La Teoría de los Principios y los Parámetros.
¿Hacia una Gramática "Degenerativa"?

[Publicado en: Luque Durán, J. de D. & A. Pamies Beltrán (eds.)(1997),  Panorama de la Lingüística Actual. Granada: Método Ediciones, Serie Granada Lingvistica, págs. 181-215. ISBN: 84-7933-950-0]

Juan Santana Lario
Universidad de Granada
 
 

0. Introducción

En las páginas que siguen expondré los aspectos técnicos y teóricos fundamentales que caracterizan a un modelo lingüístico conocido en la actualidad bajo diversas denominaciones, ninguna de ellas especialmente afortunada ya en la lengua en la que originalmente han sido acuñadas, es decir, el inglés, mucho menos en su translación al castellano: "Teoría Estándar Ampliada Revisada" (Revised Extended Standard Theory), "Teoría de la Rección y el Ligamiento" (Government and Binding Theory), "Teoría de los Principios y los Parámetros" (Principles and Parameters Approach) y "Programa Minimalista" (Minimalist Program).

La primera de estas denominaciones enfatiza la conexión del modelo en su estado actual con estadios anteriores del desarrollo de la Gramática Generativo-Transformacional (Teoría Estándar, Teoría Estándar Ampliada), aunque el propio Chomsky ha afirmado que el modelo actual constituye una ruptura bastante radical con la tradición histórica (incluída la generativa), incluso mayor que la que supuso la propia gramática generativo-transformacional en sus orígenes.1 La denominación Teoría de la Rección y el Ligamiento es quizá la más frecuentemente utilizada. Esta denominación surge del título bajo el que se publicaron una serie de conferencias pronunciadas por Noam Chomsky en la Scoula Normale Superiore de Pisa en abril de 1979: Lectures of Government and Binding. Aunque el nombre resulta adecuado para esta serie de conferencias y para la publicación resultante, pues en ellas Chomsky se concentra en dos de los componentes o módulos de la teoría, ésta va mucho más allá de dichos dos módulos (de hecho incluye más de media docena, como veremos). El propio Chomsky ha rechazado explícitamente esta denominación por engañosa, recomendando en su lugar la de Teoría de los Principios y los Parámetros.2 Así pues, ésta es la que he escogido en el presente trabajo para referirme al modelo chomskyano desarrollado durante la década de los ochenta y lo que va de los noventa. La última denominación a la que antes hacía alusión, la de Programa Minimalista, ha empezado a utilizarse recientemente en algunas publicaciones del propio Chomsky y de Luigi Rizzi, pero se trata de una denominación todavía poco extendida, por lo que he preferido no adoptarla en tanto en cuanto su uso no se generalice entre los propios practicantes de la teoría.

Debe quedar claro que al elegir la TPP como tema de este trabajo me concentro exclusivamente en uno de los modelos contemporáneos que se reclaman herederos de la tradición generativista iniciada por Chomsky en 1957. Durante las décadas de los años setenta y ochenta ha ido surgiendo otras corrientes o escuelas que aun reconociéndose herederas directas o indirectas de dicha tradición se apartan en mayor o menor grado de la misma hasta el punto de que llegan a plantearse como alternativas a la TPP dentro de esa tradición común. Así, los modelos conocidos como Generalized Phrase Structure Grammar, Head-Driven Phrase Structure Grammar, Lexical-Functional Grammar, Relational Grammar, Arc Pair Grammar y algunas otras cuentan entre sus practicantes con antiguos generativistas que en un momento u otro decidieron abandonar la ortodoxia chomskyana para abrir nuevas vías de investigación lingüística. La comparación sistemática y exhaustiva de estas diversas aproximaciones al fenómeno lingüístico es un ejercicio metateorético que sólo muy recientemente ha empezado a realizarse y que promete sin duda ofrecer frutos muy interesantes.3

Por razones de claridad expositiva he dividido el presente trabajo en tres partes, bastante desiguales en cuanto a su extensión. En una primera parte trataré de situar históricamente a la TPP dentro del marco general de la gramática generativo-transformacional. En la segunda parte, que constituye el núcleo central de la exposición, presentaré con cierto detalle, los componentes fundamentales del modelo TPP prestando especial atención a lo que podríamos llamar el componente algorítmico del modelo. Finalmente, en la tercera parte haré una evaluación global del modelo y trataré de justificar por qué la TPP puede considerarse en varios sentidos una gramática "degenerativa".
 
 

1. Antecedentes históricos.

Aunque la denominación Teoría de los Principios y los Parámetros no empieza a utilizarse con cierta frecuencia hasta la segunda mitad de la década de los ochenta, particularmente en las obras de Chomsky, Knowledge of language, Barriers, ambas de 1986, y Language and problems of knowledge, de 1988, el modelo lingüístico al que se alude bajo esta denominación había cristalizado ya a principios de dicha década, con la publicación en 1981 de las ya mencionadas Lectures on Government and Binding de N. Chomsky y de su continuación Some Concepts and Consequences of the Theory of Government and Binding en 1982. Este modelo de teoría sintáctica es el resultado de una extensa y profunda revisión a lo largo de veinticinco años de los planteamientos lingüísticos que estaban en la base de la llamada Teoría Estándar de la Gramática Generativo-Transformacional, tal y como habían quedado plasmados en las primeras obras de Chomsky, es decir, en Syntactic structures (1957) y, muy especialmente, en Aspects of the theory of syntax (1965).

No puedo detenerme aquí en una minuciosa reconstrucción histórico-teórica de la, sin duda, fascinante evolución de la Gramática Generativa en estos últimos treinta y pico años.4 Me limitaré por tanto a recordar algunos de los postulados básicos de la teoría que se han mantenido más o menos inalterables a lo largo de esta evolución, para luego señalar los que a mi juicio son los cambios más importantes que se han ido produciendo hasta conferir a la teoría el aspecto que adquiere a partir de las conferencias de Pisa.

La concepción generativista de la naturaleza de su objeto de estudio, es decir, del lenguaje, no ha variado sustancialmente en todos estos años. Frente a la concepción positivista, taxonómica, predominante hasta el estructuralismo bloomfieldiano, que entiende el lenguaje como un conjunto de expresiones, esto es, de datos, la lingüística chomskyana siempre ha entendido el lenguaje como una facultad, como un conocimiento alojado en la mente, que está allí incluso cuando no se utiliza. El lenguaje es, por tanto, un sistema mental de conocimiento que forma parte de la dotación biológica de la especie humana y que a través de la interacción con el entorno crece desde su estado inicial en el nacimiento de todo ser humano hasta alcanzar su estado definitivo en la edad adulta. Chomsky siempre ha defendido la existencia de un conjunto innato de principios lingüísticos básicos, generalmente conocidos como la "Gramática Universal" (GU), que formarían parte inherente de la herencia genética de todos los hablantes. Los dos argumentos principales tradicionalmente esgrimidos en defensa de esta hipótesis son, por un lado, la existencia constatada de múltiples similitudes entre las lenguas particulares, incluso entre aquellas de dudoso parentesco histórico, y, por otro lado, el hecho de que, aun estando sometido a un estímulo lingüístico exterior mínimo, el hombre sea el único animal capaz de adquirir y utilizar un sistema tan sutil e intricado como es cualquier lengua natural, hecho que, según Chomsky, sólo puede explicarse asumiendo la existencia de ese conjunto de principios lingüísticos innatos y hereditarios que constituyen la GU.

De esta concepción del lenguaje surge un planteamiento de la tarea del lingüista muy diferente del que se tenía hasta entonces. La lingüística positivista, incluido como hemos dicho el estructuralismo, al menos el americano, consideraba que la tarea fundamental del lingüista consiste en presentar de un modo más o menos ordenado una serie de datos lingüísticamente relevantes en una lengua dada, es decir los productos de nuestro comportamiento lingüístico. Por el contrario, para el generativista, su tarea consiste en última instancia en descubrir y formalizar el sistema mental que se encuentra en la base de dichos productos lingüísticos. De ahí surge precisamente la clásica dicotomía establecida por Chomsky entre competencia (el conocimiento lingüístico permanentemente disponible) y actuación (el uso, los productos, de esa facultad lingüística). La gramática chomskyana sería por tanto una teoría de la competencia lingüística, la gramática entendida como una representación abstracta del estado cognitivo que precede o suybace, por así decirlo, a la producción de expresiones concretas en una lengua dada. Obviamente, el lingüista generativo no ignora los productos de la facultad lingüística. De hecho, constituyen uno de los materiales fundamentales a su alcance en la tarea de reconstrucción de la facultad de lenguaje, aunque, ciertamente, no el único.

Dado que nuestro acceso directo al cerebro humano es muy limitado, la construcción de modelos de la facultad lingüística basados únicamente en los datos empíricos resulta siempre muy tentativa y es de esperar que esté sujeta a constantes revisiones. La historia de la gramática generativa durante los últimos treinta años, con sus múltiples replanteamientos, puede concebirse de hecho como el proceso de construcción de una única teoría, modificada y reorganizada allí donde ha ido siendo necesario con el fin último e inalterado de representar del modo más adecuado la facultad lingüística que anida en el cerebro de los hablantes.

Así pues, )qué es lo que hay ido cambiando? A mi juicio dos son los cambios teóricos más importantes que se han producido, los cuales a su vez han dado lugar a numerosos cambios técnicos en la formalización de la teoría. Por una parte, se ha producido un cambio en la concepción de la gramática, que ha pasado de plantearse como un conjunto de reglas a plantearse como un conjunto de principios y parámetros; por otra parte, ha habido un cambio de énfasis en el criterio de evaluación de la gramática, habiéndose pasado de un énfasis en la adecuación descriptiva y observacional hasta mediados de los setenta a un mayor énfasis en la adecuación explicativa a partir de entonces. En los próximo párrafos desarrollaré mínimamente estos dos aspectos.

Desde los orígenes mismos de la Gramática Generativa, Chomsky mostró una gran preocupación respecto a cuál puede ser el formato óptimo que debe adoptar la gramática para constituir una representación verdadera y ajustada de la competencia lingüística de los hablantes, es decir, de ese conocimiento o facultad lingüística innata que Chomsky les atribuye. En las primeras obras, particularmente en Syntactic Structures y Aspects, el trabajo de Chomsky se caracterizó por un alto grado de explicitud formal y por un interés claro en las propiedades matemáticas de los formalismos gramaticales. La conclusión más importante a la que se llegaba en Aspects es que la mejor manera de caracterizar la gramática interiorizada de los hablantes es mediante sistemas de reglas, entendidas como instrucciones muy explícitas y muy precisas sobre la formación y la transformación de las estructuras espícificas en una lengua dada. Así, en esas obras tempranas se formulaban lo que se conococían como "reglas de estructura sintagmática" (phrase structure rules) que contenían las instrucciones básicas para generar oraciones, SSNN o SSVV bien formados, así como "reglas transformacionales", que, como su propio nombre indica, transforman unas estructuras concretas en otras dando cuenta así de las relaciones profundas que los hablantes perciben entre construcciones superficialmente distintas (activa/pasiva, declarativa/interrogativa, etc).

Con el tiempo, y por razones tanto empíricas como de principio, esta concepción de la gramática como conjunto de reglas ha ido siendo sustituida por lo que se denomina un sistema modular de principios y parámetros: los principios se conciben como un conjunto muy reducido y bastante abstracto de "condiciones de buena formación" (well-formedness conditions) sobre las oraciones y en este sentido tienen un carácter estático, declarativo, frente al carácter dinámico, procedimental que tenían las reglas de estadios anteriores. Cada uno de estos principios, que son universales, tiene una serie de parámetros o valores que es preciso fijar en cada lengua particular. De hecho, la gramática de una lengua particular no es más el conjunto de valores asignados a estos parámetros, mientras que todo lo demás, los principios, se entiende que pertenecen a la GU. El propio Chomsky utiliza la siguiente analogía para caracterizar el modelo TPP:

Se trataría de algo así como un sistema con un complejo e intricado entralazamiento de cables, algunas de cuyas conexiones no han sido establecidas todavía, y con, digamos, una caja de interruptores que deben estar en una de varias (quizá sólo dos) posiciones, para que así el sistema en su conjunto pueda comenzar a funcionar. A estos interruptores es a lo que denominamos "paramétros", y éstos tienen que ser fijados por la experiencia que es la que dice cómo deben colocarse estos interruptores. (Chomsky, 1986a:454).El conjunto de principios susceptibles de parametrización es lo que constituye la GU. La adquisición de una lengua particular consiste en el proceso de fijación de esos parámetros a partir de la exposición a un conjunto reducido de datos en un medio lingüístico concreto y en un período de tiempo relativamente breve. El conjunto de principios de la GU con sus parámetros debidamente fijados es lo que constituye la "gramática nuclear" (core grammar) de una lengua particular. Esta intepretación de la GU y de la gramática de las lenguas particulares constituye una auténtica hipótesis explicativa del proceso de adquisición de lenguas: el niño no tiene que aprender la lengua desde cero a partir de la exposición a un estímulo lingüístico externo bastante reducido y fragmentario, sino que los principios lingüísticos fundamentales forman parte de su herencia genética y el estímulo lingüístico externo sólo le es necesario para fijar los valores concretos de una serie de parámetros no fijados al nacer.

Una característica fundamental del sistema de principios de la TPP, frente a las reglas de la GGT clásica, es su carácter modular. Por tal se entiende el hecho de que ningún principio es total e independientemente responsable de todas las características particulares de una construcción dada, sino que más bien los diversos principios postulados actúan simultáneamente determinando cada uno de ellos sólo características concretas de dicha construcción. Más adelante ilustraremos esta idea cuando veamos como el principio transformacional Muévase a interactúa con otros principios de la teoría para determinar en última instancia qué constituyentes pueden moverse y a qué posiciones. De momento baste decir que el planteamiento modular de la TPP tiene importantes ventajas sobre el tratamiento generativo clásico basado en reglas específicas y exhaustivas para estructuras particulares. En primer lugar, permite hacer generalizaciones de varios tipos de un modo natural, ya que se supone que los principios de los diversos módulos son aplicables a construcciones diversas. Así, por ejemplo, los principios de la teoría X-barra explican ciertos hechos sobre la estructura no sólo de cada tipo de sintagma en particualr, sino de cualquier tipo de sintagma, algo que las reglas de estructura sintagmática no podían hacer al tratarse de reglas específicas para construcciones concretas. En segundo lugar, la concepción modular es mucho más acorde con el programa de investigación y caracterización de los universales lingüísticos que constituyen la facultad humana del lenguaje, ya que, como he señalado, cada principio está parametrizado, de modo que al comparar lenguas distintas los principios permiten formular ciertas generalizaciones, mientras que los parámetros expresan las variaciones en la manifestación de dichos principios. Así, por ejemplo, mientras que los principios del módulo X-barra permiten expresar una generalización sobre la estructura de los sintagmas en lenguas tan distintas como el inglés y el japonés (en concreto, el hecho de que en ambas lenguas los sintagmas incluyen un núcleo acompañado por uno o varios complementos), ciertos parámetros de las teorías temática y de Caso darán cuenta del hecho de que en inglés un núcleo precede a sus complementos, mientras que en japonés el núcleo sigue a sus complementos. Estos hechos inter-lingüísticos resultan totalmente inexpresables mediante reglas de estructura sintagmática específicas.

El planteamiento de la gramática como un conjunto de principios y parámetros en lugar de como un conjunto de reglas específicas para cada construcción y para cada lengua, le viene impuesto a Chomsky por su deseo de explicar el problema de la adquisición del lenguaje. En épocas anteriores el énfasis de la GGT estuvo en la elaboración de gramáticas que permitieran generar todas y sólo las construcciones gramaticales de una lengua, consiguiendo así lo que se denominaba "adecuación observacional" y "adecuación descriptiva". Esto se consideraba como un primer paso necesario en el camino hacia la formulación de una verdadera GU. Desde mediados de los setenta Chomsky empezó a cambiar su énfasis y a prestar más atención a lo que desde el principio se consideró como el nivel máximo de adecuación de la gramática: la adecuación explicativa. Para Chomsky esto se traducía en dar respuesta al problema que desde entonces iba a centrar su interés: el problema de la adquisición del lenguaje. El hecho más sorprendente respecto al lenguaje, según Chomsky, es el gran salto que existe entre el pequeño y arbitrario conjunto de datos lingüísticos al que el niño que aprende una lengua se ven expuesto y la prácticamente ilimitada habilidad de los adultos para intepretar y producir mensajes a partir de un número finito de recursos lingüísticos. Este clásico argumento de la "pobreza del estímulo" indica que la facultad lingüística innata al hombre restringe en gran medida el número y el tipo de hipótesis posibles al alcance del niño sobre la estructura de la lengua que está aprendiendo. Esto nos conduce a un planteamiento en el que se extrae todo lo que sea posible de la gramática de las lenguas particulares y se incorpora en forma de principios a la llamada GU. Obviamente, estos principios tienen que ser máximamente generales y abstractos pues sólo así se concibe que puedan formar parte de la herencia genética de la especie.

Como he señalado, estos cambios en la concepción general del formato de la GU y en la medida evaluadora de los modelos propuestos para la misma están detrás de numerosos cambios en la apariencia formal de los análisis y en el tipo de mecanismos técnicos en los que éstos se basan. La supresión de las detalladas reglas de estructura de frase y su sustitución por las especificaciones mínimas de los principios de la Teoría X-barra sería un caso especialmente relevante. La drástica reducción del componente transformacional de la GGT clásica a un sólo esquema transformacional, el conocido como Muévase a , en la moderna TPP es otro ejemplo no menos relevante. En ambos casos, como puede observarse, se trata de cambios reductores que pretenden minimizar los componentes en cuestión, lo cual forma parte de un programa minimalista más extenso que busca la máxima economía en la derivación de las expresiones lingüísticas, tal y como queda patente en los títulos y en el contenido de algunas de las últimas publicaciones de Chomsky: "Some notes on economy of derivation and representation" (1989) y "A minimalist program for linguistic theory" (1992).

2. Funcionamiento del modelo

Los principios supuestamente universales que se formulan en la TPP se conciben como condiciones de correcta formación que toda oración debe satisfacer. Estos principios quedan agrupados en lo que a menudo se conoce como "módulos", es decir, sistemas más o menos autónomos que actúan en niveles particulares de la derivación. La derivación completa de una secuencia gramatical implica necesariamente la interacción de estos módulos diversos, de modo que en última instancia para que una secuencia sea aceptada como gramatical (es decir, como una secuencia posible en una lengua dada) tiene que ser aprobada por todos los módulos, lo que equivale a decir que tiene que cumplir con todos los principios del sistema debidamente parametrizados para cada lengua particular.

Una idea que se conserva en la TPP y que ya estaba en versiones anteriores de la GGT es la de que la gramática se estructura en varios "niveles de representación" para la generación de una secuencia gramatical. En cada uno de estos niveles se expresan propiedades diversas de las oraciones como resultado de los principios o modulos que operan en cada nivel. La moderna TPP reconoce cuatro de estos niveles, que de un modo simplificado pueden representarse del siguiente modo:

(1)
 


 

Las estructuras p y s están obviamente relacionadas con las estructuras profunda y superficial, respectivamente, de la GGT clásica pero dado que juegan un papel ligeramente distinto dentro de la teoría se ha considerado conveniente utilizar nombres distintos. Como veremos, estos dos niveles de representación sintáctica están relacionados entre sí mediante un componente transformacional mínimo que a diferencia del componente transformacional clásico incluye una única transformación o más exactamente un único esquema transformacional conocido como Múevase a .

Los niveles llamados FF y FL se conciben como niveles interfaz entre la gramática y el "mundo exterior". La FF es el nivel en el que operan las reglas fonológicas para otorgar a la secuencia gramatical producida por la estructura superficial una forma final pronunciable. Por su parte, FL es el nivel equivalente a FF en el lado del significado, es decir, el interfaz entre la gramática y ciertos sistemas semánticos y pragmáticos. No obstante, a pesar de su nombre, la FL suele concebirse como un nivel de representación sintáctica más en el que ciertos aspectos semánticos como el alcance de los cuantificadores o de los elementos interrogativos, surge de representaciones configurativas específicas. En última instancia, lo que cada lengua produce es un conjunto de pares formados por representaciones extraídas de los niveles FF y FL. En trabajos recientes, Chomsky ha sugerido que un diseño particularmente simple para el lenguaje utilizaría únicamente estos dos niveles interfaz, los únicos dos que son conceptualmente necesarios. Esta hipótesis forma parte del programa "minimalista" que está siendo investigado en la actualidad.

Una diferencia significativa entre la TPP y modelos anteriores de la GGT reside precisamente en la concepción de la relación existente entre los distintos niveles de representación o, más exactamente, entre las representaciones que cada uno produce de la estructura de las oraciones. En la Teoría Estándar se consideraba que las representaciones producidas por un nivel servían de entrada a procesos transformacionales como resultado de los cuales se producían las representaciones correspondientes al siguiente nivel. En este sentido, la GGT clásica era una teoría poliestratal plenamente generativa y transformacional con una concepción dinámica y procesual de las reglas que postulaba: unas reglas actúan antes que otras, unas representaciones derivan de otras, etc.

Por el contrario, la moderna TPP tiende cada vez más a asumir la simultaneidad de las diversas representaciones de la estructura de una cadena gramatical y a considerar que la producción de ésta es el resultado de superponer las diversas representaciones producidas en cada nivel. En otras palabras, en TPP tiende a minimizarse el carácter dinámico, secuencial de la gramática, potenciando una concepción más "estática" o "declarativa": los principios que operan en los diversos niveles ya no "generan" o "transforman" las representaciones como hacían las reglas de la Teoría Estandar, sino que más bien "evalúan" o "legitiman" las representaciones. Este es, pues, el primer sentido en el que podemos decir que la TPP, por comparación con la Teoría Estandar es una gramática no sólo menos transformacional sino también menos, quizá nada, "generativa", es decir una gramática "de-generativa".5 Incluso el esquema transformacional Muévase a , que como su propio nombre sugiere es el elemento más claramente dinámico de la TPP, tiende en la actualidad a ser interpretado en un sentido estático. Véase si no la siguiente afirmación de Escribano:

Hay que señalar que Mueva a puede ser interpretada estáticamente ... En realidad, cuando se dice que >a se mueve de la posición x a la posición y= eso equivale más o menos al par de estipulaciones >a es lícito en x bajo las condiciones Ci ... Cn= y >a es lícito en y bajo las condiciones Cj ... Cm= ... Correspondientemente, deben interpretarse los diversos niveles de representación aludidos (estructura-p, estructura-s, Forma Lógica, etc.) simplemente como distintos conjuntos de condiciones que han de ser satisfechas por la expresión indicada. (Escribano, 1991:195).6La pérdida del carácter dinámico de la gramática lleva emparejada la pérdida progresiva de su carácter poliestratal, puesto que aunque se siguen reconociendo cuatro niveles de representación éstos en realidad no deben intepretarse como una "sucesión" de representaciones distintas, sino como conjuntos de propiedades distintas que la cadena debe satisfacer simultáneamente. En esto la TPP se estaría acercando cada vez más a otros modelos contemporáneos como la GPSG o la HPSG, declaradamente monoestratales.

Los cuatro componentes o niveles de representación que hemos mencionado constituyen lo que suele denominarse el sistema computacional o algorítmico de la gramática. Sin embargo, este sistema no funciona autónomamente sino que actúa sobre la información que le proporciona en primer lugar el componente léxico. El Léxico puede concebirse como una enorme base datos que contiene los elementos léxicos que entran en el sistema computacional. De hecho, el Léxico constituye el punto de partida de todo el sistema y es por tanto el responsable último de la estructura final de las oraciones de una lengua, una característica que la TPP comparte con muchos otros modelos comtemporáneos y que la distingue de la GGT clásica donde el léxico tenía un papel más bien secundario pues constituía el punto de llegada en la derivación, mediante las reglas de inserción léxica en las estructuras generadas por la sintaxis, en lugar del punto de partida como sucede en la actualidad.

Veámos con algo más de detalle cómo se produce la interacción entre los diversos módulos del sistema, tal y como queda reflejado en el esquema (2), ampliación de (1):7

(2)
 


 

Como he señalado, el Léxico es el lugar donde se almacenan distintos tipos de información sobre los lexemas de una lengua, tales como información relativa a la categoría gramatical y a la subcategoría a la que un determinado lexema pertenece, así como información sobre los papeles semánticos (que en la TPP se denominan "papeles temáticos") de los argumentos que acompañan a dicho lexema en la predicación. Así, una representación simplificada del verbo regalar en el Léxico, adoptaría la siguiente forma:

(3)

regalar: [+V, (Agente, Tema, Meta)]
                                   SN     SN
                                             SP

Las propiedades de los elementos léxicos son proyectadas en los distintos niveles de representación sintáctica previstos por la teoría. En esta proyección del léxico a la sintaxis es preciso observar las restricciones impuestas por el llamado Principio de Proyección, quizá el principio más importante y general de toda la TPP:

(4) Principio de Proyección

Los requisitos categoriales de las piezas léxicas deben satisfacerse en todos los niveles de representación de la oración.Este principio pretende dar un carácter técnico a una idea que parece de sentido común y que sin embargo no es estrictamente compartida por otras corrientes lingüísticas contemporáneas (por ejemplo la GPSG): la idea de que una palabra, en virtud de su significado, selecciona qué elementos pueden aparecer con ella y deben acompañarla en todos los niveles de representación gramatical. Por ejemplo, si el verbo regalar requiere un SN como complemento con el papel temático de Tema, entonces dicho complemento debe acompañarle a lo largo de toda la derivación. El Principio de proyección establece, por tanto, como condición mímina para la buena formación de las oraciones el que se satisfagan ciertas restricciones categoriales impuestas por los lexemas y que dichas restricciones permanezcan inalterables aunque se produzcan cambios formales en la oración.

Aparte de la restricción general impuesta por el Principio de Proyección, que, de hecho, debe observarse no sólo en la estructura-p sino en todos los demás niveles de representación, en cada uno de estos niveles de representación deben satisfacerse restricciones específicas. En la estructura-p, las restricciones operativas son las que se derivan de la llamada Teoría X-barra y las impuestas por la Teoría Temática. La primera especifica las condiciones formales y la segunda las condiciones semánticas que debe satisfacer la representación de las oraciones en este nivel. De hecho, la estructura-p se concibe como una pura estructura argumental proyectada directamente de las propiedades de subcategorización de las piezas léxicas y constreñida formalmente por los requisitos de X-barra.

La teoría X-barra es el módulo que substituye a las reglas de estructura sintagmática de la GGT clásica. Su desarrollo durante la década de los setenta (iniciado en Chomsky, 1970, y elaborado de un modo detallado en Jackendoff, 1977) estuvo motivado por dos hechos en principio independientes. En primer lugar, por el reconocimiento de similitudes estructurales entre los distintos tipos de categorías de una lengua, en particular las categorías sintagmáticas o frásticas. Esta constatación empírica posibilitó la formulación de principios estructurales generales que sustituyeran a las reglas específicas previamente formuladas para cada tipo de sintagma, lo cual resultaba además plenamente coherente con la búsqueda de la adecuación explicativa (es decir, la respuesta al problema de la adquisición del lenguaje) que caracteriza la evoluación de la Teoría Estándar a la TPP. En segundo lugar, por una cuestión intra-teorética pero también relacionada con el problema de la adecuación explicativa de la gramática: la constatación (originalmente debida a Heny, 1979, y desarrollada por Stowell 1981) de que las reglas de estructura sintagmática de la GGT repetían en gran medida la información que se incorporaba en el léxico en los marcos de subcategorización de cada lexema, por lo que dichas reglas resultaban reduntantes, restando no sólo elegancia sino eficacia explicativa a la gramática. La solución dada a este problema fue precisamente la de eliminar por completo las reglas de estructura sintagmática y sustituirlas por los principios de la Teoría X-barra donde, como vamos a ver, no hay referencia alguna a categorías concretas pues se entiende que este tipo de información es proyectada a partir de los marcos de subcategorización de los lexemas.

Simplificando al máximo, los postulados fundamentales de la Teoría X-barra en sus primeras formulaciones son los siguientes:

(5)  (i) Toda categoría es una proyección de un núcleo léxico.
      (ii) Xn domina inmediatamente Xn-1 (hasta X0).

Con estos dos postulados se pretende dar cuenta del esquema estructural de todas las categorías de nivel sintagmático, en particular de aquellas que como señala (i) tienen como núcleo en útlima instancia a un elemento léxico (siendo N,V,A y P los cuatro elementos léxicos fundamentales reconocidos por la teoría). El postulado (ii) especifíca que toda categoría de nivel n es a su vez proyección (es decir, contiene) una categoría de nivel n-1 y así sucesivamente hasta llegar al nivel X0 o simplemente X, es decir el nivel de la categoría léxica en cuestión que actúa como núcleo último de toda la proyección.

Uno de los temas de debate aun no resuelto en la teoría es el número de niveles de proyección que es preciso reconocer. Las propuestas han sido múltiples pero la que ha alcanzado una mayor aceptación es la que postula dos niveles de proyección por encima del núcleo léxico, de acuerdo con los siguientes esquemas estructurales:

(6)  X'' -> (Esp) X'
      X' -> X (Comp)

Estos dos esquemas estructurales se glosan diciendo que un X'' (denominado proyección máxima) y que equivale a la noción clásica de sintagma (X'' = SX) domina a un constituyente opcional denominado especificador (EsP) y a X', que a su vez domina al núcleo X de la proyección y a un complemento (Comp) también opcional. Gráficamente la aplicación de estos esquemas estructurales da lugar a la siguiente configuración:
(7)

Es importante señalar que los esquemas estructurales de X-barra no especifican el orden relativo en el que aparecen los constituyentes, ya que se entiende que esto es un valor parametrizable en las distitas lenguas, lo cual permite distinguir entre lenguas como el inglés o el español en las que los núcleos preceden a sus complementos y lenguas como el holandes y el alemán en las que se da el orden inverso. Así pues una representación más adecuada de los esquemas de X-barra sería la siguiente:

(8)

 Originalmente se asumía que este esquema resulta aplicable a las cuatro categorías léxicas fundamentales reconocidas por la gramática generativa, es decir, N, V, A y P:
 

En su deseo de definir principios cada vez más generales que sean candidatos a pertenecer a la GU, los generativistas han intentado hacer encajar a la oración dentro del rígido esquema endocéntrico postulado originalmente por los principios de la X-barra sólo para las categorías sintagmáticas. El primer paso en la integración de la oración en el esquema de X-barra surgió de los estudios de la complementación verbal dentro de la GGT clásica. Para dar cuenta de la estructura de las oraciones que actúan como complementos verbales, Bresnan (1972) mostró que es preciso reconocer un nivel de proyección por encima de la oración, al que se donominó O', y que contenía a O y al elemento subordinante que la introducía y que pasó a ser denominado "complementador" (complementizer). Por su parte, Jackendoff (1977) fue quizá de los primeros en hacer un esfuerzo sistemático por integrar la oración en los esquemas de X-barra, considerando para ello que la oración podía generarse como una proyección máxima del verbo. Así pues, combinando las propuestas de Bresnan con las de Jackendoff se obtendría la siguente estructura para la oración:
(13)


 

Frente a este tipo de propuestas desarrolladas fundamentalmente durante la segunda mitad de los años 70, que concebían la oración como una proyección del elemento léxico V, a partir de los años 80 empiezan a popularizarse una serie de propuestas en las que la oración se concibe como proyección de dos categorías no léxicas, sino funcionales (abstractas) donominadas INFL (de "inflexión") y COMP (de "complementador"), tal y como queda reflejado en (14):

(14)

 Este tipo de análisis se hace explícito por primera vez en Stowell (1981) y es recogido más tarde por Chomsky en Barriers (1986). INFL, que se concibe como el conjunto de propiedades flexivas del verbo (incluidos los rasgos de concordancia numérica y personal con el sujeto, así como los rasgos de flexión temporal, modal, aspectual, etc.) toma al SV (V'') como complemento y al SN sujeto (N'') como especificador. La proyección máxima de INFL, es decir I'' o SI, equivale a lo que hasta ahora había sido la oración (O). COMP, por su parte, toma I'' (=SI=O) como complemento, mientras que su especificador es la posición a donde van a parar los pronombres Qu- tras la aplicación de Múevase a en oraciones interrogativas y relativas.

Hacia finales de los 80, especialmente tras la publicación de Pollock (1989), lo que antes era el nódulo simple no analizado INFL pasó a ser descompuesto en una serie de nuevos nódulos funcionales, uno para cada una de las categorías flexivas verbales: Tiempo, Aspecto, Modo, Voz, así como CONC para los rasgos de concordancia (que a veces de subdivide en Concs y Conco, el primero para los rasgos de concordancia con el sujeto y el segundo para los rasgos de concordancia con el objeto). Todos estos núcleos funcionales se insertan en la posición jerárquica que antes ocupaba INFL.8 Con todo ello, la integración final de la oración en los esquemas de X-barra se haría de acuerdo con un esquema más o menos parecido al que aparece en (15):

(15)

 Aparte de las restricciones formales impuestas a las representaciones sintácticas en la estructura-p, dichas representaciones también deben satisfacer las condiciones de carácter semántico impuestas por la Teoría Temática. Como hemos visto, entre la información que se especifica en el léxico se encuentra la información referente a los roles semánticos que cada lexema asigna a o requiere de los constituyentes que puedan aparecen dependiento de él en una relación predicado-argumento:

(16)

estornudar, (Agente)
devorar, (Agente, Tema)
regalar, (Agente, Tema, Meta)

Para asegurar que en la proyección del léxico a los distintos niveles de representación sintáctica se produce un perfecto paralelismo entre el número de posiciones en la estructura argumental de un núcleo y el número de sintagmas disponibles para recibir los papeles temáticos asignados por dicho núcleo se formula el llamado Criterio Temático (Q-Criterion):

(17)  Criterio Temático

 Todo argumento recibe uno y sólo un papel temático.
 Todo papel temático se asigna a uno y sólo un argumento.

La idea que subyace al Criterio Temático es, por tanto, que si la sintaxis es una proyección de las propiedades léxicas, entonces es necesario que cada núcleo tenga exactamente el número de argumentos que están léxicamente especificados para dicho núcleo y, por otra parte, es necesario que cada uno de estos argumentos reciba un sólo papel temático, es decir, tenga una única función dentro de cualquier estructura sintáctica dada. Esto explica por qué los siguientes ejemplos son incorrectos:

(18) *Fatman devoró.
(19) *Los canapés fueron devorados los entremeses por Fatman.

(18) es incorrecto en virtud de la primera parte del Criterio Temático: el verbo devorar no ha podido asignar un papel temático a su argumento interno puesto que éste no aparece en la configuración sintáctica. (19), por el contrario, es incorrecto en virtud de la segunda parte del Criterio Temático: el SN los entremeses carece de papel temático puesto que el verbo devorar sólo puede asignar el papel temático de Tema una vez y éste ya ha sido asignado al SN los canapés.
 Una idea fundamental en la teoría clásica de la GGT desde sus mismos orígenes (Syntactic Structures y Aspects) fue la de que la gramática debía ser capaz de expresar la relaciones sintáctico-semánticas que los hablantes nativos de una lengua perciben entre oraciones superficialmente distintas (activa/pasiva, declarativa/interrogativa, etc.). Ya en 1957 Chomsky demostraba que sólo una gramática que incluya reglas transformacionales (además de las reglas de estructura sintagmática) es capaz de dar cuenta de este tipo de relaciones. De hecho, aquí se fundamenta en gran parte la distinción clásica entre una estructura profunda y una estrucutra superficial para las oraciones, pues se asume que dos oraciones que el hablante considera relacionadas a pesar de sus diferencias observables, comparten una misma estructura profunda - lo cual justifica la relación observada - y difieren sólo en la superficie en virtud de la aplicación de una serie de transformaciones.
 Durante buena parte de los años sesenta el esfuerzo investigador dentro de la GGT se concentró en gran medida en la formulación de un detallado y extenso inventario de reglas transformacionales que expresaban todo tipo de relaciones profundas entre oraciones superficialmente distintas. Así, se definieron transformaciones tan variopintas y tan ceñidas a construcciones concretas como la Tranformación de Pasiva, Ascenso de Sujeto a Objeto, Ascenso de Sujeto a Sujeto, "Equi-Deletion", etc. Como ya he señalado, en esta fase del desarrollo de la GGT el énfasis se ponía en la "adecuación descriptiva", es decir en la formulación de gramáticas capaces de generar las expresiones correctas de una lengua y asignarles estructuras semántica o psicológicamente plausibles que reflejaran las relaciones percibidas por los hablantes entre expresiones diversas.
 Con el tiempo, numeros practicantes de la Teoría Estandar de la GGT reconocieron que el concepto de transformación había sido llevado demasiado lejos y que fenómenos muy diversos en su naturaleza y en su apariencia formal estaban siendo tratados uniformemente como casos de relación transformacional. En otras palabras, la Teoría Estándar había desarrollado una serie de mecanismos tan ricos y poderosos que prácticamente podían describir y formalizar cualquier aspecto o proceso formalizable. Aunque de este modo se alcanzaba un nivel máximo de adecuación descriptiva, al mismo tiempo se dejaba de lado la importante cuestión de la adecuación explicativa, que el propio Chomsky había considerado como el grado más alto de adecuación al que una gramática debe aspirar. Desde el punto de vista de la adquisión, resulta bastante poco plausible que un niño tenga que aprender un número tan elevado de transformaciones tan específicas. Por otra parte, la formulación de este tipo de transformaciones impedía cualquier tipo de generalización interlingüística, lo que de nuevo resultaba incompatible con el fin último de caracterizar la GU.
 Así pues, comenzando con la influyente tesis doctoral de J.R. Ross, Constraints on variables in syntax, 1967, (no publicada hasta muchos años después con el quizá exagerado título de Infinite Syntax (Sintáxis infinita), durante toda la década de los años 70 se desarrollaron una serie de trabajos cuyo objetivo común era el de restringir al máximo el poder descriptivo de las transformaciones. Para ello era preciso definir claramente qué es lo que constituye una relación transformacional y dejar fuera del componente transformacional todos aquellos aspectos o relaciones que no tuvieran las características definitorias de una relación transformacional. Estos otros aspectos tendrían que ser tratados en otros componentes del sistema. Además, con el fin de satisfacer el requisito de adecuación explicativa, se vio necesario postular no reglas transformacionales particulares para construcciones específicas de lenguas concretas, sino principios lo más generales posibles que caracterizasen la noción de "transformación posible" en las lenguas naturales.
 Así es como tras una compleja evolución (para cuya reconstrucción remito de nuevo al lector a Newmeyer, 1980 y a Riemsdijk y Williams, 1986), se llega a la posición unánimemente aceptada hoy día dentro de la TPP según la cual la relación entre la estructura-p y la estructura-s se establece mediante una única regla transformacional, que más que una regla es en realidad un principio o esquema de aplicación general conocido como "Muévase a" (Move a ).9
 Informalmente, lo que este principio viene a decir es "Muévase cualquier constituyente a cualquier sitio". Se trata pues de un principio ciertamente general en su formulación y constituye una dramática reducción del vasto inventario transformacional de la GGT clásica, resultando por ello máximamente adecuado desde el punto de vista explicativo y siendo por tanto un auténtico candidato a figurar entre los principios que constituyen la GU o facultad de lenguaje interiorizada en cada hablante. Puede objetarse, con toda justicia, que dicho principio resulta inadecuado desde el punto de vista de la adecuación observacional y de la adecuación descriptiva: nuestra experiencia nos dice que en ninguna lengua conocida es posible mover cualquier constituyente a cualquier sitio. La respuesta de la TPP a esta objección apela crucialmente a la ya mencionada modularidad de la gramática: otros principios del sistema gramatical, principios que son de todos modos necesarios por razones independientes, restringen de una manera determinante y cabal qué constituyentes pueden moverse y a dónde pueden moverse. Más aún, estos principios no sólo determinan las condiciones en las que puede producirse el movimiento, sino también, en algunos casos, las condiciones en las que debe producirse dicho movimiento, lo cual sin duda alguna constituye una verdadera "explicación" de por qué se desplazan los constituyentes.10
 En concreto, Muévase a está restringido por el Criterio Temático, el Principio de Proyección, la Teoría del Caso, la Teoría del Ligamiento (relación entre antecedentes y huellas), la Teoría de la Acotación (subyacencia) e (indirectamente) por la Teoría de la Rección (el Principio de la Categoría Vacía). Puesto que está fuera de todo punto discutir todas estas restricciones aquí, me limitaré a ilustrar algunas de ellas con el fin ofrecer una idea, por superficial que sea, del planteamiento genuinamente modular de la teoría en este aspecto concreto.
 En virtud del Criterio Temático (según el cual un argumento puede recibir papel temático una sola vez) sólo es posible mover constituyentes a posiciones no temáticas. Efectivamente: si un constituyente marcado temáticamente se dezplazara a una posición en la que podría recibir un nuevo papel temático esto constituiría una violación del Criterio Temático. Una posición puede ser no temática, bien porque aun siendo una posición argumental no le es asignado ningún papel temático por un elemento léxico (posiciones Q'), bien porque sea una posición no argumental (posiciones A'), generada como tal por los principios de la Teoría X-barra (como las posiciones COMP e INFL). Un ejemplo del primer caso lo constituyen las oraciones con verbos como parecer en español o seem en inglés, que no marcan temáticamente su posición argumental externa (la posición del sujeto), la cual se convierte en una potencial "pista de aterrizaje" (landing site) para un constituyente desplazado (véanse los ejemplos 20 y 21). Un ejemplo del segundo caso lo constituyen las oraciones interrogativas indirectas, en las que se da un desplazamiento del elemento interrogativo a la posición no argumental de COMP (22):

(20) Parece que el jefe es muy arbitrario.
(21) [El jefe]i parece ti ser muy arbitrario.
(22) No sabemos [S' cúando [S dimitirá el presidente ti]].

Como queda reflejado en (21) y (22), los constituyentes desplazados dejan tras de sí lo que en la TPP se conoce como una huella, es decir, una categoría vacía que conserva las propiedades sintácticas y temáticas del constituyente desplazado pero carece de contenido fonético. La presencia de estas huellas es de hecho un requisito necesario para que se satisfaga el Principio de Proyección en la estructura-s, es decir después de la aplicación del esquema transformacional Muévase a.
 Una de las restricciones fundamentales a la aplicación del esquema transformacional Muévase a tiene que ver con la longitud de dicho movimiento. Estas restricciones han sido incorporadas en un módulo independiente que se conoce con el nombre de Teoría de la Acotación (Bounding Theory), cuyo principial principio es el Principio de Subyacencia (Subjacency Condition). La idea que pretende formalizar este principio es la de que todo movimiento tiene un carácter más o menos local, es decir, se produce sobre distancias cortas, aunque una aplicación repetida y sucesiva de Muévase a pueda dar lugar a desplazamientos que cumulativamente parezcan bastante extensos. En su formulación más abstracta el Principio de Subyacencia establece lo siguiente:

(23)  Principio de Subyacencia

 Ninguna regla puede relacionar a X e Y en una configuración
 ... X ... [a ... [b ... Y ...]b ... ]a ... X
 donde a y b son nudos cíclicos (también llamados "nudos de acotación" (bounding nodes)).

La traducción de este principio general en su aplicación a Muévase a vendría a significar que ninguna operación de movimiento puede saltar en una sola aplicación dos (o más) nudos cíclicos, donde los nudos cíclicos pueden variar para cada lengua (Subyacencia sería pues el caso típico de principio sujeto a cierta parametrización): SN y O' en español, SN y O en inglés, etc. Véanse los siguientes ejemplos:

(24) El constructor [O' quei [O yo creí [O' ti que [O tú dijiste [O' ti que [O habías contratado ti]]]]]] está en la cárcel.

(25) *El constructor [O' quei [O yo contraté [SN al albañil [O' quej [O tj lo había denunciado ti]]]]] está en la cárcel.

En (24) el elemento relativo que, que en la estructura-p aparecería en la posición del último ti, es decir como argumento interno con papel temático de Tema asignado por el verbo contratar, sufre varios desplazamientos como consecuencia de la aplicación sucesiva de Muévase a. En dichos desplazamientos locales, como puede comprobarse, siempre se aloja en la posición no argumental de COMP (o, si se adopta la estructura oracional de Chomsky (1986) o Pollock (1989), en la posición Esp de COMP') y lo más que llega a cruzar en un solo desplazamiento es un nudo O y un nudo O', de modo que se satisface la condición de subyacencia, pues nunca se cruzan dos nudos SN o O', que son los nudos cíclicos operativos en español. En (25) el relativo quei no puede alojarse en la primera posición COMP puesto que ésta ya aparece ocupada por el relativo quej, que también se ha movido. Por tanto quei tiene que moverse en un sólo salto a una posición COMP superior y en ese desplazamiento cruza un nudo O' y un nudo SN, violando así la condición de subyacencia.
 Tras la aplicación del esquema transformacional Muévase a, sujeta a las condiciones que hemos visto y a algunas otras que sólo hemos mencionado, obtendríamos una nueva representación sintáctica de las oraciones, la estructura-s. Dicha estructura estaría restringida no sólo por los principios heredados del léxico y de la estructura-p en virtud del principio de proyección sino además por restricciones propias la mayoría de las cuales tratan sobre las relaciones jerárquicas que deben existir entre pares de constituyentes dentro de un dominio dado. Como vamos a ver, en la base de los principios de la Teoría del Caso, del Ligamiento y del Control, que operan en este nivel, se encuentran unas relaciones configurativas muy básicas y generales que son las que definen las posiciones y los dominios en los que es posible relacionar unos constituyentes con otros.
 Una de estas relaciones estructurales es la de "mando-c" (c-command, abreviatura de constituent-command), definida originalmente en Reinhart (1976) en el marco de la discusión de los fenómenos anafóricos y más tarde redefinida por Aoun y Sportiche (1983) en los siguientes términos:

(26)  Mando-c

 a manda-c a b si y sólo si ni a ni b se dominan mutuamente y toda proyección máxima que domine a a domina también a b.

Según esta definición, en (27) V y N'' se mandan-c recíprocamente y además ambos mandan-c a P'' y éste los manda-c a ellos.

(27)

A partir de la noción de mando-c se define la noción de "rección" (government), quizá la relación configurativa más importante dentro de la TPP:

(28)  Rección

 a rige a b si y sólo si:
  a) a manda-c a b.
  b) a es un X0 (es decir, pertenece a la clase de elementos rectores, integrada por: N, V, P, A, INFL y COMP).
  c) toda proyección máxima que domine a b domina a a.

Como se desprende de esta definición, la rección no es más que una versión de mando-c restringida a dominios locales muy específicos: mientras que mando-c puede darse entre dos nudos muy separados verticalmente en un árbol, la rección sólo se da en un dominio mucho más plano, como es el formado por el núcleo léxico de un sintagma y los elementos que concurren con él dentro de la proyección máxima de la que son ejes (dichos elementos coinciden con los que el núcleo de una manera u otra "exige", ya sea por razones semánticas o por razones meramente formales). Este carácter "local" de la relación de rección surge de la condición c) de la definición, que a efectos prácticos determina que entre el elemento rector y el regido no debe haber ninguna proyección máxima, pues en ese caso dicha proyección dominaría a b pero no a a, lo que violaría dicha condición c). Este último hecho se resume en la afirmación de que "Las proyecciones máximas son barreras a la rección". Así pues, en (29) V rige al primer N'' y a P'' pero no al N'' hermano de P puesto que aunque lo manda-c y V es un X0 entre ambos se interpone la proyección máxima P'' que actúa como barrera a la rección.

(29)

La noción de rección es fundamental es la definición de un número importante de principios y restricciones en los más diversos módulos de la teoría. Por ejemplo la subcategorización y la asignación de papeles temáticos en la estructura-p se realizan bajo una estricta observancia de la rección, es decir una categoría léxica sólo subcategoriza y asigna papeles temáticos a aquellos constituyentes a los que rige. Además en la estructura-s la rección juega un papel fundamental en la asignación de Caso, en la Teoría del Ligamiento y en la Teoría del Control.
 La Teoría del Caso tiene un papel fundamental en la distribución de los SSNN con contenido fonético explícito. La noción de Caso en la TPP se basa en la noción clásica de caso aunque tiene un carácter más abstracto pues se asume que todos los SSNN con contenido léxico reciben Caso aunque éste no se realice morfológicamente mediante marca flexiva alguna. En ambos casos (valga el juego de palabras) lo que se pretende es hacer "visible" de alguna manera la relación sintáctica que un SN guarda con otros constituyentes de la oración. Unas lenguas hacen visible esta relación morfológicamente (caso flexivo tradicional), otras mediante estrategias sintácticas (orden de palabras, uso de preposiciones/posposiciones/adposiciones). Así pues, estaríamos ante otro principio o conjunto de principios sujeto a la parametrización de sus manifestaciones superficiales.11
 La idea fundamental de la Teoría del Caso consiste en que si un SN no recibe Caso o, más exactamente, no aparece en una posición a la que se asigna Caso, la estructura resultante es agramatical: esto es lo que se conoce como el Filtro del Caso (Case Filter):

(30) Filtro del Caso

 *SN, si SN tiene contenido fonético y no tiene Caso.

Aunque dentro de la TPP existe cierto debate en torno a si el Caso se asigna en la estructura-s, en la FL o incluso en la FF, aquí asumiremos que se asigna en la estructura-s (véase Lasnik y Uriagereka, 1988:9-10 para argumentación). Las principales reglas de asignación de Caso quedan resumidas en (31):

(31)  Reglas de asignación de Caso

 (i) INFL, si contiene Tmp, asigna Caso Nominativo a [SN, INFL']INFL''
 (ii) El verbo asigna Caso Objetivo (=Acusativo) a la posición [SN, V]SV (es decir al SN hermano de V)
 (iii) P asigna Caso Acusativo u Oblicuo a [SN, P]SP

(i) significa que los verbos con formas personales (es decir las que tienen el rasgo [+Tiempo] o el nudo Tmp, según las versiones) asignan Caso Nominativo a la posición de sujeto (los formas no personales de los verbos, en particular el infinitivo, caracterizadas por el rasgo [-Tiempo], no asignan Caso); (ii) y (iii) significan que los verbos y las preposiciones asignan Caso Acusativo/Oblicuo a sus complementos. Gráficamente:
(32)
 


 

 Si se observa detenidamente este esquema se comprobará que tras la casuística reflejada en (31) se esconde una importante generalización:

(33) El Caso se asigna bajo rección.

Así pues, la asignación de Caso es en realidad una manifestación particular de la relación de rección: en concreto es una restricción de la relación de rección a aquellos contextos en los que el elemento rector pertenece además al grupo de los elementos capaces de asignar Caso. Según hemos visto, éstos son fundamentalmente V y P entre las categorías léxicas e INFL entre las categorías funcionales. Ni los nombres ni los adjetivos asignan Caso, lo que explica que estos elementos no tengan SSNN como complementos.
 La Teoría del Caso es, por supuesto, mucho más compleja de lo que esta mera introducción puede sugerir. Por ejemplo, ni siquiera hemos mencionado la asignación de Caso Posesivo o Genitivo en lenguas como el inglés, ni el llamado "marcado excepcional de caso" o la diferencia entre Caso estructural y Caso inherente, etc. Sin embargo, para ilustrar al menos la importancia de este módulo y su interacción con otros principios de la teoría vamos a ver el papel que desempeña en la determinación del movimiento de los SSNN en una construcción ya mencionada anteriormente, la de "ascenso del sujeto". En concreto, vamos a ver cómo dicho movimiento se produce en configuraciones en las que un elemento con papel temático no puede recibir Caso en la posición originaria y, por tanto, para evitar que se produzca una construccion agramatical (por violación del Filtro del Caso) se desplaza a otra posición donde puede recibir Caso. Recuérdense los siguientes ejemplos ya vistos anteriormente:

(34) Parece que el jefe es muy arbitrario.
(35) El jefe parece ser muy arbitrario.

Según hemos visto, el verbo parecer no asigna papel temático a la posición externa o de sujeto, lo que permite que dicho verbo pueda aparecer sin un sujeto explícito como en (34). ¿Cómo se explica entonces que en (35) parecer sí lleve un sujeto léxico explícito? En primer lugar debemos observar que dicha oración tiene exactamente el mismo significado que (34): a pesar de las apariencias formales, el jefe es el sujeto lógico del verbo ser en ambas oraciones, mientras que el verbo parecer es semánticamente tan impersonal en (34) como en (35). Así pues, la hipótesis más razonable es considerar que en ambas oraciones tenemos el mismo verbo, que aparecería especificado en el léxico de la siguiente manera:

(36) parecer: [+ V, (Q' - Proposición)]

A la vista de esto resulta, por tanto, que mientras (34) tiene una estructura más básica, en el sentido de que constituye una proyección más directa de las propiedades léxicas del verbo principal (véase (34')), (35) por el contrario parece ser una estructura derivada, en concreto, de la estructura-p (35'):

(34') Q' Parece [que el jefe es muy arbitrario]
(35') Q' Parece [el jefe ser muy arbitrario]

La única diferencia entre (34') y (35') radica en las propiedades de INFL, que en el primer caso sería [+Tmp] mientras que en el segundo sería [-Tmp]. Según hemos visto, sólo una Inflexión con rasgos de tiempo puede asignar caso nominativo, por lo que mientras el jefe recibe dicho Caso en (34') y la estructura-p puede proyectarse sin más alteración a niveles posteriores, en (35') el jefe no puede recibir caso del INFL de ser por lo que si se proyectara dicha construcción tal y como está resultaría agramatical en la estrucutra-s por violar el filtro del Caso. Para evitar esto, entre la estructura-p reflejada en (35') y la estructura-s reflejada en (35) opera Muévase a, desplazando el sujeto de ser a la posición se sujeto de parecer, donde puede recibir el Caso nominativo del INFL de dicho verbo, satisfaciendo así el requisito impuesto por el Filtro del Caso.
 Para terminar este acelerado repaso de los principales módulos de la TPP, expondré brevemente los fundamentos de la Teoría del Ligamiento, en la que de nuevo veremos el papel fundamental que desempeñar la relación configurativa de rección.
 La Teoría del Ligamiento es uno de los módulos más importantes del sistema. Se encarga de establecer las condiciones estructurales en las que ciertos SSNN pueden interpretarse como co-referentes con otros SSNN dentro de la misma oración. En particular caracteriza la distribución de los pronombres personales, reflexivos y recíprocos, pero también delimita la distribución de las llamadas categorías vacías por lo que sirve indirectamente para imponer nuevas restricciones a la operación de Múevase a.
 Para los propósitos de la Teoría del Ligamiento las expresiones referenciales de una lengua, es decir, los SSNN, pueden subdividirse en varias clases por medio de la combinación de los rasgos [+/- pronominal] y [+/- anafórico]. Intuitivamente estos rasgos aluden al hecho de que los SSNN con un valor positivo para el rasgo [anafórico] deben obligatoriamente tener un antecedente, es decir no tienen referencia propia sino que siempre la recogen de otro SN, mientras que un valor positivo para el rasgo [pronominal] indica que el SN en cuestión puede tener un antecedente, pero también puede tener una referencia independiente. El resultado de combinar los rasgos señalados, cada uno con su valor especificado, es el siguiente:

(37)

[+anafórico, -pronominal]: Pronombres reflexivos/recíprocos: "anáforas".
[-anafórico, +pronominal]: Pronombres personales: "pronominales".
[-anafórico, -pronominal]: Expresiones referenciales.

Por cuestiones que no podemos detenernos a discutir aquí la combinación [+anafórico, +pronominal] es imposible por definición en el ámbito de los elementos nominales con contenido fonético, no así en el ámbito de las categorías vacías, que también pueden caracterizarse con el mismo sistema de rasgos:

(38)

[+anafórico, -pronominal]: Huella de SN.
[-anafórico, +pronominal]: pro
[-anafórico, -pronominal]: Huella de Qu-
[+anafórico, +pronominal]: PRO

La huella de SN y la de Qu- ya han surgido anteriormente al hablar de Múevase a: aparecen en las posiciones desde las que se ha desplazado un SN o un elemento interrogativo/relativo, respectivamente (véanse los ejemplos (39) y (40)). pro es la categoría vacía que la TPP postula como sujeto de oraciones como las que aparecen en (41). Esta categoría sólo aparece en lenguas sujetas al llamado "parámetro del sujeto nulo" (pro-drop parameter); en lenguas como el inglés esas mismas posiciones deben estar obligatoriamente ocupadas por pronombres con contenido fónico, como puede comprobarse en (42). Por su parte PRO es la categoría vacía que aparece típicamente como sujeto de verbos infinitivos en oraciones subordinadas, tales como (43) y (44). La distribución de PRO, por sus especiales características de elemento simultáneamente pronominal y anafórico, es determinada no por la Teoría del Ligamiento, sino por un módulo específico denominado Teoría del Control.

(39) El ex-funcionarioi fue encarcelado ti por el implacable juez.
(40) ¿Cuándoi pagará la fianza ti?

(41) proi Estamos un poco hartos de este artículoj. proj Es demasiado teórico.
(42) We are a bit fed up with this paperj. Itj is too theoretical.

(43) Rosai espera PROi formar parte de la comisión.
(44) Antes PROi morir que PROi perder la vida.

 Para ilustrar los postulados fundamentales de la Teoría del Ligamiento nos concentraremos en las categorías plenas. Simplificando al máximo, como puede verse en los ejemplos siguientes, los tres tipos de SSNN con contenido fonético a los que hacíamos alusión se caracterizan por tener una distribución más o menos complementaria en cuanto a su capacidad de referir o no, en ciertas condiciones, a otro elemento de su entorno:

(45)
(a)  Chomskyi se supera a sí mismoi.
(b) *Chomskyi espera [que Margarita se supere a sí mismoi].

(46)
(a) *Chomskyi loi supera.
(b)  Chomskyi sabe [que sus enemigos lei envidian].

(47)
(a) *Noami supera a Noami
(b) *Noami sabe [que Noami siempre nos sorprende].

 De una manera informal y aproximativa podemos decir que una anáfora (es decir, un pronombre reflexivo/recíproco) debe tener un antecedente en su misma oración, un pronominal (pronombre personal) no puede tener un antecedente en la misma oración y una expresión referencial simplemente no puede tener un antecedente. Para sistematizar estas y otras intuiciones similares respecto a la distribución de los SSNN en virtud de sus posibilidades de correferencialidad la Teoría de Ligamiento formula los tres principios siguientes:

(48)  Principios de Ligamiento

 Principio A: Una anáfora debe estar ligada en su categoría rectora.
 Principio B: Un pronominal debe estar libre en su categoría rectora.
 Principio C: Una expresión referencial debe estar libre.

En estos principios hay varias nociones que es preciso definir. En primer lugar la noción de ligamiento:

(49)  Ligamiento

 a liga a b si y sólo si a manda-c a b y ambos tienen el mismo índice.

En segundo lugar, la noción de categoría rectora:

(50)  Categoría rectora

 La categoría rectora para b es aquella O o SN mínimo que contiene a b y a un elemento rector de b.

Así pues, lo que hacen los tres principios de la Teoría del Ligamiento es especificar las condiciones en las que los SSNN presentes en una oración pueden intepretarse como correferentes, definiendo por una parte el dominio en el que pueden establecerse esas relaciones de correferencia (la noción de "categoría rectora") y por otro la disposición estructural que los posibles elementos correferentes deben ocupar dentro de ese dominio (la noción de "ligamiento"). Como puede verse, de nuevo reaparecen las nociones configurativas básicas a las que hemos alusión en otros módulos de la teoría: mando-c (en la definición de ligamiento) y rección (en la definición de categoría rectora).
 

3. Conclusión: algunos comentarios críticos.

 Para concluir este breve repaso de los principales aspectos teóricos y técnicos del modelo que en la actualidad se considera como heredero más directo de la GGT clásica quisiera hacer algunas reflexiones orientadas principalmente a justificar el subtítulo del presente trabajo. Así pues, ¿en qué sentido o sentidos podemos decir que la moderna TPP es o tiende a ser una gramática "degenerativa"?

 Según hemos tenido oportunidad de ver, un primer sentido en el que el término "degenerativo" resulta aplicable al modelo de gramática propuesto por la TPP tiene que ver la sustitución de las reglas dinámicas, procesuales, derivativas de la GGT clásica por principios estáticos, declarativos, concebidos como condiciones de buena formación cuya función no es generar o crear representaciones sintácticas, sino más bien evaluarlas y darles el visto bueno. Escribano resume este carácter ?no generativo? de la moderna TPP en los siguientes términos:

 Las gramáticas generativas tempranas pueden interpretarse de un modo muy natural como gramáticas procedimentales, generadoras de estructura, poliestratales, derivativas, direccionales, de arriba-abajo... Hoy día, la mayoría de las variedades de gramáticas generativas ...  se consideran a sí mismas "declarativas" y constan de "condiciones de correcta formación" cuya función es "permitir" las estructuras producidas por algún (generalmente inespecificado) generador extragramatical. (Escribano, 1993:253-254).

Este cambio en la concepción de sus propios principios, que implica la pérdida del carácter generativo de la gramática, no debe interpretarse como algo necesariamente negativo, sino que, antes al contrario, evidencia un deseo de compatibilizar la gramática con descubrimientos recientes en psicolingüística, neurofisiología y ciencia cognitiva sobre el funcionamiento del cerebro humano, del cual según hemos visto el lenguaje no sería más que una parte o una función más. Esta es, al menos, la evaluación que hacen Geest y Jaspers:

 La gramática generativo-transformacional se ha vuelto en un sentido menos generativa y menos transformacional. Sin embargo, puesto  que la nueva versión del modelo se parece más al lenguaje-I[nteriorizado] tanto con respecto a las prediciones empíricas como a las propiedades de diseño (modularidad, naturaleza evaluativa de los principios), hemos ganado mucho y perdido solamente la propiedad de un nombre. (Geest y Jaspers, 1991: 61).

 Resulta curioso que el propio Chomsky se haya sentido aparentemente ofendido por los comentarios de diversos autores que han señalado esta pérdida del carácter generativo de la TPP. Recientemente Chomsky ha argumentado que él nunca ha utilizado los términos "generativo" o "gramática generativa" en el sentido recién comentado, sino que para él "gramática generativa" nunca ha significado otra cosa que "gramática explícita".12  Ciertamente, Chomsky ha equiparado los términos "explícito" y "generativo" desde muy temprano, como puede comprobarse en la siguiente cita, frecuente repetida, tomada de Aspects:
 

 Una gramática de una lengua pretende ser la descripción de la competencia intrínseca del hablante-oyente ideal. Si la gramática es, además, perfectamente explícita - en otras palabras, si no depende de la inteligencia del lector comprensivo sino que proporciona un análisis explícito de su contribución - podemos llamarla una gramática generativa. (Chomsky, 1965:5).13


 Pues bien, lo que resulta curioso es que si aceptamos esta interpretación, sin duda peculiar, que Chomsky hace del término "generativo" como equivalente a "explícito", a la moderna TPP le resulta aplicable la calificación de "degenerativa" incluso con más razón y en un sentido mucho más crítico que el mencionado anteriormente, ya que la búsqueda de principios universales que ha caracterizado con especial insistencia los desarrollos recientes de la TPP ha tenido como contrapartida un abandono preocupante de la explicitud y la precisión formal en los análisis de fragmentos significativos de lenguas concretas, escamoteando detalles descriptivos que resultarían fundamentales para evaluar la validez empírica y observacional de los principios propuestos. Esta falta de explicitud se refleja tanto en aspectos concretos de la teoría, como puede ser la adopción de un modelo X-barra u otro (lo cual, como ha enfatizado Escribano (1991:8, passim) puede ser determinante en la evaluación del funcionamiento de muchos otros componentes de la gramática), como en una tendencia generalizada en la mayoría de los trabajos hechos dentro de la TPP a concentrarse con una insistencia rayana en lo tedioso en un conjunto extraordinariamente restringido de construcciones (pasiva, construcciones de ascenso, relaciones anafóricas y de control, etc.) en las cuales se estudia una y otra vez el funcionamiento de los principios estipulados sin llegar nunca a mostrar el funcionamiento de estos principios en un marco más amplio suficientemente representativo. Esta crítica de falta de explicitud y rigor formal ha sido aireada repetidamente y con distintos grados de virulencia por diversos autores, muy especialmente por los adeptos a la Gramática de Estructura Sintagmática Generalizada, que se presentan a sí mismos como la auténtica alternativa "generativa" moderna a la TPP. Las siguientes citas no son más que una muestra de esta crítica generalizada al carácter "de-generativo" (= no explícito) de la TPP:
 

 Con la concentración en la adquisición y en la gramática universal, muchos detalles en los análisis de construcciones particulares empezaron a recibir menos atención. Paralelamente, la preocupación por la explicitud y la formalización disminuyó ... Conforme Chomsky ha tratado de conseguir niveles cada vez mayores de adecuación en sus teorías, se ha preocupado cada vez menos por analizar los detalles específicos de construcciones particulares. (Wasow, 1985:197).

 Lamentablemente se ha vuelto cada vez más común últimamente encontrar lingüistas que sugieren que es posible discutir hipótesis amplias sobre la teoría gramatical sin un trabajo formal que demuestre que ciertas implicaciones se siguen de esas hipótesis y sin un trabajo descriptivo que muestre que las presuntas implicaciones están bien confirmadas... Nuestro uso del término "gramática generativa" ... incluye poco de la investigación hecha bajo la rúbrica del modelo "Rección y Ligamiento" puesto que hay pocos signos de cualquier compromiso con la especificación explícita de gramáticas o principios teóricos en este género de lingüística. (Gazdar et al., 1985:6).
 

 ... eso es precisamente lo que está ocurriendo desde hace años en la teoría GB, donde se investiga exhaustivamente en ciertos aspectos formales y de diseño del mecanismo conceptual sin llegar nunca a resolver problemas tan 'humildes' como el de determinar concluyentemente cuál debe ser, según la teoría, la estructura de constituyentes de ciertos tipos de frases en una lengua cualquiera. (Escribano, 1991:8).


Así pues, como puede verse, se da la gran paradoja de que al pretender defenderse de una aplicación del término "degenerativo" en el primer sentido visto, una aplicación que por lo demás no tenía connotaciones necesariamente negativas, Chomsky ha dado pie a una aplicación de dicho término a la TPP en un sentido mucho más crítico que le imputa el abandono de la explicitud, el rigor formal y la exhaustividad en la aplicación de los principios postulados a un dominio lingüístico suficientemente amplio y representativo.

 Habría quizá un tercer sentido en el que el término "degenerativo" resulta aplicable a la TPP y que tiene que ver con el abandono que se observa en publicaciones recientes de una actitud restrictiva en la formulación de principios descriptivos, lo cual contradice en la práctica los frecuentes recordatorios por parte de Chomsky de la necesidad de que las teorías gramaticales sean lo más restrictivas posibles con el fin de poder constituir auténticas representaciones de la facultad innata del lenguaje e hipótesis explicativas del problema de la adquisición. Análisis como los que hemos visto de la estructura de la oración, basados en una multiplicación geométrica de categorías funcionales abstractas como INFL, COMP, CONC, no son más que un ejemplo entre muchos que podrían mencionarse de esta tendencia a complicar el aparato teórico-descriptivo para cubrir un dominio cada vez más restringido de datos reales. Afortunadamente, esta tendencia, a mi modo de ver "degenerativa" en el peor sentido posible, ya ha empezado a ser corregida y es de esperar que en los próximos años se produzca un retorno a la formulación de hipótesis más restrictivas y más explícitas, debidamente constrastadas con un corpus de datos suficientemente representativo.
 

Notas

1. Véase Chomsky (1989:43).
2. Véase Chomsky (1989: 70 n.1).
3. Véanse, entre otros, Droste y Joseph (1991), Botha (1992), Mahmoudian (1993), Wasow (1985) y Escribano (1993).
4. Dicha reconstrucción ha sido admirablemente hecha en sus aspectos históricos en la ya clásica obra de Newmeyer (1980) y en los aspectos técnicos en Riemsdijk y Williams (1986). Véase también Horrocks (1987) para una reconstrucción condensada pero particulamente clarificadora.
5. Utilizo aquí el prefijo "de-" en su sentido puramente privativo, es decir, el mismo que encontramos en vocablos como decapitar, degradar, etc..
6. Véase también Speas (1990) para una postura similar. En Escribano (1993:259) se insiste en la misma idea: "the idea of "movement" is just a convenient metaphor. There are notational variants of Move Alpha which do not imply "movement"".
7. Por limitaciones obvias de espacio me referiré únicamente a los módulos más significativos del sistema, en particular a aquellos que operan principalmente en los niveles de estructura-p y estructura-s.
8. La hipótesis de la descomposición de INFL es a veces conocida informalmente entre los practicantes de la teoría como la "Hipótesis de la Explosión de INFL? (Exploded INFL Hypothesis) o como el "Big Bang Funcional" (Functional Big Bang).
9. Como sin duda habrá observado el lector, la reducción del complejo componente transformacial de la GGT clásica al esquema Muévase  a de la TPP es totalmente equiparable a la reducción de las reglas de estructura sintagmática a los esquemas de la Teoría X-barra: ambos procesos entran dentro del programa minimalista de sustitución de sistemas de "reglas" por sistemas de "principios" parametrizables.
10. Cada vez con mayor insistencia, Chomsky ha tratado de postular un principio según el cual el movimiento sólo se produce cuando es necesario, es decir, cuando la ausencia de movimiento produciría agramaticalidad (véase, por ejemplo, Chomsky 1989). Este principio recibe a veces el nombre de "Principio del Mínimo Esfuerzo" o "Principio Orwelliano" por analogía con uno de los principios formulados por Orwell en su novela 1984: "Lo que no está prohibido, es obligatorio; lo que no es obligatorio, está prohibido". En cualquier caso, el Principio del Mínimo Esfuerzo puede convertirse en uno de los principios fundamentales del Programa Minimalista.
11. Otro parámetro del principio casual serie el número y la variedad de casos que distinguen las lenguas.
12. Véase Chomsky (1965:4), (1986a) y (1989:70, n.1).
13. Es interesante observar, no obstante, que justo en el párrafo anterior a esta declaración Chomsky parece utilizar el término "generativo" en un sentido más cercano a nuestra primera interpretación, es decir el sentido según el cual "generativo" sería más o menos equivalente a "dinámico", "procesual", etc. como características definitorias del modelo original:
 

 Es necesario rechazar el concepto de langue [de Saussure] como un mero inventario sistemático de entidades y volver más bien a la concepción Humboldtiana de la competencia subyacente como un sistema de procesos generativos. (Chomsky, 1965:4, énfasis añadido).


Obras Citadas

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