Porque cuanto más cerca de la mañana más a menudo canta; y cuando lo hace a medianoche más fuerza da a su grito y mayor potencia a su voz.
    El crepúsculo y el alba, que participan a la vez de la naturaleza del día y de la noche, significan un amor que no está del todo desesperado, pero no guarda intacta su esperanza. La medianoche simboliza el amor desesperado.
    Y ahora, que ya no tengo la menor esperanza de alcanzar vuestra gracia, es medianoche. Cuando tenía alguna esperanza me encontraba en el anochecer. Entonces cantaba más menudo, ahora es preciso que cante con más fuerza.
    Que los desesperados tengan una voz más fuerte, se justifica en la naturaleza del animal que más se esfuerza al rebuznar y tiene la voz más fea y pavorosa del mundo, el Asno Salvaje.

R. de Fournival, Bestiario de Amor

 

    Según los chinos, el Gallo Celestial es un ave de plumaje de oro, que canta tres veces al día. La primera, cuando el sol toma su baño matinal en los confines del océano; la segunda, cuando el sol está en el cenit; la última, cuando se hunde en el poniente. El primer canto sacude los cielos y despierta a la humanidad. El Gallo Celestial es antepasado del Yang, principio masculino del universo. Está provisto de tres patas y anida en el árbol Fu-sang, cuya altura se mide por centenares de millas y que crece en la región de la aurora. la voz del Gallo Celestial es muy fuerte; su porte, majestuoso. Pone huevos de los que salen pichones con crestas rojas que contestan a su canto cada mañana. Todos los gallos de la tierra descienden del Gallo Celestial, que se llama también el Ave del Alba.

J.L.Borges, El libro de los sees imaginaris