DYNAMIS. Acta Hisp. Med. Sci. Hist. Illus. 2006, 26, 323-366.

Dominique LECOURT (dir.). Dictionnaire de la pensée médicale, Paris, Presses Universitaires de France, 2004, 1270 pp. ISBN: 2 13 053960 2.

En la tradición enciclopédica francesa, este Diccionario del pensamiento médico está destinado a ocupar un lugar relevante, por la originalidad y oportunidad de su planteamiento. Se trata de una buena muestra de la vitalidad de la herencia de Bachelard y Canguilhem, la escuela francesa de historia y epistemología de la ciencia.
El director de la obra, Dominique Lecourt (Paris, 1944), profesor de Filosofía de la Ciencia en la Universidad París-7, es director del Centre d’Études du Vivant, y posee una digna trayectoria en el mundo editorial, tanto como autor (L’épistémologie historique de Gaston Bachelard, 1969; Lyssenko, histoire réelle d’une «science prolétarienne», 1976; L’Amérique entre la Bible et Darwin, 1992 ; Les piètres penseurs, 1999) como en función de responsable editorial (director de las collecciones Science, Histoire et Société y Forum Diderot en Presses Universitaires de France). Ha dirigido previamente otras obras colectivas, como una Encyclopédie des sciences (Paris, 1998).
En la gestión del ingente trabajo de coordinación de los 180 autores y casi 300 voces que componen esta obra, ha sido ayudado por un comité científico formado por François Delaporte (profesor de Filosofía e Historia de la Medicina en la Universidad de Amiens), Patrice Pinell (médico y sociólogo, director de investigación en el Centre de Sociologie européenne, INSERMEHESS) y Christiane Sinding (médica y filósofa, directora de investigación en el Centre Medicine, sciences, santé et société, CNRS-INSERM-EHESS). Entre ellos aportan un no despreciable 14% de los artículos. Todo avalado por otro comité de patronazgo, con presencia de un plantel de reconocidos historiadores y filósofos de la medicina y de la ciencia internacionales (W. Bynum, B. Fantini, E. Mendelsohn, J. Starobinski o H.v Staden, entre otros) El Diccionario se compone de un prólogo de Lecourt, agradecimientos, relación de voces, relación de autores, voces en orden alfabético, index nominum e index rerum.
La presentación nos habla de un propósito que nos suena a conocido: «insertar el pensamiento médico en la cultura general». Por tanto, no es un compendio actualizado de saberes médicos, ni un conjunto de biografías (de hecho, ninguna entrada puede adscribirse a este género), ni mucho menos una obra de divulgación o autoayuda, sino una panorámica sobre el más amplio campo de la medicina la salud, desde el punto de vista combinado de la historia, la filosofía y las ciencias sociales.
Entre las casi trescientas voces se encuentran conceptos básicos (persona humana, arte, muerte, inmortalidad, conciencia…), conceptos patológicos básicos (nosología, fiebre, dolor, síntoma, crisis, cura, contagio e infección, error…), enfermedades (infecciosas clásicas, como la peste, el cólera, la tuberculosis, o las emergentes, el sida y las tropicales, las enfermedades del sistema nervioso y las crónicas modernas —hipertensión arterial, cardiovasculares, cáncer, toxicomanías, obesidad, etc, entre otras), técnicas (acupuntura, antisepsia, auscultación, contracepción, experimentación animal y humana, transplante, vivisección…), profesiones o especialidades (alienismo, veterinaria, sexología, medicina del trabajo…), conceptos éticos (código de Nuremberg, informe Belmont, normas, responsabilidad, derecho a la información…) o aspectos históricos de la medicina (historia de la historia de la medicina, hipocratismo, galenismo, iatroquímica, homeopatía, anatomoclínica…). No es una historia de la medicina, pero el lector o lectora puede organizarse un itinerario muy cercano al sumario de un manual estándar, comenzando con las llamadas medicinas clásicas (hipocrática, china, india) y siguiendo con las escuelas grecorromanas, la medicina y farmacia árabes medievales hasta el pasteurismo, las relaciones entre biología y medicina, la medicina experimental, la medicina basada en la evidencia y la medicina regenerativa. Cada entrada acaba con una lista bibliográfica actualizada y con una serie de llamadas de remisión a otras relacionadas.
Hay voces de gran actualidad, como las que versan sobre genética y biotecnología (clonación, nacimiento de la genética médica, diagnóstico prenatal, fecundación artificial, etc.); otras atraen la atención por curiosidad (Frankenstein, nazismo, bioterrorismo, affaire Baltimore…). También resulta llamativo el contraste de opiniones y estilos en voces objetivamente relacionadas entre sí, como son las de appareil médical (Dagognet), instrument (Kuhn) y technologie (Pickstone); sin embargo, instrument remite a appareil, pero no a la inversa, mientras que esta correspondencia si se encuentra entre appareil y technologie pero se halla ausente del todo entre instrument y technologie.
Algunas voces de enfermedades se amplían en la correspondiente entrada sobre «lucha» (como en los casos del alcoholismo, sida y cáncer, pero no en el de la tuberculosis).
La autoría es masivamente francesa (cuento 139 autores con dirección profesional en el país galo), sumando procedencias disciplinares variadas (las mejor representadas: medicina/veterinaria, con 46 autores; historia, con 41; ciencias sociales, con 33; filosofía, con 27; psicología/psiquiatría, con 17; y biología con siete). Todos los autores que firman 4 ó más voces son franceses (D. Thouvenin, F. Gros, C. Sureau, J. Pigeaud, E. Fournier, F. Dagognet así como los ya mencionados) y lo son igualmente todos menos uno de los que firman tres veces (O. Faure, S. Byl, C. y A. Debru, A.M. Moulin, más el historiador británico P. Weindling). No figura ningún autor español, aunque si latinoamericanos (cuatro de México, tres de Brasil, dos colombianos y un peruano). Del total, más del 10% de autores (22 en total) aparecen como eméritos u honorarios.
En una obra del calibre de la que comento es inevitable la aparición de desniveles. Hay presencias difícilmente justificables, como la proliferación de artículos consagrados a la electricidad médica (electrochoque, electrodiagnóstico, electromiografía, electroterapia) o la pintoresca entrada acerca de la «medicina naval», que versa sobre una extinta actividad profesional, junto a ausencias clamorosas, la de «medicina colonial» o la de «cuerpo», por citar dos ejemplos destacados. Entradas parecidas encierran contenidos muy diversos, como las tres arriba señaladas en torno a la tecnología, o las dedicadas a enfermedades profesionales y a la medicina del trabajo. La tensión historia/ filosofía/sociología se resuelve de maneras muy distintas según los autores; en bastantes voces, la perspectiva histórica es muy débil, apenas unas líneas más bien tópicas que sirven de introducción a una discusión contemporánea. La orientación epistemológica refuerza de manera clara la exploración intelectual, de manera que muchos artículos aparecen excesivamente áridos en cuanto al estilo y bastante deshumanizados en cuanto a sus contenidos; no debe quedar oculta mi predilección por los abordajes más volcados de lado de la exploración de los contextos sociales. En todo caso, este Diccionario es una obra imponente, de gran interés para conocer la producción historicomédica francesa actual y cuya misma existencia la convierte en una obra de consulta obligada. Muy recomendable para las bibliotecas universitarias.

ESTEBAN RODRÍGUEZ OCAÑA
Universidad de Granada