Los
estudios de Filosofía proporcionan herramientas imprescindibles para el
desarrollo de la autonomía intelectual y el ejercicio del pensamiento
crítico. Sin la perspectiva filosófica, la calidad del debate público
en las democracias desarrolladas se empobrece y su espacio cultural es
pronto ocupado por la demagogia y formas múltiples de adoctrinamiento y
manipulación, incompatibles con el interés general.
La
reducción de horas para los contenidos de Ética y Filosofía en la etapa
de Bachillerato o Secundaria Obligatoria es la concreción de un proceso
más amplio que, tras sucesivas y muy cuestionables reformas, tiende a
debilitar el peso de las Humanidades en la cultura. Precisamente cuando
la necesidad de fortalecer programas de alfabetización incluyentes e
interdisciplinares resulta más perentoria.
Las
Humanidades no se fortalecen a costa de otras áreas o dominios de
conocimiento. Pero el debilitamiento de su lugar en la
educación superior y
de su presencia en los programas de formación obligatoria y
preuniversitaria constituye un indicador más del deterioro que las
políticas universitarias y educativas de la última década han supuesto
para todo el sistema público de acceso a la cultura y el conocimiento.
La falta de oportunidades de empleo en el sector no se corresponde con
la tendencia observada en otros países que disponen de sistemas de
formación superior mejor financiados y gestionados desde el consenso
político. No es casual que el deterioro en el apoyo institucional a los
cauces de acceso a la cultura humanística y filosófica en todo el
sistema educativo ocurra en paralelo al aumento de la conflictividad
social y al reforzamiento de movimientos sociopolíticos que
abiertamente suscriben postulados de corte autoritario y airean su
hostilidad a ciertas minorías.
La
convivencia social pacífica se sustenta en una dinámica constante de
crítica interdisciplinar y alfabetización colectiva, orientada a
cuestionar y revisar lo establecido. No bastan las tendencias del
mercado, ni el criterio de las élites político-financieras con más
influencia mediática, para orientar las transformaciones pendientes del
sistema educativo. Muchas voces del panorama filosófico contemporáneo
han alertado del sesgo mercantil, burocrático y trivializador que el
pedagogismo de salón y la infrafinanciación crónica han acentuado en
cada iteración reguladora. Los estudios de Filosofía en la Universidad
de Granada capacitan a los futuros profesionales para contribuir con
voz propia a la mejora del sistema educativo en todos sus niveles y a
enriquecer el debate público desde perspectivas múltiples. La libertad
de pensamiento está en la base de una convivencia digna e integradora
de las diferencias, sobre un trasfondo de derechos que exceden los
límites de las divisiones políticas y de la comunidad moral humana.
La
razón de ser de la filosofía está en proporcionar una formación
intelectual y ética imprescindible para profesionales y ciudadanos,
catalizando la acción institucional de alfabetización y promoción del
conocimiento interdisciplinar en respuesta a desafíos que ya
son
globales. Los estudios de Filosofía en la Universidad de Granada
contribuyen a plantear cuestiones fronterizas en la vida social,
cultural y científica, con una preocupación por los intereses más
universales y apremiantes de la especie humana. La mirada filosófica se
abre a un debate plural de perspectivas, históricas y contemporáneas,
sin más requisito que el reconocimiento de la necesidad de buscar
juntos verdades compartidas. Su primera tarea, como ocurre en épocas de
crisis, es resistir a la barbarie del mundo, comenzando por esa
barbarie propia del pensamiento que olvida su responsabilidad de
comparecer en público y problematizar sin prejuicios el curso de los
acontecimientos.
¿Qué
es la filosofía?
La
filosofía se caracteriza como una forma de pensamiento autónomo, no
sometido a ninguna autoridad más que a la fuerza de convicción de las
razones que él mismo es capaz de aducir, en diálogo crítico con todas
las disciplinas, actores e instituciones que contribuyen al esfuerzo
colectivo de ilustración y desarrollo intelectual.
Los estudios de Filosofía están orientados al desarrollo de las
capacidades para pensar de modo riguroso. Proporcionan instrumentos
para el análisis, la crítica y el debate; pero gran parte de
sus
contenidos sirven para articular teorías, desarrollar nuevas
interpretaciones y sugerir cursos de acción razonables, en coherencia
con valores y objetivos de progreso social irrenunciables. Junto a la
argumentación racional y las interpretaciones solventes de autores y
corrientes de pensamiento, la indagación filosófica permite integrar de
forma creativa aspectos esenciales de la experiencia individual o
colectiva y la mediación constante de la evidencia y los conocimientos
científicos en el estudio de problemas complejos.
Al terminar el Grado, se espera que los estudiantes de filosofía estén
familiarizados con las contribuciones de los grandes pensadores y los
diversos paradigmas que han marcado las épocas de la historia de la
filosofía y el pensamiento en general. En este proceso se espera que
hayan tenido un acercamiento detenido a los tratados sistemáticos de
las principales materias filosóficas: los fundamentos epistemológicos
del conocimiento, la estructura de la realidad, la condición humana y
su especificidad cultural, considerada en las diversas facetas
(lenguaje, técnica, ética, política, ciencia, religión, artes, etc.).
El Trabajo Fin de Grado es una actividad de madurez, donde se espera
que cada estudiante demuestre haber adquirido las competencias para
contextualizar, analizar críticamente e interpretar con criterio
riguroso e informado las cuestiones controvertidas suscitadas por los
nuevos problemas socioculturales y ambientales, los avances
científico-tecnológicos y los procesos de globalización. En este
diálogo inacabado, todas las personas interesadas en la filosofía -por
razones profesionales o por mera curiosidad intelectual- se implican en
el ejercicio de responsabilidad compartida que supone cada intento de
elucidar respuestas no violentas a los desafíos emergentes.