[Publicado en: Luque Durán, J. de D. & A. Pamies Beltrán (eds.)(1997), Panorama de la Lingüística Actual. Granada: Método Ediciones, Serie Granada Lingvistica, págs. 181-215. ISBN: 84-7933-950-0]
Juan Santana Lario
Universidad de Granada
0. Introducción
En las páginas que siguen expondré los aspectos técnicos y teóricos fundamentales que caracterizan a un modelo lingüístico conocido en la actualidad bajo diversas denominaciones, ninguna de ellas especialmente afortunada ya en la lengua en la que originalmente han sido acuñadas, es decir, el inglés, mucho menos en su translación al castellano: "Teoría Estándar Ampliada Revisada" (Revised Extended Standard Theory), "Teoría de la Rección y el Ligamiento" (Government and Binding Theory), "Teoría de los Principios y los Parámetros" (Principles and Parameters Approach) y "Programa Minimalista" (Minimalist Program).
La primera de estas denominaciones enfatiza la conexión del modelo en su estado actual con estadios anteriores del desarrollo de la Gramática Generativo-Transformacional (Teoría Estándar, Teoría Estándar Ampliada), aunque el propio Chomsky ha afirmado que el modelo actual constituye una ruptura bastante radical con la tradición histórica (incluída la generativa), incluso mayor que la que supuso la propia gramática generativo-transformacional en sus orígenes.1 La denominación Teoría de la Rección y el Ligamiento es quizá la más frecuentemente utilizada. Esta denominación surge del título bajo el que se publicaron una serie de conferencias pronunciadas por Noam Chomsky en la Scoula Normale Superiore de Pisa en abril de 1979: Lectures of Government and Binding. Aunque el nombre resulta adecuado para esta serie de conferencias y para la publicación resultante, pues en ellas Chomsky se concentra en dos de los componentes o módulos de la teoría, ésta va mucho más allá de dichos dos módulos (de hecho incluye más de media docena, como veremos). El propio Chomsky ha rechazado explícitamente esta denominación por engañosa, recomendando en su lugar la de Teoría de los Principios y los Parámetros.2 Así pues, ésta es la que he escogido en el presente trabajo para referirme al modelo chomskyano desarrollado durante la década de los ochenta y lo que va de los noventa. La última denominación a la que antes hacía alusión, la de Programa Minimalista, ha empezado a utilizarse recientemente en algunas publicaciones del propio Chomsky y de Luigi Rizzi, pero se trata de una denominación todavía poco extendida, por lo que he preferido no adoptarla en tanto en cuanto su uso no se generalice entre los propios practicantes de la teoría.
Debe quedar claro que al elegir la TPP como tema de este trabajo me concentro exclusivamente en uno de los modelos contemporáneos que se reclaman herederos de la tradición generativista iniciada por Chomsky en 1957. Durante las décadas de los años setenta y ochenta ha ido surgiendo otras corrientes o escuelas que aun reconociéndose herederas directas o indirectas de dicha tradición se apartan en mayor o menor grado de la misma hasta el punto de que llegan a plantearse como alternativas a la TPP dentro de esa tradición común. Así, los modelos conocidos como Generalized Phrase Structure Grammar, Head-Driven Phrase Structure Grammar, Lexical-Functional Grammar, Relational Grammar, Arc Pair Grammar y algunas otras cuentan entre sus practicantes con antiguos generativistas que en un momento u otro decidieron abandonar la ortodoxia chomskyana para abrir nuevas vías de investigación lingüística. La comparación sistemática y exhaustiva de estas diversas aproximaciones al fenómeno lingüístico es un ejercicio metateorético que sólo muy recientemente ha empezado a realizarse y que promete sin duda ofrecer frutos muy interesantes.3
Por razones de claridad expositiva he dividido
el presente trabajo en tres partes, bastante desiguales en cuanto a su
extensión. En una primera parte trataré de situar históricamente a la TPP dentro
del marco general de la gramática generativo-transformacional. En la segunda
parte, que constituye el núcleo central de la exposición, presentaré con cierto
detalle, los componentes fundamentales del modelo TPP prestando especial
atención a lo que podríamos llamar el componente algorítmico del modelo.
Finalmente, en la tercera parte haré una evaluación global del modelo y trataré
de justificar por qué la TPP puede considerarse en varios sentidos una gramática
"degenerativa".
1. Antecedentes históricos.
Aunque la denominación Teoría de los Principios y los Parámetros no empieza a utilizarse con cierta frecuencia hasta la segunda mitad de la década de los ochenta, particularmente en las obras de Chomsky, Knowledge of language, Barriers, ambas de 1986, y Language and problems of knowledge, de 1988, el modelo lingüístico al que se alude bajo esta denominación había cristalizado ya a principios de dicha década, con la publicación en 1981 de las ya mencionadas Lectures on Government and Binding de N. Chomsky y de su continuación Some Concepts and Consequences of the Theory of Government and Binding en 1982. Este modelo de teoría sintáctica es el resultado de una extensa y profunda revisión a lo largo de veinticinco años de los planteamientos lingüísticos que estaban en la base de la llamada Teoría Estándar de la Gramática Generativo-Transformacional, tal y como habían quedado plasmados en las primeras obras de Chomsky, es decir, en Syntactic structures (1957) y, muy especialmente, en Aspects of the theory of syntax (1965).
No puedo detenerme aquí en una minuciosa reconstrucción histórico-teórica de la, sin duda, fascinante evolución de la Gramática Generativa en estos últimos treinta y pico años.4 Me limitaré por tanto a recordar algunos de los postulados básicos de la teoría que se han mantenido más o menos inalterables a lo largo de esta evolución, para luego señalar los que a mi juicio son los cambios más importantes que se han ido produciendo hasta conferir a la teoría el aspecto que adquiere a partir de las conferencias de Pisa.
La concepción generativista de la naturaleza de su objeto de estudio, es decir, del lenguaje, no ha variado sustancialmente en todos estos años. Frente a la concepción positivista, taxonómica, predominante hasta el estructuralismo bloomfieldiano, que entiende el lenguaje como un conjunto de expresiones, esto es, de datos, la lingüística chomskyana siempre ha entendido el lenguaje como una facultad, como un conocimiento alojado en la mente, que está allí incluso cuando no se utiliza. El lenguaje es, por tanto, un sistema mental de conocimiento que forma parte de la dotación biológica de la especie humana y que a través de la interacción con el entorno crece desde su estado inicial en el nacimiento de todo ser humano hasta alcanzar su estado definitivo en la edad adulta. Chomsky siempre ha defendido la existencia de un conjunto innato de principios lingüísticos básicos, generalmente conocidos como la "Gramática Universal" (GU), que formarían parte inherente de la herencia genética de todos los hablantes. Los dos argumentos principales tradicionalmente esgrimidos en defensa de esta hipótesis son, por un lado, la existencia constatada de múltiples similitudes entre las lenguas particulares, incluso entre aquellas de dudoso parentesco histórico, y, por otro lado, el hecho de que, aun estando sometido a un estímulo lingüístico exterior mínimo, el hombre sea el único animal capaz de adquirir y utilizar un sistema tan sutil e intricado como es cualquier lengua natural, hecho que, según Chomsky, sólo puede explicarse asumiendo la existencia de ese conjunto de principios lingüísticos innatos y hereditarios que constituyen la GU.
De esta concepción del lenguaje surge un planteamiento de la tarea del lingüista muy diferente del que se tenía hasta entonces. La lingüística positivista, incluido como hemos dicho el estructuralismo, al menos el americano, consideraba que la tarea fundamental del lingüista consiste en presentar de un modo más o menos ordenado una serie de datos lingüísticamente relevantes en una lengua dada, es decir los productos de nuestro comportamiento lingüístico. Por el contrario, para el generativista, su tarea consiste en última instancia en descubrir y formalizar el sistema mental que se encuentra en la base de dichos productos lingüísticos. De ahí surge precisamente la clásica dicotomía establecida por Chomsky entre competencia (el conocimiento lingüístico permanentemente disponible) y actuación (el uso, los productos, de esa facultad lingüística). La gramática chomskyana sería por tanto una teoría de la competencia lingüística, la gramática entendida como una representación abstracta del estado cognitivo que precede o suybace, por así decirlo, a la producción de expresiones concretas en una lengua dada. Obviamente, el lingüista generativo no ignora los productos de la facultad lingüística. De hecho, constituyen uno de los materiales fundamentales a su alcance en la tarea de reconstrucción de la facultad de lenguaje, aunque, ciertamente, no el único.
Dado que nuestro acceso directo al cerebro humano es muy limitado, la construcción de modelos de la facultad lingüística basados únicamente en los datos empíricos resulta siempre muy tentativa y es de esperar que esté sujeta a constantes revisiones. La historia de la gramática generativa durante los últimos treinta años, con sus múltiples replanteamientos, puede concebirse de hecho como el proceso de construcción de una única teoría, modificada y reorganizada allí donde ha ido siendo necesario con el fin último e inalterado de representar del modo más adecuado la facultad lingüística que anida en el cerebro de los hablantes.
Así pues, )qué es lo que hay ido cambiando? A mi juicio dos son los cambios teóricos más importantes que se han producido, los cuales a su vez han dado lugar a numerosos cambios técnicos en la formalización de la teoría. Por una parte, se ha producido un cambio en la concepción de la gramática, que ha pasado de plantearse como un conjunto de reglas a plantearse como un conjunto de principios y parámetros; por otra parte, ha habido un cambio de énfasis en el criterio de evaluación de la gramática, habiéndose pasado de un énfasis en la adecuación descriptiva y observacional hasta mediados de los setenta a un mayor énfasis en la adecuación explicativa a partir de entonces. En los próximo párrafos desarrollaré mínimamente estos dos aspectos.
Desde los orígenes mismos de la Gramática Generativa, Chomsky mostró una gran preocupación respecto a cuál puede ser el formato óptimo que debe adoptar la gramática para constituir una representación verdadera y ajustada de la competencia lingüística de los hablantes, es decir, de ese conocimiento o facultad lingüística innata que Chomsky les atribuye. En las primeras obras, particularmente en Syntactic Structures y Aspects, el trabajo de Chomsky se caracterizó por un alto grado de explicitud formal y por un interés claro en las propiedades matemáticas de los formalismos gramaticales. La conclusión más importante a la que se llegaba en Aspects es que la mejor manera de caracterizar la gramática interiorizada de los hablantes es mediante sistemas de reglas, entendidas como instrucciones muy explícitas y muy precisas sobre la formación y la transformación de las estructuras espícificas en una lengua dada. Así, en esas obras tempranas se formulaban lo que se conococían como "reglas de estructura sintagmática" (phrase structure rules) que contenían las instrucciones básicas para generar oraciones, SSNN o SSVV bien formados, así como "reglas transformacionales", que, como su propio nombre indica, transforman unas estructuras concretas en otras dando cuenta así de las relaciones profundas que los hablantes perciben entre construcciones superficialmente distintas (activa/pasiva, declarativa/interrogativa, etc).
Con el tiempo, y por razones tanto empíricas como de principio, esta concepción de la gramática como conjunto de reglas ha ido siendo sustituida por lo que se denomina un sistema modular de principios y parámetros: los principios se conciben como un conjunto muy reducido y bastante abstracto de "condiciones de buena formación" (well-formedness conditions) sobre las oraciones y en este sentido tienen un carácter estático, declarativo, frente al carácter dinámico, procedimental que tenían las reglas de estadios anteriores. Cada uno de estos principios, que son universales, tiene una serie de parámetros o valores que es preciso fijar en cada lengua particular. De hecho, la gramática de una lengua particular no es más el conjunto de valores asignados a estos parámetros, mientras que todo lo demás, los principios, se entiende que pertenecen a la GU. El propio Chomsky utiliza la siguiente analogía para caracterizar el modelo TPP:
Una característica fundamental del sistema de principios de la TPP, frente a las reglas de la GGT clásica, es su carácter modular. Por tal se entiende el hecho de que ningún principio es total e independientemente responsable de todas las características particulares de una construcción dada, sino que más bien los diversos principios postulados actúan simultáneamente determinando cada uno de ellos sólo características concretas de dicha construcción. Más adelante ilustraremos esta idea cuando veamos como el principio transformacional Muévase a interactúa con otros principios de la teoría para determinar en última instancia qué constituyentes pueden moverse y a qué posiciones. De momento baste decir que el planteamiento modular de la TPP tiene importantes ventajas sobre el tratamiento generativo clásico basado en reglas específicas y exhaustivas para estructuras particulares. En primer lugar, permite hacer generalizaciones de varios tipos de un modo natural, ya que se supone que los principios de los diversos módulos son aplicables a construcciones diversas. Así, por ejemplo, los principios de la teoría X-barra explican ciertos hechos sobre la estructura no sólo de cada tipo de sintagma en particualr, sino de cualquier tipo de sintagma, algo que las reglas de estructura sintagmática no podían hacer al tratarse de reglas específicas para construcciones concretas. En segundo lugar, la concepción modular es mucho más acorde con el programa de investigación y caracterización de los universales lingüísticos que constituyen la facultad humana del lenguaje, ya que, como he señalado, cada principio está parametrizado, de modo que al comparar lenguas distintas los principios permiten formular ciertas generalizaciones, mientras que los parámetros expresan las variaciones en la manifestación de dichos principios. Así, por ejemplo, mientras que los principios del módulo X-barra permiten expresar una generalización sobre la estructura de los sintagmas en lenguas tan distintas como el inglés y el japonés (en concreto, el hecho de que en ambas lenguas los sintagmas incluyen un núcleo acompañado por uno o varios complementos), ciertos parámetros de las teorías temática y de Caso darán cuenta del hecho de que en inglés un núcleo precede a sus complementos, mientras que en japonés el núcleo sigue a sus complementos. Estos hechos inter-lingüísticos resultan totalmente inexpresables mediante reglas de estructura sintagmática específicas.
El planteamiento de la gramática como un conjunto de principios y parámetros en lugar de como un conjunto de reglas específicas para cada construcción y para cada lengua, le viene impuesto a Chomsky por su deseo de explicar el problema de la adquisición del lenguaje. En épocas anteriores el énfasis de la GGT estuvo en la elaboración de gramáticas que permitieran generar todas y sólo las construcciones gramaticales de una lengua, consiguiendo así lo que se denominaba "adecuación observacional" y "adecuación descriptiva". Esto se consideraba como un primer paso necesario en el camino hacia la formulación de una verdadera GU. Desde mediados de los setenta Chomsky empezó a cambiar su énfasis y a prestar más atención a lo que desde el principio se consideró como el nivel máximo de adecuación de la gramática: la adecuación explicativa. Para Chomsky esto se traducía en dar respuesta al problema que desde entonces iba a centrar su interés: el problema de la adquisición del lenguaje. El hecho más sorprendente respecto al lenguaje, según Chomsky, es el gran salto que existe entre el pequeño y arbitrario conjunto de datos lingüísticos al que el niño que aprende una lengua se ven expuesto y la prácticamente ilimitada habilidad de los adultos para intepretar y producir mensajes a partir de un número finito de recursos lingüísticos. Este clásico argumento de la "pobreza del estímulo" indica que la facultad lingüística innata al hombre restringe en gran medida el número y el tipo de hipótesis posibles al alcance del niño sobre la estructura de la lengua que está aprendiendo. Esto nos conduce a un planteamiento en el que se extrae todo lo que sea posible de la gramática de las lenguas particulares y se incorpora en forma de principios a la llamada GU. Obviamente, estos principios tienen que ser máximamente generales y abstractos pues sólo así se concibe que puedan formar parte de la herencia genética de la especie.
Como he señalado, estos cambios en la concepción general del formato de la GU y en la medida evaluadora de los modelos propuestos para la misma están detrás de numerosos cambios en la apariencia formal de los análisis y en el tipo de mecanismos técnicos en los que éstos se basan. La supresión de las detalladas reglas de estructura de frase y su sustitución por las especificaciones mínimas de los principios de la Teoría X-barra sería un caso especialmente relevante. La drástica reducción del componente transformacional de la GGT clásica a un sólo esquema transformacional, el conocido como Muévase a , en la moderna TPP es otro ejemplo no menos relevante. En ambos casos, como puede observarse, se trata de cambios reductores que pretenden minimizar los componentes en cuestión, lo cual forma parte de un programa minimalista más extenso que busca la máxima economía en la derivación de las expresiones lingüísticas, tal y como queda patente en los títulos y en el contenido de algunas de las últimas publicaciones de Chomsky: "Some notes on economy of derivation and representation" (1989) y "A minimalist program for linguistic theory" (1992).
2. Funcionamiento del modelo
Los principios supuestamente universales que se formulan en la TPP se conciben como condiciones de correcta formación que toda oración debe satisfacer. Estos principios quedan agrupados en lo que a menudo se conoce como "módulos", es decir, sistemas más o menos autónomos que actúan en niveles particulares de la derivación. La derivación completa de una secuencia gramatical implica necesariamente la interacción de estos módulos diversos, de modo que en última instancia para que una secuencia sea aceptada como gramatical (es decir, como una secuencia posible en una lengua dada) tiene que ser aprobada por todos los módulos, lo que equivale a decir que tiene que cumplir con todos los principios del sistema debidamente parametrizados para cada lengua particular.
Una idea que se conserva en la TPP y que ya estaba en versiones anteriores de la GGT es la de que la gramática se estructura en varios "niveles de representación" para la generación de una secuencia gramatical. En cada uno de estos niveles se expresan propiedades diversas de las oraciones como resultado de los principios o modulos que operan en cada nivel. La moderna TPP reconoce cuatro de estos niveles, que de un modo simplificado pueden representarse del siguiente modo:
(1)
Las estructuras p y s están obviamente relacionadas con las estructuras profunda y superficial, respectivamente, de la GGT clásica pero dado que juegan un papel ligeramente distinto dentro de la teoría se ha considerado conveniente utilizar nombres distintos. Como veremos, estos dos niveles de representación sintáctica están relacionados entre sí mediante un componente transformacional mínimo que a diferencia del componente transformacional clásico incluye una única transformación o más exactamente un único esquema transformacional conocido como Múevase a .
Los niveles llamados FF y FL se conciben como niveles interfaz entre la gramática y el "mundo exterior". La FF es el nivel en el que operan las reglas fonológicas para otorgar a la secuencia gramatical producida por la estructura superficial una forma final pronunciable. Por su parte, FL es el nivel equivalente a FF en el lado del significado, es decir, el interfaz entre la gramática y ciertos sistemas semánticos y pragmáticos. No obstante, a pesar de su nombre, la FL suele concebirse como un nivel de representación sintáctica más en el que ciertos aspectos semánticos como el alcance de los cuantificadores o de los elementos interrogativos, surge de representaciones configurativas específicas. En última instancia, lo que cada lengua produce es un conjunto de pares formados por representaciones extraídas de los niveles FF y FL. En trabajos recientes, Chomsky ha sugerido que un diseño particularmente simple para el lenguaje utilizaría únicamente estos dos niveles interfaz, los únicos dos que son conceptualmente necesarios. Esta hipótesis forma parte del programa "minimalista" que está siendo investigado en la actualidad.
Una diferencia significativa entre la TPP y modelos anteriores de la GGT reside precisamente en la concepción de la relación existente entre los distintos niveles de representación o, más exactamente, entre las representaciones que cada uno produce de la estructura de las oraciones. En la Teoría Estándar se consideraba que las representaciones producidas por un nivel servían de entrada a procesos transformacionales como resultado de los cuales se producían las representaciones correspondientes al siguiente nivel. En este sentido, la GGT clásica era una teoría poliestratal plenamente generativa y transformacional con una concepción dinámica y procesual de las reglas que postulaba: unas reglas actúan antes que otras, unas representaciones derivan de otras, etc.
Por el contrario, la moderna TPP tiende cada vez más a asumir la simultaneidad de las diversas representaciones de la estructura de una cadena gramatical y a considerar que la producción de ésta es el resultado de superponer las diversas representaciones producidas en cada nivel. En otras palabras, en TPP tiende a minimizarse el carácter dinámico, secuencial de la gramática, potenciando una concepción más "estática" o "declarativa": los principios que operan en los diversos niveles ya no "generan" o "transforman" las representaciones como hacían las reglas de la Teoría Estandar, sino que más bien "evalúan" o "legitiman" las representaciones. Este es, pues, el primer sentido en el que podemos decir que la TPP, por comparación con la Teoría Estandar es una gramática no sólo menos transformacional sino también menos, quizá nada, "generativa", es decir una gramática "de-generativa".5 Incluso el esquema transformacional Muévase a , que como su propio nombre sugiere es el elemento más claramente dinámico de la TPP, tiende en la actualidad a ser interpretado en un sentido estático. Véase si no la siguiente afirmación de Escribano:
Los cuatro componentes o niveles de representación que hemos mencionado constituyen lo que suele denominarse el sistema computacional o algorítmico de la gramática. Sin embargo, este sistema no funciona autónomamente sino que actúa sobre la información que le proporciona en primer lugar el componente léxico. El Léxico puede concebirse como una enorme base datos que contiene los elementos léxicos que entran en el sistema computacional. De hecho, el Léxico constituye el punto de partida de todo el sistema y es por tanto el responsable último de la estructura final de las oraciones de una lengua, una característica que la TPP comparte con muchos otros modelos comtemporáneos y que la distingue de la GGT clásica donde el léxico tenía un papel más bien secundario pues constituía el punto de llegada en la derivación, mediante las reglas de inserción léxica en las estructuras generadas por la sintaxis, en lugar del punto de partida como sucede en la actualidad.
Veámos con algo más de detalle cómo se produce la interacción entre los diversos módulos del sistema, tal y como queda reflejado en el esquema (2), ampliación de (1):7
(2)
Como he señalado, el Léxico es el lugar donde se almacenan distintos tipos de información sobre los lexemas de una lengua, tales como información relativa a la categoría gramatical y a la subcategoría a la que un determinado lexema pertenece, así como información sobre los papeles semánticos (que en la TPP se denominan "papeles temáticos") de los argumentos que acompañan a dicho lexema en la predicación. Así, una representación simplificada del verbo regalar en el Léxico, adoptaría la siguiente forma:
(3)
regalar: [+V, (Agente, Tema,
Meta)]
SN SN
SP
Las propiedades de los elementos léxicos son proyectadas en los distintos niveles de representación sintáctica previstos por la teoría. En esta proyección del léxico a la sintaxis es preciso observar las restricciones impuestas por el llamado Principio de Proyección, quizá el principio más importante y general de toda la TPP:
(4) Principio de Proyección
Aparte de la restricción general impuesta por el Principio de Proyección, que, de hecho, debe observarse no sólo en la estructura-p sino en todos los demás niveles de representación, en cada uno de estos niveles de representación deben satisfacerse restricciones específicas. En la estructura-p, las restricciones operativas son las que se derivan de la llamada Teoría X-barra y las impuestas por la Teoría Temática. La primera especifica las condiciones formales y la segunda las condiciones semánticas que debe satisfacer la representación de las oraciones en este nivel. De hecho, la estructura-p se concibe como una pura estructura argumental proyectada directamente de las propiedades de subcategorización de las piezas léxicas y constreñida formalmente por los requisitos de X-barra.
La teoría X-barra es el módulo que substituye a las reglas de estructura sintagmática de la GGT clásica. Su desarrollo durante la década de los setenta (iniciado en Chomsky, 1970, y elaborado de un modo detallado en Jackendoff, 1977) estuvo motivado por dos hechos en principio independientes. En primer lugar, por el reconocimiento de similitudes estructurales entre los distintos tipos de categorías de una lengua, en particular las categorías sintagmáticas o frásticas. Esta constatación empírica posibilitó la formulación de principios estructurales generales que sustituyeran a las reglas específicas previamente formuladas para cada tipo de sintagma, lo cual resultaba además plenamente coherente con la búsqueda de la adecuación explicativa (es decir, la respuesta al problema de la adquisición del lenguaje) que caracteriza la evoluación de la Teoría Estándar a la TPP. En segundo lugar, por una cuestión intra-teorética pero también relacionada con el problema de la adecuación explicativa de la gramática: la constatación (originalmente debida a Heny, 1979, y desarrollada por Stowell 1981) de que las reglas de estructura sintagmática de la GGT repetían en gran medida la información que se incorporaba en el léxico en los marcos de subcategorización de cada lexema, por lo que dichas reglas resultaban reduntantes, restando no sólo elegancia sino eficacia explicativa a la gramática. La solución dada a este problema fue precisamente la de eliminar por completo las reglas de estructura sintagmática y sustituirlas por los principios de la Teoría X-barra donde, como vamos a ver, no hay referencia alguna a categorías concretas pues se entiende que este tipo de información es proyectada a partir de los marcos de subcategorización de los lexemas.
Simplificando al máximo, los postulados fundamentales de la Teoría X-barra en sus primeras formulaciones son los siguientes:
(5) (i) Toda categoría es una proyección
de un núcleo léxico.
(ii) Xn
domina inmediatamente Xn-1 (hasta X0).
Con estos dos postulados se pretende dar cuenta del esquema estructural de todas las categorías de nivel sintagmático, en particular de aquellas que como señala (i) tienen como núcleo en útlima instancia a un elemento léxico (siendo N,V,A y P los cuatro elementos léxicos fundamentales reconocidos por la teoría). El postulado (ii) especifíca que toda categoría de nivel n es a su vez proyección (es decir, contiene) una categoría de nivel n-1 y así sucesivamente hasta llegar al nivel X0 o simplemente X, es decir el nivel de la categoría léxica en cuestión que actúa como núcleo último de toda la proyección.
Uno de los temas de debate aun no resuelto en la teoría es el número de niveles de proyección que es preciso reconocer. Las propuestas han sido múltiples pero la que ha alcanzado una mayor aceptación es la que postula dos niveles de proyección por encima del núcleo léxico, de acuerdo con los siguientes esquemas estructurales:
(6) X'' -> (Esp) X'
X' -> X (Comp)
Estos dos esquemas estructurales se glosan
diciendo que un X'' (denominado proyección máxima) y que equivale a la
noción clásica de sintagma (X'' = SX) domina a un constituyente opcional
denominado especificador (EsP) y a X', que a su vez domina al núcleo X de
la proyección y a un complemento (Comp) también opcional. Gráficamente la
aplicación de estos esquemas estructurales da lugar a la siguiente
configuración:
(7)
Es importante señalar que los esquemas estructurales de X-barra no especifican el orden relativo en el que aparecen los constituyentes, ya que se entiende que esto es un valor parametrizable en las distitas lenguas, lo cual permite distinguir entre lenguas como el inglés o el español en las que los núcleos preceden a sus complementos y lenguas como el holandes y el alemán en las que se da el orden inverso. Así pues una representación más adecuada de los esquemas de X-barra sería la siguiente:
(8)
Originalmente se asumía que este esquema
resulta aplicable a las cuatro categorías léxicas fundamentales reconocidas por
la gramática generativa, es decir, N, V, A y P:
En su deseo de definir principios cada vez más
generales que sean candidatos a pertenecer a la GU, los generativistas han
intentado hacer encajar a la oración dentro del rígido esquema endocéntrico
postulado originalmente por los principios de la X-barra sólo para las
categorías sintagmáticas. El primer paso en la integración de la oración en el
esquema de X-barra surgió de los estudios de la complementación verbal dentro de
la GGT clásica. Para dar cuenta de la estructura de las oraciones que actúan
como complementos verbales, Bresnan (1972) mostró que es preciso reconocer un
nivel de proyección por encima de la oración, al que se donominó O', y que
contenía a O y al elemento subordinante que la introducía y que pasó a ser
denominado "complementador" (complementizer). Por su parte, Jackendoff
(1977) fue quizá de los primeros en hacer un esfuerzo sistemático por integrar
la oración en los esquemas de X-barra, considerando para ello que la oración
podía generarse como una proyección máxima del verbo. Así pues, combinando las
propuestas de Bresnan con las de Jackendoff se obtendría la siguente estructura
para la oración:
(13)
Frente a este tipo de propuestas desarrolladas fundamentalmente durante la segunda mitad de los años 70, que concebían la oración como una proyección del elemento léxico V, a partir de los años 80 empiezan a popularizarse una serie de propuestas en las que la oración se concibe como proyección de dos categorías no léxicas, sino funcionales (abstractas) donominadas INFL (de "inflexión") y COMP (de "complementador"), tal y como queda reflejado en (14):
(14)
Este tipo de análisis se hace explícito por primera vez en Stowell (1981) y es recogido más tarde por Chomsky en Barriers (1986). INFL, que se concibe como el conjunto de propiedades flexivas del verbo (incluidos los rasgos de concordancia numérica y personal con el sujeto, así como los rasgos de flexión temporal, modal, aspectual, etc.) toma al SV (V'') como complemento y al SN sujeto (N'') como especificador. La proyección máxima de INFL, es decir I'' o SI, equivale a lo que hasta ahora había sido la oración (O). COMP, por su parte, toma I'' (=SI=O) como complemento, mientras que su especificador es la posición a donde van a parar los pronombres Qu- tras la aplicación de Múevase a en oraciones interrogativas y relativas.
Hacia finales de los 80, especialmente tras la publicación de Pollock (1989), lo que antes era el nódulo simple no analizado INFL pasó a ser descompuesto en una serie de nuevos nódulos funcionales, uno para cada una de las categorías flexivas verbales: Tiempo, Aspecto, Modo, Voz, así como CONC para los rasgos de concordancia (que a veces de subdivide en Concs y Conco, el primero para los rasgos de concordancia con el sujeto y el segundo para los rasgos de concordancia con el objeto). Todos estos núcleos funcionales se insertan en la posición jerárquica que antes ocupaba INFL.8 Con todo ello, la integración final de la oración en los esquemas de X-barra se haría de acuerdo con un esquema más o menos parecido al que aparece en (15):
(15)
Aparte de las restricciones formales impuestas a las representaciones sintácticas en la estructura-p, dichas representaciones también deben satisfacer las condiciones de carácter semántico impuestas por la Teoría Temática. Como hemos visto, entre la información que se especifica en el léxico se encuentra la información referente a los roles semánticos que cada lexema asigna a o requiere de los constituyentes que puedan aparecen dependiento de él en una relación predicado-argumento:
(16)
estornudar, (Agente)
devorar, (Agente, Tema)
regalar, (Agente, Tema, Meta)
Para asegurar que en la proyección del léxico a los distintos niveles de representación sintáctica se produce un perfecto paralelismo entre el número de posiciones en la estructura argumental de un núcleo y el número de sintagmas disponibles para recibir los papeles temáticos asignados por dicho núcleo se formula el llamado Criterio Temático (Q-Criterion):
(17) Criterio Temático
Todo argumento recibe uno y sólo un
papel temático.
Todo papel
temático se asigna a uno y sólo un argumento.
La idea que subyace al Criterio Temático es, por tanto, que si la sintaxis es una proyección de las propiedades léxicas, entonces es necesario que cada núcleo tenga exactamente el número de argumentos que están léxicamente especificados para dicho núcleo y, por otra parte, es necesario que cada uno de estos argumentos reciba un sólo papel temático, es decir, tenga una única función dentro de cualquier estructura sintáctica dada. Esto explica por qué los siguientes ejemplos son incorrectos:
(18) *Fatman devoró.
(19) *Los canapés fueron devorados los entremeses por
Fatman.
(18) es incorrecto en virtud de la primera
parte del Criterio Temático: el verbo devorar no ha podido asignar un papel
temático a su argumento interno puesto que éste no aparece en la configuración
sintáctica. (19), por el contrario, es incorrecto en virtud de la segunda parte
del Criterio Temático: el SN los entremeses carece de papel temático puesto que
el verbo devorar sólo puede asignar el papel temático de Tema una vez y éste ya
ha sido asignado al SN los canapés.
Una idea fundamental en la teoría clásica de la
GGT desde sus mismos orígenes (Syntactic Structures y Aspects) fue la de que la
gramática debía ser capaz de expresar la relaciones sintáctico-semánticas que
los hablantes nativos de una lengua perciben entre oraciones superficialmente
distintas (activa/pasiva, declarativa/interrogativa, etc.). Ya en 1957 Chomsky
demostraba que sólo una gramática que incluya reglas transformacionales (además
de las reglas de estructura sintagmática) es capaz de dar cuenta de este tipo de
relaciones. De hecho, aquí se fundamenta en gran parte la distinción clásica
entre una estructura profunda y una estrucutra superficial para las oraciones,
pues se asume que dos oraciones que el hablante considera relacionadas a pesar
de sus diferencias observables, comparten una misma estructura profunda - lo
cual justifica la relación observada - y difieren sólo en la superficie en
virtud de la aplicación de una serie de transformaciones.
Durante buena parte de los años sesenta el
esfuerzo investigador dentro de la GGT se concentró en gran medida en la
formulación de un detallado y extenso inventario de reglas transformacionales
que expresaban todo tipo de relaciones profundas entre oraciones
superficialmente distintas. Así, se definieron transformaciones tan variopintas
y tan ceñidas a construcciones concretas como la Tranformación de Pasiva,
Ascenso de Sujeto a Objeto, Ascenso de Sujeto a Sujeto, "Equi-Deletion", etc.
Como ya he señalado, en esta fase del desarrollo de la GGT el énfasis se ponía
en la "adecuación descriptiva", es decir en la formulación de gramáticas capaces
de generar las expresiones correctas de una lengua y asignarles estructuras
semántica o psicológicamente plausibles que reflejaran las relaciones percibidas
por los hablantes entre expresiones diversas.
Con el tiempo, numeros practicantes de la Teoría
Estandar de la GGT reconocieron que el concepto de transformación había sido
llevado demasiado lejos y que fenómenos muy diversos en su naturaleza y en su
apariencia formal estaban siendo tratados uniformemente como casos de relación
transformacional. En otras palabras, la Teoría Estándar había desarrollado una
serie de mecanismos tan ricos y poderosos que prácticamente podían describir y
formalizar cualquier aspecto o proceso formalizable. Aunque de este modo se
alcanzaba un nivel máximo de adecuación descriptiva, al mismo tiempo se dejaba
de lado la importante cuestión de la adecuación explicativa, que el propio
Chomsky había considerado como el grado más alto de adecuación al que una
gramática debe aspirar. Desde el punto de vista de la adquisión, resulta
bastante poco plausible que un niño tenga que aprender un número tan elevado de
transformaciones tan específicas. Por otra parte, la formulación de este tipo de
transformaciones impedía cualquier tipo de generalización interlingüística, lo
que de nuevo resultaba incompatible con el fin último de caracterizar la
GU.
Así pues, comenzando con la
influyente tesis doctoral de J.R. Ross, Constraints on variables in syntax,
1967, (no publicada hasta muchos años después con el quizá exagerado título de
Infinite Syntax (Sintáxis infinita), durante toda la década de los años 70 se
desarrollaron una serie de trabajos cuyo objetivo común era el de restringir al
máximo el poder descriptivo de las transformaciones. Para ello era preciso
definir claramente qué es lo que constituye una relación transformacional y
dejar fuera del componente transformacional todos aquellos aspectos o relaciones
que no tuvieran las características definitorias de una relación
transformacional. Estos otros aspectos tendrían que ser tratados en otros
componentes del sistema. Además, con el fin de satisfacer el requisito de
adecuación explicativa, se vio necesario postular no reglas transformacionales
particulares para construcciones específicas de lenguas concretas, sino
principios lo más generales posibles que caracterizasen la noción de
"transformación posible" en las lenguas naturales.
Así es como tras una compleja evolución (para
cuya reconstrucción remito de nuevo al lector a Newmeyer, 1980 y a Riemsdijk y
Williams, 1986), se llega a la posición unánimemente aceptada hoy día dentro de
la TPP según la cual la relación entre la estructura-p y la estructura-s se
establece mediante una única regla transformacional, que más que una regla es en
realidad un principio o esquema de aplicación general conocido como "Muévase
a" (Move a ).9
Informalmente, lo que este principio
viene a decir es "Muévase cualquier constituyente a cualquier sitio". Se trata
pues de un principio ciertamente general en su formulación y constituye una
dramática reducción del vasto inventario transformacional de la GGT clásica,
resultando por ello máximamente adecuado desde el punto de vista explicativo y
siendo por tanto un auténtico candidato a figurar entre los principios que
constituyen la GU o facultad de lenguaje interiorizada en cada hablante. Puede
objetarse, con toda justicia, que dicho principio resulta inadecuado desde el
punto de vista de la adecuación observacional y de la adecuación descriptiva:
nuestra experiencia nos dice que en ninguna lengua conocida es posible mover
cualquier constituyente a cualquier sitio. La respuesta de la TPP a esta
objección apela crucialmente a la ya mencionada modularidad de la gramática:
otros principios del sistema gramatical, principios que son de todos modos
necesarios por razones independientes, restringen de una manera determinante y
cabal qué constituyentes pueden moverse y a dónde pueden moverse. Más aún, estos
principios no sólo determinan las condiciones en las que puede producirse el
movimiento, sino también, en algunos casos, las condiciones en las que debe
producirse dicho movimiento, lo cual sin duda alguna constituye una verdadera
"explicación" de por qué se desplazan los constituyentes.10
En concreto, Muévase a está
restringido por el Criterio Temático, el Principio de Proyección, la Teoría del
Caso, la Teoría del Ligamiento (relación entre antecedentes y huellas), la
Teoría de la Acotación (subyacencia) e (indirectamente) por la Teoría de la
Rección (el Principio de la Categoría Vacía). Puesto que está fuera de todo
punto discutir todas estas restricciones aquí, me limitaré a ilustrar algunas de
ellas con el fin ofrecer una idea, por superficial que sea, del planteamiento
genuinamente modular de la teoría en este aspecto concreto.
En virtud del Criterio Temático (según el cual un
argumento puede recibir papel temático una sola vez) sólo es posible mover
constituyentes a posiciones no temáticas. Efectivamente: si un constituyente
marcado temáticamente se dezplazara a una posición en la que podría recibir un
nuevo papel temático esto constituiría una violación del Criterio Temático. Una
posición puede ser no temática, bien porque aun siendo una posición argumental
no le es asignado ningún papel temático por un elemento léxico (posiciones
Q'), bien porque sea una posición no argumental
(posiciones A'), generada como tal por los principios de la Teoría X-barra (como
las posiciones COMP e INFL). Un ejemplo del primer caso lo constituyen las
oraciones con verbos como parecer en español o seem en inglés, que no marcan
temáticamente su posición argumental externa (la posición del sujeto), la cual
se convierte en una potencial "pista de aterrizaje" (landing site) para un
constituyente desplazado (véanse los ejemplos 20 y 21). Un ejemplo del segundo
caso lo constituyen las oraciones interrogativas indirectas, en las que se da un
desplazamiento del elemento interrogativo a la posición no argumental de COMP
(22):
(20) Parece que el jefe es muy
arbitrario.
(21) [El jefe]i parece ti
ser muy arbitrario.
(22) No sabemos
[S' cúando [S dimitirá el presidente ti]].
Como queda reflejado en (21) y (22), los
constituyentes desplazados dejan tras de sí lo que en la TPP se conoce como una
huella, es decir, una categoría vacía que conserva las propiedades sintácticas y
temáticas del constituyente desplazado pero carece de contenido fonético. La
presencia de estas huellas es de hecho un requisito necesario para que se
satisfaga el Principio de Proyección en la estructura-s, es decir después de la
aplicación del esquema transformacional Muévase a.
Una de las restricciones fundamentales a la
aplicación del esquema transformacional Muévase a tiene que ver con la
longitud de dicho movimiento. Estas restricciones han sido incorporadas en un
módulo independiente que se conoce con el nombre de Teoría de la Acotación
(Bounding Theory), cuyo principial principio es el Principio de Subyacencia
(Subjacency Condition). La idea que pretende formalizar este principio es la de
que todo movimiento tiene un carácter más o menos local, es decir, se produce
sobre distancias cortas, aunque una aplicación repetida y sucesiva de Muévase
a pueda dar lugar a desplazamientos que cumulativamente
parezcan bastante extensos. En su formulación más abstracta el Principio de
Subyacencia establece lo siguiente:
(23) Principio de Subyacencia
Ninguna regla puede relacionar a X e Y
en una configuración
... X ...
[a ... [b ... Y
...]b ... ]a ... X
donde a y b son nudos
cíclicos (también llamados "nudos de acotación" (bounding nodes)).
La traducción de este principio general en su aplicación a Muévase a vendría a significar que ninguna operación de movimiento puede saltar en una sola aplicación dos (o más) nudos cíclicos, donde los nudos cíclicos pueden variar para cada lengua (Subyacencia sería pues el caso típico de principio sujeto a cierta parametrización): SN y O' en español, SN y O en inglés, etc. Véanse los siguientes ejemplos:
(24) El constructor [O' quei [O yo creí [O' ti que [O tú dijiste [O' ti que [O habías contratado ti]]]]]] está en la cárcel.
(25) *El constructor [O' quei [O yo contraté [SN al albañil [O' quej [O tj lo había denunciado ti]]]]] está en la cárcel.
En (24) el elemento relativo que, que en la
estructura-p aparecería en la posición del último ti, es decir como argumento interno con papel temático de
Tema asignado por el verbo contratar, sufre varios desplazamientos como
consecuencia de la aplicación sucesiva de Muévase a. En dichos
desplazamientos locales, como puede comprobarse, siempre se aloja en la posición
no argumental de COMP (o, si se adopta la estructura oracional de Chomsky (1986)
o Pollock (1989), en la posición Esp de COMP') y lo más que llega a cruzar en un
solo desplazamiento es un nudo O y un nudo O', de modo que se satisface la
condición de subyacencia, pues nunca se cruzan dos nudos SN o O', que son los
nudos cíclicos operativos en español. En (25) el relativo quei no puede alojarse
en la primera posición COMP puesto que ésta ya aparece ocupada por el relativo
quej, que también se ha movido. Por tanto quei tiene que moverse en un sólo
salto a una posición COMP superior y en ese desplazamiento cruza un nudo O' y un
nudo SN, violando así la condición de subyacencia.
Tras la aplicación del esquema transformacional
Muévase a, sujeta a las condiciones que hemos visto y a algunas
otras que sólo hemos mencionado, obtendríamos una nueva representación
sintáctica de las oraciones, la estructura-s. Dicha estructura estaría
restringida no sólo por los principios heredados del léxico y de la estructura-p
en virtud del principio de proyección sino además por restricciones propias la
mayoría de las cuales tratan sobre las relaciones jerárquicas que deben existir
entre pares de constituyentes dentro de un dominio dado. Como vamos a ver, en la
base de los principios de la Teoría del Caso, del Ligamiento y del Control, que
operan en este nivel, se encuentran unas relaciones configurativas muy básicas y
generales que son las que definen las posiciones y los dominios en los que es
posible relacionar unos constituyentes con otros.
Una de estas relaciones estructurales es la de
"mando-c" (c-command, abreviatura de constituent-command), definida
originalmente en Reinhart (1976) en el marco de la discusión de los fenómenos
anafóricos y más tarde redefinida por Aoun y Sportiche (1983) en los siguientes
términos:
(26) Mando-c
a manda-c a b si y sólo si ni a ni b se dominan mutuamente y toda proyección máxima que domine a a domina también a b.
Según esta definición, en (27) V y N'' se mandan-c recíprocamente y además ambos mandan-c a P'' y éste los manda-c a ellos.
(27)
A partir de la noción de mando-c se define la noción de "rección" (government), quizá la relación configurativa más importante dentro de la TPP:
(28) Rección
a rige a b si y sólo
si:
a) a manda-c a
b.
b)
a es un X0 (es decir, pertenece a la clase de
elementos rectores, integrada por: N, V, P, A, INFL y COMP).
c) toda proyección máxima que domine a
b domina a a.
Como se desprende de esta definición, la rección no es más que una versión de mando-c restringida a dominios locales muy específicos: mientras que mando-c puede darse entre dos nudos muy separados verticalmente en un árbol, la rección sólo se da en un dominio mucho más plano, como es el formado por el núcleo léxico de un sintagma y los elementos que concurren con él dentro de la proyección máxima de la que son ejes (dichos elementos coinciden con los que el núcleo de una manera u otra "exige", ya sea por razones semánticas o por razones meramente formales). Este carácter "local" de la relación de rección surge de la condición c) de la definición, que a efectos prácticos determina que entre el elemento rector y el regido no debe haber ninguna proyección máxima, pues en ese caso dicha proyección dominaría a b pero no a a, lo que violaría dicha condición c). Este último hecho se resume en la afirmación de que "Las proyecciones máximas son barreras a la rección". Así pues, en (29) V rige al primer N'' y a P'' pero no al N'' hermano de P puesto que aunque lo manda-c y V es un X0 entre ambos se interpone la proyección máxima P'' que actúa como barrera a la rección.
(29)
La noción de rección es fundamental es la
definición de un número importante de principios y restricciones en los más
diversos módulos de la teoría. Por ejemplo la subcategorización y la asignación
de papeles temáticos en la estructura-p se realizan bajo una estricta
observancia de la rección, es decir una categoría léxica sólo subcategoriza y
asigna papeles temáticos a aquellos constituyentes a los que rige. Además en la
estructura-s la rección juega un papel fundamental en la asignación de Caso, en
la Teoría del Ligamiento y en la Teoría del Control.
La Teoría del Caso tiene un papel fundamental en
la distribución de los SSNN con contenido fonético explícito. La noción de Caso
en la TPP se basa en la noción clásica de caso aunque tiene un carácter más
abstracto pues se asume que todos los SSNN con contenido léxico reciben Caso
aunque éste no se realice morfológicamente mediante marca flexiva alguna. En
ambos casos (valga el juego de palabras) lo que se pretende es hacer "visible"
de alguna manera la relación sintáctica que un SN guarda con otros
constituyentes de la oración. Unas lenguas hacen visible esta relación
morfológicamente (caso flexivo tradicional), otras mediante estrategias
sintácticas (orden de palabras, uso de
preposiciones/posposiciones/adposiciones). Así pues, estaríamos ante otro
principio o conjunto de principios sujeto a la parametrización de sus
manifestaciones superficiales.11
La idea fundamental de la Teoría del
Caso consiste en que si un SN no recibe Caso o, más exactamente, no aparece en
una posición a la que se asigna Caso, la estructura resultante es agramatical:
esto es lo que se conoce como el Filtro del Caso (Case Filter):
(30) Filtro del Caso
*SN, si SN tiene contenido fonético y no tiene Caso.
Aunque dentro de la TPP existe cierto debate en torno a si el Caso se asigna en la estructura-s, en la FL o incluso en la FF, aquí asumiremos que se asigna en la estructura-s (véase Lasnik y Uriagereka, 1988:9-10 para argumentación). Las principales reglas de asignación de Caso quedan resumidas en (31):
(31) Reglas de asignación de Caso
(i) INFL, si contiene Tmp, asigna Caso
Nominativo a [SN, INFL']INFL''
(ii) El verbo asigna Caso Objetivo (=Acusativo) a
la posición [SN, V]SV (es decir al SN hermano de V)
(iii) P asigna Caso Acusativo u Oblicuo a [SN,
P]SP
(i) significa que los verbos con formas
personales (es decir las que tienen el rasgo [+Tiempo] o el nudo Tmp, según las
versiones) asignan Caso Nominativo a la posición de sujeto (los formas no
personales de los verbos, en particular el infinitivo, caracterizadas por el
rasgo [-Tiempo], no asignan Caso); (ii) y (iii) significan que los verbos y las
preposiciones asignan Caso Acusativo/Oblicuo a sus complementos.
Gráficamente:
(32)
Si se observa detenidamente este esquema se comprobará que tras la casuística reflejada en (31) se esconde una importante generalización:
(33) El Caso se asigna bajo rección.
Así pues, la asignación de Caso es en realidad una manifestación particular
de la relación de rección: en concreto es una restricción de la relación de
rección a aquellos contextos en los que el elemento rector pertenece además al
grupo de los elementos capaces de asignar Caso. Según hemos visto, éstos son
fundamentalmente V y P entre las categorías léxicas e INFL entre las categorías
funcionales. Ni los nombres ni los adjetivos asignan Caso, lo que explica que
estos elementos no tengan SSNN como complementos.
La Teoría del Caso
es, por supuesto, mucho más compleja de lo que esta mera introducción puede
sugerir. Por ejemplo, ni siquiera hemos mencionado la asignación de Caso
Posesivo o Genitivo en lenguas como el inglés, ni el llamado "marcado
excepcional de caso" o la diferencia entre Caso estructural y Caso inherente,
etc. Sin embargo, para ilustrar al menos la importancia de este módulo y su
interacción con otros principios de la teoría vamos a ver el papel que desempeña
en la determinación del movimiento de los SSNN en una construcción ya mencionada
anteriormente, la de "ascenso del sujeto". En concreto, vamos a ver cómo dicho
movimiento se produce en configuraciones en las que un elemento con papel
temático no puede recibir Caso en la posición originaria y, por tanto, para
evitar que se produzca una construccion agramatical (por violación del Filtro
del Caso) se desplaza a otra posición donde puede recibir Caso. Recuérdense los
siguientes ejemplos ya vistos anteriormente:
(34) Parece que el jefe es muy arbitrario.
(35) El jefe parece ser muy
arbitrario.
Según hemos visto, el verbo parecer no asigna papel temático a la posición externa o de sujeto, lo que permite que dicho verbo pueda aparecer sin un sujeto explícito como en (34). ¿Cómo se explica entonces que en (35) parecer sí lleve un sujeto léxico explícito? En primer lugar debemos observar que dicha oración tiene exactamente el mismo significado que (34): a pesar de las apariencias formales, el jefe es el sujeto lógico del verbo ser en ambas oraciones, mientras que el verbo parecer es semánticamente tan impersonal en (34) como en (35). Así pues, la hipótesis más razonable es considerar que en ambas oraciones tenemos el mismo verbo, que aparecería especificado en el léxico de la siguiente manera:
(36) parecer: [+ V, (Q' - Proposición)]
A la vista de esto resulta, por tanto, que mientras (34) tiene una estructura más básica, en el sentido de que constituye una proyección más directa de las propiedades léxicas del verbo principal (véase (34')), (35) por el contrario parece ser una estructura derivada, en concreto, de la estructura-p (35'):
(34') Q' Parece [que el jefe es
muy arbitrario]
(35') Q' Parece
[el jefe ser muy arbitrario]
La única diferencia entre (34') y (35') radica en las propiedades de INFL,
que en el primer caso sería [+Tmp] mientras que en el segundo sería [-Tmp].
Según hemos visto, sólo una Inflexión con rasgos de tiempo puede asignar caso
nominativo, por lo que mientras el jefe recibe dicho Caso en (34') y la
estructura-p puede proyectarse sin más alteración a niveles posteriores, en
(35') el jefe no puede recibir caso del INFL de ser por lo que si se proyectara
dicha construcción tal y como está resultaría agramatical en la estrucutra-s por
violar el filtro del Caso. Para evitar esto, entre la estructura-p reflejada en
(35') y la estructura-s reflejada en (35) opera Muévase a, desplazando el sujeto de ser a la posición se sujeto de
parecer, donde puede recibir el Caso nominativo del INFL de dicho verbo,
satisfaciendo así el requisito impuesto por el Filtro del Caso.
Para
terminar este acelerado repaso de los principales módulos de la TPP, expondré
brevemente los fundamentos de la Teoría del Ligamiento, en la que de nuevo
veremos el papel fundamental que desempeñar la relación configurativa de
rección.
La Teoría del Ligamiento es uno de los módulos más
importantes del sistema. Se encarga de establecer las condiciones estructurales
en las que ciertos SSNN pueden interpretarse como co-referentes con otros SSNN
dentro de la misma oración. En particular caracteriza la distribución de los
pronombres personales, reflexivos y recíprocos, pero también delimita la
distribución de las llamadas categorías vacías por lo que sirve indirectamente
para imponer nuevas restricciones a la operación de Múevase a.
Para los propósitos de la Teoría del
Ligamiento las expresiones referenciales de una lengua, es decir, los SSNN,
pueden subdividirse en varias clases por medio de la combinación de los rasgos
[+/- pronominal] y [+/- anafórico]. Intuitivamente estos rasgos aluden al hecho
de que los SSNN con un valor positivo para el rasgo [anafórico] deben
obligatoriamente tener un antecedente, es decir no tienen referencia propia sino
que siempre la recogen de otro SN, mientras que un valor positivo para el rasgo
[pronominal] indica que el SN en cuestión puede tener un antecedente, pero
también puede tener una referencia independiente. El resultado de combinar los
rasgos señalados, cada uno con su valor especificado, es el siguiente:
(37)
[+anafórico, -pronominal]: Pronombres reflexivos/recíprocos: "anáforas".
[-anafórico, +pronominal]: Pronombres personales: "pronominales".
[-anafórico, -pronominal]: Expresiones referenciales.
Por cuestiones que no podemos detenernos a discutir aquí la combinación [+anafórico, +pronominal] es imposible por definición en el ámbito de los elementos nominales con contenido fonético, no así en el ámbito de las categorías vacías, que también pueden caracterizarse con el mismo sistema de rasgos:
(38)
[+anafórico, -pronominal]: Huella de SN.
[-anafórico, +pronominal]: pro
[-anafórico, -pronominal]: Huella de Qu-
[+anafórico, +pronominal]: PRO
La huella de SN y la de Qu- ya han surgido anteriormente al hablar de Múevase a: aparecen en las posiciones desde las que se ha desplazado un SN o un elemento interrogativo/relativo, respectivamente (véanse los ejemplos (39) y (40)). pro es la categoría vacía que la TPP postula como sujeto de oraciones como las que aparecen en (41). Esta categoría sólo aparece en lenguas sujetas al llamado "parámetro del sujeto nulo" (pro-drop parameter); en lenguas como el inglés esas mismas posiciones deben estar obligatoriamente ocupadas por pronombres con contenido fónico, como puede comprobarse en (42). Por su parte PRO es la categoría vacía que aparece típicamente como sujeto de verbos infinitivos en oraciones subordinadas, tales como (43) y (44). La distribución de PRO, por sus especiales características de elemento simultáneamente pronominal y anafórico, es determinada no por la Teoría del Ligamiento, sino por un módulo específico denominado Teoría del Control.
(39) El ex-funcionarioi fue encarcelado ti por el
implacable juez.
(40) ¿Cuándoi pagará la fianza ti?
(41) proi Estamos un poco hartos de este
artículoj. proj Es demasiado teórico.
(42) We
are a bit fed up with this paperj. Itj is too theoretical.
(43) Rosai espera PROi formar parte de la comisión.
(44) Antes
PROi morir que PROi perder la vida.
Para ilustrar los postulados fundamentales de la Teoría del Ligamiento nos concentraremos en las categorías plenas. Simplificando al máximo, como puede verse en los ejemplos siguientes, los tres tipos de SSNN con contenido fonético a los que hacíamos alusión se caracterizan por tener una distribución más o menos complementaria en cuanto a su capacidad de referir o no, en ciertas condiciones, a otro elemento de su entorno:
(45)
(a) Chomskyi se supera a sí mismoi.
(b) *Chomskyi espera [que Margarita se supere a sí
mismoi].
(46)
(a) *Chomskyi loi supera.
(b)
Chomskyi sabe [que sus enemigos lei envidian].
(47)
(a) *Noami supera a Noami
(b)
*Noami sabe [que Noami siempre nos sorprende].
De una manera informal y aproximativa podemos decir que una anáfora (es decir, un pronombre reflexivo/recíproco) debe tener un antecedente en su misma oración, un pronominal (pronombre personal) no puede tener un antecedente en la misma oración y una expresión referencial simplemente no puede tener un antecedente. Para sistematizar estas y otras intuiciones similares respecto a la distribución de los SSNN en virtud de sus posibilidades de correferencialidad la Teoría de Ligamiento formula los tres principios siguientes:
(48) Principios de Ligamiento
Principio A: Una anáfora debe estar ligada en su categoría rectora.
Principio B: Un pronominal debe estar libre en su categoría rectora.
Principio C: Una expresión referencial debe estar libre.
En estos principios hay varias nociones que es preciso definir. En primer lugar la noción de ligamiento:
(49) Ligamiento
a liga a b si y sólo si a manda-c a b y ambos tienen el mismo índice.
En segundo lugar, la noción de categoría rectora:
(50) Categoría rectora
La categoría rectora para b es aquella O o SN mínimo que contiene a b y a un elemento rector de b.
Así pues, lo que hacen los tres principios de la Teoría del Ligamiento es
especificar las condiciones en las que los SSNN presentes en una oración pueden
intepretarse como correferentes, definiendo por una parte el dominio en el que
pueden establecerse esas relaciones de correferencia (la noción de "categoría
rectora") y por otro la disposición estructural que los posibles elementos
correferentes deben ocupar dentro de ese dominio (la noción de "ligamiento").
Como puede verse, de nuevo reaparecen las nociones configurativas básicas a las
que hemos alusión en otros módulos de la teoría: mando-c (en la definición de
ligamiento) y rección (en la definición de categoría rectora).
3. Conclusión: algunos comentarios críticos.
Para concluir este breve repaso de los principales aspectos teóricos y técnicos del modelo que en la actualidad se considera como heredero más directo de la GGT clásica quisiera hacer algunas reflexiones orientadas principalmente a justificar el subtítulo del presente trabajo. Así pues, ¿en qué sentido o sentidos podemos decir que la moderna TPP es o tiende a ser una gramática "degenerativa"?
Según hemos tenido oportunidad de ver, un primer sentido en el que el término "degenerativo" resulta aplicable al modelo de gramática propuesto por la TPP tiene que ver la sustitución de las reglas dinámicas, procesuales, derivativas de la GGT clásica por principios estáticos, declarativos, concebidos como condiciones de buena formación cuya función no es generar o crear representaciones sintácticas, sino más bien evaluarlas y darles el visto bueno. Escribano resume este carácter ?no generativo? de la moderna TPP en los siguientes términos:
Las gramáticas generativas tempranas pueden interpretarse de un modo muy natural como gramáticas procedimentales, generadoras de estructura, poliestratales, derivativas, direccionales, de arriba-abajo... Hoy día, la mayoría de las variedades de gramáticas generativas ... se consideran a sí mismas "declarativas" y constan de "condiciones de correcta formación" cuya función es "permitir" las estructuras producidas por algún (generalmente inespecificado) generador extragramatical. (Escribano, 1993:253-254).
Este cambio en la concepción de sus propios principios, que implica la pérdida del carácter generativo de la gramática, no debe interpretarse como algo necesariamente negativo, sino que, antes al contrario, evidencia un deseo de compatibilizar la gramática con descubrimientos recientes en psicolingüística, neurofisiología y ciencia cognitiva sobre el funcionamiento del cerebro humano, del cual según hemos visto el lenguaje no sería más que una parte o una función más. Esta es, al menos, la evaluación que hacen Geest y Jaspers:
La gramática generativo-transformacional se ha vuelto en un sentido menos generativa y menos transformacional. Sin embargo, puesto que la nueva versión del modelo se parece más al lenguaje-I[nteriorizado] tanto con respecto a las prediciones empíricas como a las propiedades de diseño (modularidad, naturaleza evaluativa de los principios), hemos ganado mucho y perdido solamente la propiedad de un nombre. (Geest y Jaspers, 1991: 61).
Resulta curioso que el propio Chomsky se haya sentido aparentemente
ofendido por los comentarios de diversos autores que han señalado esta pérdida
del carácter generativo de la TPP. Recientemente Chomsky ha argumentado que él
nunca ha utilizado los términos "generativo" o "gramática generativa" en el
sentido recién comentado, sino que para él "gramática generativa" nunca ha
significado otra cosa que "gramática explícita".12
Ciertamente, Chomsky ha equiparado los términos "explícito" y "generativo" desde
muy temprano, como puede comprobarse en la siguiente cita, frecuente repetida,
tomada de Aspects:
Una gramática de una lengua pretende ser la descripción de la competencia intrínseca del hablante-oyente ideal. Si la gramática es, además, perfectamente explícita - en otras palabras, si no depende de la inteligencia del lector comprensivo sino que proporciona un análisis explícito de su contribución - podemos llamarla una gramática generativa. (Chomsky, 1965:5).13
Pues bien, lo que resulta curioso es que si aceptamos esta
interpretación, sin duda peculiar, que Chomsky hace del término "generativo"
como equivalente a "explícito", a la moderna TPP le resulta aplicable la
calificación de "degenerativa" incluso con más razón y en un sentido mucho más
crítico que el mencionado anteriormente, ya que la búsqueda de principios
universales que ha caracterizado con especial insistencia los desarrollos
recientes de la TPP ha tenido como contrapartida un abandono preocupante de la
explicitud y la precisión formal en los análisis de fragmentos significativos de
lenguas concretas, escamoteando detalles descriptivos que resultarían
fundamentales para evaluar la validez empírica y observacional de los principios
propuestos. Esta falta de explicitud se refleja tanto en aspectos concretos de
la teoría, como puede ser la adopción de un modelo X-barra u otro (lo cual, como
ha enfatizado Escribano (1991:8, passim) puede ser determinante en la evaluación
del funcionamiento de muchos otros componentes de la gramática), como en una
tendencia generalizada en la mayoría de los trabajos hechos dentro de la TPP a
concentrarse con una insistencia rayana en lo tedioso en un conjunto
extraordinariamente restringido de construcciones (pasiva, construcciones de
ascenso, relaciones anafóricas y de control, etc.) en las cuales se estudia una
y otra vez el funcionamiento de los principios estipulados sin llegar nunca a
mostrar el funcionamiento de estos principios en un marco más amplio
suficientemente representativo. Esta crítica de falta de explicitud y rigor
formal ha sido aireada repetidamente y con distintos grados de virulencia por
diversos autores, muy especialmente por los adeptos a la Gramática de Estructura
Sintagmática Generalizada, que se presentan a sí mismos como la auténtica
alternativa "generativa" moderna a la TPP. Las siguientes citas no son más que
una muestra de esta crítica generalizada al carácter "de-generativo" (= no
explícito) de la TPP:
Con la concentración en la adquisición y en la gramática universal, muchos detalles en los análisis de construcciones particulares empezaron a recibir menos atención. Paralelamente, la preocupación por la explicitud y la formalización disminuyó ... Conforme Chomsky ha tratado de conseguir niveles cada vez mayores de adecuación en sus teorías, se ha preocupado cada vez menos por analizar los detalles específicos de construcciones particulares. (Wasow, 1985:197).Lamentablemente se ha vuelto cada vez más común últimamente encontrar lingüistas que sugieren que es posible discutir hipótesis amplias sobre la teoría gramatical sin un trabajo formal que demuestre que ciertas implicaciones se siguen de esas hipótesis y sin un trabajo descriptivo que muestre que las presuntas implicaciones están bien confirmadas... Nuestro uso del término "gramática generativa" ... incluye poco de la investigación hecha bajo la rúbrica del modelo "Rección y Ligamiento" puesto que hay pocos signos de cualquier compromiso con la especificación explícita de gramáticas o principios teóricos en este género de lingüística. (Gazdar et al., 1985:6).
... eso es precisamente lo que está ocurriendo desde hace años en la teoría GB, donde se investiga exhaustivamente en ciertos aspectos formales y de diseño del mecanismo conceptual sin llegar nunca a resolver problemas tan 'humildes' como el de determinar concluyentemente cuál debe ser, según la teoría, la estructura de constituyentes de ciertos tipos de frases en una lengua cualquiera. (Escribano, 1991:8).
Así pues, como puede verse, se da la gran paradoja de que al pretender
defenderse de una aplicación del término "degenerativo" en el primer sentido
visto, una aplicación que por lo demás no tenía connotaciones necesariamente
negativas, Chomsky ha dado pie a una aplicación de dicho término a la TPP en un
sentido mucho más crítico que le imputa el abandono de la explicitud, el rigor
formal y la exhaustividad en la aplicación de los principios postulados a un
dominio lingüístico suficientemente amplio y representativo.
Habría quizá un tercer sentido en el que el término "degenerativo"
resulta aplicable a la TPP y que tiene que ver con el abandono que se observa en
publicaciones recientes de una actitud restrictiva en la formulación de
principios descriptivos, lo cual contradice en la práctica los frecuentes
recordatorios por parte de Chomsky de la necesidad de que las teorías
gramaticales sean lo más restrictivas posibles con el fin de poder constituir
auténticas representaciones de la facultad innata del lenguaje e hipótesis
explicativas del problema de la adquisición. Análisis como los que hemos visto
de la estructura de la oración, basados en una multiplicación geométrica de
categorías funcionales abstractas como INFL, COMP, CONC, no son más que un
ejemplo entre muchos que podrían mencionarse de esta tendencia a complicar el
aparato teórico-descriptivo para cubrir un dominio cada vez más restringido de
datos reales. Afortunadamente, esta tendencia, a mi modo de ver "degenerativa"
en el peor sentido posible, ya ha empezado a ser corregida y es de esperar que
en los próximos años se produzca un retorno a la formulación de hipótesis más
restrictivas y más explícitas, debidamente constrastadas con un corpus de datos
suficientemente representativo.
Notas
1. Véase Chomsky (1989:43).
2.
Véase Chomsky (1989: 70 n.1).
3. Véanse, entre otros,
Droste y Joseph (1991), Botha (1992), Mahmoudian (1993), Wasow (1985) y
Escribano (1993).
4. Dicha reconstrucción ha sido
admirablemente hecha en sus aspectos históricos en la ya clásica obra de
Newmeyer (1980) y en los aspectos técnicos en Riemsdijk y Williams (1986). Véase
también Horrocks (1987) para una reconstrucción condensada pero particulamente
clarificadora.
5. Utilizo aquí el prefijo "de-" en su
sentido puramente privativo, es decir, el mismo que encontramos en vocablos como
decapitar, degradar, etc..
6. Véase también Speas
(1990) para una postura similar. En Escribano (1993:259) se insiste en la misma
idea: "the idea of "movement" is just a convenient metaphor. There are
notational variants of Move Alpha which do not imply "movement"".
7. Por limitaciones obvias de espacio me referiré únicamente a
los módulos más significativos del sistema, en particular a aquellos que operan
principalmente en los niveles de estructura-p y estructura-s.
8. La hipótesis de la descomposición de INFL es a veces
conocida informalmente entre los practicantes de la teoría como la "Hipótesis de
la Explosión de INFL? (Exploded INFL Hypothesis) o como el "Big Bang Funcional"
(Functional Big Bang).
9. Como sin duda habrá observado
el lector, la reducción del complejo componente transformacial de la GGT clásica
al esquema Muévase a de la TPP
es totalmente equiparable a la reducción de las reglas de estructura
sintagmática a los esquemas de la Teoría X-barra: ambos procesos entran dentro
del programa minimalista de sustitución de sistemas de "reglas" por sistemas de
"principios" parametrizables.
10. Cada vez con mayor
insistencia, Chomsky ha tratado de postular un principio según el cual el
movimiento sólo se produce cuando es necesario, es decir, cuando la ausencia de
movimiento produciría agramaticalidad (véase, por ejemplo, Chomsky 1989). Este
principio recibe a veces el nombre de "Principio del Mínimo Esfuerzo" o
"Principio Orwelliano" por analogía con uno de los principios formulados por
Orwell en su novela 1984: "Lo que no está prohibido, es obligatorio; lo que no
es obligatorio, está prohibido". En cualquier caso, el Principio del Mínimo
Esfuerzo puede convertirse en uno de los principios fundamentales del Programa
Minimalista.
11. Otro parámetro del principio casual
serie el número y la variedad de casos que distinguen las lenguas.
12. Véase Chomsky (1965:4), (1986a) y (1989:70, n.1).
13. Es interesante observar, no obstante, que justo en el
párrafo anterior a esta declaración Chomsky parece utilizar el término
"generativo" en un sentido más cercano a nuestra primera interpretación, es
decir el sentido según el cual "generativo" sería más o menos equivalente a
"dinámico", "procesual", etc. como características definitorias del modelo
original:
Es necesario rechazar el concepto de langue [de Saussure] como un mero inventario sistemático de entidades y volver más bien a la concepción Humboldtiana de la competencia subyacente como un sistema de procesos generativos. (Chomsky, 1965:4, énfasis añadido).
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