LA CERÁMICA ISLÁMICA Y CRISTIANA DE LA TENERÍA DEL PUENTE DEL CARBÓN (GRANADA)

ISLAMIC AND CHRISTIAN POTTERY FROM THE “PUENTE DEL CARBÓN” TANNERY

Encarnación REYES MARTÍNEZ

Resumen
La ciudad de Granada en época islámica gozó de una floreciente industria textil gracias al aprovechamiento del río Darro. En este trabajo se realiza un acercamiento al conocimiento de la tenería del Puente del Carbón a partir del estudio del conjunto cerámico recuperado en la intervención arqueológica realizada en 1992 en este solar.

Palabras Clave
Granada, Reino Nazarí, Darro, tenería, cerámica islámica, cerámica cristiana.

Abstract
The city of Grenade at nazari period enjoyed of a flourishing textile industry thanks to the advantage Darro River. In this work we approach to the knowledge of “Puente del Carbón” tannery from the pottery recovered in the archaeological intervention of 1992.

Keywords
Granada, Nasrid Kingdom, Darro, tannery, islamic pottery, christian pottery


CONTEXTO HISTÓRICO

Granada será fundada como ciudad capital islámica a principios del s. XI por los beréberes ziríes. Los Ziríes eran beréberes Sinhaya de la rama de los Baranis que pasaron a al-Andalus a principios del s. XI ante la llamada de Zawi ibn Ziri ibn Manad enfrentado con los fatimíes del Norte de África. En esta etapa se darán frecuentes enfrentamiento con la taifa de Almería y la de Sevilla. ‘Abd Allah será el último rey de esta dinastía. En sus Memorias (Levi –Provençal, E García Gómez E.; 1980) se dice con claridad cómo la nueva dinastía decide fundar Madina Garnata. Pero lo hacen partiendo de la realidad de una ciudad anterior que estaba en sus cercanías, Madina Ilbira, por lo que no pueden crear aquélla sin abandonar ésta.

Al-Himyari (Lèvi –Provençal,E., 1938). nos dice de Granada: “Ciudad de al-Andalus, situada a cuarenta millas de Guadix. Es una de las ciudades [del entorno] de Elvira. Granada es de fundación moderna, pues sólo data de la época de los príncipes independientes de al Andalus (siglo XI). Con anterioridad, la ciudad más frecuentada de la región por los viajeros era Elvira; pero esta ciudad se despobló y sus habitantes se fueron a Granada”.

Leopoldo Torres Balbás (Torres Balbás, L., 1941) estableció una evolución de las grandes obras públicas de la dinastía zirí: A la primera etapa comprendida por los reinados de Zawí y de Habus pertenecerían la torre de la mezquita mayor, la de San José y las fortificaciones a que correspondían la puerta de Hernán Román y el arco desaparecido de la puerta de Elvira. Los muros de los alminares de esas mezquitas y de las puertas se construyeron con sillarejos estrechos y largos, colocados unas veces de costado y otras de frente, y casi siempre con labra de resalto, según la moda cordobesa. Las puertas eran pasos en línea recta, y los paños de muralla y las torres intermedias obra de tapia, con cantos gruesos y rodados unidos por dura argamasa.

Las Memorias de Abd Allah reflejan de primera mano su trayectoria como soberano y las vicisitudes de su gobierno. Su principal enemigo será la presión cristiana, principalmente la de Alfonso VI. Las rebeldías locales estarán latentes a lo largo de este periodo. Será éste el último rey zirí de Granada y de sus manos recibirá el poder Yusuf ibn Tasufin, jefe de los Almorávides.

Los nuevos gobernadores de al-Andalus llegaban llamados por sus hermanos beréberes y una vez instalados sus tropas inician la ocupación de estas tierras. Granada destacará como principal centro andalusí bajo esta dinastía. Esta dinastía africana se mostraba defensora intransigente de la doctrina malikí pero una vez en al- Andalus suavizan sus actitudes y se dejan llevar por el lujo y esplendor de la riqueza de sus cortes. Los excesos de estos nuevos gobernantes de al –Andalus y las exacciones de sus tropas provocaron el desafecto de sus súbditos. Esta situación provocó el advenimiento de los Almohades (unitarios), beréberes de la familia de los Masmuda procedentes de la zona montañosa del sur de Marruecos.

Granada será el último reducto Almorávide en la Península hasta que Ibn Yaddar se la entregó a los Almohades aproximadamente entre 1155-1156. Una vez controlado el territorio andalusí esta dinastía norteafricana se enfrentó a los reinos cristianos peninsulares. Será el avance cristiano, unido al levantamiento de los andalusíes en los que se ha llamado terceras taifas lo que pondrá fin al imperio Almohade en al-Andalus.

Tiene lugar la aglutinación del territorio andalusí en torno a tres emires rivales; Ibn Hud en Murcia, Ibn Mardanis en territorios levantinos y Muhammad ibn al –Ahmar señor de Arjona y fundador del Reino Nazarí de Granada, último reducto del Islam en la Península Ibérica.

Este nuevo reino lo inaugura Muhammad I que fijaría su residencia real en la antigua fortaleza zirí de la Alhambra. Muhammad I hizo que reinara el orden público en una ciudad.Sus sucesores Muhammad II (1273) y Muhammad III tendrán como principal labor defender al reino de los ataques cristianos. Será con la llegada al poder de Muhammad V cuando se inaugure un periodo floreciente de paz y prosperidad. Sus sucesores tendrán que enfrentarse a una situación menos favorable y por ende sin retorno para el reino granadino.

Dos linajes de estirpe árabe los Cegríes y los Abencerrajes protagonizarán una guerra civil que hace tambalear la ya inestable corte nazarí especialmente bajo el reinado de Muhammad IX, el Zurdo (1418-1452). La llegada al poder de Abu l-Hasan Ali, o Muley Hacén, en 1464, llevó cierta estabilidad al reino granadino pero fue una situación temporal. Un golpe de estado protagonizado por los Abencerrajes elevará al poder a su hijo Muhammad XII, Boabdil. Boabdil intentaría en vano enfrentarse a las fortalecidas tropas castellanas en Lucena en 1482 donde sería hecho prisionero temporalmente. Consiguió la libertad a cambio de rendir vasallaje a los Reyes Católicos. Se establece en Guadix donde se le reconoce como soberano. Su tío el Zagal (el Valiente) protagonizaría en Granada sangrientas luchas contra Boabdil a su regreso a Granada. Estas luchas fratricidas permitieron el fortalecimiento de los ataques cristianos y la caída de las principales plazas del reino.

El hambre y el desaliento se apoderan de la ciudad granadina. Boabdil abrumado ante la situación inicia negociaciones secretas con los Reyes Católicos establecidos en Santa Fe desde 1491. Entre los días uno y dos de Enero los cristianos toman la ciudad de Granada poniendo fin a su devenir en la historia bajo la media luna.


EL RÍO DARRO Y LA ACTIVIDAD ARTESANAL

El Darro atraviesa la ciudad entrando por la parte oriental, y va aumentando su caudal gracias a las aportaciones de los excedentes de las acequias y los afluentes que vierten sus aguas al cauce, así como de las acequias de agua sucia (darrillos) que se construyeron en época musulmana para evitar los problemas higiénicos.

La calle Reyes Católicos, llamada de Méndez Núñez, era conocida como "La Riberilla" gracias a los puentes que cruzaban el río Darro desde su entrada a la ciudad hasta su desembocadura con el Genil. La zona comprendida entre los puentes de Curtidores y Zapateros se denominaba como "Riberilla de los Curtidores" y la zona entre éste último y Plaza Nueva, "Riberilla de los Tintes" por las industrias que proliferaban en ambas márgenes del río.

La relación entre el Darro y estas estructuras arte sanales queda claramente de manifiesto en el relato de la crecida del río en 1478. A este respecto, Hernando de Baeza (Baeza H.,1968) nos dice: “...llevose el rio toda la calle del Cacatin, y todas las cortydurias, y toda la alcayceria, y otra gran parte de la cibdad á donde fué muy grande el daño que hizo en Ileuarse y destruyrse todas las mercaderias de la cibdad, porque aquel solia ser y es lugar donde está casi todo el trato, o al menos el más principal de la cibdad”.

En Granada está documentada otra tenería situada en el Secano de la Alhambra. (Torres Balbás L., 1945). El cubrimiento del río Darro sería uno de las razones por la que estas industrias tenderían a desaparecer, debajo de la bóveda que cubre el río quedarían numerosos restos de época islámica. (Origuela, A.1993).


LA TENERÍA DEL PUENTE DEL CARBÓN

Seco de Lucena nos informa abundantemente de un barrio de curtidores (Seco de Lucena, L., 1975). Estaba situado en las proximidades del Darro, junto a la puerta del mismo nombre. Esta puerta se hallaba situada en el inicio de la actual calle de Salamanca, también en la ribera del río. Para el autor citado el barrio de los Curtidores (al-Dabbágin) estaba contiguo al de los Tintoreros (al-Sabbágin) y éste al de los Zapateros de los Alcorques (al-Qa-rráqin). Todos estos barrios contaban con sus mezquitas y baños propios. El río servía en sus dos orillas para estas actividades artesanales. Se trataba además de una artesanía que requería una gran cantidad de aguas limpias y corrientes, con el fin de poder evacuar asimismo las sucias. Tanto los tintoreros como los curtidores las precisaban. Por eso, a ambas orillas se ubicaban sus talleres. No es, pues, extraño que el puente que las comunicaba antes de la gran curva del río se llamase puente de los Curtidores como se ha señalado. Gómez Moreno en su Guía sobre la ciudad de Granada señala la existencia de un puente llamado de los Curtidores (Gómez-Moreno M. 1892).

En un texto ya del siglo XVI en donde se hace un inventario de bienes hábices leemos: Una casa de cortyduria debaxo de la puente del Carbón en que esta Diego Jafar cortydor por onse dineros cada una. (Hernández Benito, P.1990).

Y en otro texto perteneciente al Traslado del apeo de casas, tiendas y demás bienes de propios de la ciudad de Granada se nos da igualmente noticias de tenerías en esta parte de la ciudad: Una casa tenería en la ribera del Darro que la tiene a censo Luis Hernández curtidor; e alinda de la una parte con tenería de los herederos de Xoxan, e de la otra parte con tenería de Alvaro de Jaén, e por delante con la ribera de Darro; la cual se midió, e tiene de hueco ocho varas e una tercia de ancho, e nueve varas e dos tercias en largo, y entra en un rincón en un cornisal que tiene una vara e dos tercias en cuadra, sin el grueso de las paredes. Paga de censo cada año mil e cuatrocientos veinte e ocho maravedís e dos gallinas. Son todos los altos e aire de la dicha casa tenería.

Es evidente que desde el puente del Carbón y el puente de los Curtidores, a ambas orillas del Darro, existían tenerías o curtidurías de pieles a lo largo de los últimos tiempos del Reino Nazarí. Las referencias escritas no nos permiten hacer más afirmaciones, pero a través de la arqueología se ha podido estudiar una estructura artesanal de estas características. La prospección arqueológica por debajo de las bóvedas del río ha puesto de manifiesto la existencia de tenerías y tintorerías, pero ha sido una excavación la que lo ha evidenciado con mayor rigor y claridad.


ESTUDIO ARQUEOLÓGICO DE LA TENERÍA DEL PUENTE DEL CARBÓN

En 1992 se realizaron unas obras en la Calle Puente del Carbón (Granada) para el acondicionamiento de un solar, en el que previamente se había derribado un edificio conocido como el del «Bar Jandilla». A un nivel por debajo del actual de la calle Puente del Carbón se apreciaban restos de importancia, siendo los más llamativos los correspondientes al estribo de un puente. Se sospechó que podía tratarse de al-qantara al-yadida o Puente Nuevo, construido para comunicar la Alhóndiga Nueva, es decir el actual Corral del Carbón, con la otra orilla del Darro, en donde estaba el núcleo central de la medina. La intervención arqueológica fue inmediata y hubo de procederse a la documentación de las estructuras presentes y de la estratigrafía correspondiente. La estratigrafía se hallaba muy alterada por efectos de la remoción de tierra por medios mecánicos, que intentaban cimentar la nueva obra.

La extensión del solar impuso una actuación arqueológica de 6 x 8 m, que posteriormente se amplió hacia el N. Se pudo comprobar que existía, debajo del nivel de relleno para la construcción de la vivienda derrumbada, una plataforma de ladrillos realizada para apoyo del puente. Hasta los 1,5 m, a partir del puente, se comprueba la existencia de dos huecos hechos posteriormente a su construcción, con el fin de acceder a su interior, que estaba cubierto frontalmente. Uno de ellos estaba hecho para la limpieza del pozo ciego existente. Se pudo comprobar que se rellenó el espacio existente con un hormigón muy duro que apoyaba directamente en la roca madre. A partir de este punto y hasta los 3,5 m existe la ya citada plataforma de ladrillos y piedras de arenisca. Para establecerla se cortó la roca en su nivel superior, si bien cabe la posibilidad que fuese un nivel de aluvionamiento del mismo río Darro. Pero la estructura de más interés ante para nuestro actual propósito estaba en el sector O de la excavación. A ella nos vamos a referir con mayor detalle. Para hacerlo nos fijaremos en la parte más septentrional del conjunto, la que está cerrada por un muro transversal de un fuerte hormigón con abundante cal, que se denominó en la excavación M-03. En realidad corta al M-6, que sirve de limite N a todas las piletas y estructuras murarias, formando un ángulo de unos 30°. La descripción seguirá, pues, la dirección N-S.

La pileta O-4 se halla lindando con el M-03 por el N y por el E con M-02. La cara O del muro M-02-I tiene adosado en gran parte de su recorrido los muros perimetrales de O-4, O-2 y O-1, que en realidad están hechos al mismo tiempo y que son de ladrillo. Entre este muro perimetral y M-02-I hay un minúsculo canal también de ladrillo.

Como hemos dicho la estructura O-4 se cierra por el muro M-06, que es obra de mampostería. Es el único de todo el conjunto 0, que es de mampostería. Su altura máxima es de 0,635 m; su grosor de 0,485 m; su longitud total es sólo de 0,41 m. Aparentemente apoya en el pilar N, pero se trata de una pequeña capa que más bien parece una filtración o relleno. En cualquier caso, la factura de este pequeño muro indica que es obra diferente al resto. Apoya M-06 directamente sobre la roca. Debajo del pavimento de losetas y ladrillo de O-4 se puede ver un relleno que apoya directamente sobre la roca madre. Sin duda se hizo para igualar la superficie natural. El muro M-08 cierra la pileta O-4 por el E. Aunque parcialmente es continuación de M-09, según veremos más adelante, tiene una factura propia De hecho, la parte que hay después de M-08, es decir del muro que cierra O-4 por el S, está hecha de ladrillo, pero también con piedra, destacando una arenisca. El muro M-07 cierra la pileta por el S. Su frente S da a otra pileta, la O-2, mientras que la N a la O-4. La cara S tiene una gruesa capa de revoco que la cubre casi totalmente. Sin embargo, el frente N está al descubierto, es decir, sin recubrimiento. Puede ser una prueba de que mientras en O-2 había líquidos para curtir, por tanto corrosivos, en O-4 no era así, pudiendo contener algún elemento distinto. El frente N de M-07, el que da a O-4, tiene una hilada de base casi cubierta por la solería de la pileta, y seis de frente. Está montada sobre un relleno de piedra v cerámica, pues se aprecia el cuello de una tinaja que sirve de apoyo además, al P- 01. El relleno en cuestión apoya directamente sobre la roca de la formación Alhambra. La solería, evidentemente, no es para ser vista de forma habitual, pues es muy irregular. La solería de O-2 está formada por losetas unidas con un mortero de abundante cal. El muro M-09, casi paralelo al M-02-I, mide 3,39 m de longitud, 0,28 m en su parte más estrecha y 0,34 m en la parte que tiene revoco de cal. Entre este muro y M-02-I hay, como ya dijimos, un pequeño canal (CA-O1). El muro M-10 sirve de separación entre la pileta O-1 y la O-2. En su frente N y en su ángulo NE hay un revoco muy grueso que solamente se conserva aquí. La solería de O-1 es más regular. Está formada por ladrillos y losetas que se apoya, según se pudo comprobar al levantar una de ellas ex - profeso, en la roca madre. En el contacto con M-10 en el suelo hay solería puesta a sardinel en algunos puntos. El M-11 cierra por el S la pileta O-1. La primera hilada de ladrillos enrasa con la solería. El frente S de M-11 permite ver cómo se apoya en un gran relleno para nivelar sobre la roca. Hay restos de cerámica, en concreto una gran tinaja en la que se apoya el muro son visibles cinco hiladas y otras tres en resalte. Ya hemos dicho que entre la cara E de M-09 y la O de M-02-I existe un pequeño canal, al que hemos denominado CA-01. Serviría para evacuar el agua o líquido usados en los procesos de curtido de las pieles.

Las estructuras descubiertas conformaban lo que debió de ser una tenería, en donde se desarrollaban diversos procesos para el curtido y tintado de pieles.(Malpica Cuello, A.1995)

ESTUDIO ESTRATIGRÁFICO

El solar en el que se llevó a cabo la excavación se realizó un solo sondeo que se dividió en cuatro sectores. En los cuatro sectores aparece cerámica nazarí junto con cerámica cristiana de primera época. En el sector D se localiza en un estrato cerrado, exactamente se trata de una fosa, (nº de inventario: 1119) la cerámica cuya cronología es de los s. XI-XII. En este estrato es donde han aparecido las piezas más antiguas aunque siempre dentro del periodo islámico. Es muy importante haber encontrado este tipo de registro cerrado pues nos ofrece una estratigrafía no alterada y por tanto más fiable, pues en cierta parte de la excavación la maquina excavadora por efectos de remoción de tierras había alterado las fases estratigráficas.

La tenería presenta dos fases de ocupación, una primera fase islámica en el período nazarí y una segunda fase más corta que se daría en el s. XVI. La cerámica documentada en este solar presenta igualmente estas dos fases de ocupación, cerámica nazarí junto con cerámica cristiana de primera época.

La cerámica datada con una cronología anterior y que apareció en el interior de la fosa sería probablemente material de deshecho. Se trata de fragmentos de piezas bastante deterioradas pero con unas características formales y decorativas que las sitúan claramente en los siglos XI y XII, como puede verse en el estudio de materiales presentado.


LA CERÁMICA DE LA TENERÍA DEL PUENTE DEL CARBÓN.
ESTUDIO TIPOLÓGICO Y FUNCIONAL

Para llevar a cabo el estudio del conjunto cerámico de la Tenería del Puente del Carbón se ha empleado la terminología y tipología establecida por Guillermo Rosselló Bordoy. Rosselló Bordoy. G. 1978.

VAJILLA DE COCINA

Marmita
Entre el conjunto de marmitas documentadas en la Tenería del Puente del carbón encontramos los siguientes tipos:
Tipo I.: Marmita de cuello recto con paredes de tendencia divergente y separado del cuerpo por una acanaladura. Borde redondeado y engrosado al exterior.
Gr-D.060-1119.2.2. Este tipo de marmita pertenece a los siglos XI-XII.
Tipo II: Marmita de cuello recto y cilíndrico con escotadura diferenciada por una pequeña arista viva que remarca el inicio del mismo. Labio apuntado y pestaña al interior. Gr-D.060-1006.2.2. Es una pieza datada en época Nazarí.
Tipo III: Marmita de labio recto. Cuello cilíndrico, moldura en la unión del cuello con el cuerpo. Gr-D.060-1006.3.1. Pertenece a los siglos XV-XVI.
Tipo IV: Marmita de labio redondeado. Cuello troncocónico. Cuerpo globular. Dos asas de puente. Gr-D.060-1141.2.9. Pertenece a los siglos XV-XVI.
Tipo V: Marmita de boca cilíndrica baja. Labio plano con acanaladura interna. Cuello moldurado. Gr-D.060-1014.3.3. Nazarí.
Tipo VI: Marmita de labio redondeado. Cuello troncocónico con paredes ligeramente divergentes. Gr-D.060-1154.1.1. Es una olla cristiana de primera época.
Tipo VII: Miniatura. Marmita de cuello recto diferenciado del cuerpo por una acanaladura. Cuerpo de tendencia globular. Gr-D.060-1136.1.2. Nazarí.

Cuscusera
Está representada por un solo ejemplar, conservándose la base y el arranque del cuerpo. La base es ligeramente resaltada. El tipo de pasta es similar a la de las marmitas aunque más gruesa. Entre la cerámica estudiada solo aparece un ejemplar de esta tipología. Gr-D.060-1044.10.33.

Cazuela
Tipo I: Cazuela de labio redondeado y borde recto. Paredes de tendencia divergente. Gr-D060-1119.2.19. Pertenece a los siglos XI-XII.
Tipo II: Cazuela de labio redondeado. Cuerpo de paredes divergentes y abombadas. Base plana. Gr-D060-1023.18.1. Nazarí.
Tipo III: Cazuela de borde en ala con engrosamiento interno para soporte de tapadera. Gr- D.060-1001.2.2. Esta pieza representa la típica cazuela con borde en ala Nazarí.
Tipo IV: Cazuela de labio plano. Borde de sección triangular engrosado tanto al interior como al exterior. Presenta un reborde interior para asiento de tapadera. Cuerpo de paredes curvas abombadas. Moldura de arista bajo el borde. Asitas de costilla que pueden ser más de dos. Gr-D.060-1095.1.1. Siglos XV–XVI.
Tipo V: Cazuela de labio redondeado. Borde engrosado. Cuerpo de perfil quebrado resaltado. Gr-D.060-1073.1.7. Nazarí.
Tipo VI: Cazuela de labio redondeado con cama interior para asiento de tapadera. Cuerpo ligeramente troncocónico invertido con resalte en la zona superior. Gr-D.060-1053.4.2. Siglos XV-XVI.
Tipo VII: Cazuela de borde redondeado y engrosado al exterior. Paredes rectas que indican una base convexa. Gr-D.060-1128.1.1. Siglos XV-XVI.
Tipo VIII: Cazuela con cuerpo de paredes divergentes. Labio redondeado al exterior y biselado al interior. Borde en ala. Gr- D.060-1082.1.1. Siglos XV-XVI.
Tipo IX: Miniatura. Cazuela de labio triangular con cama al interior. Borde festoneado engrosado al exterior. Paredes rectas que indican una base ligeramente convexa. GR-D.060-1020.1.1. Es una pequeña cazuela de época Nazarí.


VAJILLA DE MESA

Ataifor y Jofaina
Tipo I. Ataifor de paredes exvasadas y curvas, labio redondeado y engrosado al exterior. GR-D060.1119.18.7. Es un ataifor de los siglos XV-XVI.
Tipo II: Ataifor de labio recto y borde redondeado y engrosado al exterior. Presenta un cuerpo de paredes rectas con carena en su unión con la base. Lleva dos asas muy pegadas al cuerpo. Gr-D.060-1119.16.1.
Tipo III: Jofaina de labio triangular engrosado al exterior. Paredes de tendencia divergente. Presenta una decoración a cuerda seca al interior y acabado vidriado verde al exterior. Gr-D060-1119.20.5. Es una jofaina de los siglos XI-XII.
Tipo IV: Jofaina de pequeño tamaño de forma abierta con anillo de solero de ascenso vertical con paredes rectas. Gr-D060-1119.19.5. Siglos XI-XII.
Tipo V: Ataifor de paredes abiertas de tendencia divergente. Repié anular. Gr-D060-1119.14.2. Es una pieza de los siglos XI-XII.
Tipo VI: Ataifor de paredes de perfil troncocónico invertido. Borde redondeado engrosado al exterior y diferenciado del cuerpo por una acanaladura. Gr-D060.1119.24.1. Es una pieza del siglo XII.
Tipo VII: Jofaina de paredes exvasadas y rectas con una carena curva en la parte media. Labio apuntado y borde simple. GR-D-1014.8.1. Nazarí
Tipo VI: Ataifor de paredes exvasadas y curvas. Borde exvasado y curvo y labio redondeado. Suave carena en la parte baja de la pared. GR-D-060.1146.3.1. Nazarí.
Tipo IX: Cuerpo con forma de casquete esférico. Paredes curvas, borde vertical y recto con labio triangular engrosado al exterior. GR-D060.1023.13.1. Es un ataifor nazarí.
Tipo X: Jofaina con cuerpo de forma de casquete esférico. Paredes curvas, borde vertical y recto con labio triangular engrosado al exterior. GR-D060.1001.12.1. Nazarí.
Tipo XI: Ataifor con cuerpo de paredes abiertas y tendencia divergente. Repié anular alto. Gr-D060-1024.4.1. Es un ataifor nazarí.
Tipo XII: Ataifor de labio entrante y borde biselado al exterior. Cuerpo de paredes curvas divergentes. Gr-D.060-1001.13.3. Es un ataifor nazarí.
Tipo XIII: Borde vertical y curvo por ambas superficies aunque con mayor curvatura en el exterior. Paredes rectas tras una pronunciada carena exterior. Anillo de solero de sección diagonal y ángulo recto. GR-D-060.1040.8.1. Siglos XIV y XV.

Cuenco
Tipo I: Cuenco de labio redondeado y engrosado al exterior. Cuerpo de paredes rectas diferenciadas de la base por una carena muy baja. Base plana. Gr-D060-1141.13.2. Es un cuenco nazarí aunque tiene continuación en época cristiana.
Tipo II: Cuenco de forma hemisférica con paredes curvas que terminan en labio redondeado y engrosado al interior. GR-D-060.1001.7.7. Siglos XV-XVI.
Tipo III: Cuenco de labio redondeado al interior y recto al exterior. Cuerpo de paredes troncocónicas carenadas. Base plana. Gr-D.060-1026.9.2. Siglos XV- XVI.

Plato
Tipo I: Plato de labio redondeado con cuerpo de paredes rectas divergentes. Presenta una moldura circular al interior alrededor del solero. Base ligeramente convexa sin repié. Gr-D.060-1087.3.1. Es una pieza de época moderna.
Tipo II: Plato con labio redondeado y borde en ala. Cuerpo de paredes rectas divergentes. Gr-D.060-1034.3.2. Es de época moderna.
Tipo III: Plato con labio redondeado. Cuerpo de paredes divergentes que terminan en borde exvasado marcado por una acanaladura en la parte superior. Gr-D.060-1113.1.1. Es una pieza cristiana de primera época.

Jarrita/o
Tipo I: Miniatura de jarrita. Cuerpo bitroncocónico y base plana. Arranque de asas. Presenta un acabado vidriado verde al exterior. Gr-D.060-1119.3.7
Tipo II: Jarrita de cuerpo cilíndrico con paredes de tendencia divergente. Base abombada y convexa diferenciada del cuerpo por un resalte. Presenta una pasta clara y porosa. Gr-D.060-1001.7.3. Es una jarrita nazarí
Tipo III: Jarrito de labio redondeado y borde triangular engrosado al exterior. Cuello troncocónico. Gr-D060-1014.10.9. Nazarí.
Tipo IV: Jarrita de base plana. Paredes abombadas de tendencia periforme. Presenta un acabado vidriado verde al exterior. Gr-D060-1014.16.18. Es una jarrita nazarí
Tipo V: Jarrita de labio redondeado y borde triangular engrosado al exterior y carenado. Cuello de paredes cilíndricas. Gr-D060-1006.7.4. Siglos XV-XVI

Redoma
Tipo I: Redoma de cuello cilíndrico y alargado diferenciado del cuerpo por una moldura. Arranque de asa. Gr-D.060-1119.16.20. Siglos XI-XII.
Tipo II: Redoma de base plana y pequeña con cuerpo de tendencia globular. Gr-D.060-1119.16.14. Siglos XI-XII
Tipo III: Redoma de labio redondeado y moldeado con cuello cilíndrico. Borde moldeado y engrosado en la unión con el cuello. GR-D.060.1017.9.5. Nazarí
Tipo IV: Redoma con cuerpo de tendencia periforme y base plana. Gr-D.060-1128.3.7. Tipo V: Redoma de repié anular con paredes que indican la presencia de un cuerpo cilíndrico abombado. Gr-D.060-1067.7.1.
Tipo VI: Redoma de labio redondeado y borde triangular engrosado al exterior y carenado. Cuello de paredes cilíndricas. Gr-D060-1014.10.5. Nazarí.


VAJILLA DE ALMACENAMIENTO, TRANSPORTE Y CONSERVACIÓN

Jarra/o
Tipo I: Jarra de base cóncava, remarcada con un anguloso reborde. Repié anular redondeado. Paredes que indican un cuerpo de tendencia cilíndrica. Decorada con cuerda seca. GR-D.060.1119.20.1. Es una jarra que datada en los siglos XI-XII.
Tipo II: Jarra de fondo plano ligeramente convexo. Paredes rectas de tendencia divergente. Cuerpo posiblemente globular. Gr-D060-1119.8.50. Siglos XI-XII.
Tipo III: Jarra de labio redondeado y borde de sección triangular engrosado al exterior con moldura. Paredes del cuello de tendencia divergente. Gr-D060-1044.5.2. Es una jarra nazarí que tiene continuación en época cristiana.
Tipo IV: Jarra de labio recto. Borde triangular con engrosamiento externo. Cuello cilíndrico. Acanaladura que remarca el cuello. Gr-D060-1062.5.31. Es una jarra nazarí o cristiana de primera época.
Tipo V: Jarra de base plana. Paredes que indican un cuerpo globular. Gr-D060-1128.8.1. Es una jarra cristiana de primera época.
Tipo VI: Jarra de base plana ligeramente resaltada. Gr-D060-1006.7.6. Siglos XV-XVI.

Tinaja
Tipo I: Tinaja de labio plano, borde rectangular engrosado al exterior. Cuello cilíndrico reforzado por una moldura en su unión con el cuerpo. Gr-D060-1119.8.8. Es una tinaja datada en los siglos XI-XII.
Tipo II: Tinaja de labio plano. Borde engrosado al exterior de sección rectangular. Cuello cilíndrico. Gr-D.060-1091.1.1. Es una tinaja Nazarí.
Tipo III: Pie de tinaja con forma bitroncocónica y moldurada. Gr-D.0601024.2.1. Nazarí.

Cantimplora
Solo se ha encontrado un ejemplar entre la cerámica de la Tenería del Puente del Carbón que corresponda con este tipo de recipientes. Gr-D.060-1001.7.2. Es una cantimplora nazarí.

Orza
Tipo I: Orza con cuerpo de tendencia globular y labio engrosado con moldura exterior. Vidriado al interior. GR-D-060.1128.3.8. Nazarí.
Tipo II: Orza de labio plano. Borde carenado rectangular engrosado al exterior. Vidriado al interior. Gr-D060-1014.14.1. Es una orza de los siglos XV-XVI.


VAJILLA DE USOS MÚLTIPLES

Alcadafe
Tipo I: Labio exvasado con borde redondeado engrosado al exterior. Cuerpo troncocónico invertido. Gr-D060-1119.23.1. Es un alcadafe de los siglos XI-XII.
Tipo II: Alcadafe de labio exvasado con borde redondeado engrosado al exterior y replegado. Cuerpo troncocónico invertido. Gr-D060-1119.23.3. Siglos XI-XII
Tipo III: Alcadafe de labio entrante con borde cuadrangular. Cuerpo troncocónico invertido. Gr-D060-1119.25.1. Es una pieza de los siglos XI-XII
Tipo IV: Alcadafe de labio redondeado y borde replegado al exterior. Cuerpo de tendencia troncocónico invertido. Gr-D.060-1139.3.1. Alcadafe nazarí
Tipo V: Alcadafe de labio recto con engrosamiento interno, borde bífido triangular. Cuerpo de tendencia troncocónica invertida. Gr-D060-1079.11.2. Nazarí.


VAJILLA PARA LA ILUMINACIÓN

Candil
Tipo I: Cazoleta de candil de pie alto. Borde trilobulado con pellizco. Arranque de asa de puente dorsal. Arranque de fuste. Gr-D060-1040.17.1. Nazarí.
Tipo II: Fuste con cavidad basal y moldura en su parte superior. Gr-D.060.1001.15.1. Nazarí
Tipo III: Fuste de candil de pie alto. Forma cilíndrica moldurada. Vidriado verde esmeralda. Gr-D060-1062.14.2. Nazarí.


CONTENEDORES DE FUEGO

Anafre
En la Tenería del Puente del Carbón los anafes aparecidos no se conservan completos aunque si documentamos tanto cuerpo inferiores como superiores. El tipo de parrilla estudiada es en todos los casos el formado por rollos cerámicos entrecruzados.
Tipo I: Cuerpo superior de anafre. Presenta forma troncocónica invertida. Labio redondeado engrosado al exterior. GR-D060.1119.2.16. Siglos XI-XII.
Tipo II: Cuerpo superior de anafre con labio redondeado al interior y borde en ala. Cuerpo troncocónico invertido. Gr-D.060-1119.2.1. Es un anafre de época almohade.
Tipo III: Anafre de labio redondeado, apéndice interior de sección triangular para soporte. Cuerpo troncocónico invertido. Asas en forma de mamelón. GR-D060-1141.17.3. Nazarí
Tipo IV: Cuerpo superior de anafre. Cuerpo troncocónico invertido algo abombado. Dos asas muy pegadas al cuerpo. Acanaladura interna para apoyo del recipiente en el que se va a cocinar. GR-D060.1141.17.4. Nazarí.
Tipo V: Anafre del que conservamos el arranque del cuerpo superior y de la parrilla. Cuerpo inferior cilíndrico con base plana. GR-D060.1141.17.2. Nazarí.


COMPLEMENTOS

Tapadera
Tipo I: Tapadera de cuerpo cóncavo y moldurado. Base plana. Borde hacia el interior. Gr-D060-1119.25.1. Siglos XI-XII
Tipo II: Tapadera de labio redondeado con borde en ala. Perfil curvo, asidero central y base plana. Cuerpo discoidal. Gr-D.060-1126.1.1. Este tipo de tapaderas tiene una amplia cronología y aparece a lo largo del periodo andalusí.
Tipo III: Tapadera de borde en ala. Cuerpo hemisférico. Gr-D060-1016.1.1. Este tipo de tapaderas tiene una amplia cronología y aparece a lo largo del periodo andalusí.
Tipo IV: Tapadera de labio plano y borde en ala. Perfil curvo con asidero central. Cuerpo discoidal. Gr-D060-1001.17.1. Nazarí.
Tipo V: Tapadera de labio apuntado y borde triangular carenado engrosado al exterior. Gr-D060-1044.4.6. Siglos XV-XVI.

Reposadero
Es un reposadero de los denominados simples por presentar sólo un cuerpo de sustentación. Gr-D.060-1086.4.1. Es una pieza de época Nazarí


VAJILLA DE HIGIENE DOMÉSTICA

Bacín
Son piezas que aparecen vidriadas al interior y al exterior. Presenta un labio plano con borde engrosado al exterior rematado en ancha pestaña plana. Cuerpo troncocóconico invertido. Gr-D.060-1016.3.1. Siglos XV-XVI.


ÚTIL DE ALFARERO

Atifle
Objeto empleado en los alfares para separar las piezas. Presenta un cuerpo con tres apéndices rematados en los extremos por protuberancias. GR-D060.1149.19.1.


JUGUETES

Silbato
Esta representado por un solo ejemplar de pequeñas dimensiones con forma de jarro que ha perdido la cabeza de la figurita que representaba. Conserva el orificio que caracteriza a este tipo de juguetes. GR-D060-1001.17.2. Nazarí.


ESTUDIO TECNOLÓGICO

El conjunto de cerámica estudiado se caracteriza por presentar un modelado a torno y una cocción oxidante. Podemos diferenciar diferentes tipos de pastas.

El tipo de pasta que presentan las vasijas que pertenecen a la vajilla de cocina se caracteriza por ser de color rojizo con intrusiones de tamaño fino y medio. La vajilla de mesa presenta un tipo de pasta de tonalidad clara. En algunos casos porosa como en las jarritas y algunas jofainas. La vajilla de usos múltiples presenta unas pastas anaranjadas con intrusiones de tamaño medio y grueso. Las piezas destinadas a almacenamiento, jarras y tinajas tienen una pasta de tonalidad roja ladrillo con inclusiones de tamaño medio y grueso de mica y cuarzo. Los contenedores de fuego tienen en todos los casos pastas rojizas con intrusiones gruesas y medias de mica y cuarzo. Son pastas muy groseras. Los objetos destinados a la iluminación presentan pastas de tonalidad clara. Las piezas denominadas como complementos presentan pastas de tonalidad clara. El silbato, tiene una pasta amarillenta y porosa con intrusiones muy finas. Las miniaturas presentan el mismo tipo de pasta que las de tamaño normal. La cerámica destinada a la cocina presenta en todos los casos un vidriado al interior que normalmente se extiende de forma irregular por la pared exterior de la pieza. Los vidriados de tonalidad melada pertenecen a cerámicas nazaríes. Los vidriados de tonalidad chocolateada o verdosa corresponden a las cerámicas cristianas. La vajilla de mesa islámica presenta en el caso de los materiales nazaríes un vidriado verde, verde esmeralda y melado. En las piezas cristianas predomina el vidriado blanco. Los candiles aparecen vidriados al interior y al exterior en verde esmeralda y amarillo.


ESTUDIO SOBRE LA DECORACIÓN

En la cerámica islámica de la tenería del Puente del Carbón encontramos en la vajilla de mesa, en ataifores y jofainas, líneas en manganeso bajo cubierta vítrea verde o melada junto con líneas incisas y motivos vegetales y florales estampillados. En las jarritas encontramos esgrafiado sobre manganeso, líneas pintadas en manganeso y cuerda seca.

Entre las piezas destinadas a la cocina hay ejemplares que presentan líneas incisas normalmente finas junto con incisiones más gruesas oblicuas o pequeñas incisiones a modo de trenza.

En las piezas destinadas a usos múltiples encontramos decoración incisa y excisa de carácter lineal.

En las piezas destinadas a iluminación hay un ejemplar que presenta motivos geométricos en azul bajo cubierta vítrea blanca.

En la vajilla de almacén, las jarras se decoran con cuerda seca al exterior, motivos incisos lineales. En las tinajas encontramos gran variedad en motivos decorativos, como cordones, decoración estampillada con motivos vegetales, geométricos y epigráficos, líneas incisas gruesas y molduras.

Los contenedores de fuego presentan una decoración muy pobre que se resume en incisiones digitales onduladas.

La cerámica cristiana presenta en la vajilla de mesa, platos, motivos geométricos y florales pintados en azul.

Los recipientes de uso múltiple o lebrillos tienen su superficie interior vidriada en blanco y motivos pintados en verde y azul.


CONCLUSIÓN

La documentación que hemos encontrado referente a la ciudad de Granada, desde su fundación por la dinastía zirí a principios del siglo XI, hasta su ruptura con el Islam en 1492 y su posterior evolución a ciudad cristiana ha sido óptima para llevar a cabo este trabajo. Autores árabes y cristianos de diversas épocas nos han ofrecido una visión de la ciudad granadina pudiendo conocer el paisaje rural y urbano medieval de la capital.

Hemos destacado el papel del río Darro por ser el eje en torno al cual gira la vida de la ciudad en todos sus aspectos, entre ellos la actividad artesanal. El río que surte de agua a las pequeñas estructuras industriales que surgen en sus orillas. A él desembocan las aguas ya utilizadas en los trabajos de tintado y curtido de pieles, y cuyos canales y piletas se han documentado en la tenería excavada.

El material cerámico estudiado nos ofrece una valiosa información en cuanto al tiempo en el que estuvo en funcionamiento la tenería del Puente del Carbón. Se ha situado dicha estructura en su contexto más cercano, en el barrio artesanal comprendido a ambos lados del río Darro en el centro de la medina islámica. De ella se han recuperado los ajuares cerámicos de sus moradores tanto de época islámica como cristiana.

El porcentaje de cerámica de época islámica es más elevado que el de época cristiana no en vano la tenería funcionó durante todo el periodo nazarí y apenas un siglo con la llegada de los cristianos. El conocimiento arqueológico de la zona más cercana se hace difícil al ser el centro de la actual ciudad y sufrir la feroz destrucción de la presión urbanística.

El análisis de la cerámica de la tenería del Puente del Carbón ha permitido diferenciar las características de la cerámica islámica almorávide-almohade y nazarí y de la cerámica cristiana de primera época. Encontramos que la cerámica cristiana asimila formas islámicas como vemos en las cazuelas y ollas. Una pieza que rompe claramente con al mundo islámico es el plato que sustituye al ataifor. Paralelamente la forma escudilla es una pieza claramente cristiana. Otras piezas como el anafre y la tapadera sin embargo no cambian de una a otra cultura siendo formalmente continuadores de la tradición islámica.

Hay cambios en la decoración y en el tipo de vidriado que en las cerámicas cristianas se vuelve de una tonalidad melada chocolateada o verde oliva. La cerámica entra dentro del trasvase cultural que tiene lugar entre ambas poblaciones.


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