LA DEFENSA DE LA CIUDAD COMO YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO. LOS PROYECTOS DE ARQUEOLOGIA URBANA

Auxilio Moreno Onorato
Fernando Molina González
Francisco Contreras Cortés
 
Dpto. de Prehistoria y Arqueología
Facultad de Filosofía y Letras
Universidad de Granada
Tfno.: 958-243613
e-mail: fccortes@platon.ugr.es

Resumen

Se presenta el modelo de arqueología urbana que durante el período 1993-96 se ha desarrollado en Andalucía auspiciado por la Junta de Andalucía. Se toma como ejemplo la ciudad de Granada donde se ha llevado a cabo un proyecto de investigación centrado en el estudio del proceso histórico de la ciudad desde sus orígenes en época prehistórica hasta nuestros días. El planteamiento de este proyecto ha supuesto la concepción de la ciudad como un único yacimiento y por tanto se ha partido de una estrategia adecuada a esta nueva realidad, cambiando los criterios metodológicos, de localización y caracterización de las entidades arqueológicas. Asimismo, se han trazado líneas de investigación preferentes para abordar el estudio de la ciudad y se han planteado objetivos que tienden a abordar todos aquellos aspectos que caracterizan la tutela del patrimonio Arqueológico como son la investigación, protección, conservación y difusión. Por último, se analizan los problemas que presenta la arqueología urbana para llevar a cabo un plan coherente de actuación frente a la labor especulativa de ayuntamientos, administraciones regionales y colectivos ligados a la política urbanística.

            La puesta en marcha por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía del Programa de Arqueología Urbana supuso una iniciativa esperanzadora ante la indefensión en que estaba sumido el Patrimonio Arqueológico de las ciudades andaluzas. Se daba por finalizada así una de las etapas más negativas en que se había sumido la práctica arqueológica del ámbito urbano en detrimento de la investigación sobre la mera gestión del Patrimonio. Los inicios de la implantación de los mecanismos de una "Arqueología de Gestión" en la ciudad de Granada coincide, a partir del año 1985, con la transferencia de las competencias en materia arqueológica del Gobierno Central a la Junta de Andalucía. Se crean en estos momentos los Servicios de Arqueología en las delegaciones provinciales y se comienzan a realizar una serie de intervenciones arqueológicas de manera sistemática. El desarrollo de la arqueología de gestión se vio abocado hacia el fracaso debido fundamentalmente a que un único yacimiento, como es la ciudad de Granada, era abordado desde distintos planteamientos, criterios y metodologías por investigadores aislados que actuaban cada cual en una parcela restringida, los distintos solares intervenidos, de manera totalmente descoordinada.

             La obligatoriedad de salvaguardar el patrimonio histórico-arqueológico en buena parte de la ciudades andaluzas con fuerte desarrollo histórico junto a la necesidad de un proyecto de investigación centrado en el estudio del proceso de desarrollo de la ciudad desde sus orígenes hasta la actualidad, capaz de ir definiendo el entramado urbano en cada uno de los períodos cronoculturales establecidos en ella y aportando otros datos de interés relacionados con diversos aspectos históricos y urbanísticos, fueron los motivos principales para la creación, por parte de la Dirección General de BB. CC. de la Junta de Andalucía, a finales del año 1993, de varios Proyectos de Arqueología Urbana.

             De este modo se pretendía acabar con la práctica de las intervenciones de urgencia mediante sondeos o bien mediante seguimientos en solares con la única finalidad de liberalizarlos ante los proyectos de ejecución de nueva obra, auspiciando la figura del técnico arqueólogo alejado del carácter científico e investigador que la arqueología lleva implícita.

             El Proyecto de Arqueología Urbana de Granada (PAUG) comenzó dando cabida a todos aquellos arqueólogos y grupos de arqueólogos interesados por y para la ciudad al objeto de canalizar la labor investigadora hacia unos objetivos científicos, previamente determinados, mediante una metodología unitaria, de forma que toda la documentación recuperada en los procesos de excavación se pudiesen analizar dentro de contextos amplios como fueron las líneas de investigación trazadas a priori.

             EL PAUG se marcó una serie de objetivos encaminados a cubrir los distintos aspectos implicados en la tutela del patrimonio arqueológico urbano:

 a) Investigación. Las principales labores programadas han sido: 

             - Estudio del registro arqueológico urbano desde una perspectiva globalizadora, que atendiera a criterios de localización generales para toda la ciudad y que intentara tratar de manera exhaustiva las entidades arqueológicas, tanto las enterradas como las emergentes. De esta forma, la ciudad se dividió, siguiendo la cartografía existente a escala 1:500 y las coordenadas U.T.M., en cuadrículas de 10x10 metros, de tal forma que cada entidad arqueológica tiene unas coordenadas puntuales dentro del marco de la ciudad. Estas áreas marcan la unidad mínima de control, utilizándose un complejo conjunto de fichas para registrar los elementos arqueológicos (unidades estratigráficas construidas y no construidas, estructuras y complejos estructurales), documentarlas (fichas de plantas simples y de fase, secciones estratigráficas, fotografías), almacenarlas (fichas de inventario de materiales y de muestreos) y analizarlas (fichas de clasificación). Toda la información generada fue informatizada utilizando un programa de base de datos standard (Paradox).

             - Realización de un catálogo de bienes muebles e inmuebles de todo el ámbito de la ciudad de Granada. Este catálogo habría que completarlo con la incorporación de los bienes documentales existentes sobre la ciudad.

             - Revisión y puesta al día de los datos generados en todas las actuaciones arqueológicas desarrolladas con anterioridad a la creación del PAUG.

             - Control exhaustivo de las intervenciones realizadas a partir de la puesta en marcha del proyecto, ya sean mediante actuaciones de urgencia, emergencia, seguimiento o control de movimiento de tierras, tendentes a la liberalización de solares para su inmediata construcción. Este control se ha llevado a cabo por parte de un equipo integrado por la Dirección del proyecto más una serie de profesores de la Universidad de Granada.

             - Supervisión de todas aquellas intervenciones programadas en los conjuntos monumentales de la ciudad y aquellas otras actuaciones a desarrollar en el marco de proyectos de rehabilitación. En este sentido se han establecido colaboraciones con los proyectos de restauración arquitectónica llevados a cabo en el Convento de Zafra y en el Cuarto Real de Santo Domingo.

             - Actuaciones programadas en relación a intervenciones urbanísticas que suponen importantes cambios en el entramado urbano de la ciudad. Este ha sido el caso de la actuación dentro del marco de rehabilitación del barrio de San Matías, en pleno centro de la ciudad, donde se han efectuado sondeos y seguimientos arqueológicos en más de 10 solares.

             - Intervenciones programadas de manera sistemática sobre solares con un alto interés científico en relación con las líneas de investigación histórica trazadas en el proyecto y que no sean susceptibles de una construcción inmediata. Este ha sido el caso de la actuación en el solar donde se va a construir la futura mezquita de la ciudad, donde la intervención arqueológica de urgencia, debido a la importancia de los restos aparecidos, se transformó en una actuación sistemática, de gran importancia para conocer el génesis y primer desarrollo urbano de Granada.

 b) Protección. La intención prioritaria del PAUG ha sido la realización de una Carta de Riesgo en la que quedara constancia, mediante el desarrollo de un modelo analítico, de los diferentes niveles de riesgo y cautela recomendados en cada una de las zonas y subzonas de la ciudad. Este documento se convierte en instrumento de primer orden para las administraciones patrimoniales y urbanísticas a la hora de enjuiciar las actuaciones sobre los solares edificables, agilizando su gestión. En el caso de Granada se han proyectado Cartas de Riesgo específicas para las zonas que aglutinan cada uno de los Planes Especiales de Protección y Reforma Interior (hasta el momento se ha realizado  sobre el Centro Histórico). En sus inicios el PAUG elaboró también un documento de Zonificación Arqueológica sobre toda la ciudad que, si bien ha venido siendo aplicado por parte de la Comisión de Patrimonio de la Consejería de Cultura, fue duramente atacado por diversos sectores contrarios al desarrollo de la Arqueología Urbana, quienes mediante una encarnizada campaña de prensa evitaron su debate y aprobación.

 c) Conservación. Una de las cuestiones prioritarias planteadas por el PAUG consistió en diseñar una serie de criterios a la hora de enfrentarse con la conservación de los restos arqueológicos de la ciudad. Se comenzó a elaborar un documento que fijara los criterios y planteamientos oportunos de cara a una eficaz y coherente política de conservación. Se partía de la conservación de aquellos elementos que se convierten en clave histórica o referente básico para la explicación del desarrollo histórico de la ciudad. Estos elementos no debían descontextualizarse, sino que había que integrarlos en diversos itinerarios o lecturas de la ciudad. Ello implicaba la inclusión de suficiente información gráfica y textual para permitir una mínima musealización de los restos arqueológicos.

             En el tiempo que duró el PAUG se recomendó la conservación y puesta en valor de los siguientes restos:

 - La fortificación ibérica, un tramo de canalización de agua romana y de la muralla medieval en el solar de la Mezquita.

 - Los restos arqueológicos localizados en la Plaza Mariana Pineda (elementos de una villa romana, de las murallas medievales y de distintas transformaciones urbanas de ese lugar hasta nuestros días).

- Restos de muralla medieval en Puerta de Elvira.

 - Los restos de un interesante edificio romano de la Placeta de los Negros.

 d) Difusión. Objetivo primordial del PAUG fue la difusión de los trabajos y resultados históricos obtenidos en la ciudad granadina. De esta forma el tiempo y financiación empleada en las diferentes actuaciones deben revertir en beneficio del propio ciudadano, contribuyendo además a clarificar la figura del arqueólogo y la labor desarrollada, que a menudo se desfigura y contrapone a determinados intereses particulares y colectivos de gran peso en la ciudad. La forma de divulgar los resultados que reporta el registro arqueológico son diversos (conferencias, exposiciones, mesas redondas, etc.). Este aspecto, quizás el más desantendido, es fundamental, ya que permite establecer el único puente que existe entre la arqueología como actividad que paraliza el desarrollo urbano y la sociedad que necesita entender y valorar el trabajo de los arqueólogos.

             El cambio que ha supuesto la aplicación de un proyecto global sobre la ciudad de Granada es manifiesto si nos atenemos a los datos estadísticos sobre el volumen de intervenciones realizadas durante el periodo que va desde 1983/84 a 1993 (39 actuaciones mediante sondeo y 50 mediante seguimiento) y desde finales de 1993 hasta septiembre-octubre de 1996 (50 sondeos y 50 seguimientos). Como resultado la media de 4 intervenciones con sondeo anuales ascendió con el PAUG a 17, con lo que se ha visto incrementada en un 425%, mienras de 5 seguimientos anuales se pasó a 17 de media, aumentando en un 340%.

             Por tanto, el PAUG ha supuesto durante sus 3 años de actividad la implantación de un modelo avanzado de tratamiento del patrimonio arqueológico en la ciudad. Sin embargo, la realización de esta actividad científica ha chocado con los intereses de los grupos de presión que actúan en el marco urbano (constructores, promotores, arquitectos, ayuntamiento...), quienes hábilmente han manejado a los medios de comunicación y han conseguido la marcha atrás de la Junta de Andalucía en la aplicación del modelo de arqueología urbana generado en 1993 por la propia Consejería de Cultura.

             A la vista de estos datos nos podríamos preguntar las causas del ocaso del PAUG. La respuesta simple podría ser que la arqueología urbana, hoy por hoy, no interesa a nivel político. Pero el transfondo es aún más grave y destructor para con la propia ciudad. Las entidades responsables en la salvaguarda de nuestro patrimonio no ofrecen criterios que regulen la practica arqueológica en las ciudades ni la forma de financiación, a la vez que aceptan la presión de grupos de población, con intereses totalmente particulares, para los que el arqueólogo es un estorbo ante sus ansias por obtener determinados beneficios económicos o políticos.

             La situación actual ha heredado del PAUG el sistema de registro arqueológico y el ritmo de actividad arqueológica. Se han generado empresas de arqueólogos, muchos de ellos antiguos miembros del PAUG, y existe una total desconexión entre ellos, así como ningún tipo de control científico. La presión que ejercía la Universidad para defender el patrimonio frente a la voracidad constructiva ha cesado. El resultado es que se excava más pero se investiga menos, con lo cual gran parte de la información histórica que debatían generar estas intervenciones se pierde para siempre. Podríamos afirmar que la arqueología urbana de Granada en vez de avanzar ha vuelto a una situación similar a la existente antes de 1993.