ELECTRÓMETRO  DE SCHMIDT

ESQUEMA

FUNDAMENTOS

FOTOGRAFÍAS

BIBLIOGRAFÍA

 

               Tras los descubrimientos científicos del francés Becquerel, a finales del siglo XIX, y de los esposos P. y M. Curie, se iniciaron una infinidad de investigaciones acerca de la radiactividad de los medios y materiales naturales. Una de las primeras atenciones hacia esta temática, en el ámbito de la Universidad de Granada, consistió en conocer y evaluar de manera semicuantitativa la posible radiactividad de las muestras en múltiples centros de aguas termales y mineromedicinales de la provincia de Granada. Algunos de estos estudios, realizados en esta temática y en otras de carácter igualmente fisicoquímico, prestaron una atención particular a las poblaciones de Lanjarón, Alhama, Graena y Zújar.

               En el libro de “Bromatología. Los problemas de la alimentación”, del Prof. J. M. Clavera, se describe el llamado fontantoscopio, o electrómetro  de Schmidt, destinado a determinar in situ, a pié de manantial, la radiactividad de las aguas que ya eran conocidas desde hacía muchos años por sus propiedades curativas en una utilización por ingestión oral o por inmersión en los depósitos de recepción o almacenamiento.

               El dispositivo que aquí se muestra consta, como pieza fundamental de un depósito metálico en el que se coloca el material a analizar y de una cámara de ionización donde hay situadas verticalmente dos láminas o hilos, según los casos, dispuestos paralelamente con una determinada separación . Esta distancia puede aumentar o disminuir, como en un electroscopio, de forma que a través de un anteojo o microscopio situado verticalmente respecto al eje de separación de las láminas se puede establecer en unidades convencionales la actividad del agua analizada. En realidad el tipo de radiación ionizante es el propio de la producida por emisores beta, que normalmente son sales naturales de radionúclidos a concentración muy reducida.

               En el texto del Prof. Clavera, citado precedentemente, se han recogido a título de ejemplo, los resultados en unas muestras de un manantial de la provincia granadina. Con el aparato fundamental se acompañan un vaso de dispersión grande y otro pequeño, una vasija metálica con llaves, un fuelle, tubos de goma, una varilla de ebonita, un bastidor para arrollar hilos activados, una vasija metálica destinada a colocar cuerpos pulverizados, un cronoscopio y un nivel. Todo el conjunto va colocado en un estuche.