Opción lingüística en el ámbito familiar

 

*     Los hijos sordos, de padres sordos, entran en contacto con el lenguaje de signos desde su nacimiento y serán hablantes naturales de signos. Este lenguaje de signos, al ser su primera lengua, alcanza gran precisión y riqueza. Crecen con confianza y seguridad en sí mismos, alcanzando buenos niveles cognitivos, lingüísticos, psicosociales y educativos.

 

*     Los niños sordos, de padres oyentes, que son la mayoría, al no tener un diálogo y un lenguaje adecuado, presentan, si no se remedia, problemas lingüísticos, intelectuales, emotivos y culturales. Los padres suelen presentarse preocupados, en contra del lenguaje de signos y de la integración de sus hijos.

 

*     Los niños oyentes, de padres sordos, son los más privilegiados, ya que crecen con el lenguaje de signos y el habla (bilingüismo). Se suelen encontrar a gusto en el mundo oyente y sordo. Suelen convertirse en intérpretes.

 

*     En definitiva, ser sordo no tiene por qué ser una desgracia, ya que desarrollando una lengua temprana, el niño puede tener un desarrollo parecido al oyente.