MASTER ARQUEOLOGÍA

 Universidad de Granada


NOTICIAS DEL MASTER

Viaje de prácticas a la costa de Málaga

22 de marzo de 2010 

El día 12 de Marzo disfrutamos de una escapada a la costa malagueña, que nos recibió con un cálido y soleado día después de las lluvias incesantes del invierno.  Partimos a las 7:30 minutos de la plaza del Triunfo con el objetivo de visitar tres yacimientos: las Termas de las Bóvedas en Marbella, la Basílica Paleocristiana de Vega del Mar de San Pedro de Alcántara y la Villa romana de El Secretario en Fuengirola.

Nuestra primera parada –si exceptuamos el desayuno- fue en Marbella, donde recogimos a José Carlos García, del Área de Cultura del Ayuntamiento, que muy amablemente nos condujo y explicó el conjunto de las termas de las Bóvedas. La estructura, de planta octogonal y originalmente de dos pisos,  presenta una piscina central sobre la que se organizaban las demás piscinas de las termas. En su construcción se emplearon cantos rodados con mortero de arena y cal. Además hay constancia en el subsuelo de los restos del hipocaustum y el praefurnium. El yacimiento, muy maltratado por el tiempo, apenas conserva su decoración (solo unos pequeños restos de mosaicos); pero aún así resultan espectaculares sus bóvedas alzadas al cielo azul realzadas también por su emplazamiento junto al mar.

A continuación volvimos al autobús para trasladarnos a San Pedro de Alcántara donde se encuentra la basílica paleocristiana de la Vega del Mar. Esta fue descubierta en 1915 y su construcción se remonta al s. VI d. C. Cuenta con dos ábsides contrapuestos dentro de su estructura cuadrangular de tres  estancias (la central dividida por pilares en tres partes). En uno de ellos se encuentra la pila bautismal cuadrilobulada que se emplearía para el rito de inmersión. Así mismo cabe destacar la presencia de unas 200 tumbas, tanto en el interior como en las cercanías de la basílica.  

Nuestra última parada de la mañana fue la villa romana de El Secretario, en Fuengirola donde también contamos con la presencia del arqueólogo encargado del yacimiento, Ramón Hiralto, que nos explicó muy amablemente la labor de excavación y puesta en valor. Se trata de una construcción del s. I d. C que mantuvo su funcionamiento al menos hasta el s. IV d. C. De la villa solo son visibles tres zonas, dos de producción: el alfar y las pilas de garum; y las termas. La zona privada no está excavada pero se sabe que su emplazamiento se sitúa a unos metros de distancia sobre una ladera cortada por la carretera. La zona ha sido puesta en valor y presenta un pequeño recorrido con paneles informativos que nos informa sobre las diferentes zonas que presenta la villa. En primer lugar las pilas de garum y la factoría de salazón que nos indica que la economía de esta villa se fundamentaba al menos en este tipo de explotación.  En segundo lugar los hornos alfareros -hay cinco excavados y dos sin trabajar-, que abastecían de recipientes cerámicos a la villa, seguramente con el fin de comerciar sus productos. La última zona a la que se accede son los baños romanos, quizás la parte más espectacular del yacimiento. Se trata de un completo edificio termal de índole privada que presenta todas las estancias típicas en muy buen estado de conservación. Contaba con un área de descanso, frigidarium, tepidarium y caldarium, letrinas, vestuario, un patio porticado... así como algunos mosaicos sencillos pero bien conservados.  Llama especialmente la atención algunos de los detalles de las termas como la visualización de los sistemas de calefacción de las paredes (con ladrillos especiales), el hipocausto del tepidarium, las escaleritas de la piscina circular o la canalización de las letrinas. La razón por la que estas termas están algo alejadas de la parte de habitación es sencilla: el nivel más bajo permite el abastecimiento de agua que depende de unas cisternas situadas en una altura superior.

Las conclusiones de los compañeros sobre esta excursión fueron diversas. La principal discusión abierta fue el procedimiento de puesta en valor de los yacimientos, como reivindicar los yacimientos, protegerlos y prepararlos para que sean espacios abiertos al público. Dichas conclusiones son demasiado numerosas para exponerlas aquí, pero quedan positivamente para todos nosotros.

 Tras esta estupenda mañana de sol y arqueología, regresamos a Granada con renovadas fuerzas para continuar con las clases y aguantar el final del invierno.

María Franco González

Alumna del Master de Arqueología.