CASA MELNIKOV

Moscú, Rusia

Konstantin Melnikov

1927

"..construir para nosotros, por nuestros propios medios y más aun, con enorme riesgo para el bienestar de la propia familia, es un verdadero estimulo que ahonda en el contenido emocional hasta el punto de alcanzar, fácilmente, descubrimientos extraordinarios e inesperados allí donde nuestra vida hubiera transcurrido rutinaria como la de un topo." (1)

Si hubiera de definir esta singular casa que Melnikov realiza en Moscú para si mismo  como prototipo de la casa obrera de la nueva sociedad que está por llegar, optaríamos por hacerlo desde su trasfondo espiritual e ingenua esperanza. Pasados los primeros años de la gran revolución bolchevique en los que el movimiento constructivista ha forjado un leguaje propio basado en la sublimación de las nuevas tecnologías como cómplices en la formulación de una nueva arquitectura que en nada presente similitud con la esgrimida por la tradición, Melnikov propone este objeto de gran vocación doméstica producto de otro tipo de reflexión más ligada a los sentimientos íntimos y a sus "lugares".

La estereotomía de la casa, basada en el maclado longitudinal de dos cilindros verticales, es una disposición totalmente original. Su elección no es casual, la relación del circulo cerrado, sin aristas, con el yo mónico, su simplicidad y su claridad expresiva son algunas de su bases de partida. Un  gran ventanal central corrido a toda la altura, sobre el que se sitúa el nombre y el oficio del usuario de la casa, destaca el paño de fachada principal. En el cilindro posterior se idean y distribuyen homogéneamente ventanas hexagonales.

La planta baja alberga la cocina y el comedor así como dependencias de servicio y almacenaje. La planta primera se disponen el cuarto de estar en el cilindro de fachada con doble altura, En el trasero los dormitorios separados por paredes exentas que permiten recomponer visualmente el interior del cilindro, Las camas, fijas, no se adosan a la pared. Sobre esta planta y a media altura del salón, está el taller que con su doble altura dispone de una terraza ubicada sobre el salón. 

  


(1) De su autobiografía, publicado en Melnikov, the muscles of invention, Van Hezic-Fonds 90, Rotterdam 1990. Citado en Aprendiendo de todas sus casas