depende de la relación existente entre los volúmenes de aire existente debajo del émbolo de conformidad con que éste se halle en la parte superior o inferior de su recorrido. Si el volumen de este último es, por caso, 1/50 del primero, la compresión no pasará de 50 atmósferas, ya que más allá de ese límite la presión en el depósito resultaría superior a la del cuerpo de bomba, en cuya situación no sería factible la apertura de la válvula exterior para entrada de nueva cantidad de aire.