
Tratamiento de la insuficiencia cardiaca
Tamargo, J.
Departamento de Farmacología. Facultad de Medicina. Universidad Complutense. 28040 Madrid. España
Ars Pharm.36;(4); 547-568, (1995)
Palabras claves:Insuficiencia cardiaca, Digoxina, Inhibidores de la fosfodiesterasa, Inotrópicos positivos, Vasodilatadores, Inhibidores de la enzima de conversiónResumen
La insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) puede definirse como la incapacidad del corazón para proveer las necesidades tisulares y/o mantener unas presiones de llenado ventricular anormalmente elevadas para producir un volumen minuto adecuado. Los objetivos del tratamiento de la ICC incluyen la mejoría de los síntomas y la limitación de la actividad física, prevenir la progresión del proceso y prolongar la supervivencia. Clásicamente hay dos formas de tratamiento: aumentar la contractibilad cardíaca y disminuir la pre y post-carga. Los diuréticos constituyen la primera línea de tratamiento en la mayoría de los pacientes con ICC sintomática ya que producen una mejoría rápida y mantenida de los síntomas que, en su mayoría, son consecuencia de la retención hidrosalina que se manifiesta como edema y congestión pulmonar. La digoxina, el único fármaco inotrópico positivo utilizado por vía oral, no sólo bloquea la ATPasa-Na/K, sino que además restaura la sensibilidad de los barorreceptores e inhibe el tono simpático. Por el contrario, los inhibidores de la fosfodiesterasa aumenta la incidencia de arritmias, aceleran la progresión del cuadro y disminuyen la supervivencia del paciente. La utilización de vasodilatadores se basa en su capacidad para mejorar la función ventricular actuando sólo sobre el componente vascular, reduciendo la precarga y/o la postcarga. Los inhibidores de la enzima de conversión interfieren con la activación neurohumoral que conlleva a la vasoconstricción y la retención hidrosalina y reduce la supervivencia. Asociados a diuréticos y digoxina mejoran la situación clínica y hemodinámica y aumentan la supervivencia.
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