MASTER ARQUEOLOGÍA Y TERRITORIO

Departamento de Prehistoria y Arqueología. Universidad de Granada


NOTICIAS DEL MASTER

Visita al Castellón Alto y Necrópolis de Tútugi

12 de diciembre:   

Continuando con el programa de visitas a diferentes yacimientos y lugares de interés arqueológico organizado dentro del Máster de Arqueología y Territorio del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, el pasado día 12 de diciembre de 2008 realizamos la salida correspondiente al yacimiento argárico de Castellón Alto y a la necrópolis tumular ibérica de Tútugi, enclavados en el término municipal de Galera (Granada).

Partiendo del Monasterio de Cartuja, nuestro punto habitual de salida, sobre las ocho de la mañana, nos encaminamos en dirección a los altiplanos granadinos envueltos por un día frío que amenazaba con lluvia, o incluso nieve, acompañados por nuestro profesor Francisco Contreras. Tras una breve parada para desayunar, a mitad del viaje, llegábamos a Galera después de unas dos horas de viaje.

Primeramente, nos dirigimos hacia el Museo Municipal, cuya exposición se organiza de forma cronológica en un espacio que se ha dividido en tres plantas. En la superior pudimos observar los diferentes paneles explicativos y las vitrinas que albergaban los restos de cultura material mueble desde la Edad del Cobre, si bien el grueso de lo expuesto se centraba en la Edad del Bronce, a través del registro aportado por el yacimiento argárico del Castellón Alto. Sin duda, la pieza más singular de todo el conjunto son los restos humanos parcialmente momificados hallados en la sepultura 121 del citado asentamiento, para la cual fue necesario desarrollar toda una compleja labor de conservación, extracción y estudio durante un largo tiempo, tanto en el mismo yacimiento como en el laboratorio, pudiendo ser contemplado en la actualidad preservado dentro de una gran urna preparada para su conservación; se trata de un enterramiento doble, compuesto por un individuo infantil y por un hombre adulto, el cual conserva restos de materia orgánica, cabello peinado con una larga trenza y restos de los tejidos que vestía cuando fue enterrado. Asimismo, cuenta con un ajuar funerario integrado por diversas piezas cerámicas y objetos metálicos, como un puñal de remaches.

 

 

 

En la planta baja se exhiben diversos materiales, abarcando cronológicamente desde el Bronce Final hasta época romana, aunque la gran mayoría de los artefactos pertenecen a época ibérica, bien representada en la zona con la necrópolis de Tútugi, que más tarde visitaríamos. Por último, el sótano recoge diversas muestras de etnografía y del pasado de esta población y de su entorno.

Visto el museo, recorrimos el tramo hasta el yacimiento argárico, localizado en un cerro escarpado junto a la vega del río Galera. Se trata de uno de los pocos yacimientos prehistóricos puestos en valor y preparado para las visita del público en Andalucía, contando con un pequeño centro de interpretación, donde vimos la proyección de un interesante documental acerca del yacimiento. Iniciamos nuestro recorrido desde la parte alta y fortificada del asentamiento, el cual sigue una estructuración en tres terrazas que fueron cortadas en el terreno para ubicar las diferentes unidades de habitación. Sigue un esquema habitual de otros yacimientos argáricos: cerro alto con defensas naturales, aterrazamiento para las viviendas, viviendas rectangulares con zócalos de piedra y alzados de barro, sepulturas en fosa o covacha, ajuares que muestran jerarquización social, etc. Un elemento interesante, localizado en la zona alta es una cisterna, poniendo de manifiesto la preocupación y control sobre un bien que se presume escaso: el agua.

Lo cierto es que, ante el intenso frío, y la gran nevada que comenzó a caer, tal y como había predicho minutos antes el compañero Ramón Torrente, nos vimos obligados a efectuar un recorrido a paso ligero por las diferentes zonas del poblado intentando no resbalarnos, aunque disfrutando y observando las viviendas con sus unidades de producción y almacenamiento,  y con los diferentes enterramientos que habían sido documentados en las diferentes campañas de excavación.

Casi congelados, pusimos rumbo a la necrópolis ibérica de Tútugi, también localizada muy cerca del municipio de Galera, donde existe una gran concentración de túmulos de planta circular o cuadrangular con un corredor de acceso y cubierta plana de madera. Fue en uno de estos enterramientos donde se localizó hace ya algunos años la conocida “diosa” o “dama” de Galera, una representación femenina escoltada por dos esfinges sobre la que existen múltiples interpretaciones, tal vez importada del Mediterráneo Oriental.

Tras recorrer todo este interesante conjunto arqueológico, llegó la ansiada hora de la comida, con la que algunos pudimos disfrutar de un exquisito cordero al horno acompañado por unas deliciosas patatas, realmente necesario para entrar en calor en un día tan crudo y poder seguir nuestro viaje hacia la siguiente parada.

Marcaba el reloj las cuatro menos diez cuando reemprendimos la marcha en dirección a la cercana población de Orce, bien conocida por todos a través de sus fabulosos yacimientos de fauna prehistórica y, sobre todo, por el debatido y problemático fragmento de cráneo atribuido al “Hombre de Orce”. Visitamos el Museo de Paleontología, en el cual se exponen los restos faunísticos que las excavaciones en yacimientos como Venta Micena han sacado a la luz, poniendo de manifiesto la existencia de un gran lago salobre en lo que hoy es la depresión Guadix-Baza durante el Pleistoceno. Asimismo, pudimos ver una copia del mencionado fragmento de cráneo, que, a día de hoy se rechaza como humano, si bien la presencia humana en la zona viene apoyada por la documentación junto a los restos de fauna de artefactos de piedra toscamente tallada, de los cuales se exhiben diversas piezas en la planta superior.

Tras una jornada en la que recorrimos más de un millón de años de la historia de la zona, desde el Paleolítico inferior hasta la Edad del Hierro, tomamos rumbo a Granada hacia las cinco y cuarto de la tarde, llegando cansados, aunque muy satisfechos, a casa.

 

MANUEL ALTAMIRANO GARCÍA. Alumno de Máster Arqueología y Territorio.