Terminología (Figura 11)

 

 

 

En la literatura tradicionalmente se ha distinguido entre dos tipos principales de depósitos epitermales: ácidos y alcalinos (Sillitoe, 1977).

 

El primer tipo de depósito es el llamado de enargita-oro, alunita-caolinita, ácido-sulfato, o de alta sulfuración (high-sulfidation epithermal deposit). El segundo tipo recibe el nombre de depósito epitermal de adularia-sericita o de baja sufuración (low-sulfidation epithermal deposit). El término enargita-oro (Ashley, 1982), se definió según los dos minerales metálicos considerados como más característicos de esta tipología. La denominación de los términos ácido-sulfato y adularia-sericita fue propuesta por Hayba et al. (1985) y Heald et al. (1987) en base a la mineralogía y a los tipos de alteración de los depósitos epitermales. Posteriormente, Berger y Henley (1989) propusieron el término caolinita-alunita en lugar de ácido-sulfato para dar mayor relevancia a los minerales de alteración característicos de esta tipología. La denominación de los términos alta sulfuración y baja sulfuración fue propuesta por Hedenquist (1987) en base al estado de oxidación-reducción (o sulfuración) del azufre en los fluidos de sistemas geotérmicos actuales, equivalentes por origen a los depósitos fósiles de uno y otro tipo. El primer tipo se originaría a partir de fluidos de carácter oxidado y ácido (azufre en estado de oxidación +6 o +4, o sea, “alta sulfuración”, en forma de SO4= o SO2), típicos de fuentes termales ácidas próximas a volcanes; el otro tipo, en cambio, se originaría a partir de fluidos reducidos y de pH aproximadamente neutro (en los que el azufre se presenta con su estado de oxidación de -2, esto es, “baja sulfuración”), como los hallados en sistemas geotérmicos más o menos distales a la fuente de calor principal. Como es lógico, referida a depósitos epitermales, esta terminología se emplea para designar al estado de sulfuración de las asociaciones de sulfuros.

 

Por su parte, Bonham (1986, 1988) también propuso los términos sulfuro alto y sulfuro bajo, referidos a la cantidad total de sulfuros en el depósito. Otra denominación que se ha empleado en numerosas ocasiones es la de depósitos “tipo manantial termal” (hot-spring type; Giles y Nelson, 1982), para designar depósitos similares a McLaughlin (California, E.U.A.), aunque no constituyen un estilo propio por tratarse de los rasgos someros o superficiales de depósitos de baja sulfuración.

 

Recientemente, se han redefinido los tipos de depósitos epitermales, introduciéndose el término de sulfuración intermedia (Hedenquist et al., 2000; Einaudi et al., 2003; Sillitoe y Hedenquist, 2003). Los depósitos del subtipo de sulfuración intermedia son estructuralmente muy similares a los de baja sulfuración, pues no en balde ambos conforman el conjunto de epitermales alcalinos según Sillitoe (1977), aunque las características geoquímicas de los fluidos mineralizantes asociados y de las mineralizaciones metálicas en sulfuración intermedia suele guardar una mayor afinidad con los depósitos de alta sulfuración (Einaudi et al., 2003; Sillitoe y Hedenquist, 2003). De hecho, inicialmente, fueron considerados como un tipo de depósito de baja sulfuración (Hedenquist et al., 2000).

 

Así, según la terminología más reciente, el término de “estado de sulfuración” se emplea en el sentido que le otorgó Barton (1970), de forma análoga al de estado de oxidación, y se ha establecido un marco de referencia para el estado de sulfuración en función de la temperatura y la fugacidad de S2 gas (Einaudi et al., 2003). Los límites entre condiciones de sulfuración muy baja, baja, intermedia, alta y muy alta, según Einaudi et al. (2003), vienen determinadas factualmente por los campos de estabilidad de diversas especies de sulfuros (Figura 12). Huelga decir que, del paso del ambiente de los depósitos en pórfidos al de los epitermales, e incluso durante la formación de un solo depósito epitermal, pueden producirse transiciones entre un estado de sulfuración a otro, debido a disminución de temperatura, ebullición, a interacción agua-roca, etc. (Einaudi et al., 2003). Ver White y Hedenquist (1990) y Einaudi et al., (2003) para extensas discusiones acerca de la conveniencia de la terminología que se ha expuesto, los problemas que acarrea la misma, y la historia de los conceptos relacionados con el estado de sulfuración mismo.

 

En adelante, usaremos la nomenclatura de alta sulfuración (AS), sulfuración intermedia (SI) y baja sulfuración (BS), como referencia a los tipos genéricos de depósitos minerales.

 

Con afán de clarificar la clasificación de los depósitos minerales entre sus tipos y subtipos, podemos usar el siguiente esquema:

 

1. Epitermales ácidos

1.1. Tipo de alta sulfuración (Figura 9)

 

2. Epitermales alcalinos neutros

2.1. Tipo de sulfuración intermedia (Figura 10)

2.2. Tipo de baja sulfuración

2.2.1. Relacionados con magmas subalcalinos

2.2.2. Relacionados con magmas alcalinos

 

Para ver un listado detallado de depósitos de cada tipo de depósitos epitermales, ver apartado “Ejemplos de depósitos epitermales”

 

Para ver tablas comparativas de diferentes características ver apartado “Comparativa de depósitos”

 

Pregunta: Las columnas I y II de la siguiente tabla contienen términos que se suponen homólogos para los depósitos de alta y de baja sulfuración, excepto una fila que está erróneamente ubicada. ¿Qué número tiene la fila errónea?

 

 

I

II

1

ácidos

alcalinos

2

alunita-caolinita

adularia-sericita

3

alta sulfuración

baja sulfuración

4

fluidos neutros y reducidos

fluidos ácidos y oxidados

5

enargita-oro

hot springs

 

 

Bibliografía fuente:

Camprubí & Albinson (2006)

Documento “Epithermal_handout.pdf” (De Prof. Arehart) è Desconectado de la red actualmente

 

 

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