Historia de la Filosofía Moderna III.-

El Idealismo alemán: La filosofía de Schelling (1)

Bibliografía

Schelling, F.W.J. (1796 ss.,1996) Esbozos sobre la filosofía de la Naturaleza: Alianza, Madrid.

Cassirer, E. (1977) El problema del conocimiento, vol. III, pp.206-345: FCE., México.

Falgueras Ignacio (ed.) (1988) Los comienzos filosóficos de Schelling: Universidad de Málaga. Incluye siete monografías de especialistas del período.

López Domínguez, Virginia (1995) Schelling: El Orto, Madrid.

 

1. La formación del joven Schelling y su carrera fulgurante

Nace en Würtemburg en 1775 es decir cinco años más joven que Hegel. Su padre pastor luterano lo educó en la cultura clásica y bíblica. Ingresa a los quince años en el Seminario de la Facultad de Teología de Tubinga, cuando Kant aún no había publicado la Crítica del Juicio. Entabla amistad con el poeta Hölderlin y con Hegel, influyendo en este último con fuerza. Acabada la teología, estudia matemáticas y ciencias naturales en Leipzig y Dresde. A los veintitrés años trabaja en la Universidad de Jena (1798) como profesor adjunto universitario de Fichte, al que sucede en la cátedra al año siguiente. Una carrera filosófica tan fulgurante no tiene paralelo.

Su primera obra "Sistema del idealismo transcendental" (1800) le proporciona una gran fama. Entra en contacto con el círculo romántico, especialmente con los hermanos Schlegel, casándose después con Carolina Schlegel. Pasa a enseñar en Würzburg.

Desde que publica Hegel la Fenomenología del Espíritu, el auge de éste va en detrimento de Schelling al que promocionó primero y con el que rompió posteriormente. En 1806, es llamado a la Academia de Ciencias de Munich. Entra en un período oscuro, mientras asciende Hegel en fama e influencia política. Hegel muere en 1830 y vuelve Schelling a la vida pública. En 1837. escribe un importante Prólogo a la Obra del positivista francés, Víctor Cousin. A la muerte de Federico Guillermo III que apoyaba a Hegel, el sucesor, Federico Guillermo IV, se alarma ante los derroteros de los discípulos de Hegel (izquierda hegeliana). Schelling será llamado por su sucesor Federico Guillermo IV a suceder a Hegel en la cátedra de Berlín. Tras unos pocos años de éxito donde elabora la llamada filosofía positiva o de la existencia. Abandona la docencia en 1847 y muere olvidado en Suiza en 1854.

2. Evolución y periodización de su pensamiento

1795-11796.- Período de influencia fichtiana

1797-1799. Sistema de la Naturaleza

1800.- Sistema del Idealismo transcendental

1801-1804.- La filosofía de la identidad

1804-1811.- Teosofía y filosofía de la libertad

1815.- La filosofía "positivista", de la existencia o sistema de la religión.

Los cuatro períodos resaltados en recuadro forman el esquema esencial de la época en que su filosofía fue más influyente, aunque el 6º período influirá mucho en el irracionalismo y en las reacciones antihegelianas, incluyendo Kierkegaard, Schopenhauer, y algunos miembros de la izquierda hegeliana, incluso, Marx.

3. El período fichtiano (1795-1796)

3.1. La asimilación del método.-

Schelling asimila el método de Fichte, siguiendo las indicaciones del maestro, pero rápidamente le da un giro acomodándolo a su punto de vista. Se apodera de esta filosofía hasta el punto que es capaz de darle forma sistemática y literaria, más conseguidas que en el propio Fichte.

Las primeras obras del joven Schelling entre las que destacan "Sobre la posibilidad de una filosofía en general" y "Cartas filosóficas sobre dogmatismo y criticismo" son un comentario a la filosofía de Fichte.

3.2. La raíz de las primeras discrepancias.-

Las discrepancias con Fichte aparecen enseguida y no parecen afectar al contenido y al resultado de su pensamiento sino a la forma. Parte de aquellas deducciones de Fichte a partir del Yo absoluto, pero, entendiendo la objetividad de manera muy distinta a su maestro.

Fichte no tiene una Filosofía de la Naturaleza porque entiende como el lado negativo del propio Yo absoluto. Por esta razón conocer la naturaleza es negarla pues se considera como el límite a la libertad. El único saber posible de la Naturaleza es reducir su pluralidad a la unidad del Yo. Esto es así, teniendo en cuenta no las cosas concretas de la naturaleza, sino sus leyes, que sólo proceden del Yo absoluto.

3.3. Nuevo concepto positivo de la Objetividad y de la Naturaleza

"Conocer la naturaleza es crearla", es la idea central de su Sistema de la Naturaleza. La crítica a Fichte se apoya en que no sería posible conocer la Naturaleza si ésta no tuviera un valor y un origen espiritual propios. Si la Naturaleza no ocultara una fuerza creadora paralela a la de la inteligencia, éste no podría conocerla.

Aunque en 1795, todavía parece moverse dentro del idealismo práctico y moral de Fichte,

El concepto de la libertad es también una novedad. La observación empírica y lo que se entiende habitualmente por ciencia consideran al Yo como una cosa más entre las cosas que es preciso observar según los métodos de las ciencias positivas. Es preciso romper con este anillo que enclaustra la conciencia en la necesidad de las leyes científicas.

Se consigue esta meta mediante un análisis del objeto mismo de la naturaleza que no es más que un producto de un hacer previo originario. La certeza del objeto concreto, aquí y ahora, presupone una fuerza creadora previa de la que es el resultado. Esa fuerza creadora es la fuerza de la libertad de la que la Objetividad es sólo el producto Con esta tesis se consolida la teoría romántica, según la cual es la espontaneidad de la naturaleza y no la inteligencia la causa del genio.

3.4. Nuevo status para la cosa en sí

Por este camino ve Schelling que el concepto de cosa en sí tiene su lugar de vigencia y su aplicación, pero en un sentido diverso a Kant. El término alemán "bedingen" condicionar, expresa muy bien lo que es la cosa en sí, es aquello que precisa de una condición necesaria para existir, ser cosa es ser condicionado, determinado. De ahí se deduce que para que haya cosas es preciso que exista la condición incondicionada de ellas, que no puede ser sino el Yo absoluto. Sus propiedades son las de la substancia spinoziana, concepto que el dogmatismo atribuía a lo incondicionado como "ser". Lo Incondicionado es el Yo, condición absoluta de la cosa misma.