DYNAMIS. Acta Hisp. Med. Sci. Hist. Illus. 2004, 24, 307-358.
Vincent BARRAS ; Micheline LOUIS-COURVOISIER (eds.). La médecine
des lumières: Tout autour de Tissot, Genève, Georg Editeur [Bibliothèque
d’Histoire des Sciences, n.º 3], 2001, 358 pp. ISBN: 2-8257-0704-X
El origen de la monografía que paso a reseñar fue la serie de conferencias
que, en 1997, conmemoraron los 200 años de la muerte del célebre médico
ilustrado suizo Samuel-Auguste Tissot. La veintena de ensayos publicados en
este volumen dan cobertura a las más diversas aproximaciones al pensamiento
de Tissot y a la época y ambiente que le tocó vivir: sus trabajos, su esfera de
influencia, su formación y personalidad, sus epistolarios, incluso sus aficiones
y proyectos. Todo ello se combina para analizar el «universo Tisssot».
Tras la introducción y presentación del volumen por parte de los editores,
el profesor Roy Porter inicia la obra analizando de manera exhaustiva un
concepto clave y reiterado en la historiografía de la Ilustración: la «idea de
progreso». El optimismo ilustrado, ejemplificado en el mundo médico por el
propio Tissot, marca el inicio de lo que los historiadores hemos denominado
«modernidad». El trabajo de Porter, centrado en el mundo anglosajón, estudia
la difusión y repercusión de los trabajos del médico helvético en las islas.
La obra consta de cuatro grandes apartados que incluyen textos, contextos,
actores, teoría y práctica de la medicina en el siglo XVIII.
En la primera parte «Medicina y Sociedad», Mathew Ramsey aborda el
tema del monopolio profesional de los médicos y centra su ensayo sobre las
tensiones y diferencias entre el modelo médico «liberal» británico y el «paternalista»
o «monopolístico» tutelado por el estado, ejemplificado en el continente por
Alemania. Si el primero pone el énfasis en la libre elección por parte del
paciente, el segundo acentúa la responsabilidad del estado en la formación de
los profesionales de la medicina. En el caso del ejercicio profesional de Tissot,
ambos modelos parecen estar presentes, y el médico suizo participó activamente
en tan controvertido debate. En el segundo trabajo Solange Simon-Mazoyer
estudia la tiranía que las modas comenzaron a ejercer sobre las mujeres,
obligándolas a elegir entra la hermosura y el convento, lo que significaba en
el caso de las primeras pasar por el sacrificio de soportar la esclavitud de las
máscaras (pomadas, cremas y polvos realizados con productos químicos, especialmente
plomo y derivados, en su mayor parte dañinos para la salud de las
mujeres). Frédéric Sardet, director del archivo municipal de Lausanne, cierra
este apartado, analizando las fuentes de archivo (en su mayor parte cartas
manuscritas) de pacientes y colegas a Tisssot y que fueron decisivas en la
confección de su Consejo al Pueblo....
En la segunda parte «Práctica médica y teoría en los trabajos de Tissot» las
cuatro contribuciones (Keel, Hamraoui, Steinke y Boschung) analizan las fuentes
de estudio del autor. El método anatomoclínico, el vitalismo, Haller, Sénac,
De Haen centran las influencias en la formación y la práctica clínica de Tissot.
Así, irritabilidad, animismo y mecanicismo fueron corrientes que ocuparon
buena parte de la abundante correspondencia del médico suizo con sus colegas
europeos.
Las aproximaciones prosopográficas centran la tercera parte del texto:
«Los actores de la medicina». Lawrence Brocklisss afronta el estudio de la
correspondencia entre los cuatro grandes médicos francófonos: Sauvages, Villars,
Calvet y Tissot en un periodo en el que se constituyeron en París la Real
Academia de Medicina (1731) y la Sociedad Real de Medicina (1776), instituciones
que tuvieron especial protagonismo en los conflictos profesionales de la
segunda mitad de siglo. Daniel Teysseire analiza las aficiones de Tissot por la
botánica y las antigüedades. Jacques Gélis estudia las fuertes discusiones que
sobre la competencia (planes de estudio y formación) en el monopolio de los
partos mantuvieron matronas y obstetras (con sus respectivos grupos profesionales
detrás) a lo largo del siglo XVIII en Europa. Rieder, Barras y Louis-
Courvoisier focalizan sus ensayos en los procesos sanadores de la vida cotidiana
dónde se relacionan hábitos, valores morales, obligaciones y supersticiones de
las clases populares en la Suiza de la Ilustración.
Finalmente la cuarta parte de la monografía está dedicada a «Textos y
contextos» de Samuel Tissot. Las extravagancias esotéricas de su Tratado de los
nervios, la interpretación de John Wesley de las teorías onanistas y las conversaciones y círculos intelectuales de Lausanne en la segunda mitad del siglo dan
forma y contenido al «universo Tissot» que pretende desentrañar el texto.
La monografía concluye con el análisis de un ensayo inédito de Tissot
sobre el proyecto de creación de una «Escuela Clínica» a cargo de Valérie Gaist
y una previa reflexión de Olivier Faure sobre la vigencia del proyecto médico
ilustrado.
En resumen, el texto ofrece una excelente síntesis en lengua francesa de
la cultura médica del siglo de las Luces. Los diversos autores analizan los
valores imperantes en materia de salud y enfermedad, el trabajo de los sanadores
(reglados o empíricos) y su percepción por parte de los pacientes. Contribuye,
también, a desentrañar un poco más ese halo «enigmático y ambiguo» del que
hablan los editores en la introducción en la obra y vida de Samuel Tissot. Un
excelente ejemplo de cómo hacer historia en ese imbricado mundo de «medicina,
sociedad y cultura».
MIKEL ASTRAIN GALLART
Universidad de Granada