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PRÁCTICA 2
RASGO MONOCULAR DE SOMBREADO
Las sombras producidas por los objetos cuando son iluminados nos permiten determinar
su situación espacial, dimensiones y modificaciones en las curvaturas
de su superficie. Una superficie plana puede percibirse curva mediante una
transición gradual de luz a oscuridad. Así, si dibujamos una
circunferencia, el área encerrada en su interior parecerá un
plano (círculo), si la distribución de luz a lo largo de ella
es uniforme; sin embargo, con un sombreado gradual dicha superficie puede
ser percibida como una esfera . Un paso brusco de luz a oscuridad puede dar
la sensación, por el contrario, de un corte, o cambio de plano. Por
tanto, el uso de gradientes de sombras ayuda a percibir profundidad y también
contornos y formas. Algunas experiencias han puesto de manifiesto, además,
que la sensación de profundidad aumenta cuando el contraste entre
luz y sombra es mayor. La superficie de un objeto aparece más clara
debido a que se encuentra más cerca de la luz, mientras que las superficies
más alejadas de la luz o que se encuentran inclinadas o de espaldas
a ella se ven más oscuras o sombreadas.
La referencia del sombreado está ligada a una presuposición:
la fuente luminosa procede de un punto determinado. El desconocimiento de la
posición del punto luminoso que da lugar a la sombra hace que esta referencia
sea interpretada ambiguamente. Hay fenómenos que ponen de manifiesto
que nosotros, interpretamos por costumbre que la iluminación está siempre
dirigida de arriba a abajo (habitualmente la fuente de luz es el sol o una
bombilla en el techo). Por ello, si invertimos la imagen, se produce un cambio
de sensación, ya que interpretamos las sombras como si el foco luminoso
siguiese estando arriba. Por ejemplo, salientes se interpretarían como
huecos y a la inversa.
El sombreado es un rasgo monocular realmente importante. Una experiencia
que puede realizarse en casa, es entrar en una habitación, desordenarla
un poco (para que no actuemos por memoria) y luego invertir la posición
de los focos (por ejemplo, colocando los flexos en el suelo). La percepción
tridimensional (si conseguimos abstraer nuestros recuerdos de posición
de los objetos) cambia notablemente.
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