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BIOGRAFÍA

                Mediante los areómetros se logra obtener, con rapidez y sencillez, la densidad de un cuerpo dotada de una apreciación de la segunda cifra decimal a la temperatura de la medida. Se basan en el empleo de flotadores de forma cilíndrica que se sumergen más o menos en el interior del líquido cuya densidad se busca o en el agua donde se introducen por adición de pesas o masas conocidas. Tanto en un caso como en otro se establece un equilibrio entre la masa del flotador de que se trata y la masa del líquido desalojado por éste. Son muy variados según el principio de flotación que se aplique y conforme a ello se clasifican en tres grupos: areómetros de volumen constante y peso variable, de volumen variable y peso constante y de volumen y peso variables.

                 Los del primer grupo se sumergen hasta un mismo punto, desalojando el mismo volumen de líquido, y necesitan pesos auxiliares para conseguir esta condición. Entre ellos está el de Nicholson, descrito más adelante. Los del grupo segundo, se sumergen hasta profundidades distintas, desalojando volúmenes variables de líquido, y no necesitan pesas auxiliares. Pueden ser de escala arbitraria o empírica (como el areómetro de Beaumé y el de Carttier), o de escala racional, llamados corrientemente volúmetros y densímetros, y de escala especial como el alcohómetro de Gay – Lussac, el oleómetro, el lactodensímetro. Finalmente, los areómetros del tercer grupo son de peso y volumen variables, tal como el de Paquet y el de Rousseau.