TUBOS DE COOLIDGE

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               En el interior de un tubo de vidrio, en el que se ha practicado el vacío, existe un filamento o cátodo que se mantiene incandescente mediante la conexión de una corriente eléctrica. Está situado frente a un electrodo metálico, o anticátodo, unido al polo positivo del generador. Los electrones que provienen del filamento incandescente se hallan dotados de una gran velocidad, como consecuencia del elevado potencial conectado, chocan contra el ánodo y éste emite una radiación electromagnética muy energética o rayos X. La intensidad de esta radiación compleja depende del número de electrones desprendidos en el filamento por lo que puede intensificarse incrementando la corriente que lo atraviesa. La longitud de onda de los rayos depende de la diferencia de potencial, siendo tanto menor cuanto mayor es la referida diferencia. Así pueden obtenerse rayos de longitud de onda muy corta, denominados duros, o de longitud de onda larga, o blandos que son más absorbidos por los materiales que se encuentran en su trayecto.

               Los rayos X se denominan también rayos Roentgen en honor de su descubridor. Poseen la misma naturaleza electromagnética que la luz y se propagan a la misma velocidad que ésta. Sus longitudes de onda están comprendidas entre unas décimas de A y unos 600 A. Impresionan la emulsión de bromuro de plata en las placas fotográficas y excitan la fluorescencia; este hecho se ha aprovechado para el empleo de pantallas de platinocianuro de bario. Ionizan los gases y poseen un gran poder de penetración. No son desviados por los campos eléctricos ni por los magnéticos pues no transportan carga eléctrica alguna. Como ondas electromagnéticas que son dan lugar a fenómenos de reflexión, refracción y difracción.

               Seguidamente se transcribe la descripción de B. Dorronsoro tomada directamente de su libro Estudio de los Instrumentos y Aparatos de Física de Aplicación a la Farmacia. Curso de Física Práctica, publicado en 1886, haciéndose constar aquí como son totalmente excusables las limitaciones y errores con que fueron escritas y analizadas las distintas descripciones recogidas tan solo a los dos años de su descubrimiento:

               “RAYOS ROENTGEN O RAYOS X".- Roentgen ha descubierto recientemente los rayos X que llevan su nombre, o el de rayo X, encerrando en una caja de cartón negra un tubo de Crookes, haciéndole funcionar y observando que una pantalla fluorescente, una hoja de papel impregnada del platino-cianuro potásico, se hacía luminosa en la oscuridad. Este efecto no podía ser debido a la luz verde del tubo, que era detenida por el cartón, sino a un agente nuevo que emanaba del tubo y que era capaz de atravesar el cartón; pronto se vio que estos rayos atraviesan en grado mayor o menor todos los cuerpos; unos son muy transparentes para él, como la madera, el diamante, la mayor parte de las sustancias orgánicas, el vidrio y algunos metales, como el aluminio; mientras que otros como el plomo y el platino, son casi opacos.”

               “En los múltiples estudios a que este agente se ha sometido, se han encontrado en él las propiedades siguientes:

               Su marcha de propagación es rectilínea como la de los rayos catódicos; no se desvían de su camino por un imán; no se reflejan ni se refractan; solo puede producirse con ellos una reflexión irregular que es más bien una fluorescencia de la sustancia sobre la que caen; lo mismo se reflejan en una lámina de vidrio bien pulimentada que en el mismo vidrio machacado. No se ha podido producir con ellos los fenómenos de difracción, ni se ha logrado polarizarlos. Su acción eléctrica es muy notable; descargan rápidamente los conductores electrizados (como la luz ultravioleta); pero sin necesidad de tocar al conductor, solo con pasar a 30 ó 40 cm de éste.”

               “Los rayos X impresionan a las placas fotográficas sensibles que estén sustraídas de la luz ordinaria envueltas en papel negro.”

               “Estos rayos Roentgen proceden de la región del tubo de Crookes, donde chocan los rayos catódicos y se produce el fulgor verdoso más intenso, que es una verdadera fluorescencia; pero todo cuerpo sólido sobre el que caigan los rayos catódicos, emiten rayos X, aunque no se hagan fluorescentes, como ocurre con el platino, que no da absolutamente luz visible por ellos, y, sin embargo, produce fácilmente estos rayos por la acción de los catódicos.”

                “Es probable que haya varias clases de rayos X, y la prueba es que para unos la carne es transparente y los huesos no: tales son los que emite un tubo de Crookes a la temperatura ordinaria; y para otros rayos, como los que el mismo tubo emite a más de 25º, son igualmente opacos los huesos y la carne.”

               “Aplicaciones de los rayos X.- Fotografía a través de los cuerpos opacos.- Las propiedades expuestas de los rayos X permiten hacer de ellos muchas aplicaciones, de las que, hasta ahora, son las más importantes las que ha conseguido la Medicina, lo que se comprende, si se considera que puede verse el esqueleto de una mano o de una pierna, etc., en el ser vivo, como si el tejido muscular no existiera, y se pueden observar los cuerpos extraños, como una bala de plomo, un trozo de vidrio, o bien una irregularidad cualquiera que el hueso ofrezca.”

               “Para ello pueden utilizarse dos medios: o el auxilio de una fotografía, o el empleo del criptoscopio. Este aparato consiste esencialmente en una caja de madera que contiene una pantalla fluorescente, que es una lámina de vidrio recubierta de platinocianurato potásico o de tungstanato de calcio, sobre la cual va a dibujarse la imagen del objeto puesto entre ella y el tubo productor de los rayos X, pudiéndose observar en la oscuridad por visión directa.”

               “Cuando se emplea el procedimiento fotográfico, se coloca en un chasis ordinario, que cierre bien, una placa muy sensible de gelatino- bromuro argéntico, envuelta en un papel negro, operando con las precauciones expuestas al tratar de la fotografía; se pone sobre la tapa del chasis bien cerrado el objeto que va a fotografiarse; se ilumina con un manantial de rayos X convenientemente dispuesto, y pasado el tiempo necesario de exposición, puede revelarse el negativo.”

               “Al principio de este descubrimiento el tiempo de exposición tenía que ser muy largo, y para evitarlo se acudió primero a aumentar la intensidad de la corriente y a poner sobre la placa de gelatino-bromuro un cuerpo fluorescente; pero además hacía falta que las imágenes resultasen limpias, y como los rayos Roentgen ni se refractan ni se reflejan, no se les puede concentrar sobre el objeto ni obtener de éste una imagen por una lente, sino puramente la silueta del objeto, que para ser limpia es preciso que el objeto se halle muy cerca de la placa, y el foco luminoso ha de ser pequeño, muy intenso y lejano al objeto.”

               “La mejor forma en que se ha resuelto este problema, hasta el presente, es por el empleo de los tubos-focos, en los que el cátodo C está formado por un espejo cóncavo esférico, y el ánodo A es una lámina de platino bien plana colocada en el centro de la superficie esférica del espejo. El platino emite rayos X en todas direcciones, y si se mira esta lámina en dirección muy oblicua se tendrá un haz muy estrecho y muy intenso de rayos Roentgen, con lo que la exposición se podrá reducir a pocos minutos y aún a segundos, según sea el espesor del objeto y la fuerza del carrete de Ruhmkorff que se emplea. Un carrete de chispas de 10 a 15 cm, accionado por una batería de seis pilas de bicromato potásico, da excelentes resultados.”

               En la adenda se recoge una sabrosa información sobre el descubrimiento de Röentgen como contenido del discurso de José María Clavera Armenteros, leído en Palma de Mallorca, 1950, durante la celebración y actos conmemorativos de la Reunión de Antiguos Alumnos de la Facultad de Farmacia.